Un mes. Solo faltaba un mes para que los ojitos chiquiticos y hermosos que de seguro tendría su renacuajo lo miraran y el llenara su rostro de besitos. Porque sí. Zhiyin ya tenía 8 meses cumplidos.

Y a pesar de tener un peso adicional y húmedo en el pecho, los pies que se hinchaban hasta por gusto. Incómodos dolores de espalda, cambios absurdos de carácter, él amaba su abultada panza y la vida que crecía dentro de ella.

Pero ese día no estaba tan emocionado por ello. Habían dos cosas que ocupaban completamente enfocada en dos cosas. Primero, hoy llegaba su primer lote de mercancía, fruto de sus tierras. Y segundo, un poco más tarde visitarían la tumba de su suegro para darle los respetos.

En ese momento se encontraba en la entrada de la secta. Caminaba torpemente de un lado a otro con una mano detrás de su espalda y la otra sobre su enorme panza. Tenía una sonrisa en sus labios.

-Mi señor, debería volver y descansar, sus pies volverán a dolerle al igual que su espalda. Ayer casi no pudo dormir- Yanfeng intentaba convencerlo.

No había sido solo él el que había tenido que dar masajes a un protestón Zhiyin. Ni siquiera su hermano se había escapado de aquello literalmente. Había puesto a Fengxin en la puerta obligándolo a masajear su espalda, simplemente para fastidiar al gemelo.

-No quiero- dijo Zhiyin- Estoy bien. Quiero esperarlos. No puedo dejar el culo quieto cuando el fruto de mi trabajo y mis empleados llegara en cualquier momento.

El gemelo suspiró. No se podía hacer nada. Zhiyin era terco y se quedaba corta la palabra para describirlo.

-Mi señor no hubiera sido más fácil convocarlos otro día, que tuviera más tiempo. Me preocupa que no nos dé para prepararlo- Yanfeng se mordió el labio inferior.

-Hoy es el día libre de la mayoría de ellos. Ahora que la producción está avanzada no nos podemos dar el lujo de retrasarla. Además dentro de poco es el Festival del Dragón Rojo, en celebración por la creación de la secta, si atraso más la reunión no tendré tiempo para preparar lo que tengo en mente-

Yanfeng hizo una leve mueca. Que su señor estuviera preparando algo era para preocuparse. Era alguien realmente impredecible y el festival era un evento muy serio y respetable. Pero en el fondo confiaba en él así que no debía alarmarse ¿o sí?

-Aun así, señor Zhiyin, se necesita hacer algunos rituales antes de entrar a la tumba, incluso antes de iniciar el viaje y demoran bastantes. Usted no debe tomar el sereno por su salud-

-Ah Yanfeng no me rompas más el cráneo. Ya hablé con el maravilloso de mi esposo y por estar embarazado me puedo saltar el protocolo. Así que ya deja de joderme con eso y seamos felices. Además te imaginas a mí haciendo los rituales. Haré levantar al suegro de la tumba para patearme el culo- soltó una carcajada solo con imaginárselo.

El gemelo pestañeó extrañado. Fengxiao era estricto con la etiqueta.

-¿Qué fue lo que le dijo?-

-¿Solo lo que le dije o lo que le hice?- una sonrisa pícara surcó su rostro- Esposo mío, es tan tierno- sus ojos brillaron al darle doble sentido a la palabra

-¿Mi señor en serio?- el mayor no podía creer que el líder sucumbiera TAN fácil.

-Claro mi gemelo. Tuve que usar algunos trucos y hacer lo que a él le gusta que le haga y cedió tan fácil que hasta yo me sorprendí- ya sabía la forma más fácil de manipular a su esposo para cuando este se ponía renuente.

Pero era que después que había leído la etiqueta casi se cae de nalgas. Eran demasiados pasos y él no era de los que le gustaba ser muy fiel a la etiqueta por así decirlo.

-Me sorprende mi señor- lo elogió Yanfeng.

-Claro. ¿Qué querías que le dijera? ¿Tubironcin ujaja?-

¿Tuburoncín ujaja? ¿Qué demonios era eso? Yanfeng no ocultó su expresión confundida. Zhiyin suspiró. El chiste no había funcionado.

-Olvídalo Dori que a Nemo ya lo encontraron- exhaló dándole la espalda y alzando la mano saludando el grupo de personas que se aceraban.

Por su parte Yanfeng se quedó enfrascado con un corto circuito en su cabeza.
¿Quién al final era Tuboroncín? ¿Quién era Dori? Y por último y no menos importante ¿Por qué Nemo se había perdido?

Zhiyin solo pudo reírse al mirarlo por encima del hombro a notar su dilema interior. Ya le había dado un tema para que lo dejara tranquilo por un buen rato.

El grupo de personas se detuvieron delante Zhiyin y este enfocó sus ojos y sonrisa en ellos. Sobre todo en la persona que encabezaba la pequeña caravana.

Kang, el hombre que había conocido aquel día no había cambiado en esos meses.

-Hola, joven señor- lo saludó con una leve inclinación que lo hizo verse bastaste cortés a pesar de que su aspecto rudo.

-Los llevo esperando- la emoción de Zhiyin exhalaba por cada poro de su cuerpo ¿Lo trajiste?-

El hombre asintió y lo guió hacia una de las tres carretas que estaban detrás de él. Una de ellas llenas de rollos de tela muchas de ellas incoloras y una pequeña parte trabajada con una técnica de pintura sobre textura que él les había enseñado. Las otras dos estaban cargadas de semillas de cacao. El olor era abrumador.

Kang destapó una de las cajas con las semillas y Zhiyin agarró una llevándola a su nariz y aspirando el aroma.

-Está en muy buen estado- la estudió ya que hacía unas semanas que no había podido ir personalmente debido a su embarazo y los gemelos eran los que le daban el reporte de todo.

-Seleccionamos las mejores de la cosecha. Los trabajadores que las están cosechando son los que su cultivo está más puro y se enfocan solo en esta tarea- Kang le extendió una nueva lista- Aquí están escritos los nombres del personal fijo así como la cantidad que quedó en los almacenes y la que les trajimos hoy.

Al igual que como Fengxiao era estricto con cada cosa de la secta, Zhiyin lo era mucho más con su nuevo negocio. Si estuviera en su mundo lo llamarían un tiráno ya que no dejaba que ni siquiera un grano de arena fuera robado sin que lo supiera, con la diferencia que llevaba demasiado bien a sus trabajadores.

Zhiyin agarró la lista y ya la uniría y verificaría con las que tenía en su estudio. Tenía contabilizado cada producto que daba su tierra. Tener todo organizado era un paso importante para el camino al éxito. Y ya que su esposo había gastado importante dinero en él no dejaría que su esfuerzo fuera empañado.

Dejó la semilla sobre las demás y se acercó a la carreta con las telas. Delante de ella estaba parada una mujer de mediana edad con la espalda recta que le hizo una reverencia.

-Mi señor- lo saludó.

-Hola Liu- le sonrió agradablemente.

Ella era una bordadora y la jefa de la sección de producción de tela. Después de comprar el establo de ovejas, Zhiyin había vuelto al pueblo y había hecho el mismo proceso con una pequeña casa de bordado con cinco trabajadoras. No parecía que tuvieran mucho trabajo a pesar de su talento, ya que al frente les habían abierto un negocio igual mucho más grande y los clientes se habían desplazado hacia allí.

AL igual que ese erstablecimiento, había comprado una pequeña taberna donde pudieran comer y descansar o pasar la noche sino pudieran regresar. Así como poder asearse. Además contrató a personal que llevara a los trabajadores de ida y de vuelta para que no se agotaran tanto con el viaje. Si iban a trabajar para él esperaba que fuera en las mejores condiciones. Además su esposo le había comprado demasiada tierra y había lugar para eso y mucho más.

Zhiyin les propuso que trabajaran para él y les había enseñado la técnica para hilar los capullos de los gusanos de seda. Y no se había equivocado, estas mujeres eran sumamente talentosas. Resultado de ello el material que tenía delante.

-Es exquisita- sus dedos acariciaron la suave textura de la seda en uno de los royos. Esta era completamente lisa e incolora pero no perdía elegancia. La calidad era incluso mejor que en su tiempo.

-Solo nos falta teñirla pero queríamos que usted la supervisara antes de empezar. También tenemos estas después de aplicarle la técnica que nos dijo. Es realmente laboriosa pero da unos resultados excelentes- le señaló el rollo con la técnica de pintado con tinta en seco.

Zhiyin sonrió. Si, era hermosa, con varios patrones sobre la seda texturizada. Se preguntó cómo se vería aquel hermoso celeste sobre el cuerpo de su esposo. De seguro divino.

Quizás le mandara a hacer un guardarropas de diversos colores para que se quitara el aburrido negro a pesar de que este color lo hacía verse espectacular. Pero a Zhiyin le gustaba la variedad.

-Quedó muy bien. Se nota donde existe el talento- asintió complacido con la cabeza y alzó la tela contra luz para estudiarla a detalle- ¿Has pesando usar patrones?

Ella pareció confundida.

-Usar esta técnica a partir de patrones de madera, lo más complicado será tallarlos en la madera pero después solo puedes estamparlos en la tela cuantas veces desees sin necesidad de dibujar uno por uno- le explicó.

La mujer se rascó la barbilla asimilando sus palabras.

-Mi señor eso es increíble, usted es muy inteligente, nunca había pensado en nada como eso. Lo probaremos en cuanto regresemos y le mandaremos una muestra-

Zhiyin llegó a la conclusión que había muchas cosas que él sabía que para esta época aun eran desconocidas. Una de ella era esta.

-Lo esperaré con ansias, porque les daré un encargo importante y deseo que tenga la mejor calidad- la miró por el rabillo del ojo- Es para mi esposo-

Y con eso dejó dicho todo.

El próximo capítulo se los publico más tardar mañana. Estoy muerta como para editarlo. Jajaja. Espero me perdonen.

Y prepárense que la historia de los gemelos viene. Está llena de ...