Esposo mío, estamos muy sucios
Fengxiao se percató de la incertidumbre en la expresión contrariada de Zhiyin. Tenía su mirada fija en su miembro, tanto que hasta él se puso nervioso. Era la primera vez que su esposo se comportaba de manera tan abierta con él, quizás demasiado, pero le gustaba y lo excitaba más de lo que se hubiera imaginado. Era la primera vez que se venía sin apenas tocarse, o más bien que lo hicieran venirse y todavía estar duro.
-Lo vas a mirar por el resto de la noche o vas a hacer algo con eso- lo provocó en medio de un jadeo, moviendo sus manos desesperado por soltarse. La posición ya resultaba algo incómoda.
-Esposo mío, no me presiones- Zhiyin le gruñó entre las piernas de él haciendo un puchero- Para esto hay que prepararse psicológicamente primero-
-Creo que es demasiado tarde para eso, no crees- Fengxiao gimió al sentir los dedos de su esposo tocar rozar su erección –Suéltame y déjame ayudarte-
-Ni loco- rodeó su erección –Aún estoy molesto contigo, así que quédate así un rato –quería tiempo para investigar por sus propios medios como tratar con aquello entre sus dedos.
Se sentía duro y a la vez la piel era tan suave y palpitaba. Era la versión mejorada de él en muchos sentidos. Se acordó de todo lo que había visto y pensó que era mejor ponerlo en práctica, sino empezaba por una vez nunca aprendería y no podía negar que su boca se estaba haciendo agua.
Desplazó su mano de arriba abajo por el miembro de su esposo sonriendo al recibir un gemido de este. Tener a un hombre tan serio así de esa forma era un logro para él. Se daba un diez para ser virgen. Apretó más el agarre así como aumentó la velocidad. Los muslos del mayor estaban tensos y mantenía las rodillas levemente flexionadas pero mantenía su cadera en su lugar.
Zhiyin se relamió cuando un líquido transparente comenzó a brotar de aquello y corriéndose hacia atrás los mechones que se habían escapado de su coleta bajó su cabeza lamiendo la punta.
-Zhiyin- Fengxiao apretó sus dientes conteniendo el calambre que bajaba pro su espalda, estaba cerca y no quería ser tema de burla del menor. Si él quería torturarle, le demostraría que no era presa fácil, pero el esfuerzo iba a ser grande.
Zhiyin sentía todo el cuerpo de su esposo temblar mientras saboreaba su nuevo descubrimiento. No era dulce como siempre decían en las novelas. Tampoco salado, era un sabor extraño que le gustó de cierta forma. Levantó la cabeza lamiéndose los labios y sonriendo pícaramente hacia su esposo que solo alzó la ceja. Esta vez cuando bajó la cabeza lo tomó hasta donde pudo en su boca sacándole un grito al mayor por la sorpresa. No se esperaba que hiciera aquello.
-¿Señor Fengxiao, qué ocurre?- unos toques vinieron desde la puerta.
El menor se incorporó molesto.
-Yanhuan, le estoy dando una mamada a mi esposo, piérdete- le gritó para volverse a inclinar.
-Una mamad..., ah, oh, ok, me voy, disculpen- se oyó la voz del hombre y los pasos de él perdiéndose.
-¿Sabes lo que acabas de hacer?- gimió Fengxiao mientras era chupado nuevamente.
Zhiyin se separó.
-Acaso dije alguna mentira o quieres que le abra la puerta para que lo compruebe él mismo- pasó la lengua por todo el miembro. Había encontrado que era una tarea que le gustaba y la sensación en su boca era agradable. Le recordaba como chupar una paleta solo que esta era caliente y no se derretía. Se estaba divirtiendo a lo grande.
-Ah- Fengxiao seguía gimiendo con el abdomen tenso- Zhiyin, cuando te volviste así-
-¿Así como?- la voz del menor estaba cargada de erotismo –Tan descarado- besó la punta antes de lamerla –Solo estoy haciendo lo que me gusta, tú eres mío, acaso no puedo disfrutar de tu cuerpo- se llevó el miembro otra vez hacia el interior.
Fengxiao sonrió levemente con la declaración. Demonios, él también ya había jugado demasiado a hacerse el indefenso. Usando un poco de su cultivo y un hechizo sencillo deshizo la soga en sus muñecas y las zafó llevando sus manos a la nuca de Zhiyin, sentándose en la cama. Este al notar su tacto alzó la mirada y frunció el ceño pero no pudo separarse.
-Divirtámonos juntos- jadeó el líder –A mí también me gusta tu cuerpo-
Zhiyin no supo porque pero su cuerpo se sintió realmente débil, caliente y pronto estuvo realmente húmedo. Esta vez fue él el que gimió aún con la boca llena.
-Hazlo suave- le indicaba su esposo marcando un ritmo constante ayudándolo a darle el placer necesario.
Este se dejó llevar, después de todo no sabía mucho que estaba haciendo y si lo hacía bien, pronto le cogió el juego y no necesitó de las indicaciones del mayor. Fengxiao encontró al lado de él el bol que todavía tenía aquel líquido viscoso y no tardó mucho en meter un dedo y llevarlo a sus labios. Fue una bomba de sabor. Dulce pero no tanto, exquisito, extraño. Volvió a meter el dedo y cogió más cantidad.
-Eh, eso es mío- Zhiyin dejó su miembro y se sentó frente a él con un leve hilo de saliva en el costado de su boca, se veía bastante indecente pero para el líder era la criatura más sexy del mundo.
Fengxiao alzó las esquinas de su boca y pasó el dedo embarrado por los labios de Zhiyin antes de atraparlo entre los suyos. Zhiyin se vio de pronto entre los brazos de su esposo siendo devorado y el sabor del chocolate se enredaba entre sus lenguas. Se subió a horcajadas sobre él rodeando su cuello con los brazos. SI había algo que no podía negarle eran los besos. Se estaba volviendo adicto sin siquiera poner resistencia. Una de las manos del mayor se desplazó por el cuerpo de ellos y soltó lo que quedaba de la túnica de Zhiyin dejando su erección libre y rodeándola junto a la suya entre sus dedos.
El gemido de Zhiyin quedó atrapado dentro de su garganta, apenas si podía respirar pero si moría ahora, lo haría feliz. Sintió una mano desplazarse por su espalda hasta llegar a sus nalgas y dos dedos de colaron entre las túnicas directo a su agujero. La espalda del menor se arqueó pero no evitó el avance hacia su interior.
Fengxiao pronto estuvo estimulando tanto de forma interna y externa a su esposo. Sus cuerpos pegajosos por el chocolate, envueltos en el afrodisiaco olor. Dejó los labios y embarró su cuello del dulce para después comerlo directamente de la piel dejando una visible marca como le había ocurrido anteriormente. No sería el único con marcas.
-Esposo mío, no puedo más- anunció Zhiyin pero eso solo animó más al hombre a aumentar la velocidad de sus movimientos.
Él menor se apretó a él mientras su cuerpo casi convulsionaba. Estaba tan cerca, tan cerca que solo se dio cuenta que había llegado al orgasmo cuando gritó y mordió el hombre frente a él. Fengxiao lo siguió gruñendo, se agitó fuertemente manchando el abdomen abultado de su esposo llegando al éxtasis total.
-Eso fue genial- se rio Zhiyin –y eso que ni siquiera tuvimos sexo-
-El doctor dijo que no puedes hasta pasado los seis meses y el embarazo este seguro- A Fengxiao le costaba respirar estaba muy agitado.
Zhiyin se soltó de su esposo y se dejó caer en la cama subiendo una pierna y pasando la punta de su dedo por el medio del pecho de su esposo.
-¿No podemos tener sexo? Oye renacuajo, me estás dando problemas- palpó la parte de arriba de su panza acordándose ahora de que todavía estaba allí para después regresar su atención a su esposo- Entonces repitamos más como esto- se reía a carcajadas –Me siento divino- se estiró indecentemente.
Fengxiao sonrió también y tomó su pie besando toda la planta para después seguir con el tobillo hasta la rodilla.
-Haces cosquillas- Zhiyin hacía mucho que no se sentía tan bien, tal vez se debía a los efectos del pos orgasmo pero estaba tan sensible y ni siquiera se acordaba de la razón por la que estaba molesto con aquel hombre. Porque siempre olvidaba aquellos pequeños detalles. Ya no le importaba.
-Esposo mío, estamos muy sucios- desplazó su mano sensualmente sobre su pecho manchado de perlas blanquecinas que no se sabía de quienes eran pues se habían mezclado, después por encima de su abdomen, y habiendo más sus piernas puso sus dedos alrededor de su húmedo agujero que todavía palpitaba –Por qué no me limpias, sobre todo aquí, hiciste un desastre- dijo coqueto, todavía sentía ganas de seguir con la diversión, no estaba cansado y aquel cuerpo era bastante insaciable por lo que percibía.
Los hombros de Fengxiao temblaron ante la provocadora imagen y tuvo que cerrar sus ojos para no atacarlo otra vez, pero tal vez había sido demasiado tarde. Zhiyin notó su reacción y volvió a carcajearse.
-Primero ven aquí, dame otro beso- le abrió los brazos- Llévame de nuevo al cielo y te prometo que te disculpo, y te dejó comer más chocolate ¿Vale? -
Quién se iba a negar a esa oferta. No iba a ser Fengxiao.
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