Esposo mío, te extraño tanto
Zhiyin se sorprendió de ver a aquella persona delante de él y que lo sostenía por la cintura.
-Podías cambiar esa cara- se burló- Tal parece que acabas de ver a un muerto cuando el que tiene rostro de ultratumba eres tú-
-No te burles de mi Xiaocheng- hizo un puchero saliendo de los brazos del líder de secta y parándose frente a él.
-¿Qué asuntos tienes por aquí- soltó casual ocultando su nerviosismo. Oía cerca de él los pasos de los discípulos y aunque no podían ubicarlo por Fengxin eso no era suficiente para que dejaran de buscarlo.
-Vine a comprar algunas cosas y hacerles la visita pero creo que me ahorré el viaje en parte ¿dónde está Fengxiao? Si tú estás aquí él debe estar cerca, nunca te quita la vista de arriba-
Zhiyin se tardó en responder.
-Yoestoy solo-
Xiaocheng pestañeó y después su ceño se frunció. Podían tomarlo por alguien que solo estaba jugueteando y no se tomaba nada en serio pero nada más lejos de la verdad. Al igual que Fengxiao había hecho de su secta una de las cuatro más importantes a sudor de frente.
-Hay mucho jaleo en el pueblo. Todos los discípulos de la secta Tongli están regados ¿Te están buscando?-
Zhiyin se tensó y cubrió más su cabeza con la capa.
-Tengo mis razones-
Xiacheng entrecerró los ojos.
-Deben ser muy buenas para que quieras apartarte de tu esposo-
Esta vez el menor no le respondió. Pronto los pasos de los discípulos estuvieron más cerca. Zhiyin se puso más nervioso. Usar a Fengxin allí llamaría mucho la atención.
-Xiaocheng, puedo pedirte un favor- agarró el borde de la manga del hombre con dedos temblorosos- ¿Puedes llevarme a tu secta?-
El hombre pestañeo varias veces casi tambaleándose con el pedido, aun así su mirada estaba el rostro serio del más joven.
-Cosa preciosa. No estoy en contra de llevarte a mi secta, más bien me siento honrado pero estoy muy al tanto de lo que hizo tu esposo para deshacerse de la piedra en el camino que se interpuso en su relación. Lo siento pero no quiero ser esa piedra-
-Solo quiero irme de aquí, te juro que después desapareceré- estaba hablando en serio.
Xiaocheng sonrió.
-Solo prométeme que tu esposo no me cortará el cuello-
-Mientras no me pongas un dedo encima no creo que haya problemas- Zhiyin alzó los bordes de sus labios pero el mayor notó que la sonrisa no se extendía más allá, más bien, dejaba ver su rostro pálido, cansado y aún más delgado que la última vez que lo había visitado.
Cuando había conocido a Zhiyin había visto de él varias facetas. Algunas muy interesantes, sobre todo lo directo e independiente que era, además de valiente y decidido. Pero el nombre que tenía delante estaba sumamente abatido a pesar de no demostrarlo, se notaba preocupado y que necesitaba cambiar de aires.
-¿Quieres irte ahora mismo?- le preguntó tocando su mejilla suavemente sin llevar a ser íntimo, más problemas era lo menos que parecía querer el menor.
-Si. Creo que es lo mejor. No quiero que me encuentren tan fácil o todo lo que he hecho hasta ahora será en vano-
Jugaba con sus dedos delante de él. Un signo que no paso por desapercibido por Xiaocheng. Puso una mano sobre las de él deteniendo el movimiento nervioso.
-Puedes quedarte en mi secta todo el tiempo que quieras. Pero a cambio- le sonrió pícaro- Quiero un beso-
Zhiyin alzo una ceja.
-¿Quieres que mi esposo te corte solamente la cabeza o quieres que sea algo más?-
-No tienes sentido del humor-
-Y el tuyo es terrible- Zhiyin por fin dejo salir una débil carcajada- Primero dejame dejarle un mensaje a mi esposo, no creo que sea justo que me vaya así sin decirle nada- al menos debía decirle que salía de su vida porque todo era una mentira. No se quitaba un peso de encima pero de esa forma Fengxiao no corría el riesgo de que lo usaran a él como rehén para quitarle todo lo que creo con sus manos, ni que tuviera la decepción de saber que criaría un hijo que no era suyo y de paso conocer al padre que lucharía por él. Su esposo no se merecía eso.
Escribió unas palabras en una hoja y se la dio a Fengxin para que la entregara en la recepción de la posada, haciéndose pasar por un perro callejero. Su esposo debería estar despierto para esa hora con todo el revuelo. Un cuarto de hora después su familiar volvió y le lamió la mano.
-¿La entregaste?- este asintió con la cabeza- Buen chico- le besó la cabeza y volvió a ponerlo dentro del brazalete.
-Es un buen familiar- reconoció Xiaocheng.
-Si- Zhiyin acarició la manilla- Fue un regalo de mi esposo- Cada vez que lo mencionaba una pulsada de dolor surcaba si pecho- ¿Xiaocheng. Hay alguna forma de irnos sin que nos vean? No quiero estar en boca de nadie, eso solo perjudicaría la reputación de Fengxiao, ya tiene suficiente por el momento-
El hombre infló el pecho.
-Claro cosita hermosa- sacó un talismán de su túnica y mordiéndose el dedo escribió unas palabras- Servicio especial. Sólo lo haré por ti-
-Gracias-
Y los cuerpos de ambos se desvanecieron.
Xiaocheng tuvo que sostener el cuerpo del menor cuando se materializaron en el interior de su oficina en su secta. Zhiyin parecía realmente débil y recordó que estaba en estado y en sus seis meses. Lo ayudó a sentarse un momento para que este tomara aire y le quitó la capucha de la cabeza. Se veía realmente desgastado y abrumado. Con marcadas ojeras, su piel muy pálida, con menos kilos cunado debía estar más regordete.
Lo tomó por los brazos y lo hizo mirarlo de frente. Comprendía que estuviera más cansado después del viaje a través de un hechizo de talismán. Este consumía bastante fuerza a pesar de que no era él el que lo había usado precisamente.
-Zhiyin, te dejaré descansar ahora, pero necesito que me digas la razón por la que no quieres estar con tu esposo- lo sintió tensarse debajo de sus brazos- Sé que Fengxiao tiene su carácter pero pongo las manos al fuego por él cuando digo que por ti el movería el mundo-
-No es tan fácil como piensas- la voz de Zhiyin tembló- No tienes idea-
-Por eso es que quiero que me digas, de esa forma sabré como ayudarte-
Zhiyin estuvo renuente al principio pero ahora que estaba allí tal vez podría recibir algo de ayuda. No confiaba completamente en ese hombre, pero en su situación y sin conocer apenas aquel mundo era como que no tenía muchas opciones. Xiaocheng sonrió.
-Entonces primero descansa un poco, te ves a punto de colapsar y recuerda que estás embarazado, no puedes descuidarte tan fácilmente- el líder pasó un brazo por debajo de sus muslos y lo cargó llevándolo a otra habitación continua con una cama y dejándolo en el borde- Ordenaré que te preparen comida, mientras tanto duerme algo, lo necesitas-
A pesar de que Xiaocheng le había dicho que descansara y la cama debajo de él era sumamente cómoda, Zhiyin apenas pudo pegar ojo, se movía de un lado a otro y al final terminó sentado en la cama. Había tantas cosas en su mente que ni siquiera podía concentrarse en meditar para mejorar su cultivo, lo necesitaría para cuidar a su renacuajo.
-Esposo mío, te extraño tanto- las palabras salieron de sus ojos tras una silenciosa lágrima.
Cuando Xiaocheng regresó una hora y media después para saber cómo estaba, con un tazón lo encontró en la misma posición en la que lo había dejado.
-¿Zhiyin, por qué no descansas?- el hombre se preocupó y palpó su frente, por suerte no tenía fiebre a pesar de su aspecto.
-Yo, estoy bien- sonrió con debilidad- Tengo muchas cosas en las que pensar como para poder dormir tranquilamente-
Xiaocheng suspiró y le ofreció el tazón con un caldo.
-Al menos bebe esto, es ligero pero te ayudará-
Zhiyin sabía el resultado de la comida pero para no rechazar el acto del líder tomó un pequeño sorbo. No pasó ni medio minuto cuando lo devolvió con una dolorosa arcada. Xiaocheng agarró una tela y le limpió la boca mientras le frotaba con preocupación la espalda.
-Esto no está nada bien, llamaré al doctor, ni siquiera puedes comer- su voz era apretada.
-No lo hagas- Zhiyin le agarró la muñeca al este levantarse- No sirve de nada, un médico no puede curar lo que tengo, solo pasará pronto- estaba ronco por haber vomitado.
-Claro que pasará pronto- le gritó Xiaocheng exasperado- Cuando te mueras arrastrando a la criatura en tu interior. Acaso no te has mirado Zhiyin, estás casi al límite-
-Pero que quieres que haga- esta vez Zhiyin gritó- No fue mi culpa y de igual forma lo estoy pagando- jadeó al terminar de decir la última palabra.
Tosió un poco y Xiaocheng volvió a limpiarle la boca.
-En ese caso dime, qué es lo que ocurre, así puedo hacer algo- el hombre estaba realmente preocupado y además debía ganar tiempo hasta, que él llegara.
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