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2.18

Jungkook



Jimin, está en los últimos días de dar a luz, debo ir por unas cuantas cosas para la habitación del bebé. Le pido a Namjoon y a Bobby que me acompañen para no ir solo.

Mi ángel no quiere quedarse en casa con la mocosa así que, nos acompañan.
Me siento un poco seguro porque D.O, tiene el control de todas las cámaras, por ende, solo él puede ver mi ubicación.

-Quiero esa cuna -le ordeno a la empleada.

-Jungkook, es demasiado grande, ¿no crees? -dice Nam, mientras la evalua.

-Dije que quiero esa -repito, observándolo molesto.

-Como digas -alza sus manos.

Bobby no para de reír.

-Mira esta ropa, Jiminie -habla la mocosa, mostrándole algunas prendas a su hermano, mientras este permanece sentado en una silla.

-¿Estás bien? -pregunto.

Me acerco a él y deposito un beso en su sien.

-Sí, un poco cansado y con muchas contracciones, pero no es nada que no pueda controlar -contesta.

Saco el pañuelo de uno de los bolsillos de mi pantalón y limpio el sudor de su rostro.

-¿Qué te parece ese hermoso corral? -cuestiono, colocándome a su lado señalándole el corral.

-¿No crees que es demasiado grande? Cariño -dice, acariciando mi mano dulcemente.

-Él bebé tendrá más espacio para jugar -respondo a su pregunta.

-Jungkook, esto es demasiado caro, porque mejor...

-Lo pagare yo, Jimin. Quiero que mi hijo tenga lo mejor -lo interrumpo.

Veo hacia los lados y observo a Iseul eligiendo ropa de bebés.

Jimin, se sostiene de mi para ponerse de pie y luego dirigirse hasta donde su hermana se encuentra.

Sigo escogiendo cosas que necesitaremos para el bebé, ya que luego que Jimin de a luz me encargaré de darle dinero para que compre ropa para él.

-Puedo mostrarle las carriolas, si gusta -dice la empleada con una hermosa sonrisa.

-Claro -digo.

Veo todas y cada una de las carriolas, tomo una que llama mi atención, la observo detenidamente pensando en la comodidad de mi hijo y en el manejo que esta pueda tener para que a Jimin, no se le complique cuando salga con el bebé.

-Disculpe mi atrevimiento, señor... -me observaba nerviosa, esperando que le diga mi nombre.

-Jeon -verbalizo.

-Señor Jeon, ¿no ha pensado en una carriola para mellizos? -pregunta.

Mellizos, eso significa dos bebés.

-Bueno, eso implica dos bebés -contesto nervioso.

-Su esposo tiene estómago de mellizos. Estuve embarazada de mellizos y justo así de monstruoso era mi estómago -explica la empleada, sonriendo.

-Yo... bueno, no lo sé. Jimin, nunca quiso ir al médico -le comento a la empleada.

-Jungkookie -eschucho la voz de Iseul. -Jiminie, no se siente bien -me informa, mientras jalonea mi mano, llamando mi atención.

-Debo irme, guarde la carriola para mí, no importa lo que cueste quiero esa -señalo una carriola color negro con blanco para mellizos, por lo visto es tres en uno, tiene dos capazos, dos sillas y dos cubre piernas.

-Como desee. Suerte con sus bebés -menciona la empleada, mientas yo corro hacia Jimin.

Antes de salir de la tienda le pido a Bobby que pague, saco dos fajos de dinero y se los entrego.

-Paga y lleva todo a casa -le ordeno. -Vamos Iseul -tomo la mano de la pequeña y corremos hacia fuera del centro comercial.


Jimin espera a Nam, mientras este trae la camioneta. -Estoy aquí, cariño -susurro en su oído izquierdo, mientras acaricio su espalda.

Alzo mi vista esperando que Namjoon regrese con el auto, mientras Jimin retiene los gemidos de dolor ya que Iseul, se encuentra frente a él.

-Jiminie, creo que te orinaste -comenta Iseul.

-Jungkook -escucho a lo lejos la voz de Jimin.

Frente a mí, se pasea Hoseok junto a Lisa. Todo se detiene, lo único que observo es a ambos riendo.

-¿Jungkook, que haces? Jimin, está por dar a luz -dice Namjoon.

-¡Jungkookie! -grita la pequeña.

Observo a mi lado y Jimin no está, Nam lo ha llevado al auto.

-¡Jungkook, más te vale que entres al maldito auto, sino daré a luz a nuestro hijo aquí mismo! -vocifera Jimin, molesto.

-Jimin -digo, acercándome al auto.

-Jungkook, escúchame -me pide. -Lo matas luego, amor. Prometiste estar junto a mí siempre, lo prometiste -gime.

Iseul entra junto a Nam, cuando está a punto de arrancar, entro al auto y me siento junto a Jimin. Quiero tomar su mano, pero me lo impide.

-¡¿Por qué haces que quiera odiarte?! -exclama Jimin.

-Todo estará bien, Jiminie. Respira como yo -dice Iseul, colocándose de rodillas en el asiento del copiloto.

-¡Iseul! -vocea Jimin.

-Siéntate, princesa -le pido.

-Bien, pero sigue respirando como yo lo hago -le pide Iseul.

-Jimin -lo llamo.

-Cállate o juro que te golpeare para canalizar todo el dolor y el enojo -me advierte entre dientes, mientras me mira y empuña sus manos haciendo que sus uñas lastimen las palmas de sus manos.

-Te lastimaras -comento.

-¡Cállate! -grita.

-Llegamos, me comunique con el médico está esperando a Jimin -anuncia Namjoon.

Una enfermera abre la puerta y ayuda a que Jimin salga.

-Tranquilo, cariño. Estarás bien -dice la enfermera mientras coloca a Jimin, en una silla de ruedas.

-Soy su esposo -me dirijo a la enfermera.

-Señor Jeon, un gusto. Acompáñeme -me pide amablemente.

Asiento rápidamente.

-Disculpe, no puede ingresar armas -me ordena el seguridad.

-Llama a los chicos, quiero la ubicación de Hoseok. Necesito a JB, aquí y ahora -le indico a Nam, mientras le entrego mi arma.

-Por aquí señor, Jeon. Su esposo estará bien -habla otra enfermera, la cual me guia hacia la sala donde Jimin, dará a luz. -Colóquese ese uniforme y podrá entrar -me indica.

Me coloco rápidamente lo que me ha ofrecido y entro a la sala.

-¿Qué haces aquí? -me cuestiona.
-¡Vete! -grita Jimin al verme.

-Cálmate, cariño.

-Señor Jeon, un gusto en conocerlo -el médico me extiende su mano derecha. -Ve eso que está allí -me señala un monitor.

Asiento.

-Son sus dos bebés -dice.

¿Dijo dos bebés?

La empleada no mentía, y en el fondo sabía que ese estómago no era normal.

-Jungkookie, ven acá mi amor -me llama Jimin, mientras la enfermera se asegura de que sus signos vitales estén en orden. -¿Dijo dos bebés? -pregunta, rasguñando mi antebrazo debido a las contracciones.

-Sí, mi ángel -acoto.

Acaricio su cabello con la mano que él no sostiene.

-No me llames ángel, cuando no querías venir por matar a ese imbécil -me reprocha.

Veo al médico reír.

-No creo que este sea un buen lugar para hablar de muertes -menciono.

-No me importa -suelta, molesto, soltando mi mano. -¡Aaah! -grita.



Eleva su mano y golpea mi brazo.

-Jimin -llamo su atención.

-Tendré dos bebés, serán dos bebés. ¿Estás molesto? -habla de forma rápida.

Me acerco a él con un poco de temor ya que, minutos atrás me ha golpeado.

-No lo estoy. Estoy feliz -sonrío.

-Te amo -dice y besa mis labios. -Pero también te odio -susurra en mis labios.

-Bien, hagamos esto, Jimin -habla el médico colocándose frente a las piernas de Jimin. -Puja para mí -le pide.

Al instante lo veo molesto.

-Deja los celos, estoy dando a luz a nuestros hijos -me reta Jimin.


Toma mi mano y la presiona fuertemente mientras puja y hace fuerzas para que el primer bebé salga.

-No puedo -se queja, mientras gotas de sudor descienden por su rostro.

-Inténtalo -insiste el médico.


Jimin, puja unas cuantas veces, pero no lo consigue.

-No puedo, no puedo -se queja nuevamente, mientras sus ojos se llenan de lágrimas y su respiración se acelera.

-Debemos sacar a esos bebés ahora -dice el médico, poniéndose de pie. -Prepara el equipo para la cesárea -ordena a la enfermera.

La puerta de la sala se abre y un hombre entra.

-Realizaré el bloqueo -lo escucho decir.

-¿Bloqueo? ¿Qué bloqueo? -pregunto confundido y asustado.

-Se refiere a la anestesia de cintura para abajo -me explica la enfermera, alejándome de la camilla.

Ayudan a Jimin a sentarse, inyectan su espalda baja mientras lo sostienen.

Cuando lo acomodan en la camilla de nuevo me acerco a él y sostengo su mano fuertemente.

-Deja que hagan su trabajo -me pide.

Colocan una sábana que nos obstruye a Jimin a mí poder ver lo que los médicos harán. Solo escuchamos sus voces y el sonido que el equipo realiza.

Pasan unos minutos y luego escuchamos un fuerte.

-¡Lo tengo!

El llanto del bebé inunda la sala y mi corazón palpita cada vez con más fuerza.

-Es una hermosa niña -anuncia.

La enfermera la envuelve en una sábana, sonrío ladinamente y regreso mi vista hacia mi ángel.

No suelto su mano. Al contrario, lo sostengo con más fuerza, me acerco a él para luego depositar un beso en sus labios.

-Respira, cariño -susurro tiernamente, asegurándome de que esté bien.

-Es lo que hago -suspira. -Te amo, Jungkook -añade segundos después.

Es un manojo de cambio de humor, espero que eso cambie luego de que dé a luz.

-Ya está -dice el médico. -Bien hecho, Jimin -lo felicita, mientras escuchamos el llanto del segundo bebé.

-Es un hermoso niño -anuncia la enfermera.

-Lo hiciste bien, Jimin -repite el médico, sonríe luego que se ha retirado su cubre bocas.

-Te amo, mi hermoso ángel -digo, besando sus labios.

-Creo que lastime tu mano -dice mientras lágrimas recorren su rostro y sonríe tiernamente.

-Sanara pronto -mascullo.

Lo abrazo fuertemente, como si todo mi mundo está atado a él.

-Aquí están sus hermosos hijos -dice una enfermera, cargando ambos bebés.

-Son hermosos -susurra Jimin.

La enfermera le acomoda a los mellizos en cada brazo, mientras otro médico termina de atender a mi ángel.

-Estoy cansado, pero feliz. Son lo segundo más hermoso que he visto ya que, lo primero es Iseul -habla Jimin.

Sus ojos brillan mientras ve a nuestros hermosos mellizos.


Mi corazón parece no caber en mi pecho, estoy feliz, estoy demasiado feliz.

Cuando cambian a Jimin de habitación, saco mi celular y le tomo una fotografía.

-Seguro y saldré horrible -dice entre risas.

-Tú eres hermoso como sea, mi amor -me acerco a él y cargo a los mellizos. -Son muy hermosos como tú y yo, mi ángel -comento mientras veo a mis hijos. -¿Listo para elegir los nombres? -pregunto.

Le entrego al niño, mientras yo observo a la niña que está entre mis brazos.

-Claro ¿te parece si tú elijes el de la nena y yo el del nene? -me propone.

-Como tú quieras, mi ángel -respondo.

-Bien, piensa y dentro de cinco minutos decimos los nombres -dice emocionado, mirándome.

El tiempo pasa y ambos nos perdemos en nuestros hermosos mellizos.

-Listo, termino el tiempo.

Los bebés no están con nosotros ya que deben cerciorarse de que estén bien.

Jimin, se mueve en la cama y deja un pequeño espacio para que me acueste a su lado.

-Diré el mío primero -suelta, emocionado. -Elegí, Daewan ¿te gusta? Bueno, aunque no te guste el bebé se llamara así -lo escucho hablar y no evito sonreír. -Deja de reírte y dime cual elegiste tú. Sino me gusta no se llamará así -sentencia, mientras me abraza.

-Elegí, Injae -digo.

Siento como Jimin, golpea mi estómago.

-Es hermoso, me gusta mucho, como tú -besa mis labios.

-Entonces está decidido. Daewan e Injae Jeon y pronto tú -pronuncio y

junto nuestros labios de nuevo.

-Perdón por interrumpir a los padres, pero queremos ver a los bebés -escuchamos la voz de Namjoon.

Dejo de besar a Jimin, y nos damos cuenta que no solo es él e Iseul, sino todos mis chicos, incluido Agust y Taehyung.

-¡Felicidades! -exclaman todos al unísono, me pongo de pie y camino hacia ellos.

-¿Alguien me dirá como es que todos entraron? -pregunto, esperando respuesta de más de alguno de ellos.

-Pregúntale a JB -dice Jin, mientras camina hacia la cama junto a Taehyung e Iseul.

-Solo dije que les pagarías mucho -habla JB, sonriendo.

-Di la verdad, JB -le ordena Agust.

-Mostré mi ametralladora -confiesa, observando el cielo falso.

-Mierda -musito.

-Tranquilo. Jin y yo nos encargamos de calmar a las enfermeras -interviene Nam. -Queremos ver a los bebés -añade, golpeando mi pecho.

-¿Cómo sabes que son dos? -cuestiono.

Salgo de la habitación mientras Tae, Jin e Iseul, permanecen junto a Jimin.

-Están por aquí, señor Jeon -me indica una de las enfermeras, nerviosa al ver a mis chicos.

-Tranquila, no le harán daño -le aseguro.

-Bien, les presento a mi hermosa Injae y a mi apuesto Daewan Jeon -les señalo a los mellizos, los cuales están atrás de un vidrio.

-Son hermosos. Debes amar a Jimin con locura -comenta Nam, mientras me abraza y observa a mis hijos.

-Estoy loco de amor por él y los mellizos -articulo.

Agust y Bobby, se acercan a mí.

-Seguí a Hoseok, no entro a ninguna casa. Al parecer, cerraba cuentas, tú sabes a lo que me refiero, la chica solo es su señuelo -me explica Bobby.

-Salió del país. Mino, me lo informó, él y B.I, al parecer, planean atacar a los japoneses -esta vez es Agust el que me informa.

-Alguien infórmele a Kenji, y si necesita ayuda saben lo que deben hacer -me dirijo a todos.

-Jeon, debes saber qué sino pueden acceder a las cámaras, B.I, nunca sabrá que Jimin está vivo. Soy bueno en lo que hago y solo alguien a mi nivel podrá descifrar el código de las cintas de grabación. Mientras yo tenga el control solo verán lo que yo quiero que vean -habla con seguridad, D.O.

-Jungkook, creo que debes olvidarte de ellos por un tiempo. No solo tienes a Jimin e Iseul, ahora tienes a esos hermosos mellizos, olvídate de Hoseok y B.I, concéntrate en tu familia y volvamos al control que ejercíamos antes de que Hoseok, jodiera todo -dice Namjoon.

Nam, tiene razón, es lo que debo hacer.

-Ok, pero necesito que te mantengas al tanto. D.O, si B.I puso sus ojos en Jimin, no lo dejara -le ordeno al chico de inteligencia.

-Lo haré, Jeon, tranquilo -responde el chico.

-Ya que vieron a mis hijos, llévalos a casa Nam, y que preparen la habitación de los mellizos -me doy la vuelta y vuelvo a la habitación de Jimin.

Me mantendre al tanto, siempre lo haré. Sé que B.I, ha puesto sus ojos en Jimin, investigará hasta saber si la muerte fue real o planeada.

Haré lo que Nam, me ha dicho ya que mi ángel se merece un poco de paz en su vida llena de altos y bajos. Lo haré feliz, pero no dejaré mi estilo de vida, no hasta desaparecer a Hoseok y al otro maldito.


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