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3.11

Después que Jimin Y Jungkook, recorrieran en su motocicleta un no muy largo camino para llegar hasta el lugar que ha planeado Yoongi, para que ambos se mantengan mientras todo se calma, y para mantener a los hijos de Jeon a salvo.

Jimin, estaciona la motocicleta rápidamente, el mayor baja, deja el arma en el suelo y luego se retira el chaleco antibalas. Por su parte, el menor baja de la motocicleta y lo primero que hace es estirarse un poco, los hombres que se encuentran frente a la puerta de lo que el rubio, llama hotel, no paran de devorarlo con la mirada.

Jimin, está por retirarse el chaleco, pero al observar Jeon, que los hombres ven con lujuria a su chico se acerca a él, le retira el chaleco y luego deja un beso en sus labios.

—Eres un idiota y lo sabes —dice el menor, burlándose del gesto de celos que el mayor está haciendo.—Ve adentro y pide la llave. Tengo hambre, comparare algunas golosinas —le pide el menor.

—Eso no pasara —musita Jeon, tomando el arma, colocándola en su tórax y con su otra mano toma los dos chalecos.

—Claro que sí, ahora anda y espera por mi adentro.

Jimin toma de los hombros a Jungkook, y lo empuja juguetonamente hacia la puerta principal de lo que realmente es un maldito motel, uno de los cuantos negocios de Yoongi.

Mientras Jimin compra golosinas, Jeon, entra al lugar el cual está completamente solo, se acerca a la pequeña pero llamativa recepción, observa hacia todos lados y se percata que pequeñas cámaras se encuentran instaladas en ese lugar, sonríe ladinamente al saber que ese lugar está cien por ciento vigilado por D.O.

—Debes ser el chico al que debo entregar esto.

Al escuchar la voz femenina, Jungkook, baja su rostro y mira a la pelirroja frente a él.

—Eso creo —responde secamente, al ver que la chica sostiene una llave en sus manos.

—Esto es tuyo, es la última habitación —le entrega la llave y lo observa coquetamente.

—Claro —recita Jeon, con una sonrisa en su rostro debido al coqueteo constante que la chica trata de hacer para seducirlo.

—Si necesitas compañía no dudes en llamarme —agrega la chica, colocándose de puntillas, acercando su rostro un poco al de Jeon, el cual al instante da unos cuantos pasos hacia atrás.

—Esto debe ser una puta broma.

La voz de Jimin, alerta a la chica y a Jungkook, el cual, solo gira su rostro sobre su hombro y lo observa como sostiene una bolsa con golosinas y ve a la pelirroja con una cara para nada amigable.

—Esa máquina acaba de estafarme —se queja.

El menor camina a paso lento hacia Jeon.

—El motel está cerrado —habla la chica, seriamente.

—Lo sé —responde Jimin.—Debería cobrarte lo que esa maldita maquina me robo, pero no lo hare porque mi prometido tiene dinero de sobra. Es un maldito lunático, tengo dos hijos con él, es jodidamente hermoso, te lo presento —el rubio alza su mano izquierda y toma de la camisa a Jungkook, sorprendiéndolo.—Di hola, cariño —le pide Jimin, sarcásticamente.

Jeon sabe que no debe hacerlo, así que decide guardar silencio.

—Vámonos —susurra el rubio.

El mayor asiente y se gira sobre sus talones dándole la espalda a la chica.

—Yo... lo siento —articula la chica, con voz temblorosa.

Jimin se gira tal y como Jeon, lo ha hecho, camina hasta llegar a su lado, coloca su mano en la cadera del menor mientras ambos caminan hacia las escaleras bajo la atenta mirada de la chica.

—Una cosa más, él no te necesitara —agrega Jimin, el cual, baja su mano y palmea el culo del mayor para luego tocarlo un poco.

—¿Era eso necesario? —pregunta Jeon, cuando ambos suben las escaleras.

—La otra opción era golpearte por dejar que te coqueteara o lanzarme a ti y devorarte a besos frente a ella —se explica el menor, mientras Jungkook, lo observa atentamente.

—Porque no hiciste la última. Era la mejor opción —menciona el mayor.

Al observar que el menor se detiene, Jeon, también lo hace.

—Solo abre la puerta de una puta vez —le pide Jimin.

El pelinegro, al instante hace lo que el menor le pide y observa la pequeña y descuidada habitación en la que deben pasar.

—¿Vas a quedarte de pie? —pregunta Jimin, al ver que Jungkook no entra a la habitación, mientras que él ya hasta se ha retirado sus zapatos.

—Sabes que esto no es un hotel ¿verdad? —habla el mayor.

Jeon decide entrar, pero está más que claro que no se siente para nada cómodo en ese descuidado lugar.

—Es un hotel para personas pobres —comenta el rubio.

El menor, toma una bolsa de gomitas la abre y luego se lanza a la cama.

—Esto es un lugar para pasar el momento con alguien —refuta el mayor, mientras continúa inspeccionando el lugar con su mirada, dejando los chalecos y el arma en una esquina de la no tan grande habitación.

—He venido aquí muchas veces —menciona Jimin.

Al escuchar que su ángel ha dicho, Jungkook, se detiene y lo observa seriamente.

—¿A qué se supone que has venido a qui? —lo interroga, comenzando a acercarse a la cama a paso lento sin dejar de observarlo.

—No específicamente a este lugar, salía con chicos y ellos me invitaban a lugares como este. Tú sabes, para pasar el momento —el menor no logra contener su risa, al observar el ceño fruncido en el rostro de Jeon.

—¿Qué te causa gracia? —inquiere el pelinegro, seriamente, colocando su rodilla en la orilla de la cama.

—Tu cara —responde Jimin, entre risas.

El mayor extiende su mano derecha y toma el tobillo del menor, lo jala hacia él con todas sus fuerzas hasta que el cuerpo de Jimin, se halla lo suficientemente cerca de él.

'Eso no me causa gracia, te lo aseguro —habla con voz sería, Jeon.

Jimin alza sus brazos y los enrolla en el cuello del mayor.

—Es una broma, pero si tuve que vivir en lugares así junto a Iseul y Taehyung —le plática el rubio.

Jeon al escuchar eso se siente un poco más aliviado, deja un casto beso en la sien de Jimin, y luego toma asiento a la orilla de la cama.

El menor se sienta junto a Jungkook, mientras come gomitas, Jimin, aún se pregunta cómo es que es padre de dos niños si aún se alimenta como un adolescente.

—¿Quieres que hablemos? —pregunta el menor, mientras ambos se observan.

El mayor asiente.
Jimin, se pone de pie y se detiene frente a Jeon.

—No estamos en tu mansión así que no hay sillas.

Retira las manos de Jeon, y se acomoda en el regazo de él, para luego enrollar sus piernas en la cintura del mayor.

—No creo poder controlarme de esta manera. Y sobre lo de la mansión la palabra correcta es: nuestra mansión —manifiesta Jungkook, rodeando la cintura del menor con sus manos.

—Tú te vas a controlar, primero hablaremos y luego me harás el amor —indica el rubio, para luego besar los labios de Jeon, haciendo que este sonría.

—Como mi ángel ordene —dice el pelinegro.—¿Qué pasara con nosotros? —pregunta Jeon, haciendo que el menor casi se asfixie con una gomita.

—Pues no lo sé, Jungkook. Lo único que sé es que te quiero a mi lado —responde Park, seriamente.

—No puedo dejar al bebé de Baek. Es mi hijo también —susurra el mayor, mientras desciende su rostro ya que aun le asusta la reacción que Jimin, pueda tener al respecto.

—Lo sé, y no tengo ningún problema. Mierda, seré sincero. Me lastima un poco, pero es un lindo pequeño, tiene tus ojos y me recuerda a Dae. Creo que el verdadero problema consta en tus enemigos y no en el pequeño —manifiesta el menor, sin dejar de comer gomitas mientras habla, y eso Jeon, le parece algo tierno y único de su chico.

—Deja esto —le pide, retira la bolsa de gomitas de las manos de Jimin y la lanza al suelo.

—No eres para nada bueno, Jeon —protesta golpeando el pecho del mayor con un puchero en sus labios.

—Eres tan malditamente hermoso —el mayor acerca sus labios a los del menor y los beso.

—Concéntrate, Jungkook, estamos hablando —le recuerda.

Jimin abrazo al mayor y deja un pequeño camino de besos en el cuello del pelinegro hasta llegar a la comisura de su oreja.

—Es increíble como el vacío que sentía cuando estaba en prisión lo llenaste al instante. Eres mi consuelo, él que trata de comprenderme siempre, todo lo malo lo alejas y me haces feliz, todo lo haces tú. Mierda, el miedo de que te alejaras de mi me inundaba, pero tú eres mi ángel, el que a pesar de todo está junto a mí —espeta en voz baja, Jeon.

Jimin se aferra a Jungkook aún más fuerte cuando escucha lo que este le dice.

—Eres mi refugio en medio de todo lo malo.

Jeon deja un pequeño beso en el hombro izquierdo del menor, el amor que siente por él es inmenso y se encuentra feliz al saber que Jimin, esta dispuesto en continuar a su lado.

—Jungkook, solo quiero estar junto a ti y nuestros hijos, pero ambos debemos soltar el pasado. Quiero ser feliz y experimentar muchas cosas a tu lado, lo quiero todo, pero contigo —habla el menor. —Si tú me dices ven, yo voy, si tú me dices quédate, yo me haré un lugar en tú vida una y otra vez. Si tú me dices hasta el día en que muramos, yo diré que solo si es contigo. Quiero todo, el cielo y el infierno, pero solo si es a tú lado —el rubio, ha dejado de abrazar a Jeon y esta vez sostiene su rostro, mientras ambos se observan. —Jungkook, si yo te prometí que estaré junto a ti para siempre lo voy a cumplir, no importa si todo está mal, voy a estar para ti sin importar que —agrega Park.

Ninguno de los dos deja de observarse, es como si con la mirada se dijeran todo.

Ambos juntan sus labios dándose un beso. Beso que inicia dulce y tiernamente, tratando de reponer todo aquel tiempo que ambos no estuvieron juntos, poco a poco el mayor se abre paso entre los labios del menor para que su lengua recorra la cavidad bucal del menor encontrándose con una batalla de lenguas, y pequeños jadeos por parte de ambos.

—No sabes lo que te extrañe —habla Jeon, con voz agitada tratando de recuperar el aliento.

El menor, lleva sus manos hasta la camisa que Jungkook, utiliza poco a poco la sube hasta que consigue su objetivo. Retirarla.

—Solo estoy cerciorándome que todo está en orden —murmura Jimin, al observar que el pelinegro, lo mira burlonamente.

—Bien, yo también quiero saber si todo está en orden —sin decir más, Jeon, le retira la camisa a Jimin, lentamente recorre con su mirada su cuello hasta llegar hasta sus rosados pezones.

El mayor se acerca al cuello de Jimin, y comienza a dejar pequeños besos, luego pequeños chupones para terminar con el roce de su lengua en el lugar que ha besado y chupado segundos atrás, el menor vuelve a sentirse amado por el hombre del que esta completamente enamorado.

Jeon se pone de pie cargando a su ángel en brazos para luego colocarlo sobre la cama, se retira los zapatos y sus calcetas dejando solo su ropa interior, regresa a la cama y se coloca sobre Jimin, ambos juntan sus labios mientras que las manos del rubio recorren la espalda ancha de su amado hasta llegar a su trasero.

El mayor rompe el beso, y lleva sus manos al pantalón de Jimin, lo desabrocha y lo retira mientras lame sus labios, el menor al observar ese gesto no logro contenerse.

—Jungkook —jadea, llamando la atención del mayor, haciendo que su erección comience a doler con solo escuchar la voz excitada de su ángel.

—Tranquilo, cariño —toma el tirante del bóxer del menor y lo retira.

Cundo deja completamente desnudo a su ángel, se pone de pie frente a la cama y lo mira dulcemente, con una pizca de lujuria y deseo en sus ojos, haciendo que Jimin realmente necesite a Jeon, urgentemente.

—Mierda, eres lo más hermoso que mis ojos podrán ver en este mundo —balbucea el mayor, llevando sus manos a su cabeza mientras continúa observando el cuerpo de su ángel.

—Jungkook, por favor.... —suplica en un jadeo desesperado el rubio, para luego con una de sus manos comenzar acariciar su cuello, donde se encuentran los pequeño chupones que Jeon, ha dejado momentos atrás.

Al observar lo que el menor hace, Jungkook, regresa a la cama, toma las manos de Jimin, y las coloca sobre su cabeza.
Con su mirada cargada de lujuria le ordena que no debe bajarlas, el menor, completamente necesitado asiente, Jeon, besa los labios de Park y luego lleva su boca hasta colocarla en los muslos blanquecinos y tonificados de su ángel, los cuales necesitan ser acariciados por la boca y la lengua del pelinegro.

Jeon no para de besar, chupar y lamer los muslos del menor, cuando que termina de jugar con los muslos del menor, sube hasta su abdomen, coloca sus dientes en su estómago y deja una pequeña mordida en este.

—Mierda, Jungkook —se queja.

El menor baja uno de sus brazos y golpea la cabeza del mayor.

El pelinegro decide ignorar lo que su ángel ha hecho y mientras deja un pequeño camino de besos en el tórax de Jimin, lleva una de sus manos hasta su miembro y sobre la tela de su bóxer comienza a tocarse mientras observa las expresiones que su ángel, hace y como este se retuerce de placer estando debajo de él.

Jeon, siente como su miembro empieza a gotear pre semen, deja de tocar a Jimin, para luego quitarse su ropa interior liberando su prominente y doliente erección, el menor flexiona sus rodillas y las abre dejando expuesta su entrada. Jungkook, alinea su miembro en la entrada, pero no entra, solo sube y bajaba la punta de su miembro con una de sus manos, para que la entrada del rubio se lubrique con su líquido.

Cuando ha conseguido lo que quiere introduce dos dedos de una sola vez provocando que, Jimin, suelte un audible gemido, ganándose un fuerte golpe en su hombro derecho.

—Hijo de puta —se queja al percatarse que ha introducido dos de sus dedos de una sola vez.

Jeon lo ignora y continúa fallándoselo con los dedos hasta que encuentra el punto de Jimin.

—Decías cariño —susurra Jungkook, en los labios de Jimin, para luego tomar su labio inferior entre sus dientes para morderlo, chuparlo y luego besarlo para que este no se queje. —Sobre tus manos y rodillas —le ordena a Jimin, en la comisura de su oreja, provocando que los vellos de su cuerpo se ericen y su miembro se sienta necesitado de atención.

Jimin al instante hace lo que Jungkook, le ordena, mientras lo observa sobre su hombro derecho.

—Tienes un hermoso y deseable culo —parlotea el pelinegro, masturbado su miembro.

Se acerca de rodillas a Jimin, suelta su miembro y coloca sus manos en la cintura del menor haciendo que su culo choque contra su erección, el mayor recarga su pecho en la espalda del menor y comienza a besar su cuello y espalda, baja una de sus manos y la lleva hasta el miembro del menor para comenzar a darle atención.

—Voy a follarte tan duro, cariño —susurra en la comisura de la oreja del rubio.

El mayor se aleja un poco, observq el culo de su ángel, le da un pequeño azote y toma su miembro con una de sus manos mientras la otra la tiene en la espalda del menor, empieza abrirse paso en la pequeña entrada hasta que se empalma por completo en él, espera unos segundos los cuales no desaprovecha para dejar besos en la espalda del menor, cuando este esta listo empuja su culo contra el miembro del mayor haciendo que este se introduzca más en él.

Jeon, comienza un vaivén saliendo y entrando del menor de manera salvaje, lleva sus manos a la espalda de Jimin y la empujo hacia abajo, el menor coloca sus brazos frente a él y se apoya en ellos, elevando su culo mientras su amado lunático lo penetra desesperadamente una y otra vez, siendo certero en cada una de sus embestidas.

—Jungkook —jadea el rubio, envuelto en sudor mientras Jeon, continúa su trabajo.

El mayor disminuye el ritmo de sus embestidas y se acerca al oído de su pareja, el cual, se encuentra tratando de recuperar su respiración, y de que sus piernas dejen de temblar.

—Ahora te hare el amor —murmura Jungkook.

El menor asiente.

Sale de Jimin y lentamente lo acuesta en la cama sobre su espalda, y lo observa como lo había hecho antes.

—Realmente me vuelves loco, me tienes en tus manos, Jimin —confiesa el mayor.

El menor extiende su mano y la coloca en el cuello del pelinegro y lo atrae hacia él, para unir sus labios.

De manera lenta, Jeon, entra de nuevo en Jimin, pero esta vez sus embestidas son lentas, ambos envueltos en su burbuja, haciendo sentirse solo lo que ellos pueden provocarse el uno al otro, diciendo con miradas lo mucho que se aman, y con caricias lo mucho que se pertenecen el uno al otro.

—Jungkook —gime el menor el nombre del mayor, mientras esconde su rostro entre el cuello y el hombro de Jeon. —Aaah —jadea Jimin, al sentir que esta a punto de correrse.

Suelta el cuello de Jungkook, y se aferra a los fuertes y musculosos brazos de su amado, rasguñándolos un poco.

Por su parte, Jeon, continúa con lo suyo, entrando y saliendo de su ángel, acelera un poco cuando siente que está a punto de correrse, Jimin, hace su trabajo y presiona el miembro del mayor con sus paredes anales, causando que el mayor cierre sus ojos y recargue su sien sobre la del menor.

—Mierda, Jimin —suelta un sonoro gemido el mayor, mientras su semen se esparce en el interior del menor.

Jimin acaricia el cabello de Jungkook, mientras este se repone, abre sus ojos y lo primero que hace es besar los labios de su ángel.

Luego de haberse follado y de hacerle el amor a su ángel, ambos se duchan y descansan un poco mientras amanece para poder dirigirse a la casa de Yoongi, donde se encontrarán con sus hijos.

Mientras que ellos descansan plácidamente, en la casa de Yoongi se encuentra Jin y Taehyung, tratando de calmar al pequeño miembro de la familia, el rostro del dueño de la casa lo dice todo, necesita dormir y un niño no se lo permite debido a su escandaloso llanto, Nam, se pone de pie y le quita al pequeño a Jin y lo carga.

—Tranquilo —le habla al bebé, para luego comenzar a caminar un poco con él.

Poco a poco él bebé se duerme, pero cuando Nam, quiere sentarse o dárselo a Tae o a Jin, este amenaza con volver a llorar. Una larga noche para ellos, mientras los mellizos están dormidos junto a su tío,Yoongi quien después de dejar de quejarse, aprendió a dormir con el llanto de un bebé.

Todo se encuentra en completo silencio en la casa de Yoongi a excepción de la habitación en la que están los mellizos, ya que estos acostumbran a despertarse temprano gracias a Jin.

Yoongi tuvo que salir de esa habitación e ir a la suya para poder volver a conciliar el sueño. Por su parte, Namjoon, había logrado que el pequeño se durmiera verdaderamente y lo dejó en la cama que los mellizos ahora no ocupan ya que estos están en el suelo observando caricaturas en una laptop.

El timbre se escucha, los mellizos se observan, Dae se levanta y se asoma a la puerta de su habitación para ver si alguno de sus tíos se encuentra despierto. Mira a su hermana y niega, el timbre suena una vez más provocando que el pequeño se remueva.

Injae, se pone de pie, sube a la cama y comienza acariciar el estómago del pequeño. Daewan, corre hasta la habitación en la que Nam está y llama.

—Tío —con sus pequeñas manos, toca el rostro de Namjoon.

—¿Qué sucede? —pregunta Nam, adormilado, despertando a Jin el cual se encuentra a su lado.

El pequeño Dae, toma la mano de su tío Nam, haciendo que se levante de la cama con Jin detrás de él.

Jin se dirige a la habitación de Yoongi, llama a ambos para que salgan, cuando estan fuera de sus habitaciones el timbre suena por tercera vez, todos se observan, luego escuchan como alguien golpea la puerta desesperadamente.

Namjoon y Yoongi, van por sus armas, Jin lleva a Daewan a su habitación con Injae y el pequeño. Tae, camina detrás de Jin para quedarse en la habitación junto a los niños. Dae, sube a la cama junto a sus hermanos.

Por su parte, Yoongi y Namjoon, se dirigen a la puerta, ambos con armas en sus manos listas para ser disparadas. Nam abrirá y Yoongi disparará si es necesario.

—¿Listo? —pregunta Yoongi.

—Listo —responde Nam, y luego abre la puerta.

Yoongi, apunta al instante cuando la puerta se abre de par en par, Jeon al observar que Min, los apunta decide colocar a Jimin detrás de él.
El menor de tde todos se aferra a la espalda de Jungkook y saca un poco su cabeza.

—¿Yoongi, que haces? —inquiere Jimin, asustado.

—Es Jungkook, baja el arma —le ordena Nam, el cual, se hace una nota mental de jamás darle un arma a Yoongi, cuando este se acaba de levantar.

—Lo siento —se disculpa el de tez blanquecina.

Jimin sale detrás del cuerpo de Jeon y camino molesto hacia Yoongi, para dejar un pequeño golpe en su estómago.

—Eso es por asustarme.

Min solo suspira y entra a la casa con una de sus manos en su estómago.

—Nam —saluda el menor, con una enorme sonrisa en su rostro.

Jungkook entra a la casa de Yoongi y se saluda con Nam, ambos se dan un fuerte abrazo, luego que estos se saludan, Jeon, toma la mano de Jimin, mientras el mayor que ha sido golpeado por Park, regresa con su pareja y con Jin.

—Jiminie —dicen sus amigos, felices al observarlo.

Taehyung y Jin, observan detenidamente a Jungkook y a Jimin, percatándose de los chupones que ambos llevan en sus cuellos y los pequeños rasguños que él mayor tiene en sus brazos, ambos se ven y sonríen.

—Jungkook, quiere decirles algo, ¿no es así, amor? —habla el rubio.

El mayor lo observa seriamente y niega rápidamente.

—Ya hablamos de esto en todo el camino, Jungkook. Así que deja tu negación y habla, cariño —le pide Jimin, tratando de no molestarse con Jeon, frente a sus amigos.

—Bien —suspira el pelinegro, derrotado. —Quiero agradecer su ayuda, lo aprecio mucho. Sobre todo Yoongi y Taehyung, que siempre estuvieron con Jimin y con mis hijos. Jin y Namjoon, ustedes saben lo mucho que mi ángel y yo los apreciamos, gracias —habla Jeon, mientras todos en la sala se quedan impactados a excepción de Nam, ya que este sabe a la perfección que Jimin tiene el total control de su amigo y jefe.

Unas pequeñas sonrisas se escuchan causando que el corazón de Jimin y Jungkook, palpiten de felicidad.

—Están en la tercera habitación —les informa Jin.

Sin soltar la mano de Jimin, Jungkook, camina hacia la tercera habitación, sabe que el nuevo miembro de la familia se encuentra con los mellizos. El rubio, toma la mano de Jeon un poco más fuerte haciéndole saber que estará con él.

Ambos se detienen en el marco de la puerta cuando observan a Daewan e Injae cuidando del pequeño y haciendo que este sonría, el nuevo Jeon, es hermoso y tanto Jimin y Jungkook, lo saben perfectamente.

—Es hermoso —susurra el mayor.

—Te dije que es como Daewan en miniatura —le recuerda Jimin.

Se quedan apreciando la bella imagen de sus hijos, hasta que el más pequeño de todos comienza a llorar. Sin dudarlo, Jimin, suelta la mano de Jeon y entra a la habitación para tomar al pequeño.

—¡Appa! —gritan los mellizos.

Jimin los recibe en sus brazos, besa la sien de ambos y luego los coloca en el suelo.

—Ven acá —dice Jimin, tomando al pequeño en brazos, mientras los mellizos observan lo que su appa hace con el pequeño.—Saluden a papá —les ordena el rubio, mientras cambia el pañal del pequeño.

Los mellizos corren hasta su padre, el cual, no duda en alzarlos a ambos. Injae, reparte besos en la mejilla de su padre, mientras que Daewan, refugia su cabeza en el cuello de su padre sintiéndose protegido.

Jimin termina de cambiar al pequeño y lo toma en brazos, los mellizos al ser colocados por su padre en el suelo regresan hasta donde su appa se encuentra con el bebé. Dae, intenta tocar los ojos del pequeño y el rubio, se lo impide al instante.

—No, ustedes nunca deben tocar los ojos del bebé, ni su boca. ¿Entendido? —les ordena el menor a sus hijos, mientras Jeon camina hacia su familia.

—Entendido —responden ambos con dificultad.

Los mellizos suben de nuevo a la cama y se colocan atrás de su appa para observar al pequeño. Injae, besa las mejillas de Jimin y Daewan, decide abrazar a su padre cuando ha tomado asiento junto a su appa.

—¿Cuál será su nombre? —pregunta Jimin.

—Sang —pronuncia Injae.

—Sang —repite Daewan, con una sonrisa en su rostro.

—¿Sang? —pronuncia el rubio.

Jimin observa a Jungkook, para que dé su veredicto.

—Sang, será su nombre —dice Jeon.

Todos sonríen y dirigen su atención al pequeño.
Jimin, le entrega a Sang a Jungkook, para que ambos se conozcan, el menor, toma a los mellizos y comienza a jugar con sus hijos.

—Tendrás unos lindos hermanos y un hermoso appa. Serás feliz y amado, te lo prometo, Sang —le habla Jeon al pequeño, que simplemente lo observa con sus ojos negros y profundos.

Jungkook se acerca a Jimin y a sus mellizos, sonríe, porque ahora está completo.

—Gracias por hacerme feliz. Te amo mi ángel —dice mayor al menor.

Jeon sabe que lo tiene todo si tiene a su familia junto a él, lo único que debe hacer es acabar con los rusos y taiwaneses y tratar de ocultar su mala vida.

Jungkook no para de sonreír al observar a sus mellizos jugar con el pequeño Sang, mientras que Jimin los supervisa y los reta cuando hacen algo que no deben.

Está completo ahora, su corazón y su enorme sonrisa imborrable lo comprueban.

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