3.23
Takeshi
—Kenji —digo por segunda vez a través del aparato electrónico, esperando respuesta del que es mi mejor hombre y mi mano derecha.
—Estoy ocupado, ¿por qué insistes tanto en llamar? —me responde.
—Tengo una misión para ti —le expongo emocionado, con el simple hecho de imaginarme que pronto tendré el control sobre Jeon.
—Estoy en una misión con Jeon, ahora —suelta serio.
—Es en Jeon, que necesito que trabajes.
Camino lentamente hacia la enorme ventana que se está en la habitación.
—¿Qué es lo que quieres, Takeshi?, has estado llamándome todo el día, solo dilo de una vez por todas —escucho como presiona algunas teclas y suelta enormes suspiros de desesperación.
—Quiero que me entregues al chico de Jeon —verbalizo.
Escucho el sonido de una silla siendo arrastrada por el suelo, mientras el carraspea su garganta.
—Tienes a Injae, ¿no es así? —me cuestiona molesto.
Guardo silencio por unos segundos, perdiéndome en la hermosa vista desde la ventana.
—¡Responde! —me exije exaltado, Kenji, provocando que aleje un poco el celular de mi oreja.
—Cuida la forma en la que me hablas —lo reprendo tranquilamente, mientras camino hasta la silla que está frente a mi escritorio.
—Esa es tu insistencia en contactarme. Responde de una puta vez.
Conozco a Kenji a la perfección y sé que está molesto.
—Si hubieras decidido atender una de mis cuantas llamadas la niña estaría junto a Jeon y no junto a mis hombres
Tomo un cigarrillo, lo llevo a mi boca y luego lo enciendo.
—Estaba en una reunión junto a Jeon —responde mientras golpea algo.
—¿Acaso se te ha olvidado para quien trabajas? —pregunto, luego de inhalar un poco de nicotina.
—Ese no es el punto, Takeshi —gruñe Kenji.
—Trabajas para mí, estas junto a Jeon porque somos socios. No lo olvides.
Dejo escapar la nicotina de mi boca, luego de recordarle que trabaja para mí.
—¿Socios? —se burla, haciendo que abra un poco más mis ojos.
—¡Crees que Jeon será tu socio, luego de enterarse que raptaste a Injae! —grita molesto.
—Yo quería a su pareja, pero el único que hace las cosas a cabalidad, eres tú —digo intento elogiarlo para que se relaje un poco.
—Date por muerto —susurra Kenji.
—Si yo muero tú también, trabajas para mí, y me entregaras a la pareja de Jeon, quieras o no —hablo amenazadoramente, mientras coloco el cigarrillo en un pequeño tazón.
—Jeon, va a matarnos —menciona entre dientes.
—No si lo matamos primero —replico.
Tengo un plan y estoy seguro que compartirlo con Kenji será excelente.
—Dime lo que tienes en mente, Takeshi —pide Kenji.
—Simple, entrégame al chico de Jeon, de lo demás me encargo yo —me pongo de pie y acomodó mi saco frente al espejo.
—¿Qué ganamos? —pregunta.
—Todo el poder y dinero —respondo luego de acomodar mi corbata.
—Tenemos poder, y suficiente dinero —escupe Kenji un tanto molesto.
—Estoy harto de tus contradicciones, Kenji. Solo haz lo que te ordeno de una puta vez sin buscar una maldita excusa. Vas a hacer lo que te pido, recibirás una llamada de Kimoto, él tiene a la hija de Jeon, cuando tengas al chico se lo entregaras a él —le explico con diminuta cautela para que entienda y acate mis órdenes.
—Estas arrebatándole a Jeon lo más preciado, espero y no te arrepientas si Kimoto y yo salimos perjudicados —en toda la conversación que mantengo con Kenji, no disminuye nunca su enojo y su desesperación. —Cuando tenga al chico conmigo se lo haré saber a Kimoto —es lo último que Kenji dice para luego cancelar la llamada.
Kenji
Cuando escucho que Takeshi me pide a Jimin, me confirma que el sinfín de llamadas que he recibido de su parte es porque algo tenía entre manos.
Y sí, así es, pero no espere que el estuviera detrás del rapto de Injae.
—Tienes a Injae, ¿no es así? —lo cuestiono molesto, alzo mi rostro y veo D.O frente a mí.
Se queda de pie apoyado en el marco de la puerta, mientras escucha todo lo que le digo a mi jefe.
No estoy nervioso y mucho menos temo por mi vida, cuando termino la llamada, él se acerca a paso lento a mí mientras mi celular suena una vez más. Número desconocido, atiendo de forma rápida, mientras la mirada de D.O me examina.
—Kimoto —susurro cuando atiendo la llamada.
—Kenji —responde. —Cuando tengas al chico de Jeon, házmelo saber, vas a entregármelo a mí —habla Kimoto, de manera demandante.
—Como digas —digo burlonamente, para luego cancelar la llamada.
Le lanzo mi celular a D.O, y quedo admirado por sus rápidos reflejos, lo toma y me observa esperando que diga algo.
—Rastrea ese número —le pido, mientras me alejo de él.
—¿Entregaras a Jimin? —indaga.
Me detengo y escucho como se acerca a mí.
—¿Le entregaras a Jimin? —repite la pregunta.
—Solo haz lo que te pido —pronuncio molesto.
—Jeon va a matarte si entregas a Jimin —me adivierte.
Asiento, y me giro sobre mis talones de forma rápida para quedar frente al chico de inteligencia.
—Lo sé —suspiro.
—Jimin y los niños son lo más preciado que Jeon tiene, espero y recapacites un poco.
Ahora el que se aleja es él con mi celular en sus manos, en busca de la ubicación de Kimoto.
Un día ha pasado desde que Jimin había presenciado como raptaron a su hija.
Es lo único que recuerda, y por la noche encontrarse con la mirada profunda de Jungkook, quien al observar que abre sus ojos acorta la poca distancia entre ellos, aun con Sang entre sus brazos.
—Estoy aquí, mi ángel —susurra con su voz dulce, mientras acaricia el cabello del menor.
—¿Los niños están bien? —pregunta Jimin, con su voz adormilada.
—Sí, Dae está junto a Jin y Sang está aquí —toma la manita del pequeño y la agito, haciendo que el rubio sonría un poco.
—Gracias, Jungkook —murmura mientras se abriga con la sábana.
—Necesito que te alimentes, Jimin —le pide.
Jeon toma la bandeja con la mano que no sostiene a Sang, y la coloca a la orilla de la cama.
—No tengo hambre —dice el menor, retirándose la sábana y sentándose en la cama, para tomar a Sang.
—Debes comer, Jimin. Nuestro hijo está dentro de ti —le recuerda el mayor.
Jungkook toma el cubierto para luego tomar un poco de puré de papa con guiso y llevarlo a la boca de Jimin.
—Abre —le ordena.
Jimin, niega al principio, pero después de la insistencia de Jungkook y de recordar que debe cuidarse por su bebé, decide dejar que el mayor lo alimente.
Jeon dejo de alimentar a Jimin hasta que el plato está vació, lo coloca en la cómoda y luego tomo a Sang para darle su biberón.
—Mi cabeza duele —se queja Jimin, llevando una de sus manos a su cabeza.
—Debes descansar un poco, cariño —dice Jeon, mientras se pasea por la habitación con Sang entre sus brazos.
—Jungkook, ven acá —suplica el menor, con un puchero en sus labios y sus ojos con notables lágrimas a punto de salir.
—Hey, estoy aquí —masculla Jeon, cuando llega a la cama junto a Sang.
—Dime que todo estará bien —habla el menor con un poco de dificultad, por el nudo de sentimientos que se encuentra en su garganta.
—Todo estará bien —le asegura Jungkook, acariciando los mofletes del menor.
—Dime que ella está bien, y que no le sucederá nada.
Las lágrimas de Jimin, se hacen presentes al recordar que su hija no se está junto a él.
—Ella está bien, amor.
Mientras Jeon limpia las lágrimas de Jimin, en su mente piensa en que más vale que su hija no tenga ni un solo rasguño o hará que todos paguen por ello.
—Dime que la traerás a mí de nuevo —articula entre sollozos, Jimin, mientras Jungkook arde de enojo.
—Lo haré mi ángel, la recuperare y la traeré a ti de nuevo. Lo prometo —acerca su rostro al del rubio y deposita un pequeño beso en sus labios.
Jimin se acomoda en la enorme cama, Jungkook, se pone de pie para poder dejar a Sang en la habitación junto a Dae, pero el pequeño no quiere dormir en su cuna. Jeon, decide dormirlo de nuevo mientras se pasea por la cocina de su casa.
Intenta llenar un vaso de chocolatada y no evita reír recordando a Iseul.
Escucha pasos que se dirigen hacia él, Jin, lo mira y niega con su cabeza al observar que Jeon tiene a Sang entre sus manos y trata de llenar un vaso con un poco de chocolatada.
—Es para mí —menciona, cuando observa el rostro de molestia de Jin.
—Lo sé —dice Jin, mientras extiende sus manos para que Jeon le de a Sang.
—Sera mejor que lo dejes en mis brazos —le ordena Jungkook.
—Bien, entonces llenare esto por ti —toma el bote que contiene la chocolatada y vierte un poco en el vaso.
Jeon lo toma rápidamente y lo bebe de un solo sorbo, cuando lo termina recuerda porque no le gusta la chocolatada, porque es dulce, y el detesta lo dulce.
—Gracias —habla Jungkook, para luego regresar a la habitación junto a Jimin.
—Recuperaras a Injae, ¿verdad? —lo cuestiona Jin, con tono de voz suave.
—Claro que lo haré —responde Jeon, en su tono de voz habitual.
Jungkook continúa su camino hacia la habitación, entra en esta despacio y en silencio para no despertar a Jimin y mucho menos a Sang. Se retira sus zapatos con la punta de su pie contrario, cuando está todo listo, apaga la pequeña lámpara.
—Injae —escucha que Jimin pronuncia dormido.
Jeon se acomoda en la cama colocando a Sang en su pecho, deja salir un fuerte suspiro mientras observa el rostro de Jimin detenidamente mientras duerme.
—Voy a traer a nuestra hija de nuevo, mi ángel. Lo prometo —habla suavemente para no despertar a Jimin y al pequeño que está sobre su pecho.
La noche en la casa de Jeon, transcurre en silencio, el pequeño Sang no ha despertado así que a mitad de la noche el mayor lo traslada a su cuna y regresa a su habitación, toma su celular y leé todos los mensajes que Kenji, Namjoon, Jov y Bobby le han enviado.
El mensaje que más llama su atención es el de Kenji.
Creo tener una pista de donde se encuentre Injae, pero debes confiar en mí.
Antes de regresar a la cama, Jungkook le envía un mensaje a Kenji, en el cual le ordena que le informe todo lo más pronto posible para ir por su hija, se a recuesta al lado de Jimin, rodeando con su brazo la cintura del menor.
Jimin duerme toda la noche siendo abrazado por Jeon, pero por su parte el mayor no cierra sus ojos ni una sola vez, solo se mueve cuando el menor se acomoda en sus brazos y en su pecho, pero de lo contrario mantiene sus ojos abiertos, mientras su corazón maquina un sinfín de escenarios en los cuales su hija se podría encontrar, es solo una niña de casi tres años de edad, no merece estar lejos de sus padres.
La mañana no tarda en llegar, Jungkook escucha como Jin y Jennie empiezan hacer los que haceres de su casa, mientras Jimin duerme plácidamente aferrado a uno de sus brazos, el celular suena, Jeon, alza su rostro para dar con el paradero del aparato que suena.
Intenta levantarse, pero Jimin está aferrado a su brazo, con demasiada cautela se deshace del agarre del menor, se pone de pie, pero es demasiado tarde ya que la llamada finaliza, toma su celular y observa que es una llamada por parte de Kenji.
Toma su chaqueta y se la coloca, remarca el número del japonés mientras abre la puerta de su habitación encontrándose con el sonido del celular de Kenji, y su presencia en la puerta de su habitación.
—Buen día, cariño —saluda el japonés a Jeon, burlonamente. —Tengo buenas noticias para ti —agrega Kenji al observar que Jungkook, no se ríe con su broma.
—Te escucho —dice Jeon, mientras guarda su celular en el bolsillo exterior de su chaqueta, y girándose un poco para observar a su ángel.
—Las fechas para los encuentros están listas —alza la tableta que sostiene en sus manos y la coloca frente a Jungkook. —Jov, estableció el encuentro para el día de mañana. Bobby, está planeando todo para poder interceptarlo —le informa el japonés, mientras Jeon observa la información que se encuentra en la Tablet.
—¿Qué hay de Yuan? —pregunta Jungkook, mientras con su dedo índice mueve un poco lo que está observando en el aparato electrónico.
—GD, estableció el encuentro para este día. Nam se encargará de los preparativos para poder interceptarlo —el japonés, retira la Tablet de la vista de Jeon.
—¿Por qué lo hace Nam y no tú? —lo interroga Jungkook. —Creí que te había dejado encargado para que trabajaras con el chico asesino —replica, mientras espera respuesta de parte de Kenji.
—Tengo una segunda noticia —saca su celular y se lo entrega a Jeon.
—Es la ubicación de donde se encuentra, Injae —expone sin nerviosismo.—Sé que tendrás curiosidad de saber cómo la conseguí, pero agradecería mucho que confiaras en mí, Jeon —le pide Kenji con su entrecejo fruncido, sin temor a lo que Jungkook pueda decirle.
—¿Qué tan seguro estas de esto? —inquiere Jungkook, mientras entra a su habitación y toma su arma, para colocarla entre su pantalón y su cintura.
—Muy seguro, Jeon —contesta el japonés, con toda la serenidad del mundo.
—Ve por JB, y dile que saldremos a recoger a mi hija.
Kenji asiente y se aleja de Jungkook, para poder ir por JB a su habitación.
Jeon coloca su rodilla en la orilla de la cama y se acerca al rostro de Jimin, el cual, tiene sus ojos abiertos con pequeñas lágrimas.
—¿Cuánto escuchaste? —le pregunta Jungkook en un susurro sobre su mejilla, para luego darle un pequeño beso de buenos días.
—Todo —responde.
—Iré por ella, Jimin, volveré pronto —intenta besar los labios del menor, pero el mueve su rostro.
—Quiero ir contigo —dice el rubio sentándose en la cama, alejándose de Jungkook.
—Eso no pasara —se niega el mayor, molesto, alejándose de la cama.
—No estoy pidiéndote permiso —refuta Jimin, disgustado.
—Me importa una mierda, Jimin. No iras y punto —le aclara Jeon, mientras observa como el rubio se calza sus tenis.
—¡También es mi hija! —alza su voz el menor.
Kenji y JB, se encuentran frente a la habitación de la pareja, pero cuando escuchan el intercambio de palabras deciden esperar a Jeon en la sala.
—Volveré pronto, no hagas algo estúpido, Jimin, por favor —le suplica Jungkook, mientras revisa su arma.
—Iré contigo —verbaliza demandante, Jimin, poniéndose de pie, según él, listo.
—Que parte de las palabras, no me acompañaras ¿no entiendes? —lo cuestiona Jungkook a Jimin, totalmente fastidiado.
—Yo...
—Te quedaras aquí, por el maldito hecho que no pienso ponerte en peligro a ti y al bebé. Si algo te llegase a pasar me volvería loco así que, por última vez no iras y hasta aquí se acaba la puta discusión —lo interrumpe el mayor.
Jeon se gira y camina hacia fuera de la habitación sin despedirse de Jimin. El pelinegro llega a la sala encontrándose con JB y Kenji, esperando por él, agregando al chico de inteligencia.
—D.O cuida de Jimin, dile a Nam que quiero vivo a Yuan —le ordena.
Toma el arma que JB le ofrece y luego los tres salen de la casa para ser guiados por D.O, por medio de un intercomunicador hasta el lugar donde se supone que tienen a la hija de Jeon.
—Jimin —lo llama Jennie, al observar al menor salir de su habitación con una chaqueta de Jungkook puesta.—Jimin —repite la chica cuando el menor no le responde.
—D.O —dice entre dientes, Jimin, mientras escucha las indicaciones que le da a JB para poder llegar al lugar.
—Continúen recto, un kilómetro más y llegaran al destino —les ordena D.O.
Jimin se acerca a D.O y desconecta su intercomunicador, para evitar que Jeon escuche lo que está por ordenarle al chico de inteligencia.
—¿Jimin? —habla un asombrado D.O, debido a la acción que el rubio ha hecho segundos atrás.
—Llévame a ese lugar —le ordena Jimin seriamente, mientras D.O niega.
—Jeon, no querrá que yo haga eso —se excusa el chico.
—Es una orden, ahora ponte de pie y llévame donde te ordeno.
Toma las llaves de la camioneta de Jeon, y se las lanza al chico de inteligencia.
—¡Apresúrate! —grita Jimin, mientras D.O hacia lo que el rubio le ordena.
Por su parte, Jungkook, quien va en compañía del japonés y JB, estacionan el auto con cuidado de no ser descubiertos, todos se observan aun dentro del auto.
—Mataremos a todos sin excepción alguna. Los quiero a todos muertos —indica Jeon, mientras carga su nueve milímetros.
—Como digas —dice JB, retirándole el seguro a su ametralladora.
—Cuando encontremos a Injae, quiero que la pongas a salvo, JB —le ordena Jeon.
—Entendido —responde a la orden de su jefe.
—Kenji, cúbreme y mantente con vida —le pide Jungkook, para luego abrir la puerta trasera del auto.
—Jeon —lo detiene Kenji. —Pase lo que pase adentro, confía en mi —le pide el japonés, mientras Jeon, asiente.
Lo único que quiere es recuperar a su hija y volver a Jimin feliz, solo quiere a su familia junta de nuevo.
—Es hora de la diversión —comenta JB, cuando está frente a la puerta.
Deja salir unos cuantos disparos en la chapa y luego junto al japonés golpean con sus piernas la puerta de metal para que esta se abra, cuando logran lo que quieren el primero en entrar es Kenji, seguido por JB y por último Jungkook.
Un hombre con rostro cubierto por una capucha negra, está listo para atacarlos, pero Jeon es más rápido disparándole sin dudarlo.
Uno de los hombres que sale con su rostro descubierto, observa como JB entra a una habitación y le dispara a quema ropa a sus compañeros, cuando observo a Jeon, se asombra.
-ノチュ - pronuncia el hombre en japonés.
Kenji al escucharlo alza su arma y le dispara en el pecho, para luego observar a Jeon.
—Te reconoció —le informa Kenji a Jungkook.
—¿Qué dijo? —pregunta Jeon, entre los intercambios de golpes que se da con otro tipo.
—Nochu —alza su voz, Kenji, para luego dispararle a uno de los que es su compañero.
Jeon logra matar al tipo con el que luchaba, pero no se espera que otro tipo lo agarre por su espalda y le apunte a su sien con un revolver.
—Kenji —lo llama.
El mencionado se gira y observa como uno de los tantos trabajadores de Takeshi tiene a Jungkook.
—Se acabo, Jeon —dice el hombre, observando con una hermosa sonrisa a Kenji.—¿No es así, Kenji? —pregunta socarronamente, ejerciendo presión en la sien de Jeon.
—¡Tengo a Injae! —grita JB, saliendo de una de las habitaciones con la pequeña en sus brazos, se lanza al suelo cubriendo a la pequeña para luego lanzar una botella de vidrio a la habitación de la cual ha salido.
Una explosión y los hombres que se encuentran a dentro mueren, si se preguntan cómo elaboro una bomba, sencillo, tomo una botella de tequila, la lleno de agua, le pidió a Injae que buscara una batería y un poco de hilo dental en la habitaciones cercanas, mientras el rociaba un poco de desodorante en spray en la botella de tequila, saco de su bolsillo un preservativo, coloco a la pequeña detrás de él mientras preparaba todo, mientras los hombres que tenían a Injae raptada esperaban a que JB saliera para poder quitarle la vida.
Y por eso y muchas cosas, JB, es uno de los favoritos de Jeon, JB, se pone de pie cargando a Injae, quien tiene sus ojos cerrados, ya que es el juego que su tío le ha pedido jugar, mientras busca la salida entre los escombros del lugar debido a la explosión.
Kenji, por su parte, aprovecha la explosión para alzar su arma con mucho más valor apuntándole a Jeon, quien lo observa asombrado.
—Se acabo —habla Kenji.
En un movimiento rápido mueve su arma y dispara, Jungkook, cree que el disparo va hacia él, pero cuando siente que el tipo que lo tiene no ejerce más presión en su cuello y en su sien, supo que Kenji le disparo al japonés.
—Gracias —susurra Jeon, mientras recoge su arma.
—Quemare el lugar —anuncia Kenji, desapareciendo mientras Jungkook cree que solo encuentran ellos dos, y JB que intenta salir.
Pero nada es lo que parece, escucha unos pasos se gira rápidamente y observo a Kimoto frente a él.
JB está por salir con Injae, pero choca con el cuerpo de alguien, la pequeña abre sus hijos y observa a Jimin, frente a ella con un chaleco antibalas.
—¡Appa! —grita la niña, lanzándose a sus brazos.
—¡Mi princesa! —exclama Jimin, abrazando fuertemente a su hija.
—No deberías estar aquí. Jeon, te ordenó que no vinieras —le recuerda JB, mientras observa hacia todos lados.
—Llévala a casa, iré por Jungkook —le ordena Jimin a JB.
—Eso no pasara, no entraras —replica JB, tomando el brazo de la pareja de su jefe.
—Claro que lo haré, ahora suéltame y saca a mi hija de aquí —le ordena Jimin de nuevo, mientras se suelta del agarre y corre hacia dentro del lugar.
JB mira que D.O, se encuentra en la camioneta de Jeon, camina hacia esta lentamente debido a que Injae empieza a removerse un tanto rebelde, ya que quiere estar junto a Jimin no junto a él.
—Appa —solloza la niña.
Jimin escucha a su hija, pero no regresa con ella, quiere encontrar a Jungkook y regresar junto a él a casa, sin importarle si este se molesta por haber ido donde él había dicho que no fuera.
El rubio escucha como un arma es cargada, acelera más su paso, su corazón palpita rápido y siente que algo no anda bien, se detiene frente a unos escombros cuando observa la sombra de dos hombres apuntándose uno al otro, pero deja de correr cuando escucha un fuerte grito de su hija.
—¡Papá! —grita la pequeña.
Jimin, quien continúa caminando observa a Jeon frente al otro tipo, ambos se observan esperando quien da su primer movida, todo va bien hasta que Jungkook escucha el grito con llanto de Injae, gira su vista y el tipo que según Jimin no parece coreano, jala del gatillo disparándole en el pecho a Jeon, haciendo que este caiga al suelo.
—¡Jungkook! —grita Jimin, corriendo hacia el tipo, derribándolo para luego dejar unos cuantos golpes en su rostro, se retira de encima de él y arroja su arma lejos.—Perdón bebé —dice el rubio tocando su estómago, mientras trota para llegar hacia Jungkook, que yace en el suelo desangrado.—Jungkook —pronuncia el menor alzando la cabeza de Jeon, para colocarla sobre sus piernas.
—Te dije que te quedaras en casa —reprocha Jungkook, con un poco de dificultad.
—Lo sé, y lo siento —dice Jimin, mientras lo observa con un poco de preocupación—. No cierres tus ojos, mierda, Jungkook, no te atrevas a cerrarlos.
El menor comienza a llorar, mientras le ruega a su prometido que no cierre sus ojos.
Escucha unos sonidos, alza su vista y observa como el tipo trata de ponerse de pie, Jeon, aun con su vista un poco nublada, luchando por quedarse junto a su ángel, intenta alzar su arma, pero el impacto que ha recibido le ha arrebatado todas sus fuerza, Jimin, observa que el tipo se pone de pie, toma el arma de Jungkook sin pensarlo dos veces la alza con sus dos manos, deja que el tipo se acerque solo un poco más a él.
El tipo sonríe burlonamente observando a Jimin, mientras se acerca a ellos, Park mira a Jeon en el suelo desangrando luchando por no cerrar sus ojos, suelta un enorme suspiro y sin dudarlo más, deja salir el primer disparo, el cual, pasa cerca del tipo.
—Apunta a sus piernas —respira con dificultad, Jungkook. —Pecho o cabeza —le recuerda Jeon. —¡Hazlo! —le grita el mayor adolorido.
—Solo no me dejes, no cierres tus ojos —suplica el menor, para luego bajar un poco el arma y dispararles a las piernas del tipo.
Cuando Jimin logro dar en una de las piernas del tipo, alza su arma de nuevo y apunta al pecho, dispara una y otra vez mientras llora, deja de disparar cuando siente que alguien le quita el arma de sus manos, ya que el arma no tiene más balas.
—¿Estas bien? —le pregunta Kenji, mientras acomoda un galón de gasolina en el suelo.
—Ayúdame a sacarlo de aquí, rápido —le pide Jimin entre lágrimas. —Jungkook, por favor, no cierres tus ojos, mi amor —el menor acaricia el rostro del mayor.
Escucha como Kenji arranca el auto, por un momento cree que lo dejará con Jungkook en ese lugar desolado, pero lo que el japonés hace es estrellar el auto contra el muro y luego retroceder.
—Jimin —pronuncia Jeon, con voz poco audible.
—Resiste, por favor —le implora, el rubio.
—Lo siento —masculla con la misma voz casi inaudible, Jeon, para luego cerrar sus ojos.
—No me hagas esto, Jeon Jungkook. Abre los ojos, por favor, no puedes dejarme, lo prometiste —llora Jimin.
Kenji toma a Jeon y lo lleva cargado al auto en la parte trasera, Jimin, entra y se acomoda junto al cuerpo inconsciente de Jungkook, mientras sus lágrimas no paran de brotar de sus ojos.
—No me dejes —es lo que Jimin, le suplica a un inconsciente Jungkook, una y otra vez.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro