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Esposo mío, no podemos tener sexo

Zhiyin estaba recostado en la cama dejando que el doctor revisara su estado. No era algo que lo tenía muy cómodo pero sabía que debía pasar por este examen para tranquilidad de él su pareja. El hombre terminó cerrándole tanto las piernas como la túnica y tomando su pulso como último paso.

-Hmm, ya veo- murmuró el hombre.

-¿Pasa algo?- Fengxiao apretaba sus manos en su espalda, ansioso a pesar de estar serio.

-¿Está algo mal con el renacuajo, conmigo?- Zhiyin se movió recargándose en el respaldo amarrándose el cinturón de la túnica.

-No, no cálmense los dos- el doctor guardó sus cosas en su bolsa- Realmente les tengo buenas noticias. Ahora que su bebé se ha independizado del cultivo de su padre, el cuerpo de ambos se ha estabilizado, más bien se están fortaleciendo, por lo que solo hay que tomar el embarazo como uno normal-

Zhiyin y Fengxiao se miraron y el menor estaba impactado. Tal vez ahora que estaba mejor le sería más fácil cultivar. Se había sentido impotente ante el estúpido ataque de aquella mujer y no poder defenderse. Si alguien en el futuro apareciera que lo agradeciera de nuevo, necesitaba saber defenderse. Además estaba otro asunto que le importaba más.

-Entonces doctor, ya podemos tener sexo- afirmó con cierto brillo en los ojos que hizo que tanto el doctor como Fengxiao se avergonzaran y descolocaba a Yanhuan que no comprendía sus palabras
El hombre carraspeó recomponiéndose.

-Bueno, bueno, para eso hay que esperar todavía un poco, estás a punto de cumplir los seis meses, en menos de dos semanas ya se cumple el plazo que te puse, es ese tiempo te prescribiré una medicina para terminar de reforzar tu cuerpo y después, tomando las medidas necesarias puedes hacerlo sin ningún problema. El embarazo masculino es bastante delicado pues su físico no está preparado para estar en estado, así que le pido que no se desespere.

Zhiyin soltó un resoplido.

-Oíste eso, esposo mío, no podemos tener sexo todavía - hizo un puchero –Y yo que tenía varias cosas en mente- y las que había leído últimamente-QUIERO TENER SEXOOOOO- gritó en una pataleta- Doctor, acaso no sabe lo rico que se siente estar con él en la cama-

El doctor esta vez sí estaba realmente incómodo con lo explícito de su comentario y miró al líder buscando apoyo.

-Pues no, nunca me he acostado con él y no pretendo hacerlo, por lo que no tengo idea-

-Ve, ahí está la cosa, por eso es que dice que espere-

-Zhiyin, escucha al doctor- le reprendió suave su esposo alcanzándole otra túnica para que se la pusiera y lo cubriera.

-Esperen un momento- por fin explotó Yanhuan desde atrás avanzando hacia ellos -¿Entonces qué es lo que han estado haciendo hasta ahora?-

-¿Nosotros?- preguntó inocentemente el menor y después sonrió –Oh, estás interesado en lo que hacemos en la intimidad, chismoso, pues no te diré, quédate con la duda- Zhiyin sonrió con malicia, ya comenzaba la tortura.

-Tú...- apretó los labios con fuerza junto con sus puños e intentó calmarse. Zhiyin disfrutaba las expresiones del gemelo así como molestarlo.

Fengxiao no intervino, solo acarició la cabeza de su sonriente esposo antes de que el doctor se levantara y le diera a Yanhuan un papel con los ingredientes de la medicina. Zhiyin aprovechó que el gemelo estaba absorto leyendo el papel y activo su manilla dejando que saliera Fengxin delante de este. Un buen grito vino después.

-¿Qué mierda es estooooooo?- Yanhuan cayó de nalgas contra el suelo en una posición poco recatada y se arrastraba hacia atrás.

La carcajada de Zhiyin hacía eco dentro del cuarto aguantándose la panza de casi no poder respirar. Fengxiao a su lado suspiró pero de igual forma no lo regañó.

-No lo puedo creer- Zhiyin se reía a más no poder –No solo le tienes miedo a los conejos, es a toda cosa peluda que se mueva, esto es bueno saberlo- su lengua se enredaba en su boca mientras se reía.

-ZHIYIN, maldito demonio como te atrev...ahhhhhh- gritó cuando el enorme perro se acercó a él y su forma comenzó a disminuir hasta quedar en una pequeña bola de pelo con dos orejas de color negro –Eso...eso- su voz tembló.

-Es por lo de los comentarios, es mi castigo preparado especialmente para ti- Zhiyin sonreía complacido con el resultado de su venganza pero sus palabras no fueron oídas. El rostro de Yanhuan se había vuelto verde. Acto seguido sus ojos se tornaron blancos y cayó inconsciente en el suelo con un sonido sordo.

-Ay, madre mía- Zhiyin se alarmó y se levantó ayudado por su esposo y se acercó al gemelo –Esposo mío, creo que se me fue la mano- Fengxiao que se había arrodillado y comprobaba el pulso del chico alzó la cabeza y asintió.

-¿Ya te divertiste lo suficiente?- no lo detenía pues sabía porque Zhiyin hacía todo aquello, era una persona rencorosa en el fondo aun si adornaba todo con palabras.

-Creo que sí- el menor sonrió y se giró de nuevo hacia la cama- Aunque no me molestaría que me entretuvieras tú el resto del tiempo. O mejor, Fengxin- llamó a su familiar que retomó su forma original y se subió acostándose al lado de su dueño- creo que le enseñaré algunos trucos a mi hermoso perro- acarició su morro dándole un besito en la punta de la nariz- Buen chico-

Fengxiao se quedó mirando la escena con el ceño fruncido.

-No necesitas entretenerte con él, todavía estoy aquí- gruñó y Zhiyin se burló.

-Eres increíble esposo mío, estás celoso de tu propio regalo-

Fengxiao ni siquiera le respondió. Se levantó y abrió la puerta llamando a dos discípulos para que llevaran a Yanhuan a su habitación. Solo había sido un desmayo y él sabía que era más fuerte que eso, tampoco era que lo quisiera tener cerca para cuando despertara con sus quejas. Una vez solos de nuevo se giró hacia su esposo que comenzaba a desatarse la túnica exterior con descaro.

-Ven- abrió sus brazos y piernas dejando que la tela se corriera hasta los bordes de los muslos dejando a la vista sus piernas torneadas- Entonces entretenme como tú sabes que me gusta- no sabía la razón pero desde que había llegado a buenos términos con su esposo su lívido de había disparado por los cielos.

El doctor le había comentado que podría deberse a la posición que había adoptado el bebé, que aunque era todavía pequeño presionaba algunos músculos estimulando su próstata. Razón que era normal que necesitara ser mimando de cierta forma constantemente. Lo más significativo de aquello era que quizás no durara mucho pero que de seguro volvería y se haría más fuerte cuando estuviera en las últimas cinco semanas del embarazo y la presión fuera mayor sobre esa zona específicamente.

Fengxiao se acercó a la cama suavizándose la ropa y se sentó entre sus piernas y buscó sus labios con ansias y hambre. Lo agarró de la nuca para intensificarlo corriendo su cabeza hacia atrás. El sonido provocado entre sus lenguas era incluso obsceno, entrelazándose, dejando que la saliva fluyera entre ellos y se derramara por la comisura de los labios del menor. Fengxiao se separó un poco y entrecerró los ojos.

-Tu perro me está mirando- murmuró.

-No te metas con mi perro- sonrió abrazando el cuello de su esposo y rozando sus labios por el borde de los de él, sus piernas rodearon la estrecha cintura- Pero si te molesta que alguien esté entre nosotros no hay problema con eso- hizo que Fengxin volviera a la manilla- ¿Conforme?-

-Hmm- este asintió acariciando su cintura descendiendo hacia su cadera.

Zhiyin jadeó para que su boca fuera otra vez devorada. Quería dejar salir gemidos pero le era imposible con el ataque de su esposo. Y no era que hiciera mucho para quitárselo de encima. Ahora que se le había declarado y que estaba al tanto de los sentimientos del mayor las sensaciones eran incluso más intensas que antes. Se volvería loco en cualquier momento.

-Son...hermosos- pasó los dedos por los labios húmedos de saliva de su esposo- No me aburriré de ellos nunca- la punta de su lengua los acarició- La curva de la boca de Fengxiao se alzó ante sus palabras e hizo un movimiento de la cadera estimulando ambos miembros que ya estaba duros.

-No podemos tener sexo- se dijo más para él que para Zhiyin.

-Es una lástima, pero hay otras cosas que podemos probar ¿qué cree? -su voz era melosa- por qué no me devuelves el favor de aquella vez- con la mano hizo un movimiento que terminó en su boca indicándole la mamada de aquella vez- lo incitó el menor contra su oído mientras la mano intrusa en su ropa sobaba se pezón erecto. Le gustaba mucho más estar en esta posición que peleado con él. Zhiyin no pudo dejar de soltar un agudo gemido de esos que tanto le gustaban a Fengxiao cuando. -Líder de secta, Joven Amo- alguien los interrumpió desde la puerta –Yanfeng acaba de llegar-

Eso apagó toda la llama de Zhiyin que dejó caer la cabeza hacia atrás y se pasó la mano sobre los ojos.

-Estos gemelos tuyos no sé qué tienen para llegar en los momentos más inoportunos- se quejó- Júrame que cuando vayamos a tener sexo al menos los tendrás amarrados-

Fengxiao asimiló la idea y al final accedió. Con esos dos era mejor tomar medidas extremas.

Si sigo así esta historia entra dentro de poco en categoría de novela erótica. Pensándolo bien, nada mal. Que creen?

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