Esposo mío, cabrá?
Zhiyin dejó que Fengxiao lo recostara en la cama. Su cabello se desparramó sobre la sábana como una cascada y la túnica se abrió mostrando el torso del menor. El sonrojo de su rostro de había extendido hacia esa zona. Fengxiao se relamió los labios. Era una imagen tentadora.
Bajó su cabeza y buscó los labios de su esposo acariciándolo suavemente, un beso tierno, suave, delicado hasta que el mismo Zhiyin abrió su boca para que él lo profundizara. Quería ir suave con el menor pero una vez que este se emocionaba no cooperaba, Zhiyin podía ser muy persuasivo.
Su lengua se enrolló con la del menor y jugó con ella, mordiéndola, saboreándola, succionándola hasta que Zhiyin protestó empujándolo para terminar jadeando. Fengxiao sonrió y besó su cuello dándole tiempo a recuperar el aliento. Sus labios besaron la vena donde el pulso palpitaba desenfrenado.
-¿Sigues nervioso?- le susurró contra el oído.
-Hmm- Zhiyin hizo un sonido con la garganta pero sus manos ya estaban amasando su espalda tirando de la tela.
El chico podía ser tímido antes de iniciar cualquier avance pero una vez dentro daba lo mejor de sí. No sería tan difícil hacer el amor después de todo. Fengxiao se enderezó entre sus piernas y le sonrió. Su esposo ya estaba jadeando y sus labios húmedos eran realmente excitantes.
-¿Estás seguro que no seremos interrumpidos?- Zhiyin estiró sus manos directo al cierre de la túnica del mayor.
-Los envié lo bastante lejos para que no regresen hasta la mañana- dejó que enredara sus dedos con la tira y comenzara a deshacerla fácilmente.
-¿Esposo mío, puedo tocarte?- Zhiyin dijo con un puchero infantil. Ahora que el cuerpo entero de Fengxiao estaba visible sobre él sus palmas picaban por recorrer esa piel.
Fengxiao estaba más que complacido y dejó caer la tela de la túnica hacia atrás. Sus músculos trabajados se marcaban por la tensión del momento, los anchos hombros, la estrecha cintura, el delicioso abdomen. Zhiyin estaba embelesado y lo mejor es que todo eso era de él. Su esposo se volvió a inclinar y besó su oreja y el borde de la clavícula.
Zhiyin aprovechó y recorría la piel de su pecho duro, recorrió los brazos torneados con fascinación, por el borde de la cintura notando como este exhalaba con fuerza y más aún cuando los dedos acariciaron los abdominales.
-Esposo mío, qué bueno estás- jadeó corriendo la cabeza hacia un lado dándole acceso a su cuello que masticaba dejándole la piel rojiza y que cambiaría de muchos colores antes de que volviera a su tono normal.
Fengxiao soltó un gruñido cuando su erección se vio apretada. Zhiyin sonrió.
-Esposo mío, cuando te dije que eras grande, no jugaba- repasó el pene con una mano de arriba abajo, ya estaba completamente erecto y la punta era donde más puso presión, sabía que eso le gustaría a su esposo. No se equivocó.
-Recuerdo que hasta hace unos pocos minutos querías escaparte del cuarto- Fengxiao agarró su barbilla y giró la cara hacia él- Mírate ahora- se burló, sus ojos dilatados y llenos de excitación-
-Es de mala educación hablar sobre otros temas cuando estamos teniendo sexo- reclamó Zhiyin apretando otra vez el pene de Fengxiao haciéndolo consiente de la posición en la que estaban.
El mayor besó sus labios.
-Hacer el amor- le rectificó.
-Tienes razón- Zhiyin le devolvió el beso- hacer el amor-
Fengxiao entonces bajó su mano recorriendo con la punta de sus dedos el centro del cuerpo de Zhiyin hasta llegar a uno de los pezones erectos.
-Duele- Zhiyin se quejó con un lagrima en los ojos- Esposo mío, sé delicado- están muy sensibles-
El líder quiso decirle algo pero se estaba divirtiendo así que solo bajó la cabeza y buscó la protuberancia rosada con los labios. Tenía mucho sexo con Fujie pero la mayoría de las veces era solo buscar placer de un lado, Fujie pocas veces se encargaba de darle placer a menos que le hiciera una mamada y eso era porque lo quería él mismo.
En cambio Zhiyin disfrutaba tocándolo, y acariciando su cuerpo y su miembro con el que es estaba entreteniendo, pero tuvo que apartarse de esa cálida caricia al bajar a besar su pezón, tenía que prepararlo, era la primera vez de Zhiyin, ya tendría tiempo para lo demás. Lamió el pezón con cuidado, escuchaba los gemidos algo extraños del mayor y notó que la piel estaba bastante sensible, tal vez por lo de la tarde y llevarlos cubiertos después.
Zhiyin se removía y se mordía el dedo ansioso. Gemía sin poder contenerlos en su boca. Su cuerpo se sentía realmente bien y más cuando unos dedos comenzaron a bajar hasta su erección y la rodearon. Apretó los dientes. Su espalda casi se levantó de la cama en un arco ante la fuerte estimulación. Esos dedos acariciaron de arriba abajo con gusto mandándole corrientosos directo a su médula ósea y su mente se quedó en blanco.
-Esposo mío- jadeó- si sigues haciendo eso, no llegaremos al final y yo quiero llegar al final-
Fengxiao dejó su pezón y buscó sus labios.
-Yo también- dicho esto sus dedos se desplazaron hacia abajo buscando su entrada y al tocarla él sintió la piel suave, húmeda y dilatada.
Fengxiao alzó la cabeza y lo miró alzando una ceja.
-¿Qué querías que hiciera?- un hermoso puchero adornó su boca- Eres grande y no quería que me doliera, así que me preparé un poco antes- se mordió la uña- ¿Estás molesto por eso?-
Fengxiao sonrió y agitó su cuerpo para que su largo cabello cayera completamente hacia un lado para que no molestara.
-¿Molesto? Más bien estoy curioso- bajó su rostro hasta su oído- De cómo te preparaste- dos de sus dedos se insertaron completamente haciendo que Zhiyin se exaltara- ¿Lo hiciste con tus dedos? ¿O con algo más?- besó su lóbulo.
-Ah- Zhiyin gimió y enterró las uñas en el brazo que se movía- Quieres matarme de la vergüenza, no te lo diré- protestó.
-No eres nada tierno- Fengxiao se burló mientras introducía otro dedo con tanta facilidad que le apreció impresionante.
El interior estaba tan húmedo y caliente que estaba seguro que se sentiría de maravilla estar allí adentro pero quería dilatarlo un poco más por su acaso. Movió sus dedos con cuidado palpando todos los músculos internos hasta que los espasmos se reflejaran en Zhiyin que casi podía jurar que estaba gritando. Los abrió dilatando la zona lo más que pudiera y buscó los dos puntos más sensibles, el inicio de su útero y la próstata que solo estaba a milímetros de este y los acaricio con la punta de la uña.
Tuvo que besar a Zhiyin para evitar el fuerte gemido que este dejó salir directamente de sus pulmones, lagrimas corrieron por sus mejillas y su frente estaba perlada de sudor.
-¿Te gusta?- le preguntó volviendo a repetir el movimiento reforzando su roce sobre todo en la próstata, ya estaba siendo estimulada por el bebé en el vientre con su posición, ahora solo estaba dando un empujón.
-Se siente rico- Zhiyin jadeaba contra la almohada agitando su cabeza de un lado a otro- Creo que me voy a volver loco si sigues haciendo eso-
Fengxiao tenía una expresión de satisfacción pero todavía tenía mucho que hacer. Uno de sus dedos hurgó en la entrada de su útero y se introdujo. Las piernas de Zhiyin se retrajeron y he hicieron el intento de cerrarse más el cuerpo entre ellas no las dejó. Ese era el lugar más sensible del menor, incluso más que su próstata por lo que solo necesitó unos pocos movimientos estimulados por el segundo dedo que introdujo para que el menor apenas pudiera articular palabras y pronto soltara un grito agudo y se abrazara en a su cuello.
Chorros blanquecinos mancharon su abdomen y el de Fengxiao tras el fuerte orgasmo. El líder suavizó el movimiento de sus dedos y los sacó. El líquido se extendía entre ellos y los llevó a sus labios saboreando el delicioso sabor mandando la estimulación directamente hacia su pene. Lo acarició esperando a que Zhiyin se recuperara mínimamente y se sentó sobre sus tobillos entre sus muslos.
Zhiyin abrió los ojos y dirigió su mirada hacia el miembro que iba a estar dentro de él. Había sido delicioso el orgasmo pero todavía sabía que podía ser mejor.
-¿Esposo mío, cabrá?- se mordió el labio y se recargó en su hombros para tener una mejor vista aunque su panza estaba en el medio.
Fengxiao se corrió el cabello hacia atrás pegándosele en la espalda y acarició la barriga de Zhiyin con cariño.
-Ese cuerpo siempre me ha recibido bien, no será diferente hoy, solo relájate- acaricio la parte interna de los muslos buscando tensión, quizás por el nerviosismo pero Zhiyin estaba tranquilo. Su rostro se mostraba ansioso y a la vez tenía un deje de duda. Al final abrió un poco más las piernas dejándole todo el acceso que quería a su esposo- Voy a entrar-
Dirigió el hinchado glande hacia la entrada palpitante y húmeda y con solo un contacto ambos gruñeron. Presionó con poca fuerza y la cabeza entró con facilidad aunque dentro fue presionada por las paredes. Zhiyin fue entonces que se tensó.
-Shh, respira- Fengxiao se inclinó y le acarició la mejilla- ¿Duele?-
-No, pero...pero, se siente extraño- parecía un poco asustado por lo nuevo que estaba experimentando.
-Zhiyin, mírame- le pidió y después lo besó- recuerda, confía en mí, solo concéntrate-
Mientras hablaba poco a poco se fue introduciendo dejando que la entrada lo fuera tragando centímetro a centímetro. Apretó la cintura de Zhiyin cuando este alzó su espalda ante la reciente invasión que no la detuvo hasta estar completamente dentro de él y dejó salir el aire de sus pulmones. Detuvo sus caderas con mucha dificultad esperando que el menor se acostumbrara a su tamaño, hacía mucho que no lo hacían por lo que se esperaba que fuera un poco difícil al inicio.
Zhiyin tenía los ojos cerrados, estaba tan lleno que solo podía oír su respiración y escuchar los latidos de su corazón. Algo dentro de él palpitaba y lo estiraba al punto de ser insoportable. No era precisamente dolor pero picaba un poco. Al menor era mejor que lo que había leído, pues todas las referencias decían que la primera vez siempre era un infierno, en su caso, solo era incómodo. Pasó la mano temblorosa por todo el brazo de su esposo y abrió los ojos con lentitud.
-Puedes...moverte- le dijo- pero hazlo lento-
Fengxiao besó su frente y sin esperar un poco más movió su cadera hacia afuera y se introdujo otra vez hasta la base con cuidado y lento ocasionando que la estimulación fuera más alta de lo que el menor se esperaba, cada nervio de su ano era azotado como un huracán y tras la tercera envestida abrazo a Fengxiao y lo atrajo hacia él mordiéndole la oreja.
-No me tortures así, maldito- jadeó ante otra envestida que rozó aquellas dos zonas sumamente erógenas y tembló completo- Esposo mío, muévete más, lo necesito, no es suficiente-
Y Fengxiao estaba en toda la disposición de cumplir con su petición.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro