Jimin

Me encuentro en la tienda cumpliendo mis horas de trabajo, veo hacia afuera mientras le cobro a una señora por los productos que ha escogido.

El auto de Taemin se asoma y mi corazón palpita desconcertado, mi primer pensamiento es en que algo malo le ha pasado a Iseul. Salgo de la tienda luego de haber atendido a la señora.

-¿Pasó algo con Iseul? -pregunto preocupado.

-Tranquilo, minie -dice acercándose a mí. -Solo quería decirte que mi madre quiere llevarla de visita a Japón. Solo será por unos días para que Iseul se distraiga un poco, sabes cómo es mamá -me explica.

Veo a Taemin confundido, no es la primera vez que su madre me propone algo así ya que, ella sabe todo por lo que Iseul y yo pasamos.

-No lo sé -susurro, descendiendo mi mirada, dudando en mi decisión.

-Iseul, escuchó la conversación y se emociono mucho -me pone al tanto.

-Bien -digo entre dientes-. Si digo que no tengo que aguantar su drama y dar una explicación por la cual no la deje ir, ¿no es así?

Taemin asiente y agrega.

-Todo va a estar bien, minie. Las acompañare si eso te hace sentir mejor.

Me acerco a él y rodeo su cintura con mis brazos.

-¿Por qué eres tan bueno conmigo? -murmuro en su pecho.

-Simplemente me importas demasiado -contesta a mi pregunta.

Toma mi rostro entre sus manos y por un momento me hace creer que va a besarme, pero no es así.

-Tranquilo, no haré nada que no quieras, Jimin.

Deposita un beso en mi frente y corresponde mi abrazo.

-Te llamare todas las noches para que platiques con tu hermana, y de paso poder escuchar tu linda voz.

Sonrío sin evitar sonrojarme con su último comentario.

-Está bien, cuídala mucho, sabes que me volveré loco si algo malo le sucede.

-Lo sé, minie, tranquilo. La cuidare muy bien, debo irme, pasare por ropa a mi casa y por la de Iseul no te preocupes, mi madre dijo que le comprará.

Asiento.

-Nos vemos, minie, te llamo cuando lleguemos a Japón -se despide y luego se marcha.

Entra a su auto, me quedo de pie hasta que el vehículo no está más en mi visión. Entro a la tienda encontrándome con Jin, sonriendo de forma divertida.

-Y luego dices que no -me señala. -Creí que te besaría -menciona.

-No es lo que crees -digo de inmediato. -Iseul, viajara a Japón con Taemin y su madre, y sobre el beso, yo también creí que lo haría -contesto mientras paso de largo dirigiéndome a la caja.

-Espera, espera, ¿Iseul a Japón? -pronuncia, emocionado. -Como quisiera ser tu hermana, sabía que también pensaste que te besaría -habla rápido.

-Estoy aquí, hermosos -escuchamos la voz de Siwon.

Ambos reímos.

-Jin, Jiminie -nos saluda.

-Mi precioso, Jiminie -articula, deteniéndose frente a mí.

-Tranquilo, tu preferencia casi no se nota -dice Jin de manera sarcástica.

-Traigo tu pedido con las cosas que faltaban, ayuden a Heechul a descargar y luego las acomodan -nos ordena.

Jin y yo asentimos, se acerca más a mí intentando abrazarme, pero me hago a un costado y evito que eso pase.

Jungkook

Namjoon y Hoseok me informan sobre lo sucedido, los escucho atentamente hasta que el celular de Hoseok nos interrumpe.

-Diga -atiende.

Extiende su brazo y me entrega el celular, lo tomo y contesto.

-¿Por qué mierda no contestas tu celular? -escucho la pregunta, reconociendo esa voz chillona y estresante al instante.

-Primero que nada, cuida como me hablas, Lisa. Segundo ¿por qué estas llamando a Hoseok?

-Si tú atendieras no tendría porque llamar a Hoseok -contesta-. ¿Celoso?

Me rio ante su pregunta.

-No te ilusiones, Lisa. Sea lo que sea que quieras. No -espeto con voz aguda.

-Espera, ¿Te negaras a una noche conmigo? -suelta indignada.

-Sí, no quiero que vuelvas a llamarme a menos que yo lo haga, obedece -cancelo la llamada y le lanzo el celular a Hoseok.

-¿Saldremos esta noche? -pregunta Nam.

-Lo siento, no puedo, tengo otros planes -respondo de inmediato. -Ahora si me disculpan, iré a prepararme -me pongo de pie y salgo del cuarto de reuniones.

Llego a mi habitación, preparo lo que vestire para asistir a la cena con el chico hermoso, tomo las llaves de mi camioneta y me dirijo a la tienda a recoger al chico.

Jimin

Estoy cansado, me duelen los pies, pero estoy por terminar de llenar el último estante de productos. La tienda luce el letrero de "cerrado" ya que solo se encuentra mi jefe el cual, está en su oficina arreglando papeles de la tienda y mi persona.

Escucho que la puerta se abre, pero no giro a ver quien entró ya que, estoy casi seguro que se trata del inútil de Heechul.

Me paro de puntillas para poder lograr colocar una caja, pero fallo ya que, por mi baja estatura no consigo alcanzar. Veo una mano que se extiende que obviamente no es la mía colocando correctamente la caja, giro un poco mi cabeza hacia la derecha y casi me caigo al perder un poco el equilibrio, pero los brazos del lunático me sostienen.

-Puedes soltarme -le pido a la defensiva.

Él asiente mientras habla.

-Estas listo para irnos, hermoso. No olvidaste nuestra cena ¿verdad?

Mierda, lo había olvidado por completo, creí que él también lo olvidaría, y que solo sería una estúpida broma.

-Lo siento, no puedo. Tengo demasiado trabajo.

Tomo otra caja la cual, me arrebata de las manos y la coloca en el estante.

-Entonces debemos apresurarnos a terminar.

Me giro para verlo, pongo mis ojos en blanco y bufo.

-Tú en serio no aceptaras un no por respuesta ¿verdad? -me dirijo a él mientras continúa colocando las cajas sobre el estante.

-Correcto -articula con una sonrisa en su rostro.

-Bien, te pasare las cajas, y colócalas donde yo te lo ordene -le indico.

-A mí nadie me ordena -replica con voz fuerte.

-Me importa una mierda, si no quieres pues te puedes ir a cenar tu solo -refuto mientras tomo una caja más.

-Si te niegas a ir a cenar conmigo después de hacer lo que me pides, te cargare hasta mi auto y por cada grito de ayuda que pidas, azotare tu lindo culo. ¿Entendiste? -lo escucho decir.

Al terminar con las cajas salimos de la tienda, entro al auto sin saber a dónde iremos, bajo el espejo para ver la condición de mi rostro. Comienzo por acomodar mi cabello, luego retoco mis labios colocándoles un poco más de brillo, a través del espejo me doy cuenta que Jeon me mira.

-¿Te gusta lo que ves? -bromeo.

-Como no tienes idea -responde con sinceridad mientras sonríe.

Llegamos al lugar, y mierda, es de lujo, estoy asombrado admirando el precioso lugar.

-Señor Jeon, buenas noches. Su mesa esta lista -dice la recepcionista.

-Después de ti -habla con semblante serio, dejándome entrar primero.

Llegamos a la mesa y ambos tomamos asiento uno frente al otro.

-Disculpe, puede traerme agua -le pido al mesero.

-¿Y qué te parece? -me pregunta.

-Demasiado caro, yo no podría pagar algo como esto.

-Solo disfrútalo, Jimin -me aconseja.

Empiezo a dar pequeños aplausos ganándome su atención.

-Vaya, por fin dijiste mi nombre -digo sonriente.

-No me dejaste terminar la frase completa. Solo disfruta, Jimin, hermoso -añade, sonriendo ladinamente al notar el efecto que ha causado en mí.

Hago un puchero y desciendo mi rostro para que no note mi sonrojo.

-Eres hermoso hasta cuando te sonrojas -comenta, haciendo que me ponga nervioso.

No sé qué hacer, así que bebo toda el agua que he pedido minutos atrás.

La cena transcurre y puedo observar bien a Jungkook.
Tiene unos lindos ojos y su cuerpo se ve realmente saludable y trabajado, su sonrisa me atrae, y eso causa que no deje de mirarlo hasta que ambos escuchamos una voz desconocida.

-Vaya, si es el maldito, Nochu.