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2.21

B.I



Han pasado unas cuantas semanas en la cuales me he mantenido contacto con Jimin.
Siempre estoy pendiente de él, ninguno de nuestros encuentros es forzado, él acepta porque así lo quiere.

Me encuentro en la habitación preparándome para un nuevo encuentro con Jimin, mientras en el televisor veo los movimientos de algunos de los de hombres de Jeon.

Me acomodo la corbata y luego camino hacia mi clóset y tomo mi saco, la puerta se abre abruptamente haciendo que me sorprenda, pero sobre todo que me enfurezca.

-Hoseok, detente -le pide Mino, mientras lo toma del antebrazo, pero este se suelta de manera violenta observándome furioso.

-¿Qué le ocurrió a Tao? -pregunto, observándolo de pie bajo el marco de la puerta, golpeado.

-Hoseok, lo golpeó -responde Mino.

-¡¿Cuándo pensabas decirme que Jimin está con vida?! -grita Hoseok, acercándose a mí, estrujando sus manos con fuerza.

-No tengo porque informarte nada a ti -recito con tranquilidad. -Hoseok, te dejé claro todo hace mucho tiempo, te dije que todo lo que es tuyo me pertenece -le recuerdo.

Me coloco el saco y dejo mi arma en el escritorio.

-Pero Jimin -pronuncio. -Jimin, no es tuyo, ni mío, ya que Jeon está con vida -comento. -Deberías preocuparte por eso ya que, si te encuentra estás muerto -abrocho mi saco.

-Debiste haberme dicho sobre, Jimin -me señala.

Ese gesto basta para mandar toda mi cordura a la mierda, tomo mi arma camino hacia Hoseok.
Llevo mi mano izquierda hasta el cuello de su camisa y lo arrastro hasta acorralarlo en la primer pared.

-Tú trabajas para mí, tú me sirves a mí, no yo a ti -le recalco, colocando mi arma en su barbilla. -Olvídate de Jimin, no lo verás más y si intentas hacerlo haré que Jeon, se entere y te mate -le indico, dando dos palmadas en su mejilla derecha. -Ahora es mi juego, Hoseok, estás de mi lado o mueres. ¿Entendido? -presiono su barbilla con la punta de mi arma.

-Se hace tarde, jefe -escucho la voz de Mino.

Suelto a Hoseok, pero sin dejar de apuntarle.

-Si vuelves a golpear a otro de mis hombres, haré que Lay te torture -es lo último que digo para luego salir de mi habitación junto a Mino.

Mi celular suena mientras bajo las escaleras, lo tomo, observo la pantalla y veo el número de Jimin. una sonrisa se forma en mi rostro.

-Hola, lindo -atiendo coquetamente.

-Escucha, no puedo dejar a los mellizos con nadie así que irán conmigo, si intentas lastimar a mis hijos te juro que te mataré -dice el rubio, detrás de la línea.

-Creí haberte dejado claro que no lastimare a tus hijos -respondo molesto, saliendo de la casa.

-Eso no fue lo que dijiste cuando estaba embarazado -replica, mientras escucho unas pequeñas voces al fondo.

-Cambio de planes, no lastimare a tus hijos. Te doy mi palabra -le aseguro, entro a la camioneta y desabrocho mi saco.

-Bien -responde secamente, el rubio.

-Nos vemos pronto -me despido de él.

-Como sea -dice antes de cancelar la llamada.

-Sabes a dónde llevarme.

Mino asiente, enciende el motor de la camioneta y me lleva hasta el lugar donde me encontraré con Jimin.





Jimin



-Creo que es mala idea que lleves a los mellizos -dice Taehyung, mientras me ayuda a cambiar a Jae.

-Tae, todos están ocupados, no puedo dejarlos con Jungkook, debe cerrar tratos y ponerse de acuerdo con los japoneses -replico y luego suspiro cansado, mientras me coloco mis zapatos cómodos.

-Elegiste la peor ropa para encontrarte con ese imbécil y aun así te ves hermoso. Dime tú secreto -escucho a mi amigo.

-Cállate -digo molesto, mientras tomo mi chaqueta.

Cojo uno de los intercomunicadores y me comunico con los chicos que seguro y estan en algún lugar de la casa junto a Jungkook.

-¿Alguien tiene consigo a Daewan? -pregunto.

-Está conmigo y Jungkook -responde Markie.

-Bien, gracias -dejo el intercomunicador en la cómoda, estoy por salir, pero Tae me lo impide.

-¿Qué le dirás a Jungkook? -me cuestiona.

Trago grueso.

-Le diré que me encontraré con un ex amigo de la secundaria -suelto, él lleva una de sus manos a mi cabello y lo sacude. -Odio esto, Taehyung, lo odio tanto. Odio mentirle a Jungkook -confieso.

Tomo a Jae y salgo de la habitación.

-Sabes que siempre estaré para ti, y creo que decirle la verdad es lo mejor, pero sabemos que perderá el control -dice Tae, mientras camina detrás de mí con la maleta de los mellizos.

-Sabes que si me niego a ir matará a Jungkook -le recuerdo.

-Tranquilo, Jiminie. Todo estará bien, solo ten mucho cuidado -me pide, besa mi mejilla y ambos bajamos a la sala.

-Dae, ven acá -alzo mi voz.

-Portarte bien y obedece a tu appa -escucho la voz de Jungkook.

Me giro y observo como camina hacia mí con Dae en sus brazos.

-Eres hermoso -me elogia, besa mis labios, y cuando deja de besarme vemos a los mellizos cubriendo sus rostros con sus manitas.

Tomo la maleta de los mellizos sin soltar a Dae, salimos de la casa y me ayuda a acomodar a los mellizos en sus sillas.
Cierra la puerta y me rodea la cintura con sus brazos, luego baja sus manos hasta mi culo acariciándolo, llevo mis manos a su cuello y acerco su rostro para juntar nuestros labios.

-¿A dónde vas? -susurra en mis labios.

-Iré a encontrarme con un viejo amigo -contesto.

Aleja un poco su rostro del mío, lo detengo y beso sus labios de nuevo.

-Sabes que te amo solo a ti, mi amor -agrego, dejando otro pequeño beso en sus labios.

-Lo sé -murmura en mis labios. -¿Quieres que alguien te acompañe? -me pregunta.

Niego.

-Estaré bien, te llamaré si algo sucede -espeto, mientras él deja pequeños besos en mi rostro y con sus manos acaricia mi culo.

-Le diré a D.O que este pendiente de ti, sabes que confío en ti, pero no en mis enemigos -dice.

Acaricio suavemente su cabello haciendo que cierre sus ojos y sonría.

-Amo esa sonrisa -musito, dejando un beso en su cuello.

-Yo te amo a ti -coloca su nariz junto a la mía, mientras me observa con sus hermosos ojos. -Ve con cuidado -susurra. -Los amo -se despide de los mellizos. -Sino te vas ahora entraré contigo a la casa y no te dejare ir -me advierte, para luego besar mis labios, mientras su lengua se abre paso en mi boca.

-No dejes que me vaya -le pido entre murmuros en la comisura de su labio.

-Me vuelves loco, pero tengo tratos que cerrar -besa la punta de mi nariz. -Te amo -articula, besa por última vez mis labios, abre la puerta de la camioneta, me giro y siento como su mano golpea mi culo.

-Oye -me quejo mientras sonrío.

-Adiós, hermoso -se despide,
mientras me guiña su ojo derecho.

Enciendo la camioneta, hago un pequeño giro y freno, antes de salir por completo bajo la ventana y saco la mitad de mi cuerpo.

-¡Te amo! -grito, haciendo que Jungkook sonría y que mis hijos me vean raro.

Llego al lugar donde se supone me encontraré con Han Bin, me coloco la maleta cruzada, primero quito el cinturón de Dae y ayudo a que baje de su silla.

-Quédate allí, Dae -le ordeno al pequeño. -¿Lista Injae? -la pequeña asiente, luego que retiro su cinturón me extiende sus manos para que la tome en brazos.

Antes de tomar a mi hija en brazos reviso la maleta de los mellizos y busco el arma que le he pedido a Mark, la dejo en un lugar donde la pueda tomar rápido, tomo a Jae en brazos y cojo la mano de Dae.

-Dae, ayúdame a cerrar la puerta cariño -le pido.

El pequeño empuja la puerta y luego con mi pie hago presión y cierro por completo.

-Vamos, quiero que se comporten. ¿Entendido? -ambos asienten.

-¿A nombre de quién su reservación? -pregunta una señorita.

-A... Bueno, del tipo que está por allá -señalo con mi boca a Han Bin.

Cuando él se percata de mi presencia se pone de pie y le ordena a la chica que me permita pasar.
Tomo fuertemente la mano de Dae y camino hacia la mesa en la que se encuentra, Han Bin.

-Hola -saluda, dejando un pequeño beso en mi mejilla derecha, quiere tomar la mano de Dae, pero este se lo impide haciendo que se forme una sonrisa en mi rostro


-Hola linda -saluda a Jae.

La pequeña abre su boca, saca su lengua, lleva sus manos a la cabeza y hace un sonido haciendo que Dae la imite

-Basta ambos -digo sonriendo.

Tomo asiento, coloco a Jae en mis piernas mientras Dae, se abraza a uno de mis muslos babeando mi pantalón. Han Bin, se acerca con dos sillas para niños, intenta agarrar a Daewan, pero el pequeño abraza más mi muslo y deja salir un pequeño chillido.

-Lo haré yo -espeto.

Asiente y toma asiento a mi lado.

-Dae, suelta mi pierna cielo, colocaré a tu hermana en la silla -le indico a mi hijo, el cual me suelta por unos segundos, luego vuelve a enrollar sus manos sobre mí.

Me retiro la maleta y la cuelgo en la silla de Jae, abro el cierre un poco mientras Dae me observa.

-¿Quieren leche? -pregunto a mis hijos.

Jae asiente, pero Dae niega haciendo un puchero.

-Ven acá, te colocaré en la silla -niega de nuevo, mientras extiende sus manos hacia mí. -Bien, ven acá -lo tomo entre mis brazos y lo siento sobre mi muslo izquierdo.

Cada vez que Daewan observa a Han Bin, hace caras de enojo, saca su lengua y realiza sonidos extraños, incluso se agarra fuertemente de mi camisa y llama mi atención, mientras Han Bin, intenta mantener una conversación conmigo.

-Creo que tu hijo está celoso -comenta burlonamente.

-¿Qué es lo que quieres? -inquiero, ignorando su comentario anterior.

-Todo lo de Jeon -responde al instante.

-Creo que ya le robaste lo suficiente -replico, mientras bebo un poco de jugo de naranja.

Jae toma su leche y Dae chupa su chupete.

-Creo que aún no me doy a entender -dice.

Cuando coloco el vaso en la mesa toma mi mano y la acaricia.

-¿Qué crees que haces? -lo cuestiono molesto, tratando de soltar mi mano de su agarre.

-¿Qué miras? -escucho la voz alzada de Han Bin, provocando que los mellizos se asusten.

-¡Mierda! -exclamo, cuando me doy cuenta que Baek, es la persona que nos mira. -Déjalo -le pido, mientras Baek sale del lugar rápidamente.

-Aclaremos esto de una vez por todas, no te obligare a nada, Jimin -lleva su mano a mi cabello y luego lo acomoda detrás de mis orejas. -¿Qué tanto estás dispuesto hacer por amor? -pregunta, mientras sonríe ladinamente.

-Lo que tenga que hacer -contesto con seriedad y tranquilidad.

-Te propongo que vivas conmigo por la vida de Jeon -suelta, mientras una sonrisa se plasma en su rostro observándome detenidamente.

-Me estás jodiendo -replico, mientras busco ponerme de pie.

-No estoy bromeando, sino aceptas mataré a Jeon -enfatiza. -Te estoy dando la oportunidad de elegir, Jimin. Piénsalo bien -me aconseja mientras se pone de pie. -Dijiste que estabas dispuesto a todo, y todo es todo. Eso incluye la felicidad de Jeon -agrega.

Me pongo en pie, dejo a Dae en la silla mientras me coloco la maleta.


Tomo a Jae y luego a Daewan, me giro sin decir ni una sola palabra dejando a Han Bin solo. Cuando estoy por salir del local escucho su voz.

-Tienes una semana para pensarlo.

Quiero abrir la puerta de la camioneta, pero es imposible, hasta que alguien toma las llaves de mis dedos.

-¿Hoseok? -pronuncio nervioso, al verlo tan cerca de mí y de mis hijos.

-Jimin -me llama, abriendo la puerta trasera de la camioneta. -Debes escucharme -me pide, mientras acomodo a los mellizos en sus sillas.

-Déjame en paz, suficiente tengo con tu maldito jefe -suelto molesto, arrebatándole las llaves.

-Debes escucharme, Jimin -insiste.

Rodeo la camioneta y antes de subir advierto a Hoseok.

-Déjame en paz de una puta vez, si Han Bin aún no te mata, te juro que Jungkook si lo hará. Aléjate de mí.

Subo a la camioneta, quiero cerrar, pero su mano me lo impide. Saco mi pie y con la punta de mi zapato golpeo su ingle haciendo que suelte la manija de la puerta.

Cierro la puerta, me cercioro que los mellizos esten bien asegurados, me coloco el cinturón, enciendo la camioneta y como puedo busco el celular en mi bolsillo. No quiero alarmar a Jungkook, solo espero que Hoseok no me siga.

Disminuyo la velocidad mientras observo por el retrovisor a mis hijos y de vez en cuando veo si Hoseok me sigue. Escucho como un claxon suena, giro mi rostro hacia la derecha y observo como Hoseok conduce un auto siguiendo mi camino.

El nerviosismo se hace presente, acelero un poco más, tomo el celular con mi mano izquierda mientras que con la derecha trato de mantener estable la camioneta.

Cuando veo el contacto de Jungkook, el cual dice amor, lo marco rápidamente, no se tarda ni dos tonos cuando ya ha respondido.

-Hoseok, me persigue -verbalizo.

Coloco el celular en el asiento y busco en una de las bolsas de la maleta el intercomunicador.

-Jimin, ¿me escuchas? -pregunta Jungkook, alterado.

-Sí -respondo-. Estoy bien y los mellizos también lo están. Pero él no deja de seguirme.

Los mellizos comienzan a llorar.

-Tranquilos, bebés -intento calmarlos. -Estoy cerca de casa, dime qué hago -recurro con urgencia a Jungkook.

-Sigue y no te detengas hasta que estés en casa y yo te lo pida, ¿entendiste, cariño? Todo estará bien.

Asiento y conduzco tal y como él me lo ha pedido.

-Veo la casa, Jungkook. Él aún me persigue -le hago saber.

-Lo sé, lo veo -dice. -Escucha. JB, disparará a las llantas del auto de Hoseok, quiero que sigas conduciendo y te detengas hasta que yo te lo pida -me indica.

Unos segundos más pasan y se escuchan dos disparos.

-Detente ¡ahora! -me ordena Jungkook.

Freno la camioneta abruptamente, me retiro el cinturón y salgo de la camioneta.

Observo como el auto que Hoseok conduce pierde el control y como pasa golpeando la camioneta con los mellizos dentro de esta.
Cuando el auto se detiene, Mark se acerca a mí, abre la camioneta, toma a Injae mientras yo tomo a Daewan.

-¡Jimin! -escucho el grito de Hoseok.

-Los llevaré a dentro -dice Mark, quitándome a Dae de mis brazos.

Giro mi rostro observando como Hoseok, camina hacia mí.

-No hagas ninguna estupidez, Hoseok -le ordena Namjoon, que se encuentra detrás de mí.

-Perdóname, Jimin -habla Hoseok, mientras se acerca cada vez más a mí.

-Si tienes armas tíralas y coloca tus manos sobre tu cabeza -demanda Nam.

-Perdón, en serio lo lamento. Pero no permitiré que juegues con Han Bin -añade Hoseok.

Jungkook aparece atrás de Hoseok, frente a mí.

-No sé de qué me hablas -susurro.

-No te acerques más a él, aún no quiero matarte -habla Jungkook.

-JB, ven acá -le ordena.

El mencionado baja del techo de nuestra casa hábilmente.

-Prepara todo -ordena, el chico asiente, pero antes de irse golpea el estómago de Hoseok con su puño y luego se retira. -No tienes idea de cuánto disfrutaré matarte -espeta Jungkook, tomando el cabello de Hoseok.

Ambos se giran dándome la espalda. Jungkook, gira su rostro y me ve sobre su hombro izquierdo.

-Entra a la casa -me ordena. -No lo repetiré de nuevo -agrega, molesto.

-Entra, Jimin -me pide Nam, mientras pasa a mi lado, para luego seguir a Jungkook, el cual lleva arrastrando del cabello a Hoseok.


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