Fengxiao se apretaba el puente de la nariz sentado detrás de una mesa llena de papeles. Era temprano en la mañana y lo menos que quería era tener más quejas de las que ya tenía que atender.

Delante de él, sentado sobre sus rodillas y la cabeza gacha estaba Yanhuan. Sus manos estaban tan apretadas en su regazo que estaban blancas a pesar de las heridas en sus dedos. Pero no solo ahí. Su rostro tenía moretones, al igual que el resto de su cuerpo. Y sin contar que su ropa y cabello eran un desastre. A su lado, también con un ojo morado y no mucho mejor estaba un discípulo que no cerraba la boca de una buena vez.

-…y el muy imbécil me golpeó solo porque le vino en gana- casi gritaba para que fuera escuchado por cualquiera que pasara por allí.

Yanhuan no decía nada, ni siquiera respondía las provocaciones e insultos. No quería avergonzarse aún más delante de Fengxiao. ¿Qué pensaría de esto?

-Basta- soltó Fengxiao levantándose de su asiento y caminando hacia ellos.

-Pero joven maestro, esto no se puede quedar a…- su voz se fue difuminando cuando la mirada de este lo fulminó.

-¿Qué realmente le dijiste?- se detuvo delante del discípulo- Yanhuan nunca golpearía a nadie sin una razón en sí- su voz era tranquila y plana a la misma vez.

El discípulo bajó la cabeza y habló casi murmurando.

-¿Por qué tengo que cargar yo la culpa? ¿Es acaso porque lo favorece?- apretaba sus dientes.

Fengxiao entrecerró los ojos.

-Tienes una lengua muy suelta para ser un discípulo que solo ha estado un año y medio aquí dentro- alzó la cabeza- Desaparece de mi vista-

El tono que empleó hizo que el chico se estremeciera y saliera de allí con los ojos en llamas. Fengxiao ni siquiera se inmutó pero aquello no era la primera vez que ocurría, aunque nunca se había tornado tan violenta la situación. Había traído con ellos a los gemelos para darles una mejor vida pero siempre estaban aquellos que no estaban contentos con que ellos fueran de cierta forma favorecidos por él.

Sobre todo los discípulos que tenían que trabajar muy duro en la secta para tomar un lugar cerca del líder. Pero los dos hermanos no estaban en la misma categoría de ellos, pero eso no se comprendía.

Suspiró y puso sus manos detrás de su espalda. Se giró y caminó de vuelta a su escritorio.

-¿Qué fue lo que ocurrió?- su tono cambió completamente hacia Yanhuan.

El gemelo mantuvo la posición aunque se inclinó aún más.

-Discúlpeme mi señor. Espero mi castigo-

Fengxiao alzo una ceja.

-No te estoy pidiendo que te disculpes. Quiero saber que pasó- le indicó con la cabeza que se sentara frente a él.

Yanhuan en un inicio se negó pero después de unos segundos se levantó vacilante y lo hizo. Aun así no estableció contacto visual con el mayor.

-Cuéntame- Fengxiao se inclinó hacia delante- Algo debe haberte dicho para que perdieras el control de esa manera. Tu hermano realmente se preocupará cuando vea tu estado- sacó de una cajita de su escritorio una píldora curativa y se la dio.

-Yo…- tragó en seco- Él dijo algo que no debía- había un ligero sonrojo en su rostro magullado. Su cabello poco hacía para ocultarlo.

-¿Qué tan malo puedo ser?-

Yanhuan soltó un respiro. Conocía bien a Fengxiao para saber que no lo dejaría ir hasta que le dijera todo.

-Él dijo que parece que mi hermano y yo somos pareja- dijo rápidamente.

El rojo de su rostro se hizo más potente así como su corazón volvió a latir nervioso. Era la primera vez que alguien le soltaba algo como aquello y nunca había puesto al perspectiva de esa forma. Siempre había cuidado a su hermano como creía que debía ser. Pero ahora que le habían dicho aquello era como que era más consiente de los sentimientos posesivos sobre su hermano y la forma en que quería estar cerca de él y tocarlo-

Fengxiao se quedó callado por unos segundos hasta que habló nuevamente.

-¿Y qué es lo que piensas respecto a lo que dijo?-

La pregunta cogió desprevenido a Yanhuan que se tambaleó. Pestañeó confundido.

-No lo entiendo- fue lo único que pudo decir.

El chico de 18 años se recostó hacia atrás estirando el cuello.

-Te pregunto ¿Cuáles son tus verdaderos sentimientos? No como hermano, sino como hombre. Quiero que seas sincero. No voy a juzgarte por lo que vayas a decir-

Yanhuan se quedó totalmente mudo y hasta palideció. Fengxiao sabía que de esa forma no llegaría a ninguna parte y no era un misterio para nadie que la relación de los gemelos era algo…extraña.

Estaban casi todo el tiempo juntos, por no decir todo. Dormían en la misma habitación, se bañaban juntos, entrenaban juntos. Pero eso podría parecer normal entre gemelos si sus miradas no los delataran. La atmósfera que se creaba entre ellos eran ta íntima que no dejaba paso a nada más.

-¿Yanhuan, qué es tu hermano para ti?- soltó la primera pregunta. Sabía que en algún momento este tema saldría a la luz y ya desde hacía un tiempo había notado la incomodidad en el gemelo mayor y que a veces intentaba poner distancia del menor cuando otros soltaban algún comentario fue de lugar. Ocasionando que su relación se tornara tensa.

-Mi hermano es todo para mí- soltó sin rodeos.

Fengxiao sabía que le diría eso. Probó con otra pregunta.

-Si en algún momento, Yanfeng encuentra alguien que le guste y decide irse con esa persona, ¿qué harías?-

Pero la respuesta no llegó. El rostro del gemelo se llenó de amargura y un dolor en su pecho hizo que se lo apretara inconscientemente.

-No sé- frunció sus labios en una línea- No sé- y esa fue su respuesta.

-Yanhuan, déjalo por hoy y vuelve a descansar y cúrate las heridas-

-Sí, mi señor- el gemelo asintió con la cabeza, aun aturdido, por la pregunta que procesaba y volvió a su habitación.

Allí encontró a Yanfeng que doblaba las túnicas de Fengxiao acabadas de lavar. El olor de las fragancias de las piezas se impregnaba en el cuerpo del menor. En cuanto el menor el estado de su hermano soltó la túnica en sus manos y corrió hacia él.

-Hermano, por qué estás herido- le toco el rostro preocupado por las diferentes hematomas -¿Qué pasó?- lo inspeccionaba preocupado.

Yanhuan sintió su corazón latir nuevamente en su pecho y el sonrojo que había desaparecido cruzó su rostro recordando las palabras que aún estaban a flor de piel. Sin quererlo retrocedió apartándose de su hermano.

Las manos de Yanfeng quedaron en el aire y una expresión rara se manifestó en sus facciones. Las difuminó pronto con una sonrisa incomoda. Últimamente su hermano estaba tenso así que no molestó por su evidente rechazo.

-Iré a buscar medicina para tus heridas- apretó sus manos delante de él- Espera aquí- y salió rápido de la habitación.

Yanhuan se sintió mal por su reacción la cual no comprendían. ¿Por qué las cosas se habían tornado así?

Pero fue peor en el resto del día. No supo la razón pero fue más consiente que realmente nunca le quitaba la mirada de encima a su hermano. Miraba como sus labios se movían a la hora de comer. La forma en que las ropas se amoldaban a su delgado cuerpo, la curva de su cuello, lo clara que era su piel en comparación con la más bronceada de él.

Solo de pensarlo tragaba en seco y un sentimiento raro se movía en su interior. Pero la gota que derramó el vaso fue a la hora del baño. Esa fue la primera vez que no pudo bañarse junto con él. La razón. Su cuerpo había despertado y más específicamente su zona inferior cuando el menor dejaba las túnicas dobladas, desnudándose para limpiarse.

Siempre había pensado que las erecciones que normalmente le ocurrían eran resultado de su edad. Ahora que era un poco más adulto se había dado cuenta que casi todas había sido provocada cuando en presencia del menor.

Acaso él estaba enamorado de su hermano…

Eso era una locura.

Fengxiao llevó un bocado pequeño a su boca. Esa noche no tenía mucha hambre pero estaba junto a su familia. Su padre esa noche había tenido tiempo para pasarla con ellos así que no debía ser descortés. A un lado del líder, estaba su madre, una hermosa y delicada mujer de la cual no debías dejarte llevar por su apariencia. De delicado solo tenía su aspecto. Solo alguien como ella podía soportar a su padre.

Después estaba Suji. La primera hija de Zhengyu con su primera y fallecida esposa. Podían ser medios hermanos pero ellos se llevaban bastante bien. Suji lo había cuidado cuando sus padres no podían aun cuando solo se llevaban 4 años. Como segundo hijo estaba él. El primer retoñó de la pareja y del que se sentían orgullosos y por último su hermano menos. Hanyi, un pequeño niño de 9 años tan hermoso como su madre y de mejillas redonditas.

No eran la familia perfecta, pero al menos si eran felices, en lo que el tiempo les permitía.

-Tengo algo que anunciarles- Zhengyu dejó su comida para mirar a los integrantes de la mesa- La otra rama de la familia Li acaba de proponer un matrimonio-

Los ojos de los presentes se pudieron alertas. Fengxiao pensó que quizás fuera él pero su corazón dejó de latir cuando escuchó la noticia completa.

-Suji, están pidiendo tu mano en matrimonio. La persona que lo hace es la madre de Songhua-

La respiración de todos se detuvo. Esas si eran malas noticias.