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________________Cap 3 ________________

Después de haberme alistado para el trabajo salí de mi hogar hacia aquel pequeño restaurante, caminaba con calma aún era tenprano a pesar de que el sol empezará a ocultarse, tranquilamente fumaba mi pequeño cigarrillo cuando alguien interrumpió mi increíble paz.

- oí, esto estaba en el suelo - puede escuchar esa voz molesta, no podía ser el, mire a la persona dueña de esa irritante voz encontrándome con el idiota del marino.

Rápidamente parecía que mi sangre se helaba, ¿me había reconocido?, ¿sabía quién era?, tomé mi billetera lo más calmado posible ya que podía sentir su mirada encima mío.

- gracias joven - solté el humo que hace momentos había exalado.

- si claro

Todavía sentía su mirada examinando cualquier parte de mi cuerpo, después de unos segundos de averme entregado mi billetera y mirarme fijamente se retiro, excelente no me avía reconocido.

Alfin se había alejado y ya no se encontraba en mi campo visual y pude respirar tranquilamente, no quiero que nadie se entere, no quiero llamar la atención.

BARATIE

Ese nombre estaba inscrito en la entrada y el olor a comida ya se hacía precente al cruzar aquellas puertas.

- llegas tarde - ese estúpido viejo.

- claro 10 minutos antes de abrir - hable con ironía a lo cual se molesto.

- esa es la forma de hablarle a tu superior, maldito mocoso.

- detengance, no es momento para esto estamos a minutos de abrir - hablo Patty, hombre medio músculos.

- de acuerdo, manos a la obra - estaba feliz el único paraíso en mi completa vida de mierda era este restauran.

Las puertas abrieron recibiendo a una  mediana cantidad de gente, mi trabajo era cocinero / mesero, por pequeñas circunstancias no temíamos demaciados meceros pero eso no sería un problema.

Disfrutaba este habiente, este lugar es todo para mí, un lugar donde si puedes ser yo mismo, la jóvenes señoritas eran hermasas y la paga no era tan mala.

- bella dama que desea, un postre dulce como usted o a su servidor - le sonríe mientras le entregaba una rosa rojas sin espinas.

La chica solo sonrió feliz y un poco sonrojada, que hermosa que patético hombre que la acompaña.

- ejem - llamó mi atención

- disculpe señor en unos momentos tomaré su orden - le dije mientras ponía atención en mi damicela.

La hora de cerrar ya estaba y era más tarde de lo que pareciera.

- malditos, me retiro - tome mi saco y salí de ahí, fue un día increíble.

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_____________Continuará... ____________