Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1.3

Jimin


—Colócate el cinturón —me ordena con autoridad.

Lo veo de soslayo y decido ignorarlo.

Voy dentro del auto del lunático del restaurante con mi vista fija hacia la ventana, no quiero verlo, y es que el idiota me ha obligado a entrar a su vehículo.

Se detiene en un semáforo y se acerca a mi bruscamente dejando su rostro relativamente frente al mío.

—¿Qué haces? —lo cuestiono asustado.

Extiende su mano hacía la superficie de la cabecera del asiento, y tira de la cincha del cinturón con fuerza.

—Te dije que te colocaras el cinturón, pero al parecer te gusta desobedecerme —dice mientras abrocha el cinturón y no deja de mirarme.

—El semáforo está en verde —le aviso.

—Lo sé, hermoso —susurra.

Me guiña su ojo derecho y luego arranca.

—Por segunda vez, no me llamo hermoso —espeto disgustado.

Bufo y me cruzo de brazos.

—Soy Jeon Jungkook, un gusto conocerte, hermoso —se presenta.

—Eres sordo o realmente no te interesa lo que digo —hablo con desagrado.

—¿Dónde vives? te dejare frente a tu casa, hermoso.

—La siguiente cuadra, el edificio gris —miento.

Él se limita a asentir.

—Me llamo pa...

—Park Jimin —me interrumpe mientras sonríe.

—¿Cómo lo sabes? —pregunto.

Llegamos al edificio en el que vive mi amigo, Taehyung, ¿Qué mierda hacemos frente al edificio de Tae? Ah, sí, acabo de recordar que le miento al lunático. Vamos, Jimin, concéntrate maldita sea.

—Número uno; hermoso, tu jefe dijo que te llamabas Jimin, número dos; tu placa de identificación de la tienda dice tu nombre completo. Soy demasiado observador —contesta, ladeando un poco su rostro para luego salir del vehículo.

Intento abrir la puerta, pero no lo consigo ya que, tiene seguro.

—¿Quieres cenar conmigo, hermoso? —escucho su invitación.

Salgo del auto, y me quedo de pie frente a él.

—Gracias, pero no.

—Vamos —insiste.

—Te dije que no, no puedo y no quiero cenar contigo. Tengo muchas cosas importantes que hacer —me excuso, aunque la mayoría de las cosas son ciertas.

—Bien, ya entendí —dice mientras sonríe—. Pasare por ti mañana a las ocho de la noche.

Se acerca a mí de forma rápida y sin previo aviso deposita un beso sobre mi mejilla. Me alejo de él de inmediato un poco asustado.

—No, claro que no entendiste, dije que NO —recalco—. Acaso no escuchas lo que te digo, maldito loco.

Se detiene antes de entrar a su auto nuevamente, y me mira.

—Deberías cuidar como me hablas, debes saber que puedo cortar tu linda lengua si así lo quiero, hermoso —me amenaza.

—Eres un maldito loco —balbuceo. —Y solo para que sepas, Jeon Jungkook. Yo le hablo a la gente como quiero, y tú obviamente no serás la excepción —añado fastidiado.

Me doy la vuelta y comienzo a subir los escalones hasta llegar a la puerta y poder llamar por el intercomunicador, esperando que alguien atienda.

—Nos vemos mañana, hermoso —se despide.

Pongo mis ojos en blanco y espero diez minutos para poder dirigirme a mi casa y tener la dicha una vez más de abrazar a Iseul.

—Jimin-ssi —escucho la voz emocionada de mi hermana

—Princesa.

Extiendo mis brazos y ella se lanza a mí. La abrazo con un poco de fuerza y lleno de besos todo su rostro, le entrego la llave para que entre, se despide de Taemin y sube al apartamento.

—¿Esperaste mucho? —le pregunto a Taemin.

—Solo un poco —responde. —No te preocupes, minie, no me molesta hacerlo —agrega mientras me abraza.

—En serio te lo agradezco mucho, Taemin.

—Entra, ve a charlar con Iseul y descansa, nos vemos mañana —se despide y luego sube a su auto.

Me retiro la ropa y me pongo una más cómoda, Iseul está viendo televisión con un bote de helado en sus manos.
Esperen, tiene un bote de helado en sus manos, me dirijo a la cocina y regreso a la sala con una cuchara.

—¿Quién te dio helado? —la cuestiono.

—Taemin, lo compró para ti —responde, sonriendo grandemente sin dejar de comer helado.

Me siento a su lado, su caricatura termina y yo cambio el canal para ver un poco de noticias.

En otras noticias, se intercepto una furgoneta llena de estupefacientes. La policía nos informa que la droga pertenece al narcotraficante más buscado y poderoso de todo Seúl, en la furgoneta además de droga se encontró efectivo con el cual se haría un lavado de dinero. Los agentes afirman que seguirán la investigación hasta dar con el verdadero responsable de este cargamento.

—Si yo fuera ese tipo, no estaría para nada contento —murmuro.

Veo a Iseul y me doy cuenta que se ha quedado dormida, tomo el control remoto, apago la televisión. Cojo el bote de helado le coloco la tapa y guardo el sobrante en la nevera para luego lavar las cucharas.

—Iseul, debes lavar tus dientes, vamos levántate —despierto a mi hermana.

Abre sus ojos de mala gana y extiende sus brazos hacia mí. Debe  ser una broma, tiene ocho años y todavía hace que la cargue. ¿Qué sucede con los niños de hoy en día?

Dejo a mi hermana en su habitación, entro al baño cepillo mis dientes y me dirijo a mi cama.



Jungkook


Luego de haber dejado al chico hermoso en su apartamento, estoy listo para ir a casa, pero mi celular me alerta de una nueva llamada.

—Jungkook soy Hoseok —escucho al atender.

Sé que algo malo sucede cuando recibo una llamada de su parte.

—¿Qué mierda pasó?

—La furgoneta con el cargamento y el dinero fueron incautadas por policías.

—Mierda —mascullo, golpeando el volante molesto. —¿Puedes explicarme como mierda se dieron cuenta? —indago.

—Ni idea, Jungkook. Sabes que ninguno de nosotros diría algo y mucho menos a la policía.

—Averigua quién nos delato. Juro que será su último día de vida por meterse en mis negocios. Llama a Zico y dile que rastree la llamada que alerto a los policías, cuando tengas el dato quiero que tú y Namjoon vayan —ordeno.

—Como digas, Jungkook.

—Una última cosa, Hoseok. Lleva mi manopla —cancelo la llamada.

Continúo conduciendo a la espera de la dirección del maldito que echó a perder mis negocios.

Recibo un mensaje con la dirección, sé donde es, conozco Seúl como la palma de mi mano.
Estaciono el auto, saco mis guantes de cuero que estan en la guantera del carro, le quito el seguro a mi arma y salgo.
Namjoon y Hoseok esperan por mí tal cual y como se los pedí.

—Son una pequeña banda de chicos liderados por un tipo estúpido que, gana dinero siendo informante de la policía —me informa Hoseok.

—Tiene una familia, Jungkook —intervine Nam.

Me giro para observarlo y luego hablo.

—Crees que realmente mi importa el que tenga una familia, cuando me ha hecho perder dinero y cargamento. Debes estar de coña —bramo.

—Nam tiene razón, Jungkook —secunda Hoseok.

Los miro a ambos con desagrado, ni siquiera puedo creer lo que sus sucias bocas articulan.

—Sino les gusta pueden irse, nadie los está obligando a estar aquí.

Camino hasta Sehun y Mark, los cuales tienen al tipo que nos ha delatado, ambos a cada lado sosteniendo su brazo.

—¿Así que tú eres el que me vendió a los policías? —lo interrogo.

—Lo-lo siento.

—Suéltenlo —ordeno.

El tipo cae al suelo y empieza a gatear hasta quedar ante mí, me alejo de él de inmediato.

Hoseok se acerca a mí y me entrega la manopla, colocándola en mi mano derecha.

—¿Dónde está su banda? —pregunto.

Sehun y Mark los sacan de una bodega, dos de los chicos se abalanzan sobre mí, pero Namjoon y Hoseok intervienen hasta desangrarlos.

—¿Saben que les pasa a las personas que me acusan y me doy cuenta? —cuestiono.

—Nunca las vuelven a ver —responde Hoseok

—Por-por favor te lo suplico, tengo una familia que mantener —suplica el tipo mientras sujeta mis pies con sus brazos.

—Eso lo debiste haber pensado antes de meterte conmigo.

El tipo toma mis pies con más fuerza y empieza a sollozar, suplicando por su vida una y otra vez.

—¡BASTA! —grito.

Empujo al tipo con la mano para alejarlo de mí, dejo que el puño que tiene la manopla se estrelle en su rostro dos veces seguidas, y de inmediato el tipo empieza a desangrar.

—Te lo su-suplico —solloza, tomando mis pies una vez más, manchando mis zapatos y pantalón de sangre.

Dejo que una de mis rodillas se estrelle contra su rostro, escucho los bufidos del hombre junto a sus quejidos. Queda tendido en el suelo, me acerco a él y empiezo a patearlo en sus costillas, luego lo tomo de su cabello y lo obligo a que me mire.

—Si yo no me meto contigo, tú no debes meterte conmigo.

Es lo último que el tipo escucha estando en sus cinco sentidos ya que, lo golpeo hasta que su rostro queda inundado de sangre junto con mi mano y parte de mi antebrazo.

—Cuando quieran volver a delatar un cargamento que me pertenece, deben saber que los encontrare y los matare de manera rápida o lenta como él —me dirijo al resto de chicos.

Retiro la manopla llena de sangre y se la entrego a Hoseok, bajo mi mirada hasta mis zapatos dándome cuenta que están llenos de sangre. Me agacho y me los quito, antes de subir a mi auto los lanzo frente a los chicos y entro a mi vehículo.

Namjoon y Hoseok se suben en una camioneta, Sehun y Mark suben en otra escoltándome hasta que llegamos a casa.

Entro a mi habitación para lavar mis manos, quitarme la ropa sucia y ponerme una limpia. Salgo de mi habitación y me dirijo hasta el cuarto de reuniones.
Namjoon y Hoseok me esperan afuera, entro primero para que ellos me sigan, me siento en la silla frente al escritorio y ellos se sientan frente a mí.

—¿Quién empezara a hablar? —me dirijo a ellos.

—El tipo no trabaja con la banda de Agust D, si eso es lo que piensas. Zico me dijo que ellos viven de las pagas que los policías les ofrecen por información —habla Hoseok.

—¿Qué tan grande es la perdida? —le pregunto a Nam ya que, es él quien maneja los negocios.

—Lo recuperaremos, Jungkook. Sí, perdimos mucho, pero no es nada que no podamos recuperar en menos de una semana —contesta Namjoon, dándome un poco de calma.

—Bien, si eso es todo puedes retirarte, Nam.

Asiente y sale.

El celular de Hoseok suena, lee el mensaje y luego lo guarda.

—El tipo murió de hemorragia interna. Zico acaba de informarme, él está en el lugar quitando toda evidencia que pueda delatarte —me pone al tanto.

—Debemos estar más atentos, Hoseok. No quiero que algo así vuelva a pasar, y menos de gente que no tiene nada que ver en esto. Habla con Zico y pídele que este más atento con las llamadas, si es nuestro infiltrado dentro de la policía es para que me informe antes que las cosas sucedan, no después que han pasado.

Hoseok se retira del cuarto de reuniones, tomo un poco de tequila y luego me dirijo a mi habitación dejándome caer en la cama.
Cierro mis ojos y las suplicas del tipo que he golpeado vienen a mi mente, me acerco a la mesa de noche, tomo una pastilla para dormir la trago sin agua y vuelvo a cerrar mis ojos esperando que la pastilla haga efecto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro