Yanhuan corría en dirección a su vieja choza casi sin aliento.

Yanfeng, Yanfeng.

Era lo único que cruzaba su mente, sin importarle el dolor que por suerte había mermado gracias a una de las píldoras que aquel chico le había regalado. Llegó y corrió la tela de la puerta para escuchar la tos constante del interior. De cierto modo sintió alivio. Su hermano aún estaba vivo.

Corrió hacia su cama improvisada donde estaba el cuerpo de Yanfeng hecho una bola, tosiendo a cada respiración.

-Yanfeng- lo llamó dejándose caer de rodillas.

Al escuchar la voz del mayor, el gemelo abrió sus ojos y miró en dirección a este. Sus orbes se llenaron de lágrimas y a pesar de la condición de su cuerpo se sentó y lo abrazó. Aunque casi se tiró sobre él, el dolor de su pecho y espalda por toser toda la noche era casi insoportable y no tenía fuerzas.

-Hermano…volviste…estaba…preocupado- jadeaba y casi se quedó sin aliento al terminar de decir esas palabras. Otro ataque de tos lo atacó.

-Tranquilo, primero respira- le pasó la mano por su espalda abrazándolo contra su pecho. Buscó la botellita y sacó una de las píldoras y la puso entre los labios de su hermano- Come esto, te ayudará-

Yanfeng sin pensarlo dejó que el medicamento entrara en su boca y bajara por su garganta. Permitió que todo su cuerpo se relajara contra su hermano. El calor que este le proporcionaba era más acogedor que el de la colcha.

-¿Qué te pasó?- sollozó ligeramente- No volviste anoche. ¿Por qué tu rostro está tan golpeado?- alzó una manos temblorosa y acunó la mejilla de Yanhuan.

Este la presionó contra su rostro para después besar su palma. Tener a su hermano entre sus brazo era lo único que lo podía relajar de aquella manera.

No sabía que medicina les había sido entregada pero Yanfeng dejó de toser casi de forma inmediata, aunque su semblante todavía era pálido y cansado.

-Vamos a darte de comer primero, necesitas alimentarte- Yanhuan besó su frente corriendo el cabello húmedo de sudor hacia un lado.

-Pero no he cocinado nada- la voz del gemelo menor era ronca- Lo siento-

-No te preocupes. Yo me encargo de todo- le sonrió. Le dolía todavía el cuerpo, estaba herido pero podía encargarse de eso después.

Recostó a Yanfeng sobre su pecho más cómodamente y buscó con la otra mano la bolsa que llevaba consigo. Antes de salir del pueblo había comprado algunas cosas de comer de forma rápida con la esperanza de que su hermano estaría esperándolo para compartirlas con él.

Sacó algunos bollos rellenos de carne, un pedazo de queso y una pequeña cantarita con té que aunque ya se había enfriado no perdía el sabor.

-¿Cómo conseguiste todo eso?-

-Alguien muy bueno me ayudó y me dio dinero y la medicina que tomaste- le entregó uno de los bollos y la cantarita para que tomara primero el líquido- No lo robé, para que no pienses cosas que no son- le besó la coronilla de la cabeza.

-Es por eso que estás tan golpeado- Yanfeng estaba dudoso si morder el panecillo. Tenía cargo de conciencia de que su hermano estuviera así por buscar víveres para él.

-Estoy golpeado porque me resbalé y me caí- rodeó la cintura del menor con una de sus brazos para mantenerlo en una mejor posición mientras le daba un bocado al bollo. Era delicioso.

-Yanhuan, no me mientas. Esos golpes no son solo de una caída- Yanfeng lo miró por encima del hombro- No quiero que salgas herido por mi culpa-

-Tú no tienes que preocuparte por nada. Estoy bien. Además con el dinero que me dieron podemos estar tranquilos por un tiempo. Cuando te sientas mejor te llevaré al pueblo. Quiero comprarte unos zapatos- le sonrió- ¿Quieres?-

Yanfeng no estaba todavía convencido pero al final sonrió. No lo preocuparía más. Le dio un mordisco al bollo en sus manos encontrando que estaba realmente hambriento.

Yanhuan dejó fuera de la casa la pequeña palangana con agua después de limpiar el cuerpo de su hermano de sudor y de haberlo cambiado de ropa. Y de paso haberse limpiado él, sobre todo la sangre en su cuerpo. No le gustaba como Yanfeng se quedaba fijo, mirándola. Una vez que entró el gemelo lo esperaba con algunas vendas para sus heridas.

Se sentó a su lado dejando que las suaves manos de su hermano lo curaran. Yanhuan tenía una sonrisa en su rostro porque a pesar de todo, su hermano tenía mejor semblante después del comer rico y tomar el medicamento. Después, abrazándolo, se recostó en la cama y esperó a que el menor se durmiera antes de cerrar sus ojos.

Era de día pero ninguno de los dos había dormido durante la noche y habían estado solos. Así, que ahora, en medio de la tranquilidad y el calor entre ellos ambos pudieron relajarse.

La música era fuerte. Las linternas y las cintas adornaban todas las calles. Era tiempo de Festival.

Yanhuan jalaba a su hermano de puesto en puesto mirando las cosas que se vendían. El gemelo recordaba como aquel chico había mencionado el dinero de su bolsa como si hubiera sido poco, pero no, eran 500 rul. Más dinero del que habían visto en su vida juntos. Gracias a eso, ese día habían podido asistir al festival no solo como espectadores.

Yanhuan había le había comprado un par de zapatos a su hermano. Y también se tuvo que comprar uno para él después de la insistencia de este. No eran nada caros pero si cómodos. También compraron algunos alimentos que podían mantener por algunos días y aun así les quedaba para más adelante.

Solo había una cosa que preocupaba al mayor de ellos. La salud de Yanfeng había mejorado con el paso de los días tomando una píldora diaria. Pero ya se estaban acabando. Había ido con un boticario para que pudiera decirle los ingredientes pero se sorprendió cuando le dijo que era un elixir especial para mejorar la circulación interna de las energías y que no era un medicamento para tratar enfermedades.

Eso lo hizo dudar. Entonces su hermano estaba realmente enfermo. Se sacudió la cabeza. Nunca había estudiado nada sobre el tema del cultivo y su conocimiento se limitaba a lo que sabían todos por lo que le fue imposible comprender. Si al menos pudiera encontrarse nuevamente con aquel chico le preguntaría.

Salió decepcionado de aquel lugar. Sin esa medicina su hermano volvería a su estado anterior donde apenas podía estar de pie por mucho tiempo. No como ahora  que podía acompañarlo con una enorme sonrisa. Como si fuera la primera vez que saliera del cascaron-

-Hermano, hermano- lo oyó llamarlo.

Este sacudió la cabeza.

-¿Qué ocurre?- le sacudió el cabello.

-Te quedaste perdido en las nubes. ¿Qué es lo que te preocupa?- la voz de Yangeng se oía aún más fuerte de lo habitual. A pesar de haber caminado tanto no jadeaba ni decía que le dolía el pecho. Su pulso era fuerte y constante.

Pero Yanhuan no quería agobiarlo ese día especial. Agarró las mejillas más rellenas de su hermano y pegó sus frentes.

-Estoy preocupado de que alguien te mire y se enamore de mi lindo hermano- soltó en una carcajada.

-Más bien se enamorarían de ti- Yanfeng hizo un puchero- Te vez mucho mejor que yo aun si  tenemos la misma cara-

Fue entonces que cayeron en lo que estaban hablando. Un ligero sonrojo cubrió las mejillas del menor que apartó la mirada. Yanhuan lo abrazó y no dijo nada. Solo de imaginarse que alguien entraba a la vida de su hermano y que él pasara a segundo plano hacía que se sintiera mal.

No supieron cuánto tiempo estuvieron así cuando Yanfeng se removió.

-Hermano, hermano- lo llamó- Hermano, creo que están secuestrando a alguien- dijo.

Yanhuan lo separó y dirigiendo al mirada hacia el final del pequeño callejón al otro lado de la calle. Casi no vio nada por la oscuridad, increíblemente su hermano tenía mejor vista que él. Pero por un refilón notó movimiento y a dos hombres vestidos de negro que llevaban alguien sobre su hombro, inconsciente.

El gemelo no se quiso inmiscuir pero algo se revolvió dentro de él. Por alguna razón no se pudo quedar tranquilo y cuando el viento se ondeó corriendo el cabello que estaba sobre el rostro del secuestrado, se dio cuenta que no era cualquier persona.

Era Fengxiao.

Ya tenemos fotos de los gemelos. Amo como se ve Yanhuan

Y ya llegamos a los 300k de leídas AHHHHHH┌（★ｏ☆）┘ヾ(*´∇')ﾉ(ﾉ≧∀≦)ﾉ quien lo creía, porque yo no. Soy feliz.
Gracias