1.5
Jimin
—Vaya, si es el maldito, Nochu.
Jungkook se pone en pie de inmediato, su entrecejo se frunce tanto que sus cejas parecen una sola. La mirada que le da al tipo frente a él no parace para nada amigable.
—Donghae —pronuncia entre dientes.
Extiende una de sus manos hacia mí, la sujeto sin pensarlo mucho y me pongo de pie. Me atrae hacia él de manera posesiva y brusca mientras el tipo lleva una de sus manos hacia su espalda baja.
Jungkook se pone frente a mí, de esa manera cubre mi cuerpo. No entiendo lo que está sucediendo hasta que veo como el tipo saca un arma y apunta al lunático.
Me apoyo en su espalda intentando descifrar que es lo que realmente está ocurriendo y en el problema que posiblemente me he metido. Mi corazón palpita como loco, estoy asustado, Jungkook toma mi mano con más fuerza y empieza a caminar alejándonos del tipo.
No nos detenemos hasta que lo escuchamos hablar una vez más.
—¿Adónde vas? —pregunta.
Giro un poco mi rostro y me percato que aún sigue apuntándolo. Al no recibir respuesta por parte de Jungkook, decide seguir hablando.
—¿Y este chico? —dice, refiriéndose a mí de manera despectiva.
—¿Qué es lo que quieres? —lo cuestiona Jungkook.
—No es obvio, Nochu —espeta el hombre. —Te quiero muerto y después me llevare a tu nueva adquisición —añade mientras me observa por unos segundos, esbozando una sonrisa burlona.
Jungkook gruñe fastidiado, me acerca más a su espalda y me sujeta con más fuerza.
—Creo que debes marcharte, Donghae —habla Jungkook. —Ya insultaste a mi acompañante, ahora desaparece antes de que me aburra de ver tu maldito rostro de mierda —refuta Jeon. —No, sabes que —agrega en tono pesado, señalando al tipo. —Vas a marcharte y así yo voy a perdonarte la vida, o te quedas y te mato —le plantea.
Donghae luce desinteresado restándole importancia a lo que le ha planteado Jungkook.
El hombre comienza a reír como loco, como si lo que hubiese oído se tratara de algún juego o de una broma, acorta la distancia entre ambos y coloca el arma en la frente de Jeon, presionando con fuerza el metal sobre la piel mientras lo observa con odio en su mirada.
No tengo la menor idea de cómo es que debo actuar y mucho menos de lo que tengo que hacer, lo único que quiero es salir de este lugar. Estoy a punto de que un sollozo se me escape, cubro mi boca rápidamente con la mano que Jungkook no me sostiene. Mis ojos se llenan de lágrimas y luego descienden por mi rostro.
—En serio eres estúpido —chista Jungkook. —¿En serio crees que puedes venir y matarme? —desafia al hombre que lo apunta—. Ahora no hay marcha atrás, te di opciones y no la escogiste. ¿Tus últimas palabras?
—Nos vemos en el infierno —es lo último que consigo escuchar por parte del tipo.
En un ágil y rápido movimiento, Jungkook me suelta y golpea la tráquea del hombre provocando que se desbalancee, acto que aprovecha para retitarle el arma y lanzarla lejos, me empuja fuerte haciéndome caer al piso del restaurante.
Observo el disturbio que empieza a formarse, y me arrastro por el piso en busca de un lugar donde poder ocultarme.
Mientras me arrastro giro un poco mi rostro y veo como ambos pelean, regreso mi vista hacia el frente, miro como la gente se mueve de un lado a otro, pero no logro escuchar nada más que el latir acelerado de mi corazón y mis respiraciones aceleradas completamente descontroladas.
Me escondo tras una de las paredes dejando mi cabeza un poco afuera para poder tener una buena imagen de lo que esta sucediendo y poder ver que es lo que hace, Jungkook.
Mi pecho duele y es que, en lo que llevo de vida nunca me había encontrado en una situación como está. Mi cuerpo ni siquiera responde a lo que mi mente le ordena, mi mente dice escapa, muévete, vete, pero mi cuerpo no responde, me siento indefenso, débil y expuesto. Mi pecho sube y baja lleno de angustia.
En mi cabeza nada más puedo reprenderme a mí mismo por haber aceptado una cena con un maldito lunático, que ni siquiera conozco y que me había obligado desde un inicio a sentarme junto él mientras trabajaba.
Me culpo una y otra vez por haber dicho que si y no haberme negado, me prometo una y mil veces que nunca volveré a aceptar una propuesta de este tipo de hombres que parecen lo que no son.
Decido mirar con cautela que es lo que sucede, ambos continúan peleando. Jungkook es hábil y fuerte, tiene la ventaja, lo veo patear la rodilla del tipo haciéndolo gemir de dolor, da un rodillazo en su quijada y de la boca del hombre empieza a brotar sangre.
Jeon no para, es un golpe tras otro, golpea el rostro del tipo sin ninguna gota de piedad en su mirada, sus ojos estan inundados de ira y claramente yo no puedo seguir observando así que, desvío mi mirada y solo escucho los quejidos del hombre.
Mi corazón casi se detiene en el momento que escucho un disparo, no quiero observar, pero como siempre mi curiosidad reina y gana.
Mi desprecio a Jungkook aumenta cuando veo el cuerpo del tipo tirado en el suelo. Jeon sostiene el arma, su rostro no muestra ningún remordimiento por lo que ha hecho, al contrario, esta realmente sereno, su mano ni siquiera tiembla al sostener el arma. Ahora que lo veo y pienso bien, seguramente no es la primera vez que hace algo como esto.
—¿Qué está pasando? —susurro asustado.
Estoy decidido a salir y alejarme de ese maldito asesino, no quiero ver a Jungkook, así que empiezo a correr aprovechando que no puede verme. Me abro paso entre el mar de gente hasta que diviso las puertas principales del restaurante que dan a la calle.
—¡Jimin! —escucho que alguien grita mi nombre.
No veo hacia atrás porque estoy seguro de quién es la persona que me llama, sigo abriéndome paso entre el mar de gente hasta que logro salir. Continúo corriendo unos metros más, todo marcha bien hasta que mi tobillo derecho se dobla, me detengo debido al dolor y malestar que me causa al momento, lo muevo un poco y luego me obligo mentalmente a continuar.
Cuando estoy a punto de continuar con mi huida, siento como alguien me sostiene de forma fuerte de la cintura. Inmediatamente empiezo a moverme para poder liberarme de ese fuerte agarre.
—¡Suéltame! —grito desesperado mientras me remuevo.
No dejo de gritar, y eso lleva a que una de las manos de quien me sostiene la coloque sobre mi boca, impidiéndome poder gritar nuevamente.
Intento morderlo, pero la presión que ejerce su mano en mi boca no me permite hacerlo, por más esfuerzo que hago para escaparme todo parece no funcionar. Siento como me alza y me dirige para lo que parece ser un auto,
—¡Ayuda! —grito, cuando retira su mano de mi boca
La puerta de un auto se abre, y el tipo que me sostiene me obliga a entrar.
—¡Déjenme ir! —grito desesperado y preocupado.
—Cálmate, Jimin. Por favor —escucho decir.
Esa voz, esa maldita voz pertenece al culpable de todo lo que ha ocurrido esta noche.
—No te acerques a mí, maldito lunático —suelto con desprecio, asustado y molesto. —Eres un maldito asesino —lo señalo con mi dedo índice mientras lo miro temeroso.
—Lo hice para salvar tu vida —dice relajado, como si lo que hubiese pasado fuese algo común.
Acelera el motor del auto de manera brusca mientras intenta seguir discutiendo.
—Te salve la vida, y es así como me agradeces —espeta despectivamente, mirándome de soslayo.
—No eres buena persona ¿no es así? —lo ataco. —Seguro eres como ellos, eres alguien peligroso. Déjame salir por favor —suplico con mis ojos llenos de lágrimas.
—Cállate de una puta vez, maldita sea. No te dejare salir hasta que estemos a salvo, así que cierra la boca.
—¡Déjame salir! —vocifero de manera exigente.
Gira el volante violentamente y casi golpeo mi rostro contra la ventanilla, miro aturdido hacia afuera y veo que ese no es el camino indicado a mi apartamento.
—¿Qué mierda crees que haces, idiota? —pregunto alterado.
Él ni siquiera me observa y mucho menos responde mi pregunta.
—Por favor, déjame aquí —suplico—. Déjame salir.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro