Esposo mío, podemos ir por la segunda vuelta
Zhiyin mordió los labios de su esposo en un intento de contener los gemidos que salían de su boca con cada embestida contra su cadera. No era rudo, no dolía, pero era demasiado intenso, se sentía lleno al punto de casi ser insoportable, pero era una sensación placentera a la vez. Además diversas olas eléctricas se desplazaban por su columna vertebrar directamente a su médula ósea. Sus piernas temblaban cruzadas detrás de las nalgas de Fengxiao y su abdomen se contaría con cada espasmo.
Ni siquiera podía generar algún pensamiento conciso. Su mente estaba en blanco solo siendo estimulada por el roce del delicioso cuerpo sobre él que hacía un desastre entre sus muslos. No sabía cómo Fengxiao lo hacía pero no recargaba su peso en la pancita y aun así podía besarlo. Eso podía estar dándole dolor en la espalda pero Zhiyin no podía hablar, como podría preguntarle. Sus uñas se enterraban en su espalda dejándole marcas de arañasos. No estaba seguro si después le dolerían.
Fengxiao lamió su garganta sumamente roja y sus ojos azules brillaron. Con esto todos sabían que lo habían hecho, no era algo que se podía ocultar tan fácilmente. Le encantaba esa parte de la anatomía del menor. La piel era suave y podía sentir su pulso, eso le recordaba que estaba vivo y a su lado.
-Zhiyin- jadeó con sudor en su frente- No me aprietes así- sentía como el interior del menor apretaba su miembro con fuerza, era en parte estimulante y en parte ligeramente doloroso.
-No puedo- Zhiyin casi no pudo hablar y su voz se oyó llena de aire- Mi cuerpo se manda solo- apretaba los ojos mientras gemidos salían uno tras otro.
Sus manos estaban por todas partes tocando a su esposo memorizando su físico, pero protestó cuando este se levantó sobre sus tobillos, alejándose de él para cambiar un poco la posición. El interior era suave y acogedor y quería hacer la penetración aún más placentera para el cuerpo jadeante y descompuesto debajo de él. Una imagen que quedaría grabada en su mente para siempre.
Agarró una de sus piernas torneadas y blancas y besó el costado de la rodilla y después el tobillo.
-Recuerdas que te dije que eras capaz de hacer posiciones que no te imaginabas- Fengxiao le sonrió suavemente cambiando el ángulo.
Zhiyin abrió los ojos confundido para después soltar un grito que cubrió con sus manos. Pudo jurar que vio estrellas con la nueva profundidad alcanzada y su cadera tembló tanto que tuvo que ser sujetada por Fengxiao que no paró el ataque a su cuerpo.
-¿Estás bien?- le preguntó quitándose el sudor de la barbilla.
Zhiyin lo miró con los ojos llenos de lágrimas y nublados y asintió. Y si estaba mal no lo diría. Si había algo mejor que el paraíso era esto. Nunca se imaginó que el sexo anal fuera tan bueno. Fengxiao dio varias embestidas más hasta que la mano de Zhiyin se posó en su abdomen y lo detuvo con un pequeño empujoncito.
-¿Te duele?- se inclinó un poco acariciando su mejilla preocupado que no se hubiera contenido lo suficiente.
-Casi- jadeaba Zhiyin- no puedo respirar- señaló con el dedo su barriga- me aprieta el estómago- tomó una gran bocanada de aire- gírame- le dijo buscando una forma que su renacuajo no le exprimiera aún más sus órganos internos. Al principio no fue problema pero después de un tiempo era un poco sofocante.
Fengxiao le corrió el cabello de la frente hacia atrás y la besó. Se incorporó saliendo de él con cuidado de no lastimarlo y lo ayudó para girarlo boca abajo. Le costó un poco pues el cuerpo de Zhiyin casi se derretía y era demasiado flexible. Dejó que el torso quedara sobre la cama y alzó sus caderas para que no presionara la barriga que acarició.
-¿Mejor así?-
-Hmm- Zhiyin se abrazó la almohada y lo miró por encima del rostro con una sonrisa. Aquella posición era vergonzosa pero en su mente estaba primero el paraíso a donde había sido enviado varias veces que estar tan expuesto.
Sintió como la punta del miembro de Fengxiao se posaba otra vez contra su agujero y empujaba lento pero firme. Zhiyin fue consiente del líquido que bajaba por sus muslos en la nueva posición pero era extrañamente excitante por lo que pronto estuvo nuevamente gimiendo.
El vaivén contra su cadera comenzó de nuevo. Sus puntos erógenos eran rozados desde un nuevo ángulo y lo tuvo temblando con más intensidad. Si, la sensación en todo su cuerpo era intensa, incluso más que antes. Su interior palpitaba con cada violenta estimulación de todos sus nervios pero sollozó en protesta.
Fengxiao se inclinó y le besó el hombro.
-¿No te gusta así?- un gemido caliente se extendió contra la piel de menor.
-No me gusta- dijo sinceramente- Pero no te detengas- jadeó- es que no puedo tocarte, ni besarte. No me gusta no hacerlo-
Acto seguido una mano se coló por el otro lado de su cuerpo y alzó su cabeza. Sus labios fueron asaltados en cuanto Fengxiao se inclinó un poco más. Esto hizo que la penetración fuera más profunda y Zhiyin gimiera en su garganta.
-Puedo besarte- le dijo el líder contra sus labios después de soltarlo para que ambos tomaran un respiro.
Zhiyin se rio.
-Sí, si puedes hacerlo- se dejó caer contra la almohada más conforme.
Vio como la mano de Fengxiao se posaba sobre la de él entrelazando sus dedos. Algo bastante romántico que nunca pensó que experimentaría. Su pecho se regocijó. Detalles como estos era los que hacía que se enamorara cada vez más de él. La otra mano sujetaba la cadera de Zhiyin que podía escurrirse fácilmente hacia abajo, apenas si podía sostenerse en sus rodillas, sus muslos eran un mar de temblores deliciosos.
Después de varias estocadas más en los puntos exactos Zhiyin no podía cerrar la boca, la saliva se escurría por el costado y sus ojos estaban cerrados. Fengxiao extendía besos a todo lo largo de su espalda que se sentían realmente bien para después ser remplazados por un ardor que solo hacía volverlo más loco.
Esta sensación fuerte era cada vez más arriba, como si dientes apretaran su piel. Miró por encima de su hombro encontrándose con los orbes desenfocados y excitados de Fengxiao, que estaba dejando su piel después de morderla y dejar una notoria macar. No se había equivocado, a Fengxiao le gustaba morderlo, evidencia de eso eran las varias marcas que ya estaban ya desde sus nalgas, cintura y que ahora subían poco a poco hasta que lamió su nuca con entusiasmo.
Zhiyin gimió y la expuso sin pensar en las consecuencias, si venía de Fengxiao se seguro se sentiría bien y fue así cuadro los dientes se incrustaron contra su piel dejando una marca rojiza. El estremecimiento fue tal en su cuerpo y el calor se desató con tanta fuerza que no pudo evitar gritar y convulsionarse. Chorros blanquecinos salieron de su miembro machando la sábana debajo de él. Era como si hubiera subido al cielo con tanta intensidad que se olvidó de respirar por completo. Su mente inmensa en el mar de sensaciones que lo azotaban.
En consecuencia apretó su interior estrujando el miembro de su esposo con espasmos. Las contracciones estimularon el pene del mayor que sin tener que moverse mucho más dio una profunda estocada y se liberó, dejando que su esencia llenara el interior de su esposo. Se abrazó recostandosr sobre Zhiyin disfrutando de los deliciosos calambres que se extendían desde la cadera hasta cada parte de él. Su cabello caía sobre ambos como una inmensa cascada pegándose a los dos cuerpos sudorosos y jadeantes que no podían recuperarse de la sofocante experiencia.
Fengxiao reaccionó primero y aunque estaba aturdido todavía por los efectos del inmenso orgasmo se corrió hacia un lado llevándose a Zhiyin para acostarlo sobre su costado aun sin salir de él. Era tan cómodo estar en su interior que no quería separarse todavía y su esposo parecía estar de acuerdo pues aun lo apretaba estimulándolos a ambos.
-¿Cómo estás?- Jadeó contra su cuello después de atraerlo hacia él.
-No sé- Zhiyin apenas entendió su propia respuesta- Creo que estoy flotando-
Fengxiao se rio y lo abrazó más contra él enterrando el rostro en su cuello. Era agradable quedarse así después de hacer el amor. Abrazados, amorosos, algo que siempre quiso experimentar y que aun, después no casado, no había tenido la oportunidad hasta ahora. Zhiyin definitivamente era lo mejor que le había podido pasar en su vida.
Si creía que estaba enamorado de Fujie se había equivocado, lo que sentía por Zhiyin entonces, no tenía nombre.
-Esposo mío- oyó la voz suave de Zhiyin- Esposo mío-
-¿Qué ocurre?- le besó el cuello sobre todo donde había dejado la mordida en su nuca, lo había hecho con algo de fuerza, así que se imaginaba que tal vez después le gritaría.
-Esposo mío, podemos ir por la segunda vuelta-
Fengxiao pestañeó y se alzó sobre su codo girando un poco a Zhiyin hacia él. Una ceja se alzó.
-Me parece que no, mañana estarás muy adolorido, hace mucho que tu cuerpo no tiene relaciones sexuales-
Zhiyin entrecerró los ojos y después los abrió con la típica expresión de cachorro. Parecía que después de una vuelta todavía le quedaba energía y tenía intenciones de gastarlas esa noche, sobre todo después de lo experimentado.
-¿No quieres hacer el amor conmigo?- hizo un puchero inocente.
Y tras la expresión de su esposo supo que había ganado.
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