Esposo mio...
Kang se limpió el sudor de su rostro. Junto al resto de los discípulos sudaba mientras defendían la secta de los invasores que de alguna forma no paraban de aparecer. Se alegraba que Yanfeng se hubiera llevado a su joven señor para ponerlo a salvo. En su estado era muy peligroso que estuviera allí.
La secta Tongli se había categorizado como una secta pacífica por lo que el número de personas no era alta pues no tenían intención de atacar a las demás. Su líder, Li Fengxiao simplemente se dedicaba al cultivo de las nuevas generaciones y de proteger y darles una mejor vida a las personas del pueblo que vivían a los alrededores. Esa era una de las razones por la que muchas terminaban huyendo allí.
Una de sus características era la fuerza entre cada uno de sus miembros y eso se vio en el momento en que estaban despachado a cada uno de los agresores con facilidad y sus poderes poco a poco iban disminuyendo. Aunque a todos les preocupaba que ellos utilizaban un tipo de cultivo que no era usual y además los hacía más agresivos.
Kang aún no podía creer que había sido traicionado tan estúpidamente. Aquel chico que había cuidado en los últimos tiempos y lo había ayudado en los terrenos, había dado su vida así de fácil, como una marioneta para destruir desde adentro la barrera temporalmente. Un truco que solo funcionaba una vez. Se quiso golpear pero no era tiempo para ello.
Los pocos intrusos comenzaron a conversar su fuerza espiritual en sus manos en una esfera de poder de color negro que los intrigo y los puso en alerta. Oh, eso no era bueno.
Pero como mismo la crearon, antes de poderlas lanzar contra ellos, los cuerpos de todos ellos se cortaron en varios pedazos. Cortes limpios de carne humana cayó al suelo empapándolo de sangre. Una imagen desgarradora y aterradora al mismo tiempo.
Los integrantes de la secta Tongli no pudieron hablar, no pudieron respirar y mucho menos cuando aquella figura vestida de negro descendió envuelta en una bruma negra. Todos retrocedieron y se arrodillaron temblando.
Fengxiao podía ser un líder serio, amable, recto, pero sobre todas las cosas y el respeto que le tenían, era el miedo el que primaba cuando él se molestaba. Y por su rostro supieron que estaba más allá de eso.
Evidencia de ello, no había quedado ni vivo ni intacto ninguno de los agresores y Zhengyuan, aquella espada que tantos se limitaban a mirar voló rápido hasta la mano de su dueño, empapada en sangre.
-¿Están todos bien?- fue Yanhuan el que habló llegando volando rápidamente detrás de él y a diferencia de su líder, muy agitado.
-Si- Kang jadeó vacilando si levantar la cabeza, el poder espiritual de Fengxiao hacía temblar todavía el suelo. Incluso la barrera volvía a cerrarse con mayor velocidad.
-¿Dónde está Zhiyin?- fue lo único que oyeron todos proviniendo de Fengxiao, su voz era sumamente grave.
Uno de los discípulos corrió y se adelantó cayendo de rodillas completamente.
-El señor Yanfeng se lo llevó hacia allá- señaló la dirección, pero fueron perseguidos.
Fengxiao frunció el ceño, si era aún más posible y el chico tembló. Pocas veces por no decir casi ninguna habían visto a su señor en aquella forma. Fue a dirigirse hacia allá cuando una onda expansiva de poder espiritual se irguió sobre ellos.
Una barrera se creó durante el impacto previniendo que los cuerpos de todos fueran directamente impactados pero tanto las paredes como las plantas y el suelo se vio azotado de forma importante. El brillo de ese poder espiritual era anormal y no solo eso, no reconocían la procedencia de este.
Fengxiao bajó la mano deshaciendo la barrera protectora con el rostro mortalmente serio. El aura negra que antes lo recubría había sido totalmente anulada. No, no era solo su aura, era su poder, su cultivo que había sido contaminado por el poder demoniaco de su espada había sido reprimido completamente por aquella ola de energía.
¿Qué demonios?
Tenía que saber de dónde había venido aquello porque de alguna forma le era algo familiar aquella sensación. Si eso lo afectaba de aquella manera temía que no pudiera proteger a Zhiyin o a su secta si la situación lo ameritaba. Miró hacia los altos las dos personas que tenían encargadas del entrenamiento en la secta.
-Limpien esto- fue su orden y ellos sabían perfectamente que hacer, después de todo no era un solo cadáver el que estaba en el suelo y había heridos por parte de sus filas.
Fengxiao no tuvo que decirle al gemelo, que lo acompañara, que lo siguiera cuando retomó e vuelo sobre su espada una vez que sintió que su poder volvía a la normalidad, en dirección de donde había venido ese poder. Se preocupó y se pecho se apretó. Esa era la dirección donde le habían indicado que había ido Zhiyin. Esperaba que nada le hubiera pasado, ni a él ni a Yanfeng.
***
Gaomei retrocedió incorporándose. Había una sonrisa retorcida en su rostro mientras miraba a la persona delante de él.
-Con razón Suchao te selló tu núcleo. Eres realmente una amenaza. Pero por eso me gustas- puso sus manos sobre la cintura- Disfrutaré aún más cuando te lleve de regreso conmigo-
A pesar de sus palabras no recibió respuesta. Los ojos de Zhiyin estaban sobre él pero sus orbes eran totalmente blancos. El cabello totalmente suelto se ondeaba alrededor de su cuerpo, un débil destello dorado lo envolvía. Y simplemente alzó su mano. Gaomei tuvo que alzar su espada cubriéndose de la bola de poder que fue hacia él y que golpeó el metal haciéndole retroceder hacia atrás. Era poder espiritual sumamente concentrado.
Una gota de sudor bajó por su espalda. Se carcajeó agudamente.
-¿Maldito te atreves a revelarte contra mí?-
Otra bola en su dirección. Esta la cortó a la mitad y cada parte se estrelló en el suelo rompiendo el la superficie. Gaomei frunció el ceño y sus dientes rechinaron.
-Si quieres jugar así, entonces tendré que enseñarte quien es el más fuerte aquí- gruñó haciendo explotar su cultivo y se abalanzó contra Zhiyin atacándolo con su espalda. Había concentrado una parte de su poder en la hoja y tenía intenciones de cortarlo hasta debilitarlo, pero su plan no funcionó.
Gaomei tuvo que saltar hacia atrás apenas esquivando la inmensa boca que casi desgarra una de sus piernas. Al alzar la cabeza no pudo evitar que abriera su boca conmocionado. Puede que su cultivo fuera superior al del hombre más joven delante de él, estaba seguro de eso, pero la situación se estaba complicando cuando el aura espiritual de aquella misma persona tomaba una forma específica.
Un dragón…
Un dragón dorado.
Un dragón dorado lo envolvía que se fusionaba con su cuerpo y no solo lo protegía a él, sino al hombre en el suelo cubierto de sangre, detrás de él.
Gaomei apretó la empuñadura de su espada. Solo había una persona de la que se conocía que su aura espiritual se materializara en una bestia, precisamente un dragón y ese era el mismo líder de la secta que él había invadido. Maldijo, acaso que Fujie hubiera estado tanto tiempo con ese hombre había influido en aquella situación…
No tuvo tiempo a pensar, la cabeza del dragón se había movido tan rápido que estaba delante de él y sus dientes se enterraron en su brazo izquierdo con fuerza. Su propia sangre le salpicó en el rostro y el dolor fue real, no era una simple materialización, el dragón era prácticamente real.
Gaomei intentó quitárselo pero lo dientes no soltarían tan fácilmente, estaba enfrascado en arrancarle el miembro. Miró a Zhiyin. Su cuerpo estaba quieto, prácticamente su pecho no se movía y no pestañeaba, parecía una simple marioneta.
Alzño su espalda y atravesó la mandíbula de la bestia con esta. El dragón gruñó pero sus dientes se apretaron aún más casi desgarrando por completo el brazo. Gaomei concentró su poder en su espada y disparó su poder a través de esta hacia el interior del dragón.
Se escuchó un sonido dentro de la bestia y acto seguido lo soltó. Una línea de sangre brotó por el costado de la boca de Zhiyin pero ni siquiera se movió por ello.
Gaomei retrocedió tocándose el brazo completamente ensangrentado. Su rabia por aquel trato y traición de Fujie fue tal que no pudo contener su cultivo y salió en una hondonada en todas direcciones. El suelo sobre él sea agrietó y los pedazos de este comenzaron a levantarse como si apenas pesaran. Una capa destellante los envolvió como si fueran navajas afiladas que se direccionaron hacia Zhiyin y la bestia cuando…
Detuvo todo y las piedras volvieron al suelo. Miró por encima del hombro y chasqueó la lengua molesto. Pensó que se demoraría pero eso era mucho esperar. Ya sabía que pasaría poco tiempo a que se quedara tranquilo después de sentir que la barrera había sido destruida. Quizás mantenerlo encerrado en las mazmorras de hielo como castigo por sus acciones contra un miembro de su familia no había sido suficiente para detenerlo.
Se giró y le sonrió a Zhiyin.
-Bueno, al parecer él tendrá una emocionante situación con la que enfrentarse- buscó dentro de su túnica el recurso que había guardado para sacar a Fujie cuando lo tuviera en sus manos. Estaba molesto porque no podría llevárselo ya que ni siquiera podría acercársele pero ya tendría otra oportunidad.
En algún momento.
Sacó de su túnica un talismán y utilizando la sangre de su brazo lo empapó y lanzó al suelo. Un círculo se creó debajo de este activando el hechizo de tele transportación. Su cuerpo se fue sumergiendo en el suelo a través del círculo hasta desaparecer momentos antes de que la cabeza del dragón se estrellara en ese lugar astillando el hechizo en pedazos.
La bestia gruñó molesta y más cuando alzó su cabeza enfocando a las dos personas que llegaron segundos después.
Cual creen que sera la reacción se fengxiao y como podrá enfrentar a Zhiyin
Primer capitulo donde Zhiyin no dice ni una palabra.wao
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