Jimin

Salgo del baño de la habitación, Jungkook ya no se encuentra en la cama, escojo la ropa que vestire, mis zapatos y me alisto.

Cuando estoy listo me paro frente al espejo, seco mi cabello con una de mis camisas de pijama, al estar algo seco lo acomodo con mis dedos, luego cojo mi mochila con las cosas que necesitaré en la universidad y salgo de la habitación.

Bajo las escaleras encontrándome en la sala con Namjoon, lo saludo y voy a la cocina, saludo a Rose, abro la nevera y tomo la botella que contiene jugo, agarro un vaso y vierto un poco en este, coloco la botella con jugo de nuevo dentro de la nevera y camino hacia a la sala. Dejo mi mochila en uno de los sillones y me acerco a Nam.

-¿Dónde está, Jungkook?

Namjoon despega la mirada de su celular y me observa.

-Está en el cuarto de reuniones, será mejor que no lo interrumpas -contestas en tono nervioso.

Ignoro a Nam y camino hasta el cuarto de reuniones, cuando estoy a punto de abrir la puerta una mano me lo impide.

-Te dije que no lo molestarás -me recuerda Nam, mientras sostiene mi mano con fuerza.

-¿Quién te dijo que puedes tocarme? ¿Qué te hace pensar que te obedeceré a ti cuando ni siquiera obedezco a Jungkook? Ahora ¡suéltame! -replico de forma retadora.

Namjoon deja de sostener mi mano, pero no se aleja de la puerta.

Giro el pomo de la puerta con la vista furiosa de Nam sobre mí, antes de abrir escucho sus palabras.

-No lo hagas, Jimin.

Abro la puerta y doy solo dos pasos ya que, lo que estoy viendo me quita la absoluta gana de seguir caminando. Jungkook está sentado en una de las sillas mientras una chica rubia está en sus piernas.

La chica acaricia con sus manos los pectorales de Jungkook y deja pequeños besos en su cuello, él por su parte, está quieto mientras sus manos están en las caderas de la tipa rubia.

No puedo moverme hasta que siento que alguien toma mi mano y me jala, giro mi rostro para ver quién es y me encuentro con la mirada de Namjoon, un tanto angustiada.

-¡Suéltalo! -se escucha la voz fuerte de Jungkook. -¿No escuchaste lo que te dije? ¡Suéltalo! -repite, molesto.

Namjoon suelta mi mano, giro mi rostro y miro a Jungkook a los ojos, se pone de pie, la chica se acerca de nuevo a él, pero esta vez él se aleja de ella y comienza acercarse hasta donde Nam y yo nos encontramos.

Cuando está a solo un metro de distancia me dirigo a él.

-Lamento interrumpir tu polvo.

-No es lo que crees -dice de inmediato.

-Lo que creo es que estabas disfrutando lo que ella te hacía -argumento entre dientes, mientras la veo.

Me giro y antes de salir, Namjoon me detiene.

-Te llevare a la universidad -me dice.

-Puedo ir solo -digo, soltándome de su agarre para luego salir del cuarto.

Tomo mi mochila y salgo de la casa, Mark me saluda, pero es más grande mi enojo ya que lo ignoro.

Llego a la universidad a tiempo para recibir mi primera clase, el maestro se dirige a nosotros diciendo que un nuevo estudiante de intercambio se unirá a nuestro grupo, dice su nombre, pero lo único que logro escuchar bien es que le gusta que lo llamen Wonho.

La clase transcurre normalmente, todos apuntamos lo importante, de vez en cuando siento la mirada de alguien la cual ignoro, luego de un tiempo desvío un poco mi rostro encontrándome con la mirada del chico nuevo el cual, al ver que lo veo sonríe haciendo que responda de la misma manera.

Había pasado toda la mañana en la universidad recibiendo clases y tratando de ponerme al tanto con las tareas que debo entregar por los días en los que me ausenté.

Me encuentro en la cafetería, observo a Taemin el cual solo me mira y me ignora, tomo la manzana que está en la bandeja y la llevo a mi boca para poder tomar un pedazo de esta.

Alguien llega a mi mesa y se sienta frente a mí, cuando me doy cuenta es el chico nuevo, el cual me sonríe mientras me ofrece un refresco, lo acepto y lo coloco sobre la bandeja.

-Hola, espero no interrumpirte -dice el chico.

Niego.

-Tranquilo, no interrumpes.

-Mi nombre es Shin Ho Seok, pero me gusta que me llamen Wonho -se presenta, extendiendo su mano para saludarme educadamente.

-Un gusto, mi nombre es Park Jimin -extiendo mi mano y la junto con la suya.

Hablamos por dos horas tratando de conocernos el uno al otro, si algo tengo es que me gusta conocer a muchas personas. Le pregunto por la hora y me doy cuenta que es algo tarde, me pongo de pie y él hace lo mismo, estoy por tomar mi mochila, pero él me lo impide y se la coloca en uno de sus hombros.

Ambos nos dirigimos a la salida de la universidad, ofrece llevarme a casa, pero sé las consecuencias que eso tendrá si Jungkook se entera que alguien más me ha acompañado a su casa. Así que nos detenemos para despedirnos.

-Gracias por tu compañía, Wonho. Fue un gusto poder hablar contigo -me dirijo a él. Pero Wonho no me observa a mí, sino que mira a un costado de donde yo me encuentro.

-Digo lo mismo, Jimin. Gracias por ser bueno con este desconocido -dice Wonho, mientras toma mi mano y deposita un casto beso en el dorso de esta. -¿Lo conoces? -pregunta, señalándo donde se encuentra un tipo vestido completamente de negro, bajando de su motocicleta y a punto de retirarse el casco.

Cuando se lo retira se quién es, mierda, es Jungkook. Comienza a caminar hasta donde me encuentro, cuando está a punto de llegar le pido a Wonho que se marche.

Él se marcha dejándome solo, me giro y me encuentro a un Jungkook con su cabello desordenado y mirada seria.

-Llámalo, quiero conocer al maldito que acaba de besar tu mano -vocifera con seriedad, mientras sostiene su casco fuertemente con su mano derecha.

Me habla a mí, pero al que mira es a Wonho, el cual sigue su camino hasta su automóvil.

-Ni se te ocurra, Jungkook -lo señalo-. Hay demasiada gente, compórtate.

-¡A la mierda con la gente! -alza su voz, llamando la atención de los que pasan cerca de nosotros.

-A la mierda contigo -replico. -No pienso ver como llamas la atención -digo entre dientes.

Coloco mi mochila en mi hombro derecho, ya que Wonho antes de irse me lo devolvió.

-¿A dónde crees que vas? -me cuestiona, mientras me alejo de él.

-No estás en condiciones de hacer preguntas y esperar que te responda. Eres un hijo de puta -articulo, sin dejar de caminar hasta que unas manos rodean mi cintura.

-Jimin, no hagas esto -me pide. -No aquí -susurra en la comisura de mi oreja.

-¿Qué, tu polvo matutino no fue suficiente? -contra ataco, furioso.

-¡Suéltame, Jungkook! -exclamo, haciendo que un par de chicos nos vean.

-Sube a la motocicleta, Jimin -me ordena.

Niego.

-Jimin, maldición. No me hagas perder el control -me advierte.

-¿Qué haces aquí, Jungkook? -inquiero, cruzándome de brazos.

-No es obvio, vine por ti -responde.

Comienza a molestarse, pero poco me importa después de ver como se dejaba besar y tocar por la maldita rubia.

-No recuerdo habértelo pedido -pronuncio, sarcásticamente-. Lo único que recuerdo es que tenías a una rubia en tus piernas, mientras tu disfrutabas lo que ella te hacía.

Bufa, y toma una de mis manos apretándola fuertemente.

-Me estas lastimando, Jungkook Suéltame -me quejo.

Deja de ejercer presión en su agarre.

-Jimin, no es lo que crees -susurra.
-Sí, yo sé lo que viste, esa era Lisa, mi ex -agrega, fallando en el primer intento para darme una explicación.

Es que es un maldito bastardo, su ex, la lunática la cual quería matarme.

-Yo no..., maldición, lamento no detenerla, Jimin. Debes creerme, ella está amorada de mí, pero ella no es de mi interés, debes creerme lo que te digo, el único que hace que me vuelva loco eres tú -habla. -¡Maldita sea, sube a la motocicleta de una puta vez! -me grita.

-No me grites -lo confronto. -Ahora escúchame bien, Jungkook. Primero: subiré a tu motocicleta porque yo quiero, no porque tú me lo ordenes, segundo: no sé qué mierda haces aquí, sabes que alguien puede reconocerte y atacarte y tercero: no quiero que me toques y no quiero que me beses a menos que yo te lo permita -expongo, y luego me dirijo a la motocicleta y me subo en la parte de atrás.

Me da uno de sus cascos, me lo coloco, rodeo con mis brazos su cintura dejándome sentir en su espalda el arma que oculta.

-Tranquilo, tiene seguro y no ando solo. El auto blanco que viene una cuadra atrás se conduce Sehun, pero gracias por preocuparte por mí -dice Jungkook.

Se hace de noche y el camino por el que nos dirigimos no es el de su casa.

-No vamos a casa ¿verdad? -cuestiono.

Niega al instante, se ahorrilla y apaga la motocicleta, el auto que Sehun conduce frena frente a nosotros. Jungkook le da indicaciones diciéndole que se marche por que él que llegará al club unos momentos después.

Después que Sehun se marcha, ambos bajamos de la motocicleta, camino hasta donde está un enorme árbol dándome cuenta que es un mirador. A Jungkook le gustan este tipo de lugares, siento como alguien toma mi mano la cual retiro al instante.

-Creí haberte dicho que no puedes tocarme -le recuerdo, mirando sus hermosos ojos.

-Lo siento. ¿Es lo que quieres escuchar? -articula con desagrado.

-No se trata sobre lo que quiero escuchar, Jungkook. Se trata de lo que sentimos -le hago saber-. Déjame preguntarte algo, Cómo reaccionarias si entras a la habitación y este sobre las piernas de Namjoon, dejándome besar y tocar por él. Dime como te sentirías.

Bufa.

-Lo mataría, le cortaría sus sucias manos por haberte tocado -contesta.

Lo miro con desagrado debido a su comentario, aún no me acostumbro a su lenguaje cuando habla de matar a alguien.

-Está bien, está bien, entendí tu punto, Jimin. Lo siento, no dejare que eso vuelva a suceder, pero tú debes entender que solo quiero besarte a ti y solo quiero tocarte a ti y al único que quiero a mi lado es a ti.

-Si veo algo así de nuevo, te juro Jungkook, que no creeré ni una puta excusa que salga de tu sucia boca -lo señalo.

Toma mi mano y deja un beso en esta.

-¿Quién te crees para hablarme de esa manera? -me pregunta con voz coqueta.

-Mi novio es un narcotraficante -respondo, guiñándole mi ojo izquierdo.

Toma asiento en el césped, golpea sus piernas y me siento sobre estas, quiere besarme, pero se lo impido. Beso su cuello suavemente mientras con mis manos jalo pequeños mechones de su cabello, las manos de Jungkook viajan por todo mi cuerpo, suben hasta mi pecho y bajan hasta mis muslos los cuales estruja y masajea.

Comienzo a morder suavemente su cuello y a succionarlo, solo escucho los sonidos de placer que salen de su boca. Me detengo mirándolo a los ojos.

-Te ves sexi con ese chupón -musito.

Lleva su mano hasta su cuello y dice.

-Jimin.

-Es para que cuando te quieran besar de nuevo, no lo hagan -bromeo.

-¿Piensas que se detendrán por esto? -me interroga, mientras se señala el chupón.

-Tienes razón, no se detendrán por eso, pero tú las detendrás porque si no nunca volveré a hacerte sentir lo que estas sintiendo allá abajo -me mofo, moviéndome un poco, logrando sacar un pequeño quejido de su boca.

Mi celular suena, pero no lo tengo yo, salí de la casa furioso y no subí por él a la habitación. Me pongo de pie y Jungkook saca mi celular de la bolsa de su chaqueta y me lo entrega. Observo el identificador y me doy cuenta que es Jin.

-Dime -atiendo.

-¿Jiminie, podemos vernos? -habla.

-Claro, que te parece si nos reunimos en el club y revivimos buenos momentos -propongo.

-¿En qué club? -pregunta Jin.

-Dame un segundo.

Alejo mi celular y le explico a Jungkook, cancelo la llamada ya que, él enviaré por un mensaje la dirección. Se pone de pie, me toma de la cintura y me besa.

-Me encanta sentir tus labios, Jimin -susurra, mientras me besa toma mi labio inferior y lo succiona-. Maldición, juro que me vuelves loco, Jimin. Dile al tipo que beso tu mano en la universidad que si lo vuelve a hacer lo...

Deposito un casto beso en sus labios, impidiendo que termine de decir lo que quiere.

-Tú no harás absolutamente nada, ahora llévame al club para ver a Jin -añado.

Subimos a la motocicleta y nos dirigimos al club donde él se encontrará con Sehun y seguramente con los demás chicos. Y yo me encontraré con Jin y si tengo suerte podre ver a Taehyung.