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Esposo mio, ese es tu rehén

Zhiyin no le importó ni los comentarios ni las exclamaciones a su alrededor. Y menos le prestó atención al peso de la mirada del Gran Cultivador sobre él. Solo apretó más al espada en su mano contra el cuello del hombre delante de su persona. Su instinto, ese que nunca le fallaba, le estaba diciendo que esta persona no debía entrar con él.

-¿Quién eres?- la pregunta salió tan fría de sus labios que todo sonido a su alrededor se detuvo y las personas a su alrededor se petrificaron.

El hombre vestido de blanco no habló, sus hombros estaban tensos. Muy tensos.

-¿Qué está pasando?- el Gran Cultivador se giró hacia donde estaba Zhiyin y lo miraba prepotentemente desde su posición.

Sin embargo, Zhiyin no le respondió a él. Con un ágil movimiento bajó la espada y agarró la parte de delante de la túnica del hombre.

-Esposo mío- gritó lanzándolo.

Fengxiao imaginando sus intenciones solo frunció el ceño y varias cadenas de bruma negra se envolvieron alrededor del hombre haciéndole caer con un sonido sordo, arrodillado justo a sus pies.

-Esposo mío, ese es tu rehén. En caso que me ocurra algo allá adentro…- alzó su dedo y pasó el pulgar como su fuera una navaja cortando su cuello- ya sabes que hacer.

Recibió una respuesta afirmativa de parte de su esposo con un movimiento de su cabeza.

-No hay problema con eso ¿verdad?- esta vez se había dirigido al Gran Cultivador que moraba la escena con las cejas ligeramente juntas. No obtuvo respuesta.

-ESO NO SE PUEDE HACER- se escuchó una exclamación y las miradas se posaron en el hombre de la segunda rama de la secta Li. Su rostro estaba conmocionado- Acaso no piensas en…

-No me importa lo que piensen los demás- la respuesta de Zhiyin fue dura, incluso Pinting junto a su pareja e hijo nunca lo habían visto tan serio- Tengo un mal presentimiento y la vida de mi hijo aquí dentro y la mía es más importante que lo que tengan que pensar los demás. Así que resérvese sus opiniones- concluyó.

El contrario abría la boca y la cerraba intentando decir algo, señalando con el dedo a Zhiyin, mas este no le hizo caso de nuevo, soltó la espada que cayó con un sonido sordo en el suelo y comenzó a caminar en dirección al templo con la espalda recta y la barbilla firme. Si pensaban que lo iban a intimidar estaban muy equivocados. Antes de avanzar mucho giró su rostro un poco y le lanzó un beso al aire a su esposo.

A pesar de haber hecho aquello la sensación no se había desvanecido del todo. ¿Qué estaría pasando?

-Hermano- Hanyi se pegó a Fengxiao y apretó el antebrazo de él - ¿Él estará bien? - le murmuró.
Fengxiao asintió sin apartar la mirada de la espalda de su esposo, apretando tanto las manos que sus nudillos estaban blancos.

-Lo estará. Zhiyin es fuerte- aun así, no bajaba la guardia. Una vez dentro del templo Zhiyin no estaría en su ángulo de visión y eso lo podía incómodo.

Zhiyin, a pesar de su preocupación e incomodidad siguió caminando lo más erguido pudo, eso no quitaba que ya sus rodillas lo estuvieran matando al igual que su espalda y cadera, su hijo pesaba mucho y él no estaba preparado para ello. Si su renacuajo, en ese momento usaba darle una de sus queridas y acostumbradas patadas, se juraba que lo pariría ahí mismo y le daba unas buenas pau pau para que se enterara quien era el que mandaba.

Para su alivio el camino parecía hacerse más corto mientras más avanzaba y antes de lo previsto ya estaba delante de la enorme puerta del templo. A esa altura ya jadeaba y juraba que la túnica inferior estaba empapada de sudor. Dios, como deseaba estar de vuelta en su casa acostado contra su esposo, fastidiando a su gemelo mayor y con los mimos del menor.

El sonido de la puerta abriéndose captó nuevamente su atención y sacudió su cabeza. Ya después pensaría en lo demás. Por ahora tenía que cuidarse allí adentro.

A su lado, el Gran Cultivador descendió de su espada guardándola justo dentro de su mano. Ahora tan cerca y sin su esposo Zhiyin se sintió casi desfallecer. La presión de su cultivo era tan fuerte que su vista se estaba poniendo negro.

-Llévenlo adentro- ordenó y el menor sintió como dos personas lo agarraban cada una por un brazo y lo ayudaban a mantenerlo erguido.

No fueron bruscos y lentamente lo ayudaron a entrar en la enorme sala. La puerta se cerró detrás de ellos con un sonido sordo. La estancia de forma circular estaba completamente desierta, las paredes se sumían en la oscuridad y solo el centro estaba alumbrado por un halo de luz que descendía del techo hasta una mesa larga con solo una sábana puesta encima.

Zhiyin caminó suave sintiendo como sus pies se hundían en algo suave, al bajar su mirada notó que este era como una alfombra y que se extendía con diversos patrones donde pudo divisar un dragón de un lado, un fénix de otro, y algunos animales que en su mundo serían mitológicos, aquí… como que ya había tenido uno frente a él y vivido para contarlo. El maldito dragón de su esposo.

Los ayudantes lo llevaron hacia esa mesa y lo soltaron cuando lo dejaron recostando su cadera contra esta. Zhiyin notó que todos ellos lo rodeaban de forma circular a cierta distancia y solo el Gran Cultivador se quedaba cerca.

-Acuéstate boca arriba.

A Zhiyin le palpitó una sien. Acaso le estaba pidiendo que se acostara. No había visto la clase panza que él tenía que apenas si ya podía caminar. Ponerse boca arriba era toda una proeza y cuidado si salía vivo y no moría asfixiado.

-Acuéstate- el Gran Cultivador se giró hacia él y le dijo con voz más dura, como si no estuviera acostumbrado a repetir las cosas. Corría las mangas de su túnica hacia atrás dejando a la vista unas manos arrugadas pero fuertes y llenas de cicatrices.

Zhiyin hizo una mueca incómoda.

-No creo que sea muy buena idea, mi hijo es muy grande igual que su padre, me aplastará los órganos- recordaba que incluso para girarse en la cama tenía que despertar a su esposo varias veces la noche, que lo ayudara a sentarse para poder volver a la posición horizontal sin sufrir dolor. Era increíble la paciencia que tenía con él.

Sin embargo, el Gran Cultivador lo fulminó con la mirada aun sin moverse. Zhiyin se estremeció sintiendo su enorme poder.

-Ya entendí, ya entendía- dijo con sudor en su sien y subiendo sus piernas torpemente sin llegar al borde de la mesa.

Tuvo que hacer casi malabares para que sus pies tocaran la superficie estable al fin y se corrió al medio. Ahora venía la segunda parte. Respiró profundo llenando sus pulmones de aire, rezando porque esto fuera rápido, por dolería. Aun no entendía como las mujeres podían pensar en tener otro hijo después de pasar por esto, la verdad.

Poco a poco, con la velocidad de una tortuga se fue desplazando hacia atrás recostándose en sus codos primeramente y por último logró acostarse. El proceso fue tan tortuoso que la túnica estaba empapada de sudor y él jadeaba.

-Por favor, que sea rápido- no esperó suplicar, pero lo hizo.

Desde donde estaba Zhiyin era completamente iluminado por la luz que se filtraba de la parte más alta del templo. Arriba se veía un juego de luces de colores dado el elaborado vitral. Parecía una imagen hipnótica que relajó su cuerpo sin siquiera quererlo. Incluso una sensación cálida y acogedora lo invadió permitiéndole respirar y que el peso en su estómago fuera tan ligero que apenas lo sentía.

El Gran Cultivador lo miró con el rostro tranquilo y se acercó al borde de la mesa poniéndose a su lado. Alzó una mano descubierta y la puso encima de su estómago aun sin tocarlo.

-Cierra los ojos- fue una orden rotunda.

Zhiyin quería negarse. No era bueno recibiendo órdenes, pero por más fuerte que fuera él o su esposo, estaba delante de un hombre que podía torcerle el cuello solo con suspirar, así que mejor se mantenía tranquilo, y así saldría pronto de ahí y directo a casa.

Por lo que efectivamente cerró los ojos y pudo jurar que la sensación que lo invadió fue como si estuviera debajo del agua y ahora… no podía abrir los ojos. Y su cuerpo tampoco se esforzó en hacerlo. ¿Qué estaba pasando?

El Gran Cultivador, al ver que el joven embarazado delante de él llegaba al estado de letargo que deseaba comenzó a hacer su trabajo. La mano sobre el vientre de Zhiyin comenzó a cubrirse de una neblina plateada de cultivo que se desplazó hasta la mitad del brazo y se puso tan densa que la piel no fue visible.

Acto seguido la movió rápido y esta se enterró en el medio del vientre de Zhiyin. Atravesando la piel directo al útero donde el bebé estaba. Mas no se derramó una sola gota de sangre y el hombre sobre la mesa se movió.

Él había usado su cultivo para alterar el espacio a su alrededor, así como la energía del cuerpo de Zhiyin para ir directo a la esencia de este. Su mano se detuvo en un punto y se mantuvo allí. Pronto, alrededor de su brazo y sobresaliendo del estómago de Zhiyin un hilo negro comenzó a subir, como si fuera una serpiente de energía que se desvaneció rápidamente en el aire y el Gran Cultivador asintió.

No movió su boca, pero su voz se escuchó tanto dentro del templo como fuera de este.

-El padre del hijo en espera es del líder de la secta TongLi, Li Fengxiao- fue una total afirmación.

Zhiyin podía estar en medio de una bruma letárgica y que apenas pudiera moverse, pero escuchó fuerte y claro sus palabras. No fue alivio lo que sintió, porque sabía que su hijo era de su esposo, fue más felicidad porque ahora nadie podría reclamar ni tratar mal a su renacuajo.

Toma esa segunda rama de la familia Li.

Una leve sonrisa triunfadora se dibujó en sus labios.

En eso algo caliente y liquido salpicó su rostro y un olor familiar llegó a su nariz. Zhiyin se estremeció ante ello y obligó a su cuerpo, usando toda la fuerza que tenía a salir a flote y abrir sus ojos. Mientras lo hacía sentía como el peso de su hijo volvía y comenzaba a aplastar sus órganos, mas no le prestó atención, pues cuando abrió sus ojos pestañeando pesadamente la imagen que vio le quito toda la respiración.

Su cuerpo se encontraba ahora bañado en sangre y a su lado… una espada atravesaba el cuerpo del Gran Cultivador, un segundo después, una enorme explosión sacudió al templo haciendo que todo se volviera negro…

Y después de meses de inactividad terminando proyecto tanto aquí como en la otra plataforma donde escribo estoy de vuelta dejando el capítulo… si ya sé, no me fusilen, lo harán más tarde.

Otra noticia es que ya dentro de poco me llegará la wacom nueva y podré hacer las ilustraciones para la versión en físico de esta novela que saldrá por tomos vía Amazon.

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