Zhiyin regresó a su cuarto, en la noche, y se dio cuenta que había algo extraño, muy extraño. La cama, aunque no muy cómoda, pero útil había desaparecido. Parpadeó varias veces para verificar que su espacio persona no había sido profanado pero no era así. Chasqueó los dientes.

-Maldito Fengxiao- dio media vuelta y salió caminando casi tumbando a Yanfeng que iba detrás de él.

-Señor Zhiyin, señor Zhiyin- el gemelo lo siguió una vez recuperó el equilibro pero Zhiyin no se detuvo hasta que llegó al cuarto de su esposo abriendo la puerta de un tirón y avanzando hasta el borde de la cama.

-¿Dónde está mi cama?- puso las manos en la cintura, molesto.

-No sé- respondió el hombre que seguía leyendo tranquilamente ocultando que era la mente maestra.

-Esposo mío, sé que esto es obra tuya, devuélveme mi cama. Acaso no piensas en el bienestar de tu hijo-

Fengxiao cerró el libro sobre su regazo y levantó la clara mirada. Zhiyin sintió como su corazón comenzaba a latir rápidamente y un sonrojo se proyectaba en sus mejillas. Algunos recuerdos que quería olvidar se volvieron a proyectar en su mente. Se quedó incrédulo ante esto ¿Qué demonios le ocurría? Eso solo lo hizo molestarse más.

-Tienes una cama delante de ti, ahora mismo, puedes dormir aquí- la voz del líder de la secta era melosa.

-Tú...tú... te dije que no volvería a dormir contigo- lo señaló con el dedo- No importa- se dio media vuelta –Puedo arreglármelas solo- y salió del cuarto con paso apresurado-

Yanhuan vio el estado en que Zhiyin salía casi chocando nuevamente con un Yanfeng que parecía aturdido dando vuelta de un lado hacia otro intentando seguir a su señor. Entró y miró a Fengxiao con una leve sonrisa en sus labios. Desde el cambio en el carácter de Zhiyin, este sonreía un poco más y su humor era menos agrio y muchos se habían dado cuenta de esto.

-Mi señor, el señor Zhiyin acaba de salir, cree que fue buena idea lo de esconder su cama-

-No te preocupes, Yanhuan, volverá, eso te lo puedo asegurar- respondió el hombre con confianza retomando la lectura.

Efectivamente, media hora después Zhiyin entró y caminó hacia la cama, apartando de un tirón la colcha y acostándose dándole la espalda a su esposo.

-No es que no querías dormir conmigo- presionó Fengxiao divertido. La perreta del menor lo tenía de buen carácter.

-Cállate- le espetó Zhiyin cubriéndose la cabeza con la colcha. Unos minutos después volvió a hablar –El piso es muy duro- y se calló.

Fengxiao lo miró con una expresión indescriptible. Este hombre lo volvía loco. No sabía que cambio le había hecho el embarazo pero la verdad era que cada día se enamoraba más y más de su esposo, al punto de ser una obsesión. Se corrió hacia atrás los mechones que habían escapado de su cabello trenzado por Yanhuan y dejó el libro en una esquina de la cama. Se recostó y sabiendo que esto recibiría otra perreta, cruzó el brazo por la cintura del menor. No recibió respuesta y se percató que su respiración era constante.

Eso había sido rápido. Todavía debía estar cansado, al menos el efecto de la droga había pasado completamente después de tomar todo el antídoto. Le retiró la colcha de la cabeza y la acomodó a la altura del cuello volviendo a abrazarlo. Dejó un beso en su nuca y se acurrucó contra su cuerpo sabiendo que al despertar los papeles estarían investidos.

Para cuando Zhiyin había cumplido los 5 meses de embarazo los problemas con este cambiaron completamente. Ya no cruzaba los episodios de dolor ni necesitaba de la energía de Fengxiao, el bebé se había estabilizado dentro de él. Pero a su vez si sufría de constante sueño y comía hasta que ya no pudiera más. Al menos eso era con algo que podía lidiar, aunque Suji dada constantes quejas de que se quedaba dormido en plenas lecciones, algo que Fengxiao siempre justificaba.

También había empezado a entrenar con los demás miembros de la secta. Los primeros tres días podía incluso sentirse asqueado de la cantidad de miradas sobre él. Pero después había empezado a interactuar y a enseñar sobre técnicas de espada y había tenido una buena acogida. Se estaba ganando la confianza de los demás que se habían enterado de la pérdida de su memoria por lo que no tocaban puntos sensibles del pasado. Ahora su esposo estaba un paso más lejos de poderlo botar así como así y de paso se aseguraba de tener a los chicos bien entrenados en caso que necesitara su protección.

También, su panza ahora no podía ser ocultada como antes dentro de la túnica y aunque tampoco era muy grande si era notable. Por lo que era muy cuidadoso con el ejercicio físico. Cada vez que se miraba en el espejo más tenía que convencerse de que realmente este era su nuevo cuerpo y que estaba en estado.

-Esposo mio, estoy gordo- esbozó cuando su esposo entró al cuarto y este miraba su reflejo.

Fengxiao no respondió y se acercó hasta estar a su espalda.

-Mira esto- señaló la parte superior- no puedo ver mis pies y mi piel se está agrietando. Mis pies se hinchan de vez en vez-

-¿Necesitas que Yanhuan te de algún medicamento?- el hombre le preguntó alzando una ceja cubierta por su cabello.

-Lo que necesito es que el renacuajo acabe de nacer- dijo más como para salir de paso que en serio. Un lazo muy especial se había formado en el último mes y sabía que se sentiría extraño cuando no tuviera a su pequeño dentro de él. Demonios había pensado como una mujer.

Por el reflejo del espejo vio los ojos de Fengxiao y la forma cálida en que lo miraba. Desde cuando ese hombre tenía ese tipo de expresión. Su mente comenzó a maquinar y no entendía.

-Zhiyin- lo llamó y este se giró.

Su esposo le entregó un sobre y lo abrió. Era una invitación. Las letras estaban escritas de forma elegante y pedían su asistencia en el gran banquete de cumpleaños del primer año del hijo de la secta Suliu. Zhiyin lo leyó dos veces y alzó la cabeza.

-¿Yo también tengo que ir?-

-Sí, debemos asistir como pareja casada a prestar nuestros respetos. Ya mandé a comprar los presentes-

-Oh bien, por mí no hay problemas, mientras haya una cama siempre disponible cerca- le entregó nuevamente la carta. Sabía que mientras más persona los vieran juntos mejor para su posición, así que debía lucirse. Había estudiado el protocolo de comportamiento y daría la mejor imagen- ¿Y cuándo saldríamos?-

-La secta Suliu queda algo lejos por lo que el viaje tomara un tiempo determinado. Tendremos todo preparado para la tarde, así que saldríamos en cuanto caiga el sol para estar allá en la celebración a primera hora-

-¿Y qué ropa voy a usar?- recordó que aunque había logrado botar todas las túnicas exageradas y cambiado su vestuario por prendas a acorde a su posición, no recordaba tener algo tan formal para un evento así.

Entonces Fengxiao alzó la mano y la abrió mostrando una joya. De esta salió una luz y se trasformó en un conjunto de tela doblada, con una pequeña caja encima. Y se la dio.

-Esta pieza fue confeccionada a medida, sabía que no tenías ningún traje de gala así que lo mandé a confeccionar a medida para que estés cómodo con el embarazo.

-Vaya, esposo mío, que atento eres- Zhiyin lo cogió y estudió al textura de la tela y era deliciosa, estaba seguro que podría llevar una vestimenta así todo el tiempo.

Después de haber devorado doble ración de todos los platos que el fueron servidos Yanfeng le ayudó a ponerse la túnica. Era de color azul oscuro con detalles brocados en dorado alrededor del cuello, muñecas y borde de la túnica. A diferencia de las que se ponía esta era larga pero al menos llevaba un pantalón de bajo y unas botas nuevas a juego. El cinturón grueso bordado, no le apretaba y le ayudaba a sostener la panza sintiéndose más cómodo.

En la caja que no había abierto encontró tanto una prenda para recoger su cabello de piedras azules, como un arete, que tomó entre sus dedos. Lo puso en su oreja libre y la fina cadena que lo componía de desplazó hasta el final de su cuello. Era del mismo material que su arete con piedra roja en la otra oreja por lo que no se veía mal.

Yanfeng peinó su cabello y le realizó un semirecogido en la parte de atrás de la cabeza poniendo el cierre de piedras, dejando mechones sobre su rostro. Zhiyin nunca le había importado, pero tenía que reconocer que se veía increíblemente hermoso con todo aquello. Pero faltaba algo. Buscó en una de las gavetas y lo encontró. Sacó el pequeño pote y lo abrió. Metió el dedo en la sustancia rojiza y la llevó a sus labios otorgándole un poco de color. Ahora si estaba listo. Todas las mujeres ahora podían estar celoso de él

Yanhuan entró pidiendo que se reunieran con Fengxiao pues estaban a punto de partir. Al girarse Zhiyin pudo sentir como la respiración se trancaba en su garganta. Si pensaba que antes, a pesar de sus diferencias, el menor era hermoso, ahora no tenía palabras. Ya entendía por qué Fengxiao se había enamorado de este hombre.

Era simplemente perfecto.

Nota: tengo que reconocer que entre todas mis novelas que he creado, mi personaje preferido en Han Zhiyin, solo seguido Dilan de mi historia Sucumbiendo al instinto (omegaverse). Amo a estos personajes.