El ruido de la porcelana rompiéndose en el suelo estremeció el silencio de la habitación. El hombre elegante vestido en sus túnicas negras miró los pedazos destrozados en el suelo. Algunos de ellos con leves gotas de sangre. Sangre que también estaba en la mano de su pareja. Frunció ligeramente el ceño pero no dijo nada.
Yanhuan tragó en seco y se levantó. Había recibido una orden y tenía que hacer caso.
-Espera- la voz de Fengxiao lo detuvo- Ayúdalo a volver a la cama-
El gemelo asintió y estiró sus manos para ayudar a Zhiyin cuando este se las golpeó sin despegar su mirada del rostro de su esposo. Se notaba que estaba más allá de lo molesto.
-Que lo haga él - dijo con los dientes apretados. El gemelo se quedó congelado sin saber que hacer. Su líder le decía que lo subiera a la cama pero el menor estaba renuente con la idea.
Yanhuan cerró los ojos y se levantó de golpe.
-Con todo el respeto que ustedes se merecen- dijo con demasiada educación- A mí no me metan en sus discusiones- se giró hacia Zhiyin y sin mucho esfuerzo lo cargó y lo sentó en el borde de la cama- Hablen como personas civilizadas por favor. Si me disculpan- y caminó hacia la puerta con tanta rapidez que no le pudieron decir algo.
Zhiyin por su parte estaba mudo ante la reacción del gemelo. Pero ya que estaba sobre la cama se acomodó la ropa notando que la manchaba. Abrió su palma y encontró una herida que la atravesaba. Era superficial aunque picaba un poco. Chasqueó la lengua. Entonces alzó la cabeza y se enfocó en el hombre que se había desplazado hacia una mesita y sacaba unas vendas y un pomito de medicina.
Se acercó a él y se las dejó al lado. Zhiyin entrecerró los ojos.
-¿Tanto asco te doy?- expuso haciendo que los movimientos de Fengxiao se detuvieran a mitad del camino. Zhiyin bufó- Al parecer sí. Ni siquiera quieres tocarme. De seguro no quieres tener contacto con aquel que crees que se acostó con alguien más o que fue tocado por otro-
Fengxiao no respondió. Se enderezó y dejó sus manos a los lados de sus muslos. Su rostro era tan frío que Zhiyin no lo puedo leer. En cambio sus ojos azules estaban sumamente sombríos. El menor se mordió el interior de la boca pero no pudo detener las palabras que vinieron después y que sabía que le harían mucho daño a él mismo.
-Si es así, entonces, esposo mío, divorciémonos- bajó la cabeza y cerró los ojos. Todo el cabello cayó hacia adelante- es duro recibir tu indiferencia-
Fengxiao pudo jurar que dejó de respirar pero no se movió.
-¿Eso es lo que quieres?- dijo con voz ronca apretando sus manos tanto que sus nudillos se volvieron blancos- Está bien-
Zhiyin abrió los ojos tan amplios que le dolieron cuando las lágrimas bañaron sus orbes y comenzaron a correr por sus mejillas cayendo al suelo. ¿En serio había escuchado aquello? ¿Le daría el divorcio tan fácil? Su pecho se apretó tanto que le fue difícil respirar y alzó la mano agarrando la de Fengxiao.
El hombre retrocedió para soltarse pero Zhiyin lo agarró con la otra. Sus dedos eran un fuerte grillete que no se soltaría a menos que fueran cortados. Mantenía su cabeza gacha pero aun así dejó salir su voz.
-¿Por qué demonios eres así?- sollozó- ¿Por qué renuncias tan fácilmente a mí sí me quieres?-
El cuerpo de Fengxiao estaba tenso y nervioso debajo de sus palmas, lo podía sentir.
-Sé que no me tienes asco- sollozó- Puede que estuviera casi inconsciente y tirado en esa cama pero sé que el que me limpiaba y me cambiaba la venda fría eras tú…tus manos las reconozco muy bien. No era alguien más. Aun así me rechazas. ¿Por qué?-
Las lágrimas corrían una tras otra.
-Te juro que no me acosté con él. Ni siquiera sé por qué desperté en esa habitación. La persona que estaba allí eras tú. Nunca dejaría que nadie además de ti me tocara de esa forma-
-Lo sé- al voz grave de Fengxiao lo interrumpió.
Zhiyin pestañeó y alzó la cabeza dejando a la vista su rostro demacrado. Claro que sabía, como demonios no iba a saberlo si ese hombre conocía todo lo que ocurría en su secta.
-Entonces por qué aún me rechazas si sabes que no te engañé, sino te doy asco. Por qué aceptas divorciarte de mí tan fácil- sollozó nuevamente- Sabes cómo me dolió decirte eso-
Fengxiao aún no se movió. Su respiración era pausada y no había ápice de expresión en su rostro.
-Porque tú lo pediste- respondió. Zhiyin se congeló- Si es lo que deseas te lo daré-
Zhiyin se quedó tan estupefacto que las lágrimas se detuvieron por completo. La conmoción era mucha.
-Solo porque yo te lo pedí- murmuró- ¿Y si te digo que no quiero irme de tu lado, me lo cumplirías?- insistió. Esta vez Fengxiao negó y no comprendió la razón- ¿Pero por qué? ¿Qué tan difícil es?- la desesperación lo estaba consumiendo- Si nos queremos y amamos. Tenemos nuestras opiniones pero funcionamos bien juntos, el sexo es fantástico. Todos nuestros problemas son porque otras personas meten su culo donde no deben. Entonces…entonces, por qué me estás dejando de lado- apretó más sus dedos en la muñeca de Fengxiao como si este se fuera a esfumar de delante de él.
Fengxiao apretó ligeramente sus labios.
-Porque tengo miedo Zhiyin- dijo sinceramente- Casi te mato. Tengo miedo de hacerte daño. Por eso no quiero que estés conmigo- su voz era casi un murmullo.
Las manos de Zhiyin temblaron ante aquella confesión. Era por eso. Simplemente por eso. Pensó que era algo peor. El alivio en su cuerpo hizo que las lágrimas volvieran y tiró duro de Fengxiao hacia él. El líder al no esperar esta acción perdió el equilibrio y tuvo que poner una rodilla sobre la cama mientras los brazos de su esposo se enredaban en su cuello con fuerza y lo mantuvo contra él.
-Zhiyin, suéltame- le exigió intentando soltarse.
-No, no lo haré. Si te suelto de irás de mi lado. No quiero, no quiero. NO QUIERO- apretó su agarre sin importarle si le hacía daño el mayor. Temía que si cedía un poco se esfumaría de allí y lo perdería.
-Zhiyin no seas terco- Fengxiao no hizo más por separarse pero el tono de su voz era todavía demandante.
-Estoy bien- gritó Zhiyin enterrando su rostro en el hombro masculino- Estoy bien, no estoy muerto, estoy aquí junto contigo. No me morí y no moriré. No tienes que tener miedo- hablaba rápido para no ser interrumpido- Yo prometo hacerme más fuerte para que no tengas miedo de que me pase algo o que me puedas herir. Solo…solo…no me dejes Fengxiao- sollozó contra él- Yo te amo, esposo mío. Te amo mucho-
Sintió el cuerpo de su esposo temblar contra él.
-No le tengo miedo a lo que eres ni a tu poder- declaró Zhiyin dejando un beso en el cuello del mayor, allí donde la vena latía desenfrenadamente- Es peligroso y mentiría si dijera que la personificación de aquel dragón no me hizo temblar, pero no es imposible detenerlo. Yo soy prueba viviente de eso. Te detuviste en el último momento y recobraste el control. Yo pude verlo. Creo que juntos podemos lidiar con eso- se restregó contra la piel del hombre- Pensemos juntos en una solución. Compartamos nuestras preocupaciones-
El peso del cuerpo de Fengxiao se hizo más presente contra el cuerpo de Zhiyin. Enterró su rostro entre el cabello del menos y habló tan bajo que Zhiyin casi no podía escucharlo.
-Todavía recuerdo la sensación de mis dedos en tu cuello y como apretaba. No sentía nada. No quiero que vuelvas a pasar por algo como eso- los brazos de Fengxiao esta vez tuvieron una reacción y vacilantes se enrollaron alrededor del cuerpo de Zhiyin apretándolo de la misma manera. Aspiró con fuera el olor del pequeño cuerpo impregnándolo en su mente- Soy una persona peligrosa. Puede que tenga mi espada ahora bajo control pero no sé cuándo lo pueda perder de nuevo y si te ocurre algo…-
Zhiyin pudo jurar que hubo el sonido de un sollozo pero fue tan ligero que no apreció verdad.
-Si me ocurre algo solo tengo que estar unos días en cama y estaré como nuevo- sonrió para aligerar el ambiente- soltó el cuello de su esposo y se separó para agarrarle las mejillas entre sus manos- ya que se con qué estoy lidiando puedo hacer algo, no soy un hombre débil. No me subestimes. Solo me tomaste de sorpresa- acercó sus labios y dejó un suave beso.
Fengxiao estaba rígido al igual que los labios de él.
-Esposo mío, no seas terco- Zhiyin hizo un puchero- al menos bésame que he estado a dieta de ti por varios días ¿Si?- y puso sus acostumbrados ojitos de cachorro que sabían que hacían estragos en el interior de su esposo.
Esta vez fue Fengxiao el que inició el beso depositándolos con ternura sobre los del menor. No fue un beso intenso. Fue suave, lleno de vacilación y de cariño. Todavía dudoso si era seguro ceder y dejar a Zhiyin junto con él. Pero como mismo tenía miedo de que le ocurriera algo, le dolía mucho más apartarlo de su lado.
-Ese no es el hombre ardiente que yo conozco- Zhiyin se rio contra la boca de él- Sé un poco más intenso- los brazos de Zhiyin se envolvieron nuevamente en el cuello de Fengxiao- No me desmoronaré en sus manos, no me trates como un cristal- lamió el labio inferior- Soy el hombre que te ama y estará contigo el resto de su vida-
Y con esas palabras todas las dudas de Fengxiao se esfumaron.
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