Jimin

Escucho pasos dentro de la habitación del hospital, abro mis ojos para saber quién es. Veo a una joven enfermera que quita la bolsa de suero de dónde esta, se da cuenta que la miro y lleva su dedo índice a su boca haciendo un sonido de silencio.

Luego señala frente a ella. Quiero mirar hacia donde señala, pero comienza a retirarme la aguja que esta incrustada en el dorso de mi mano. Cuando la retira coloca un algodón con cinta.

Sale de la habitación cargando una bandeja en sus manos, la sigo con la mirada hasta que se marcha, encontrándome con un Jungkook completamente dormido con su rostro cerca de mi mano la cual aún es sostenida por la suya.
Se ve agotado como si no hubiese dormido durante mucho tiempo.

Su celular vibra no quiero levantarlo ya que, se ve tranquilo mientras descansa, el aparato deja de vibrar y unos minutos después la puerta de la habitación se abre nuevamente, esta vez es Namjoon junto a Hoseok.

Nam se acerca a Jungkook, coloca su mano en su hombro izquierdo y comienza a moverlo suavemente, mientras dice su nombre.

-Jungkook, Jungkook. Debemos irnos.

Cuando siente que alguien lo toca, alza su rostro rápidamente, lleva la mano contraría a la parte trasera de su pantalón, saca su arma y le apunta a Nam.

Mis ojos se abren exageradamente, quiero soltarme de su agarre, pero él ejerce más fuerza en este. Hoseok al ver la acción se acerca a él rápidamente y trata de hacer que reaccione.

-Maldita sea, Jungkook. Relájate es Nam.

Hoseok se pone frente a Namjoon, Jungkook no baja el arma aún sigue apuntándolo, pero esta vez no es a Nam, sino que a Hoseok.

-Jungkook -digo suavemente.

Su agarre en mi mano es fuerte, tanto que me duele demasiado.

-Jungkook -repito.

Lentamente gira su rostro hasta mí, y conecta sus ojos con los míos.

-Jungkook, baja el arma y suelta mi mano -le pido.

Sin dejar de mirarme hace lo que le pido.

-Lo lamento mucho, Jimin -lo escucho decir, y luego sale de la habitación con Nam tras de él.

Hoseok se queda frente a mí, sostiene una mochila, se acerca a la silla en la que Jungkook está sentado y lo deja sobre esta.

-Disculpa a Jungkook, es normal que se comporte de esa manera. Tiende a tener psicosis debido a este estilo de vida de mierda que tenemos. Obviamente no es el único, nosotros también pasamos por esto -me explica Hoseok, y yo simplemente asiento.

-Está bien -musito, mientras asimilo lo sucedido.

-Vamos, te sacaremos de este lugar y te llevaremos a casa -dice Hoseok.

Sale un momento y regresa con Mark.

-Bien, te ayudaremos a levantarte, escuchamos lo que el médico dijo así que, trataremos de ser rápidos para que no sientas demasiado dolor -dice Mark.

Asiento.

Ambos colocan mis brazos sobre sus hombros y sostienen mis muslos, una silla de ruedas esta en la esquina de la puerta, me llevan hasta ella y me sientan, me acomodo y el dolor se hace presente.

-¡Aaah! Maldición, odio esto -me quejo.

Hoseok y Mark me observan.

Hoseok da pasos largos para llegar hasta su mochila, mientras Mark toma por la parte de atrás la silla de ruedas para luego comenzar a caminar para sacarme del hospital. Pasamos por la recepción una de las enfermeras me observa ya que aun llevo la ropa del hospital puesta.

-¡Oiga, oiga! ¡No puede sacarlo con la ropa del hospital puesta! -grita la enfermera.

Hoseok abre la mochila que lleva consigo, saca unos billetes y los lanza al aire. Giro mi rostro para ver a Mark y ambos nos reímos por la acción de Hoseok y la reacción de la enfermera.

Salimos del hospital y llegamos a la camioneta, Sehun, está en el asiento del conductor, Namjoon, está de pie en la puerta del copiloto y cuando me observa me regala una pequeña sonrisa la cual respondo al instante. Jungkook está en la parte de atrás con semblante serio al igual que Sehun.

Mark se para frente a mí, mientras Hoseok sostiene la silla de ruedas.

-Vamos, Jimin. Serás tratado como un bebé por Markie.

No evito reírme debido a su comentario.

Extiendiendo mis brazos, él se acerca más a mí, enrollo mis brazos alrededor de su cuello, toma mis piernas y me alza, me coloca justo al lado de Jungkook.
Giro mi rostro para observarlo, su semblante al inicio es serio, pero ahora su ceño está realmente fruncido.

Todos entran a la camioneta y vaya que es grande, en un asiento vamos sentadas cuatro personas, el auto se detiene frente a una tienda de regalos, intento acercarme un poco a la ventana, pero es inútil ya que Hoseok y Mark están frente a ella.

-¿Quieres algo? -pregunta Hoseok, llamando mi atención.

-Yo..., bueno, no para mi exactamente, solo quería llevarle algo a Iseul.

-Estaciona frente a la tienda -ordena Jungkook.

Mi corazón acelera sus palpitaciones, mierda, por qué late de esa manera con solo escuchar su voz.

Mark abre la puerta del auto y sale, seguido por Hoseok el cual antes de entrar a la tienda se dirige a mí.

-Volveremos con el oso más grande que este en esa maldita tienda.

Jungkook iba a salir del auto, pero al escuchar lo que Mark dice retira la mano de la puerta y se queda sentado a mi lado, recarga su cabeza hacía atrás y deja salir un gran suspiro.

Minutos después Hoseok y Mark regresan, el segundo trae consigo un hermoso y gigantesco oso el cual mete en la parte trasera de la camioneta. El primero entra y me regala una caja de chocolates.

-Toma, para que endulces tu día -articula y me guiña su ojo izquierdo.

Jungkook al escuchar eso observa a Hoseok y luego la pequeña caja de chocolates que me ha regalado. Saca una pequeña risa burlona y luego desvía su mirada.

Llegamos a la mansión, para mi sorpresa no hay ningún matón de los de Jungkook, está todo despejado y los únicos armados son ellos.

Sehun estaciona la camioneta frente a la puerta principal, la mayoría baja, menos Jungkook y yo. Mark regresa para ayudarme a bajar, pero no lo consigue.

-Yo lo bajare -dice seriamente, Jungkook.

Mark alza su mirada y lo observa.

-No te molestes, Jungkook. Yo lo haré -responde Mark, mientras toma mi mano.

-¡¿Acaso no escuchaste lo que te dije?! -alza su voz, llamando la atención de todos los que están fuera de la camioneta. -Ahora, quita tus manos de encima y lárgate -añade Jungkook

Está molesto, no sé el porque, pero realmente me eriza la piel.

Baja de la camioneta y señala a Hoseok.

-Tú, sube el maldito oso a la habitación y los demás piérdanse, no los quiero ver frente a mí a menos que yo se los pida -les ordena.

Uno por uno empieza a marcharse por distintos lados de la casa.

Me toma de la cintura y me jala hacia afuera, luego se gira y me deja su espalda.

-Vamos, sube.

Tardo un poco en comprender lo que él quiere.

Coloco mis brazos alrededor de su cuello, alza mis piernas para que las enrolle alrededor de su cintura y comienza a caminar, llegamos a las escaleras y las empieza a subir.

-Puedo caminar, Jungkook -susurro cerca de su oreja.

-Me importa una mierda si puedes hacerlo -suelta, irritado.

Y esa es mi señal para entender que no debo intentar hablar más con él, entra a la que se supone es mi habitación, pero es en la que él también duerme, me deja sobre el colchón siendo lo más cuidadoso posible.

-Tomare una ducha -digo en voz baja.

-Haz lo que quieras, Jimin -lo escucho decir, mientras se retira su chaqueta.

La deja caer al suelo y puedo ver su arma, abre su armario y toma una camisa normal, se la coloca. En el momento que se da la vuelta para observarme, miro hacia otro lado de la habitación.

Toma su chaqueta y la lanza al cesto de la ropa sucia, se dirige hasta la puerta y antes de salir se detiene sin ni siquiera verme.

-Estaré en la habitación frente a la de Iseul. Si necesitas algo pídeselo a alguno de los chicos. Rose está por venir con la mugrosa -dicho eso, sale de la habitación azotando la puerta, haciendo que me sobresalte un poco.