Veinte - LaloBrito
Narradora Omnisciente
Cerca de las diez de la mañana siguiente, Chinos prendió el azador, Diego preparó unas brochetas y hamburguesas deliciosas que solía hacer usando ingredientes como carne, piña, aguacate, pan, mostaza, mayonesa, jalapeño, ketchup, crema, lechuga, jitomate, pera, queso y chipotle.
Sofía se hacía cargo de acomodar el lugar, dejarlo limpio para los invitados. Era sábado, y cómo le tocaba lavar la ropa aprovechaba para dejar la lavavajillas sin trastes sucios.
El caso es que eran un buen equipo. El timbre del hogar se escuchó, uno de los invitados se había encargado de llegar muchas horas antes de la invitación, el famoso pelinegro que hizo a Sofía estallar de felicidad.
–¡Lalo!–estaba muy contenta al igual que él.
–¡Sofía!–la elevó un poco en el aire de un abrazo
Consomé y Panela, la perrita que habían adoptado unos meses antes corrieron para mover la colita de alegría
–Te extrañamos, adelante pasa, ya sabes que estás en tu casa –lo llevé hasta el patio
—Gracias princesa–sonrió con dulzura una vez más– hasta acá huelen las hamburguesas, por cierto, traje unos chicharrones y una salsita de chile muy rica para acompañar
Fue a su auto para bajar de la cajuela las botanas mencionadas. Le ayudé con algunas y llegamos con Chinos y Diego que estaban cerca del asador
Panela persiguió a Consomé, se gruñeron unos segundos pero después ya estaban jugando. Chinos me tomó por sorpresa con un beso corto, sonreí como boba y después seguí con lo mío, ayudar a Yeyo.
–Lalo hermano, que bueno que llegaste ¿como te ha ido con el proyecto S?
¿Proyecto S?
–La verdad bien, aunque últimamente no sé, he estado teniendo muchos días de trabajo pero ahí vamos gracias, ¿y a ustedes?
–También querido Lalo, la verdad es que me da nostalgia pensar en la primera vez que nos conocimos, era una simple fan
–No, Sof–suspiró Lalo con una media sonrisa– nunca fuiste una simple fan, desde que te conocimos supimos que eras la mejor figura de esta maravillosa historia, quizás si eras una fan pero una que destacó entre muchas, una que también se volvió influencer
Sintió una ligera presión en el pecho, fue un punzón de felicidad, la garganta le empezó a arder en conjunto a las lágrimas corriendo por el rostro. Lalo tenía razón, y ese comentario le hacía falta escuchar, se sintió feliz, siempre era así, este chico le daba unas vibras increíbles.
Jorge llegó un tanto agresivo, tenía la cara tensa, y junto a su postura rígida invitó al chico a sentarse con los demás en la cocina
Lalo sacó le quitó la funda a la guitarra, empezó a tocar unas melodías comenzando a afinar el instrumento.
Narra Sofía
Yo movía la cabeza de un lado a otro deleitando la música.
Grabamos un video para el canal, no fue muy tardado, teníamos al equipo que nos apoyaba con las tomas y edición. Los camarógrafos salieron del departamento, solo estábamos Lalo, Diego, Jorge y yo disfrutando del ambiente tranquilo, hasta que sacaron las botellas de licor para celebrar uno de muchos de nuestros éxitos.
Tanto el canal de LosRulés como las oportunidades de trabajo que se nos habían presentado. Incluso, ahí puedo destacar mi amistad con la gran Kimberly Loaiza. Dentro de unas horas ya estábamos mareados escuchando canciones de Spotify.
Diego y Jorge se fueron a grabar unos tiktoks adentro de la casa, yo estaba en la terraza admirando la vista, cuando casi me caigo al suelo por culpa del sofá, Lalo me sostuvo por la cintura.
-Gracias Lalo-reí- ya no debería tomar más..-él estaba cuerdo, me sonrío y ayudó a sentarme- que lindos ojos tienes
No sabía si lo que dije estaba bien, ni tampoco porque había salido de mi boca pero mintiendo no estaba. El castaño sonrío de lado, sus mejillas estaban rosaditas
—Estás mareada Sofía, te traeré un poco de agua, espera aquí ¿si?
Fue velozmente por una botella de agua, se sentó a mi lado y me la dió. Al tomarla nuestras manos se tocaron, volteamos a vernos. Yo a este punto estaba un poco más consciente.
—Gracias, muy amable Lalo-dije evadiendo un poco- ¿porqué no cantas algo, eh? soy fan de tu voz
Lalo empezó a reír
-Okey, okey déjame cantarte algo -estiró su mano a la guitarra- comenzó a tocar una melodía siguiendo con un tarareo bien afinado en su voz.
"Sé que no, no va a ser lo mismo a partir de hoy..
Soy caso perdido.
Entendí, tú no me quieres así
Me fui, me fui enamorando de ti
- pensé en lo bella que era la letra pero algo no cuadraba, la cantaba sin apartar su mirada de la mía -
Acostumbrándome así, así simplemente
Me fui, llegué lentamente hasta ti
Acomodándome a ti
Tú no me quieres a mí
Por no perderte, me fui..." -miré hacia abajo, subí la vista de nuevo
Sus ojos estaban sobre mis labios, conectamos miradas, estábamos cerca uno del otro casi rozando nuestras narices, oímos unos pasos por las escaleras. Ese momento se cortó de golpe. Por dentro me sentía confundida, ¿porqué había sucedido eso? espero no recordar este momento cuando ya no haya alcohol en mi sistema.
Diego se sentó con una lata de soda en la mano. Jorge a un lado mío, con el semblante serio. Ambos estaban muy extraños, sentí la necesidad de tomar mi espacio al recordar lo que había sucedido momentos antes.
–Ahora vengo-me dirigí a la cocina donde ya estaba Jorge siguiendo mis pasos, recargado en el marco de la puerta, puse mi mano sobre la suya.
¿todo bien?–pregunté al verlo más relajado.
me miró quitando se mano.
–si, si estoy bien ¿y tú? –arqué una ceja al escucharlo hablar sin sinceridad, este exhaló de mala gana, con su mano pasando por los lagrimales– lo siento... lo siento Sof, no estoy bien, no quiero herirte, lo siento mucho-a diferencia mía él si estaba muy ebrio
Cuando alzó la vista pude notar las lágrimas en sus ojos, estaba triste y no sabía el porqué. Pasé un rulito de su cabello detrás de su oreja, este me abrazó enseguida, totalmente afligido.
—No me vas a herir, ¿por qué dices eso?
Se quedó reflexivo un par de segundos.
—Soy una mala persona Sofía, no estoy bien... soy una decepción-lo abracé aún más fuerte, me dolía que pensara así sobre sí mismo, claramente no estaba sobrio, él era muchas cosas, pero jamás una decepción. Al contrario, desde antes de conocerlo ya lo admiraba bastante, así como millones de personas.
—Te quiero, Sofi-se tambaleó rodeándome con sus brazos
—Y yo te amo-dije en bajito con un poco de tristeza sin soltarme de él
—Ven, vamos a llevarte a dormir -caminé con su brazo sobre mi hombro, Lalo corrió a ayudarme.
Diego estaba recogiendo las latas, ambos habían tomado mucho, pero Jorge Iván se había excedido de tragos, nunca lo había visto beber de esa manera, sinceramente me sentía mal por él.
—Tranquila, yo lo llevo a su cuarto -me dijo Lalo y yo asentí- tu quédate con Diego
Mi gran amigo, el mayor del grupo. Diego Cárdenas, bebía de su botella de agua.
—Oye, Dieguito..me preocupa Jorge, ¿sabes si le pasa algo?-negó con la cabeza, siguió bebiendo agua-oye, ¿todo bien?
—Oh pues, todo bien Sof -me sonrió- después hablamos ¿si? tengo ganas de vomitar
—okey-fui a despedir a Lalo, después tomé una ducha con el agua tan caliente que me relajó para ir a dormir.
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Capítulo algo corto, pero cerca del final.
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