Esposo mío, que detallista/ Maratón 4
Zhiyin no pudo evitar quedarse profundamente dormido el resto del viaje a pesar de que quería estar pendiente de todos los movimientos de la mujer. Pero había cierto personaje en su panza que no ayudaba con la situación y lo mantenía agotado. Ni siquiera abrió los ojos cuando Fengxiao lo llamó casi a medianoche para un bocadillo pues faltaban horas para llegar a la secta. Solo se acurrucó más hacia él.
Tampoco lo hizo cuando el carruaje se detuvo por fin, apenas a dos horas de que amaneciera y comenzaron las voces a su alrededor, ni cuando él lo sacó cargado, lo llevó hacia la habitación, le quitó las cargadas túnicas y lo tapó con la gruesa colcha. Nada hizo que Zhiyin recobrara el sentido y de cierta forma Fengxiao se preocupó pero Yanhuan y el médico después de comprobarlo, solo habían dictado que el estrés y el viaje lo habían agotado demasiado.
Eso al menos hizo que el líder respirara aliviado pero no en su totalidad, había hecho los planes para que el dichoso viaje fuera lo más relajante para su esposo pero no había tenido éxito. Después de ordenarle a los gemelos que llevaran a Rong Langli a una de las habitaciones de invitados provisionales hasta que pudiera instalarla en el pabellón femenino, se quitó la ropa, se dio un baño rápido y se acostó al lado de Zhiyin. Y por supuesto en menos de un minuto y sintiendo como la cama sufría un desnivel, el menor se abrazó a Fengxiao acomodándose. La bola de pelo que no se había separado de su nuevo dueño descansaba del otro lado de la almohada en una bolita. Faltaban poco para la hora de empezar la rutina, pero por un día la rompería.
Yanhuan gruñía después de volver de atender a la nueva invitada y su hermano lo seguía con expresión sombría.
-Recuérdame la razón por la que está aquí- el primero giró la cabeza por encima del hombro y su hermano negó con la cabeza.
-El maestro de Fengxiao lo pidió-
-No es eso lo que quiero que me digas. Esa maldita mujer, qué demonios se piensa que es, exigiendo una habitación más grande y seguida de la de Fengxiao- el mayor de los gemelos estaba que mordía –Ella será vieja amiga de él, y su ex prometida, pero se piensa que todavía tiene derechos para mandar aquí-
Yanfeng entró detrás de él cerrando la puerta una vez entraron en su habitación y dejó sus bultos sobre una mesa para ir a acomodar la cama.
-Cálmate hermano, no resolverás nada con seguir protestando por eso, mañana dile a Fengxiao y ya está-
Yanhuan se dejó caer bruscamente sobre una silla y resopló.
-Sabes lo que me preocupa realmente- eso llamó la atención de su gemelo- Tengo una mala sensación respeto a todo esto y a Zhiyin-
-¿Estás preocupado por él?- Yanfeng se le acercó y comenzó a quitarle los adornos de la cabeza dejando que el cabello un poco más largo que el de él cayera por su espalda, haciendo que lo único que los diferenciara fuera los pocos seis centímetros de diferencia en alturas.
-¿Quién se preocupa por él?- gritó indignado para después bajar la cabeza.
-No estás siendo sincero, pero tienes razón, a mí también me preocupa y más ahora que está en un momento vulnerable con el hijo de Fengxiao dentro de él-
-Tenemos que tenerla vigilada- recibió un asentimiento por parte de Yanfeng que comenzaba a quitar la túnica de su hermano para que pudiera ponerse cómodo para dormir.
Esto no fue precisamente lo que entendió el mayor. Agarró a su hermano de la muñeca y lo llevó hacia una de las paredes atrapándolo entre su cuerpo y esta solo separados por la distancia de los brazos a cada lado de Yanfeng. La habitación estaba a oscuras por lo que apenas entraba la luz proveniente de la luna que comenzaba a morir en el cielo.
-¿Por qué no me calmas como sabes hacerlo? Además, todavía quiero algo- una sonrisa de medio lado cruzó el rostro de Yanhuan enmarcado por su cabello suelto que le daba un aspecto mucho más maduro.
Yanfeng tembló al escuchar el tono de su voz cargado de excitación y dirigió sus manos al borde del pantalón de su hermano. Deshizo los nudos con gran habilidad adquirida a lo largo de los años, encontrándose con una erección creciente. Apenas la tomó entre sus manos el mayor soltó un sonoro gemido y dejó caer la cabeza sobre el hombro de su hermano.
Yanfeng atrapó el miembro entre sus dedos y apretó comenzando un movimiento de arriba abajo enfocando una de sus manos en la parte de atrás del glande donde sabía era mucho más sensible y le gustaba más. Yanhuan fue esta vez el que tembló y la tela de la túnica se le pegó a la espalda por el sudor así que sin romper el contacto íntimo entre ellos se incorporó y se quitó todas las prendas superiores dejando su torso bien definido visible.
Yanfeng se relamió al verlo. A pesar de ser gemelos, sus cuerpos eran diferentes. El de él era más delgado y menos fibroso aun si había trabajado en él con la misma intensidad. Incluso esa parte de abajo variaba en proporciones. Su hermano definitivamente se había llevado la mejor parte de la genética familiar.
Inmiscuido en sus pensamientos no se dio cuenta que Yanhuan agarró su barbilla y atrajo sus labios a los de él devorándolos con fuerza. Los mordió abriéndose paso hasta enrollar su lengua con la del menor después de saborear toda la cavidad. Adoraba el sabor de su gemelo. Las manos sobre su miembro solo aumentaban las intensas sensaciones de placer olvidando por completo todo a su alrededor. Un leve calambre azotó sus caderas desnudas anunciando el orgasmo pero no quería venirse solo.
Besando aun a su hermano bajó sus manos y abrió sus ropas buscando el miembro de este y dejándolo libre. Dejó los ahora hinchados y húmedos labios de su gemelo para pegar sus caderas aún más y susurrarle al oído.
-Hazlo junto, no me falta mucho- recibió un gemido por parte del menor que unió sus miembros en sus manos y continuó el movimiento aumentando la fricción entre ellos.
Yanhuan dejó caer su cabeza gimiendo sobre el hombro de Yanfeng manteniendo el equilibro sosteniéndose contra la pared mientras sus piernas querían doblarse de tanto placer. Su hermano si sabía como hacerle ver el cielo. Dejó un trillo de besos en la piel ante él. La sensación volvió nuevamente y esta vez no la detuvo. Enterró sus dientes en el cuello del menor cuando estalló en un fuerte orgasmo manchando las manos de Yanfeng que lo siguió con otro orgasmo.
Las rodillas del menor se doblaron cansado y Yanhuan lo sostuvo rodeando su cintura cayendo él también en el suelo temblando por el orgasmo.
-Siempre lo digo- besó primero la fuerte marca en su cuello para después hacerlo con sus labios –No quiero a nadie más en mi vida, solo te necesito a ti-
Zhiyin se revolvió en la cama sin quererse despertar. Quería seguir durmiendo pero su estómago gruñía como un dragón. Se había saltado la merienda de por la noche, la de la madrugada, el desayuno, la merienda de media mañana y ya era la hora del almuerzo y le tocaba. Su hijo no lo seguiría perdonando. Se levantó de un tirón hecho un manojo de cabellos alborotados, gritando.
-Ya, no fastidies, ya te daré de comer-
Yanfeng que estaba arreglando la ropa que se pondría se alarmó pensando que hablaba solo pero se fijó que este establecía una conversación con el bebé en su panza. Cogió la ropa en sus brazos y se acercó a su señor.
-Buenas tardes señor Zhiyin ¿durmió bien?-
-No sé, pregúntale a esto- dijo y comenzó a correrse hacia el borde de la cama bajando los pies por el lado de su esposo. La cama estaba fría por lo que hacía mucho se había levantado –Oye- una sonrisa pícara se postró en sus labios –vaya fiera la que te cogió ayer-
Yanfeng abrió los ojos dejando caer la ropa y se llevó la mano al cuello notando que la túnica apenas la ocultaba. Zhiyin se carcajeó.
-Quiero saber los detalles del salvaje que te hizo eso, debe ser muy pasional- sus palabras solo provocaron un gran sonrojo en el gemelo recordando lo hecho con su hermano que no era nada nuevo en sus vidas.
Media hora después Zhiyin ya estaba vestido completamente y su cabello recogido. Ese día había optado por una nueva túnica que le había mandado Xiaochen a modo de disculpa de todo lo que había pasado y tenía que reconocer que el hombre tenía buen estilo. Llevaba el corte a las que usaba Zhiyin pero con detalles mucho más elaborados en distintas partes así como un color azul celeste que hacía que su cabello resaltara aún más.
Yanfeng salió del cuarto para buscar su almuerzo que pedía hasta por señas y lo esperó sentado en la mesa dándose cuenta que Xiaobai no estaba en la habitación después de buscarlo. Era la primera mascota suya que había tenido debido a que sus padres se negaban pues podría distraerse y después no tenía tiempo de atenderla por lo que estaba loco de alegría de haberla traído. Se rascó la nuca, tal vez había salido con su esposo, le preguntaría a Yanfeng cuando volviera, pero en cambio quienes entraron a la habitación fueron dos mujeres con bandejas llenas de comida.
-Señor Zhiyin- hicieron una reverencia y dejaron las bandejas delante de él –El señor Yanfeng nos pidió que fuéramos trayendo esto mientras él le prepara el té con unas hojas nuevas que llegaron esta mañana pedidas por el líder de secta especialmente para usted-
-Esposo mío, que detallista-
Zhiyin reconoció a las chicas como parte del personal que normalmente atendía a Fengxiao por lo que les creyó y no esperó mucho para empezar a comer. Algo que le llamó la atención era un plato con cuadros de carne dentro de un líquido espeso y verduras que olía delicioso. Lo probó y supo a gloria.
-¿Qué es esto?- preguntó con la boca llena después de varios bocados.
-Eso- una de las chicas inclinó la cabeza- es sopa de conejo-
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