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2.25

Han Bin

He pasado dos meses junto a Jimin, tenerlo junto a mí es lo mejor que pude haber decidido. Ambos nos hemos conocido mutuamente, él sabe más cosas acerca de mí y yo sobre él.

Sé que no me he equivocado en esa decisión, si de algo estoy seguro es de que lo debo tener conmigo siempre, y si bien es cierto, es parte de mi plan para ver por los suelos a Jeon, también lo quiero hacer porque el tenerlo junto a mí es hermoso y no permitiré que se vaya de mi lado.

-Gracias por dejarme ver a los mellizos -escucho que hablaba por medio de mi celular, mientras yo entro a su habitación. -Tres meses, solo eso -continúo escuchando.

Camino hacia él rápidamente y le arrebato el celular.

-Tres meses -escucho la voz de Jeon, luego de colocar mi celular en mi oreja izquierda.

-¿Tres meses para qué, Jeon? -pregunto molesto.

Jimin me observa con miedo en su mirada, coloco el celular en alta voz.

-Tres meses y me olvidaré de él por completo -verbaliza Jeon.

Al escuchar eso, Jimin, baja su rostro rápidamente y yo cancelo la llamada.
Camino hacia él y con una de mis manos alzo su rostro para que me vea.

-Lo siento -musito, acariciando su rostro.

-Está bien -sonríe y luego coloca sus manos en mi cintura.

-Quiero pedirte algo -mascullo.

Coloco mi frente sobre la suya, haciendo que sonría ampliamente.

-Dime -articula, suavemente.

-Cásate conmigo -le pido.

Aleja su frente de la mía. Me mira desconcertado y asombrado, es casi indescifrable el saber lo que pasa por su mente, pero no aceptaré un no como respuesta, haré lo que sea para que acepte limpiamente, sin necesidad de obligarlo.

-Yo...

-Sabes que soy capaz de cualquier cosa por ti y lo he demostrado. Si quieres a tus hijos junto a ti se los quitaré a Jeon, y los traeré aquí. Haré lo que me pidas -lo interrumpo, llevando una de mis manos a su mejilla y la otra a su cintura sin hacer presión.

-Si me caso contigo debes prometer que dejaras a Jungkook en paz para siempre -me propone, observándome fijamente sin una gota de duda en su decisión.

-Lo prometo -asevero.

-Bien, entonces acepto -dice, sonriendo.

Acerco mis labios a los suyos y dejo un casto beso en sus labios.

-Perdón por la interrupción, pero de la recepción preguntan si ocuparas el local.

Jimin, se aleja rápidamente de mí.
Observo hacia la puerta de la habitación donde se encuentra, Tao junto Mino.

-Sí, la usaremos -contesto, para luego introducir mi mano en el bolsillo y sacar un anillo con un enorme diamante.

-Es demasiado grande -comenta Jimin, cuando lo coloco en su dedo.

-Tú tranquilo -beso su sien. -Nos casaremos ahora -le hago saber.

Asiente, y camina hasta la puerta.

-Bien -escucho a lo lejos la voz de Jimin.

-Tao, ven conmigo. Terminaremos de hacer los preparativos.

El nombrado rápidamente me sigue hasta la habitación de mi escritorio del pent-house.

Jimin

Dos meses viviendo con Han Bin, si bien es cierto he llegado a acostumbrarme a él en poco tiempo, pero aún no me siento del todo bien.

Ambos nos hemos conocido mucho mejor, él es demasiado atento conmigo y siempre que digo que no me gusta algo lo cambia y trata de hacer lo que a mí me parece bien.
Es como si estuviera enamorado de mí.

El que entre a mi habitación de repente y me arrebate su celular me causa mucho miedo, y luego su propuesta de matrimonio es una locura. Si me lo esperaba, pero no que fuera tan pronto y de la manera en la que menos me la esperaba.

-¡¿Qué mierda haces, Jimin?! -grito, para luego llevar mis manos hasta mi cabello y tirar de este.

-No te lastimes -escucho la voz de Mino, que se encuentra en el marco de la puerta de mi habitación.

-Estoy jediéndolo todo -musito.

Me dejo caer al suelo sobre mis rodillas, con lágrimas recorriendo mi rostro.

-Estoy roto, no puedo más con esto -sollozo.

Mino, entra a la habitación, cierra la puerta, corre hasta el baño, enciende el grifo del lavado y la regadera para que mis sollozos no lleguen hasta los oídos de Han Bin.

-Jimin -me llama, mientras siento como posa una de sus manos en mi hombro.

-Esto está mal, se supone que debo casarme con Jungkook. Me odiara, no tienes idea de lo mucho que odio hacer esto -las lágrimas no paran.

Mino se coloca a mi lado para luego rodearme con sus brazos y acunarme en su pecho.

-No puedo más -emito, mientras golpeo su pecho.

-Sabes que haré lo que me pidas que haga -susurra cerca de mi oreja derecha.

-Lo sé -articulo, sorbiendo mi nariz. -Deja de ser débil, Jimin -me digo a mí mismo.

-Tranquilo -dice Mino, intentando tando calmarme

-¿Tienes el número de Jungkook? -inquiero.

Asiente rápidamente, se aleja de mí y saca su celular para luego extendérmelo.

-Dijiste que Baekhyun está dispuesto ayudarme. Llámalo y dile que lo necesito -le ordeno.

Saca otro celular de su bolsillo y lo llama rápidamente, mientras yo sigo escribiendo en su celular.

-Baek. Jimin, necesita de tu ayuda -escucho como Mino habla frente a mí.

-¿Qué dijo? -cuestiono, mientras sigo escribiendo.

-Aceptó. Dice que estará a tu disposición -responde.

-Dile que Jungkook no tiene por qué saber de esto -agrego, seriamente.

-No tienes por qué informarle de esto a Jungkook. Es una orden -le comunica Mino, seriamente, para luego colgar y guardar su celular. -¿Qué haremos? -indaga.

Se pone de pie, le doy su celular luego de enviar el mensaje a Jungkook y a Taehyung.

-Tú, lo que yo te pida que hagas -extiendo mis brazos para que me ayude a levantarme. -Yo, yo me casaré -sonrío ladinamente. -Espero que al menos el traje sea bueno -bromeo.

-También espero eso -se burla Mino, mientras sonríe.

-Jimin, el traje -escucho detrás de la puerta.

-Mino, lo tomara. Gracias -alzo mi voz.

Rápidamente, Mino, camina hacia la puerta y va por el traje
Mientras yo camino hacia el baño a cerrar el grifo y la regadera.

Cuando regreso, Mino, se encuentra en el centro de la habitación con un traje hermoso en sus manos.

-No usaré eso -es lo único que digo para luego salir de la habitación.

Camino hasta uno de los hombres de Han Bin, y me detengo frente a él.

-¿Dónde está, Han Bin? -pregunto molesto.

-En su escritorio, pero no puedes entrar -me advierte.

Camino hacia la pequeña habitación ignorando las últimas palabras del chico.

-No pienso usar ese traje -digo luego de haber abierto la puerta de forma abrupta.

-Jimin -me llama, mientras se pone en pie.

-Lo digo en serio, no usaré eso -me cruzo de brazos.

-El traje está lindo -menciona, acercándose a mí.

-No me interesa, dije que no lo usaré -replico.

-Bien, está bien. Usa lo que desees -accede a mi berrinche, besando mi mejilla.

-Gracias.

Sonrío para él y luego salgo de la pequeña habitación y regreso a la mía.

-Estás loco -dice Mino, al verme entrar.

-Claro. Sino, no me estuviera por casar -espeto, mientras busco en el armario un traje que he comprado.
-Usaré esto -lo lanzo a la cama.

-Prefiero el blanco -dice Mino, mientras toma asiento en una de las sillas de la habitación.

-Yo también -secundo su opinión.
Me retiro los zapatos, tomo el traje y entro al baño.

Me coloco el traje, me maquillo un poco, nada en exceso, me observo en el espejo, sonrío y luego lloro. Vuelvo a sonreír y luego lloro de nuevo, inhalo y luego exhalo.

-Puedo hacer esto -susurro.

-Debemos irnos -escucho la voz de Mino.

-Ok -me limito a decir.

Arreglo mi maquillaje y salgo del baño.

-¿Listo? -me pregunta Mino.

Asiento.

-Todo estará bien, confía en mí -palmeo el hombro de Mino, y luego salimos de la habitación.

Jungkook

Está todo listo y planeado, los arquitectos han hecho lo suyo y los demás haremos lo nuestro dentro de poco.
Todo esta totalmente planeado, los tres golpes el mismo día, a la misma hora, tenemos con nosotros a diez taiwaneses los cuales serán los señuelos.

Le pido a Jin que viaje a la casa de Agust, junto con los mellizos ya que él los protegerá mientras mis chicos y yo trabajamos.

Somos tres grupos, simples, pero explosivos.
El primero es el de D.O junto a Jennie, ellos se encargarán de hackear las cuentas bancarias.
Luego esta Kenji junto a JB, Kriss y Sehun y cinco taiwaneses, los cuales se encargarán de supervisar la casa de B.I, y cerciorarse de que Jimin no se encuentre allí.
El último grupo es el mío, tengo a Nam, Chanyeol y Bobby, junto con los otros cinco taiwaneses, nos encargaremos de sacar el dinero de las cajas fuertes.

-¿Listos? -indago por el intercomunicador.

-Listos -responde Jennie.

-Solo da la orden y entraremos -dice Kenji.

Apago mi celular, lo guardo en mi bolsillo, me coloco la capucha en el rostro y cargo mi arma.

-Ni se les ocurra hacer algún movimiento en falso -sentencio a los taiwaneses, ya que ellos estan junto a mí y Nam. Mientras Chanyeol conduce, Bobby se encuentra en otra camioneta.

-Si arruinan esto y me delatan, les cortaré los testículos y luego los introduciré en sus malditas bocas y haré que se asfixien -advierto molesto, mientras la risa de Namjoon, inunda el auto.

-No está bromeando -comenta Nam, entre risas.

-Bien, la acción comienza en tres.

Nam abre la puerta de la camioneta, mientras las armas comienzan a cargarse.

-Dos, uno.

Bajamos de la camioneta, nos escondemos a un lado mientras los taiwaneses tratan de abrir la puerta del furgón donde se encuentran las cajas de seguridad.

-Quiero esto limpio, señores -hablo por el intercomunicador.
-¿Cómo vas? D.O -pregunto, esperando información.

-La mitad de las cuentas ya son nuestras -dice feliz.

-Jennie, utiliza tres de mis cuentas y reparte el dinero en ellas -le ordeno a la chica.

-¿Quieres que llame al banco? -pregunta Jennie.

-Solo envíale dinero al gerente de mi parte, él sabrá que debe cubrirme -es lo último que digo, ya que las puertas del furgón son abiertas. -Tú, vigila -le ordeno a uno de los taiwaneses.

Bobby, toma la mitad de los códigos junto a Chanyeol.

-Ustedes dos con ellos y ustedes dos con nosotros. Caja de seguridad abierta dinero que deben guardar en la maleta, ¡rápido! -grito.

Comienzo abrir cajas junto a Namjoon, mientras los taiwaneses guardan el dinero en grandes maletas.

-Jeon -escucho la voz de Kenji, por el intercomunicador.

-Dime -digo cambiando a otra caja para abrirla.

-La casa está vacía, a excepción por una rubia loca que entró -me informa.

-Lisa -comenta Nam, sonriendo.

-Dice que quiere verte -escucho a Kenji, haciendo que sonría.

-Terminamos, guardaremos las maletas en la camioneta -me informa Chanyeol.

-Dile que eso no pasará. Sácale información sobre B.I, luego ofrécele dinero y dile que se marche, sino lo acepta, mátala -cambio de caja, mientras Nam se pone de pie.

Me quedo solo, abro la última caja de seguridad y luego comienzo a introducir el dinero en la última maleta.

Veo hacia arriba y veo las cámaras, saco mi dedo medio y luego vuelvo a introducir el dinero.
Si piensa que seré descubierto está equivocado, he planeado todo a la puta perfección, tanto así que, hemos tatuado nuestros brazos con calaveras como el bando de Yuan.

-Termine -me informa D.O.

Cierro la maleta y la coloco en mi hombro.

-También termine. La rubia aceptó el dinero y se marchó -habla Kenji.

-Si la veo en Corea la mato -mascullo molesto. -Sal de allí ahora, Kenji -le ordeno.

-Como digas -responde.

-Ustedes cinco van con Bobby, volverán con Kenji.

Los taiwaneses caminan hacia la otra camioneta.

-Nos vemos pronto -se despide Bobby.

-Chanyeol, quiero que seas rápido.

Asiente y entra a la camioneta.

Nam, toma la maleta que carga y la introduce a la camioneta, entramos y Chanyeol arranca.

-Llama a Jin y dile que todo salió bien, que le informe a Agust -le pido a Namjoon, quién al instante hace lo que le pido.

Me retiro la capucha y recargo mi cabeza en el asiento cerrando los ojos. Pasa más de media hora, lo único que escucho es la voz de Nam llamándome al fondo.

-Jungkook, llegamos -golpea mi muslo.

Me levanto del asiento y salgo de la camioneta.

-Todo está dentro -me informa Namjoon. -Todos están en casa. Jin, volverá mañana -agrega.

Asiento y entro a la camioneta.

-Eso fue increíble, Jeon -canturrea JB, acercándose a mí para estrechar su mano con la mía.

-Nam, cuenta el dinero, saca la mitad y entregásela a Kenji, él sabrá que hacer -le ordeno, mientras subo las escaleras para tomar una ducha y cambiar mi ropa.

-Gracias, Jeon -dice Kenji, y yo simplemente alzo mi mano.

-La otra mitad, repártela entre todos -agrego, escuchando como todos aplauden. -¡Buen trabajo, chicos! -vocifero, para luego entrar a mi habitación.

Tomo una ducha rápidamente, me cambio de ropa, cojo mi celular y lo enciendo con la toalla aún en una de mis manos sacudo mi cabello para secarlo.

El celular suena, observo la pantalla y veo que es el número de B.I. me coloco unas pantuflas dejando que el celular continúe sonando, lanzo la toalla a una silla, suspiro y luego contesto.

-¿Qué quieres? -atiendo molesto.

-Acaban de robarme todo mi dinero. Más vale que no tengas que ver en eso -suelta, furioso.

-Me acusas de algo que no he hecho -miento. -Por qué no le dices a tu hombre que revise las cámaras -digo burlonamente.

-¡Mierda!

Escucho la voz de B.I, al caer en la trampa que le he puesto.

-Te lo dije -me burlo.

-¿Te parece gracioso, Jeon? -su tono de voz cambia.

-Por qué no parecerme gracioso, cuando tus mismos aliados te traicionan -me continúo burlando.

-Te contaré algo para reírme junto a ti -habla. -Me casé con Jimin -añade.

Siento una fuerte punzada en el corazón, salgo de la habitación y bajo las escaleras corriendo siendo observado por todos.

-¿Sucede algo? -pregunta Kenji.

Asiento.

-Jungkook, no te ves nada bien -dice Nam.

-¿Aún sigues allí? -parlotea entre risas burlonas.

-Sí -respondo.

-Tu hacker es bueno, cinco minutos para que hackee el vídeo del hotel de mi boda con Jimin -me indica.

Corro hacia D.O.

-Hackea las cámaras del hotel. Rápido -le pido, y así lo hace.

-Vaya que es bueno, que lo disfrutes. Esperaré tu regalo de bodas, Jeon -cancela la llamada.

Observo la pantalla y veo un mensaje de Mino, lo abro, pero cuando estoy por leerlo veo una imagen de Jimin junto a B.I.

-Reprodúcelo -demando.

Niega rápidamente.

-¡Hazlo! -exclamo airado.

He arrebatado todo su dinero, pero él me ha arrebatado mi felicidad, mi todo. Tomo una de las pantallas y la lanzo lejos.

-Jungkook, cálmate -me pide Namjoon. -Mino dice que Jimin te escribió un mensaje desde su número, léelo -añade acercándose a mí.

Subo a mi habitación de nuevo con Namjoon detrás de mí.

-Lo perdí, Nam. Se casó con él -musito, dejándome caer al suelo.

-Cálmate y lee el mensaje -me pide Namjoon.

Desbloqueo el celular y el mensaje aparece.

Mi hermoso y amado, Jeon Jungkook. Si estás leyendo esto es porque te diste cuenta de la noticia, cuando decidí hacer esto jamás pensé que llegaría tan lejos.

Hice una promesa con Han Bin que sé, que no romperá. Te pido y no intentes rescatarme, eso solo hará que lo que Han Bin me prometió no se cumpla.

Lo siento tanto mi amor, pero todo lo hago por ti, tal vez mi error fue no pensar en que pudo haber ocurrido esto.
Perdón por lastimarte de esta manera, espero y aún me ames y que aún después de esta decisión siga viviendo en tus sueños. A mi corazón le faltas tú, más allá de esta decisión al único al que amo es a ti, no te culpes por nada. Te amo a ti y siempre será así.

Tal vez pienses en odiarme, pero sé que no sabes cómo hacerlo, no sabes cómo odiarme, porque desde el momento que nos enamoramos lo único que hiciste fue amarme como solo tú lo sabes hacer.
No sabes lo que te lloro, no sabes lo que sufro, te amo tanto que duele el no tenerte junto a mí, perdón por herirte de esta manera.

Cuida a los mellizos por mí, dile a Jin que lo siento, cuídate mucho mi amor. Te pediría que siguieras tu vida sin mí, pero sé que no lo harás, recuerda lo que hablamos en la habitación, no lo olvides, aún sigue en pie, tres meses nada más.

Te amo, Jungkook, por siempre y para siempre.

De: tu ángel.

-Jungkook -me llama Nam.

-Estoy bien -muisto mientras limpio mi rostro.

-Pero...

Lanzo el celular a la cama.

-Dije que estoy bien, ahora sal de mi habitación, quiero estar solo -le pido.

Me pongo en pie.

Después que Nam, sale de la habitación me acerco a la cómoda y lanzo al suelo todo lo que hay en ella.

Como se atreve a decir que lo odiare, al único que odio es a B.I y a mí mismo por no protegerlo como se debe. Tres meses nada más, uno más y listo.

Camino hacia la cama y me dejo caer en ella.

-Limpiare eso en la mañana -mascullo agotado.

Llevo mis manos a mi rostro ocultando las lágrimas que salen de mis ojos.

-Te seguiré amando no importa que, mi ángel -verbalizo con voz quebrada.

Tomo la camisa que Jimin, usaba para dormir y la abrazo hasta quedarme dormido.

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