Jungkook

He dormido lo que no había podido dormir en casi cuatro meses, aún siento su aroma impregnado en mi cuerpo.

Amo poder tenerlo entre mis brazos y sentir cada movimiento que nuestro hijo hace dentro de él.

Amo poder escuchar sus respiraciones, amo poder escuchar cada suspiro que sale de él mientras duerme. Todas y cada una de esas cosas me hacen feliz, pero más que felicidad traen paz y amor a mi vida. Los amo demasiado.

Palpo con mis manos la cama intentando encontrar el cuerpo de mi hermoso ángel, pero no lo consigo, abro mis ojos asustado dándome cuenta que la cama está vacía. Me pongo de pie, me coloco el pantalón, tomo mi arma y salgo de la habitación rápidamente. El corazón me late a mil por hora de la preocupación.

Llego hasta la sala y está sola, escucho un sonido proveniente de la cocina, camino hasta allí, alzo mi arma y la imagen con la que me encuentro es con mi hermoso ángel, cocinando y moviendo su cuerpo de un lado hacia otro.

-¿Qué haces con el arma? -me reta, mientras me mira fijamente.

Coloca dos platos sobre la mesa de la cocina.

Me acerco a la mesa, dejo mi arma en la esquina luego de haberle colocado el seguro, me encamino hasta él, cuando observa que estoy por llegar a él, gira su cuerpo y con el utensilio para girar el panqueque me señala y hace que me detenga.

-Contesta, Jungkook -me amenaza, mientras toma un poco de residuo de panqueque del utensilio de cocina, para luego llevarlo a su boca

-No estabas a mi lado -susurro.

-¿Y? -pregunta, moviendo su cabeza y sus ojos de forma extraña.

-Creí que te habías ido o alguien te había alejado de mí -agrego.

Me acerco a él cuando baja el utensilio de cocina con el que me amenaza.

-Jeon, por qué me alejaría de ti si eres lo único que necesite en estos malditos meses -dice molesto.

-Lo sé, cariño -digo.

Dejo un beso pequeño en su cuello.

-Perdón, pero ¿Podemos maldecir y decir groserías con el bebé dentro de ti? -pregunto.

Lo giro y hago que pose su cabeza sobre mi hombro, mientras continúo besando su cuello.

-Sí, pero no te excedas -responde.

-No dejes chupetones, Jungkook -me reprende, golpeando mi cabeza.

-Eres mío -expreso con mesura en la comisura de su oreja.

-Lo sé, cariño, pero debo volver con Hoseok. Y si ve esto...

Me alejo de él, no pienso seguir escuchando nada.

-Jungkook -me llama. -Entiendo que te molestes ¿Crees que quiero regresar allí? cuando sé que estás vivo. Nada de esto es mi culpa -suelta, furioso.

Toma los dos platos y deposita panqueques en estos, deja uno en un extremo de la mesa y el otro se lo lleva con él al otro extremo, para luego tomar asiento en una silla.

-Si quieres aliméntate. Y otra cosa, tu ex, ahora es pareja del tipo para el que trabaja Hoseok -dice, para luego llevar un bocado gigante a su boca. -Otra cosa... -lo escucho decir.

Camino hasta él con mi plato y lo callo con un beso, tal cual y como lo hacía cuando recién nos conocíamos.

-¿Qué crees que haces? -me reta, serio, cuando dejo de besarlo.

-Besando a mi hermoso ángel -contesto, depositando otro beso en sus labios.

-Jungkook, escúchame -me pide. -Detente, esto es importante. La loca me dijo que estabas vivo, no preguntes cómo es que ella sospecha, pero está casi segura que estás con vida -agrega.

Tomo un trozo de panqueque y lo llevo a mi boca.

-Prométeme que tendrás cuidado y no harás nada estúpido -me pide, tomando una de mis manos.

Lo único que hago es sonreírle.

-No te reías y contesta -demanda, presionando mi mano.

-Lo prometo, cariño. Prometo no hacer nada estúpido, no hasta ponerte a salvo -le aseguro, para luego besar sus labios.

-Sigues siendo un maldito lunático -bromea.

-Pero así me amas, y así de lunático te amo -comento.

Lo acerco a mí y continuamos besándonos.

-Puedes dejarme terminar de comer -me suplica, mientras coloca sus manos en mis pectorales.

-Ahora prefieres comer que besarme -protesto, llevando un bocado a su boca.

-Cállate -me regaña.

Terminamos de comer los panqueques ya que, es lo único que hay en esa casa para comer. Mientras él lava los platos yo envuelvo unos cuantos para Mark y Mino, ya que Jimin, dijo que se los llevará ellos, aunque estoy casi seguro de que se los comerá él.

-Listo -dice, secando sus manos.

Lo veo de pies a cabeza, es hermoso.

-¿Por qué me ves como que vas a devorarme? -me cuestiona, juguetonamente.

-Porque es justo lo que haré, Jiminie -contesto, mientras llevo mis manos a sus muslos y lo alzo para recargarlo en la mesa de la cocina.

Llevo mi
s labios a sus pezones color rosa y comienzo a succionarlos y a morderlos a mi antojo. Jimin, toma mi cabello con sus manos para luego jalarlo hacia arriba haciendo que deje su pezón y devore su boca, escucho el celular sonar en la habitación, estoy por dejar de besarlo e ir por el, pero me lo impide profundizando el beso.

-Jimin, debo atender -digo entre medio del beso.

-Solo compláceme y te dejaré -replica, mientras se pierde entre mi cuello dejando pequeños chupetones.

Llevo mis manos a sus muslos y alzo su camisa dándome cuenta que no utiliza nada que lo cubra, lo recuesto en la mesa de la cocina y bajo mis labios hasta sus muslos. No puedo dejar chupones en su cuello, pero si en sus muslos, Jimin, gime y eso hace que me encienda más.

Mientras chupo sus muslos, con una de mis manos le doy atención a mi erección haciendo que liquido pre-seminal comience a salir, dejo de besar los muslos de Jimin, y coloco mi polla en su entrada mientras me masturbo.

-Te ves tan sexi -articula Jimin, mientras ve que me masturbo frente a él.

Cuando sale suficiente liquido con mis dedos lo esparso en su entrada, e introduzco un dedo para dilatar a mi hermoso ángel. Introduzco otro.

-Jungkook -gime, y se lo que eso significa.

Retiro mis dedos de su entrada y poco a poco introduzco mi miembro dentro de él, lo tomo de la cintura y lo halo hacia fuera para no presionar mucho su estómago, salgo de su entrada por completo y lo observo.

Introduzco de nuevo mi pene haciendo que este toque su punto, siento como las piernas de Jimin, se enrollan en mi cintura.

-Sin juegos mi amor, no te detengas -murmura.

Beso sus labios y lo embisto como me lo ha pedido.

Amo ver sus expresiones mientras lo penetro, amo ver como sus ojos se cierran y como gime para mí, amo cada maldito detalle de este chico. Acelero un poco más las embestidas, mientras el celular suena una vez más.

-¡Aaah, Jungkook! -vocifera, mientras se corre manchando mi mano.

-Jiminie -jadeo, cuando termino dentro de él.

El celular suena por tercera vez, Jimin, me observa y yo solamente sonrío por tenerlo para mí.

-¿De qué te ríes? -me cuestiona. -Ve a contestar -añade, apoyándose con sus codos.

Salgo de él lentamente, subo mi pantalón y cuando me he alejado un poco me detiene.

-Piensas dejarme arriba de la mesa ¿Cómo para qué?

Se ha cruzado de brazos, colocándolas arriba de su estómago.

Corro hacia él y lo bajo con cuidado, cuando lo dejo en el suelo corro hacia la habitación, busco el celular y atiendo.

-Hasta que contestas. Dile a Jimin que vuelva. Hoseok, viene hacia acá -me informan.

Mierda, esto no es bueno.

Jimin, entra a la habitación mientras acaricia su estómago y habla con él.

-¿Sucede algo? -pregunta.

Alzo mi mano y le señalo su ropa, camina hacia ella y comienza a vestirse.

-Estará allí, Mino. Lo prometo -cancelo la llamada y lo observo. -Debes apresurarte, al parecer el hijo de puta de Hoseok, viene por ti -digo molesto, colocándome la camisa.

Cojo sus zapatos y se los coloco mientras él se arregla la camisa, cuando está listo cojo una de sus manos y lo llevo hasta la puerta de una habitación común, me observa curioso. Tomo su rostro entre mis manos para darle las indicaciones de lo que necesito que haga.

-Escúchame, detrás de esa puerta hay un túnel, necesito que sigas recto, no cruces, debes ir recto ¿Entendido?

Asiente.

-No quiero estar lejos de ti -susurra.

-Ni yo mi ángel, pero debemos hacerlo. Debes actuar como siempre lo haces, si Lisa te pregunta por mí niégalo todo como la última vez -le indico, mientras su rostro se cubre de lágrimas. -Los sacare de allí, mi amor, lo prometo -le aseguro, dejando un beso en sus labios-. Llamare a Mino para saber si has llegado con bien.

Asiente de nuevo y antes de abrir la puerta para dirigirse al túnel me abraza fuertemente.

-Te amo, Jungkook. No hagas nada estúpido -me recuerda, dejando un beso en mi pecho.

-No lo hare, cariño -susurro, besando su sien. -Te amo, bebé -me acurruco y beso su estómago, haciendo que el bebé se mueva.

Me pongo de pie y acomodo el cabello de Jimin.

-No llores, no quiero que lo hagas -le pido, mientras limpio sus lágrimas beso sus labios y antes de que cierre la puerta del túnel me despido. -Te amo, mi hermoso ángel -le guiño mi ojo izquierdo, y luego la puerta se cierra.

Me recargo en esta y escucho los sollozos de Jimin, combinados con sus pasos.

Estoy a punto de mandar todo a la mierda e ir tras él, pero sé que no es el momento. Debo asegurarme de que los japoneses están conmigo para poder sacar a Jimin de esa maldita casa y luego encargarme de Hoseok, y del que se dice llamar Tempo.

El celular suena, lo atiendo rápidamente.

-Vamos en el auto, Hoseok y los rusos nos escoltan -escucho la voz de Mark.

-¿Él está bien? -pregunto.

-Sí -responde.

-Cuídate, Jungkook -dice Mark.

-Cuídalo Markie, y cuídate -cancelo la llamada, me termino de vestir y me dirijo hacia la casa, esperando obtener buenas noticias por parte de Namjoon.

Namjoon

Me encuentro en uno de los hoteles que pertenece al jefe de la mafia japonesa junto con el resto de chicos y Jennie, que insiste en salir a divertirse por un momento.
Cuando está lista abre la puerta, pero no sale.

-Chicos, tenemos visita -anuncia nerviosa.

Nos ponemos de pie y cargamos nuestras armas, camino hacia la puerta sigilosamente, cuando estoy frente a esta observo a Kenji apuntándole a Jennie, pero cuando me mira baja el arma.

-Armas abajo -ordeno a los chicos.

-Permiso -dice el japonés, observando a Jennie de pies a cabeza.

-Él es Kenji, sucesor y mano derecha del líder de la mafia Japonesa -les digo a los chicos.

-Al grano Kim, le he comentado a mi jefe sobre lo que tú y yo hablamos y sobre mis problemas con el maldito de Tempo -comenta Kenji, mientras observa a los chicos. -Ha dicho que acepta, pero veras..., necesitamos recuperar lo que el hijo de puta nos arrebató del mercado de Taiwán -aclara, alzando un poco su voz. -Entiendes a lo que me refiero ¿Verdad? -añade.

Asiento.

-Creo tener la movida exacta para que tú tomes lo que quieres y nosotros a...

-Al chico de Nochu -me interrumpe seriamente. -Esto me está gustando, Kim. Viajaré contigo, pero antes debo saber ¿Solo estos son los hombres de Nochu? -cuestiona mientras señala a los chicos.

-No, quedaron más junto a él, agrégale a un infiltrado y a otro de nuestros chicos en la mansión -le hago saber.

-Bien, llevare a mis mejores hombres. Dile a tu jefe que el mío lo saluda -dice.

Está por salir de la habitación, y me dirijo a él.

-Salimos en la noche -le indico.

Alza su mano izquierda y la mueve dándome a entender que ha escuchado.

Tomo el celular y le marco a Jungkook, mientras este no contesta les hago señas a los chicos para que guarden todo el equipo.

-Nam -atiende.

-Tengo buenas noticias -es lo primero que digo.

-Dime -lo escucho decir.

-Los japoneses han aceptado, pero necesitan una entrada. Tú sabes...

Suspiro esperando respuesta.

-Dinero -dice Jungkook.

-En esa entrada podemos tener la oportunidad de sacar a Jimin -suelto de una.

-¿Cuándo regresas, Nam?

-Salimos esta noche. Kenji y sus mejores hombres viajan con nosotros -informo.

-Muy bien, planeare algo junto a D.O, Bobby y Mino. Dile a Kenji que salude a su jefe de mi parte -agrega.

-Vuelve con bien, Nam -me pide y luego cancela la llamada.

Espero que todo salga bien, tenemos a los japoneses de nuestro lado sin olvidar a los hombres de Agust, que también están con nosotros.

Todo va tal y como lo esperaba, sé que Jungkook, ideara un buen plan en el que no nos veremos afectados, sé que Jung es bueno en esto y más cuando se trata de la vida del chico con el que tendrá un hijo y del cual está enamorado.