Esposo mío, serás impotente?
Zhiyin estaba sentado detrás de la mesa llena de papeles e informes sobre los últimos avances de las producciones de sus tierras, en el estudio que había sido preparado especialmente para él, al lado del de su esposo. Con solo unos pasos podría ir a preguntarle cualquier duda. Pero esa tarde no tenía cabeza para pensar en los negocios, aun después de haber adelantado bastante con su trabajo. Tenía una preocupación más grande que dejo al aire preguntándose a sí mismo.
-Esposo mío, serás impotente- no se dio cuenta que lo había dicho en voz alta hasta que oyó el sonido de un plato romperse en el suelo y miró a su fiel gemelo que tenía un rostro de incredulidad y su cuerpo congelado.
-Señor Zhiyin, cómo puede decir eso- Yanfeng estaba estupefacto y había asombro en su voz.
Zhiyin alzó los hombros y mordió la punta se su pincel. Su ceño se fruncía ligeramente.
-Entonces como podrías explicar que después de una ardiente noche, tu pareja no te toque ni un pelo en lo relacionado con lo sexual en los quince días después. Ya cumplí hasta los 7 meses y el muy imbécil no hace nada- levantó las manos exasperado- NADAAAAA-
Yanfeng solo pudo rascarse la mejilla después de recoger el desastre en el suelo.
-Señor Zhiyin por algo será. No debe preocuparse- era bien sabida la vida marital inicial de su señor, por alguna razón ahora había un bebé en proyecto, y si había algo que no había dudas era no era impotente.
-Pero Yanfeng, ya me aburrí de hacer avances con él. Soy un hombre también, tengo mis necesidades y como dijo el doctor se ven intensificadas por la presión en mi próstata, así que la misión de mi esposo es ayudarme pero no. Ni siquiera me toca después de vaciarme el pecho. Voy a acariciarlo y al momento me agarra las manos y las pone lejos de su cuerpo. Anoche me subí arriba de él y estoy seguro que sentí una erección cuando me froté pero nada, me acostó a un lado y me dio la espalda ¿Qué demonios quieres que pienseeeeee?- gritó la última parte sin importarle su era oído por su esposo del otro lado de la pared, y el gemelo sólo trago.
No sabía qué hacer en ese momento. Su hermano si lo atendía bastante bien y respeta a cuando él quería sexo o no por lo que no tenis experiencia con ese tipo de problemas.
-Mi señor, yo creo que es mejor si lo habla con el líder de la secta-
-Acaso crees que no lo he intentado pero Fengxiao intenta evitarme todo lo posible- sus ojos se abrieron de pronto- Acaso...se aburrió de mí...-miró al gemelo...-¿es porque era virgen y no sabía nada y fui muy torpe?...y...y...no lo satisfice...-una expresión de terror cruzó su rostro.
Yanfeng se arrodilló a su lado y le tocó el hombro preocupado por el estodo de ánimo de Zhiyin cada vez más descontrolado y bipolar debido al embarazo.
-Por favor cálmese primero. Tal vez es por otra cosa, no debe sentirse mal. Estoy seguro que no es lo que piensa-
-¿Lo crees así Yanfeng-
El mayor asintió, con una sonrisa.
-He visto como el líder lo mira, sus ojos tienen más vida y brillan- pensó que más bien parecían los de un depredador buscando una presa y se imaginó a que se debía todo aquella situación- Señor Zhiyin vaya a hablar con su esposo y dígale su angustia, estoy seguro que lo entenderá-
Zhiyin asintió con la cabeza y se levantó de golpe después de darle un beso en el rostro. No tan rápido como pensaba por su panza un poco más grande.
-Gracias Yanfeng, me levantaste el ánimo. En ese caso voy a asaltarlo. Quien se piensa que es para tratarme así. Si no me quiere tocar tendré que amarrarlo a la cama nuevamente y violármelo. Que ni le pase por la cabeza que yo estaré en abstinencia por su culpa- A pesar de sus ridículas palabras tenía una expresión solemne en su rostro que solo indicaba que eso era precisamente lo que iba a ocurrir. Y después de probar un bocadillo tan bueno como su esposo ni siquiera le cruzaba por las neuronas salir a buscar otro, para eso estaba la cuerda que todavía guardaba secretamente y que todavía le quedaba algún rastro de la fragancia de chocolate.
***
Fengxiao hacia su mejor esfuerzo para concentrase sin mucho esfuerzo sobre todo por la presencia del hombre que llevaba en su oficina dando vueltas de un lado hacia el otro. Zhiyin agarraba un manuscrito de su estante para dejarlo en su lugar después de una rápida inspección y se desplazaba hacia otro lado haciendo el mismo procedimiento. Mientras tanto cantaba lentamente una canción que le resulto bastante sugerente.
-Nadie me quiere...todos me odian....pero me como un gusaniitooo-
Caminó atravesando el estudio.
-Nadie me quiere...alguien me odia...aunque cargo a su renacuaajooo-
Cerró el libro que tenía delante.
-Nadie me quiere...Fengxiao me odia...pero....-
-Zhiyin. La voz de su esposo lo interrumpió antes de terminar la frase y este se giró con una sonrisa. Había captado por fin su atención después de casi media hora.
-Dime esposo mío- se acercó y puso su pierna sobre el mueble como la primera vez que se conocieron en este caso la larga túnica a la que estaba obligado a usar debido a las bajas temperaturas eran mucho más gruesas que la de aquella vez. Hizo un movimiento coqueto.
-¿Qué ocurre?- Fengxiao dejó lo que estaba haciendo y alzó la cabeza- Yo no te odio-
A Zhiyin le palpitó una vena en su sien, lo próximo que habló no fue él sino su abstinencia.
-Oh, no me odias- había ironía en su voz. La conversación apenas si había empezado y ya iba por mal camino- Entonces me puedes decir porque llevas casi 15 malditos días sin ponerme un solo dedo encima- fue directo al grano.
Los ojos azules de Fengxiao se abrieron ligeramente y bajó nuevamente la cabeza. Su voz se oyó grave.
-No puedo decirte-
Otra vena palpitó en la frente del menor.
-Entonces realmente te cansaste de mí. Está bien- alzó la voz llegando a su concusión absurda que ni siquiera se paraba a analizar cómo había llegado a ella. Odiaba estar embarazado, él no era tan venático- Disculpa por haber sido virgen y no saber qué hacer. Búscate alguien que pueda satisfacerte en la cama ya que yo no puedo- se giró molesto caminando con pasos pesado.
Fengxiao se quedó conmocionado ante aquello y se levantó.
-Zhiyin, por qué piensas eso-
El nombrado de giró con las manos en su cintura, ofendido.
-Lo que oíste. Me evitas todo el tiempo. No me tocas cuando doy el primer avance. Apenas me besas e incluso anoche me rechazaste ¿Qué mierda quieres que piense? Ah ya se, que te doy asco. ¿Eh?, pues aguántate- su lengua se movía más de la cuenta sin poder contener las palabras, había aguantado mucho estos últimos días.
Fengxiao sólo resopló y se corrió el cabello hacia atrás. Cuando hablado esquivaba su mirada y se tapaba ligeramente la boca.
-No me puedo controlar y no quiero hacerte daño-
-¿Eh?- Zhiyin alzó una ceja.
-Si estas cerca no me puedo controlar, es solo eso-
-Oye, Zhiyin llamado a Fengxiao para que se reporte a tierra, se explicitó como dices tú- chasqueó los dedos en el aire. Debía ser muy ingenioso para convencerlo de no violárselo porque ese sería el final de la noche por cómo iba la cosa-
-Zhiyin, si estoy a tu lado solo pienso en hacerlo contigo todo el tiempo y no contenerme. Temo hacerte daño en tu estado actual. Dijo sinceramente Fengxiao con un poco de vergüenza y casi murmurando.
Al menor casi se le cae la quijada del asombro.
-Espera un momento. ¿Es eso? ¿Y se puede saber por qué rayos no me puedes dar como cajón que no cierra? Si eso es lo que quiero maldito imbécil-
Fengxiao ignoró todas las ofensas a su persona para enfocarse en el tema principal.
-No lo haré- vio como la boca de Zhiyin se abría- No hasta que hayas dado a luz y tu cuerpo se haya recuperado. Ya lo dije, no quiero hacerte daño-
Zhiyin suspiró exasperado y casi jalándose los cabellos.
-Esposo míooooo, mira que puedes ser trágico. Estoy embarazado, no lisiado, además el bebé está completamente a salvo con el cultivo que lo rodea, así que a menos que pasé algo muy, pero muy malo no hay que preocuparse-
-No me arriesgaré, conozco mis límites aunque tú no- Fengxiao estaba renuente en la idea de tocarlo.
-Entonces no piensas darme cariñó, a tu esposo que te lo pide- dio un paso hacia él y Fengxiao no supo por qué pero retrocedió uno en consecuencia. Zhiyin sonrió de lado- ¿Esposo mío, acaso intentas escapar de mí?-
-Zhiyin vuelve, será lo mejor para ambos- sabía que si dejaba que sus deseos se desbordaran, todo el autocontrol al que había tenido que someterse se esfumaría. Si, era el mismo cuerpo con el que había tenido sexo antes, pero aquella vez había sido diferente y había despertado dentro de él una bestia que ni el mismo conocía.
Auqnue eso era algo de lo que Zhiyin no tenía conciencia y hacía todo su esfuerzo es provocar. Él volvió a dar otro paso. Había una sonrisa provocativa en su rostro.
-Esposo mío, no huyas- llevó sus manos a su cinturón para empezar a soltarlo.
-Zhiyin, estoy hablando en serio- Fengxiao retrocedió nuevamente manteniendo la distancia. Parecía una escena bastante cómico para el que lo viera, después de todo alguien con apenas cultivo estaba intimidando a alguien tan fuerte.
Zhiyin desplazó su primera túnica desde sus hombros hasta que esta cayó en el suelo. Tembló ligeramente cuando la frialdad se coló alrededor de su cuerpo pero no retrocedería. Esta vez el depredador era él y quizás lo que tenía planeado para la noche podría adelantarlo.
-Esposo mío, vamos a hacer el amor, quieras o no- sonrió mostrando sus peligrosos hoyuelos- tendrás que pagarme por estos quince días-
-Zhiyin, no lo vamos a hacer, y es mi palabra final- se había fijado que su esposo dejaba prenda tras prenda detrás de él y se acercaba con un movimiento coqueto de sus caderas. Nunca se imaginó que después de su primera vez, su esposo se volviera de esa manera. ¿Qué había despertado?
-Y ya que estamos en esto, todavía recuerdo lo de aquella vez-Zhiyin se desató el cabello que cayó sobre su hombro, ya había crecido nuevamente sobre sus caderas en suaves ondas- ya que me llamaste mami y me quemaste el cerebro con eso, yo estuve pensando en un buen sobrenombre para ti también- Se detuvo delante de Fengxiao que había quedado acorralado contra la pared. Zhiyin dejó a la vista una hilera de dientes -¿Qué crees, mi Fengxiao bebé?-
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