Cap. 5
Después de que Caulifla llamara a Vados... Vegeta tiene una extraña pesadilla.
–Kakaroto, ya nacieron nuestros bebés —dijo alegremente.
–Ya veo, están preciosos y com... —Gokū fue interrumpido por dos ki sorprendentes.
–Deja ver de dónde es ese ki...
–Con cuidado..
–Si... Vendré en unos minutos —dale del laboratorio de Bulma y se dirije a dónde se percibió el ki... Al ir en dirección, se da cuenta que es Kale y Caulifla, las cuales vienen a cobrar venganza.
–¿U- Ustedes que hacen aquí?
–¿Tú qué?
–Si vienen a matar a Kakaroto. ¡No se los perdonaré, malditas!
–¡Hazte un lado, idiota!
–Por favor, no maten a Kakaroto... —dijo casi sollozando.
–No dejaré que toquen a Goku ni a sus hijos... —Dijo Bulma.
–Dije que te quites, o te mataré... Decide —dijo Caulifla.
–¡Mátame, pero no le hagas nada a Gokū y a sus hijos!
–¡Bulma! —gritó Vegeta.
Kale se acerca a Bulma tranpasando el cuerpo de Vegeta.
–¿Q- Qué está pasando?
–Te arrepentirás, escoria.
Kale le da un puñetazo a Bulma en su abdomen, dejando un hueco, chorreando de sangre. La pobre solo se desmayó y en pocos segundos, murió; Vegeta intentaba golpear a Kale pero no podía solo traspasaba a Kale.
–Será que ¿no puedo hacer nada?... ¿Por qué?
Kale y Caulifla se dirijen al laboratorio de Bulma y encuentran a Gokū con sus hijos.
–Que bueno que volviste, Vegeta, estuve pensando... Otra vez ustedes... ¿Qué es lo que quieren?
–Solo venimos a cobrar venganza, Son Goku —dijo Caulifla poniendo una sonrisa de placer.
–¡No se los permitiré! —dijo Goku poniéndose de pie débilmente.
–¡No lo hagas Kakaroto! —gritó Vegeta.
–Bien, ya que no quieres pelear pues... —agarra a un crío y lo mata despiadadamente, lo cual, no dudó en hacer lo mismo con el segundo.
–¡Eres una miserable!... ¡¿Cómo te atreves a matar a mis hijos?!
–No... No, mis bebés —Vegeta, llorando de rabia e impotencia de no poder hacer nada, esto era una pesadilla, tenía que serlo, ¿no?
Gokū trataba de conectarle un golpe a Caulifla pero no podía.
–Vaya, con que no puedes darme un golpe entonces verás a tu novio e hijos en el otro mundo.
Caulifla atraviesa a goku en el corazón haciendo que este muera... En pocos segundos, al ver el cuerpo de su amado en el suelo con esa mirada perdida, oscura, la cual mostraba un dolor inmenso, gira su cabeza hacia la izquierda y ve su propio cuerpo con la cabeza aplastada.
Pocos segundos después se despierta agitado, pero se tranquilizó un poco al ver que su amado está durmiendo... Vegeta salió a tomar un poco el aire cuando sintió un ki conocido.
Vegeta voltea y ve que está ahí la señorita Vados con Kale y Caulifla... Vegeta va y le grita a Vados.
–¡Srta. Vados!
–Vaya, vaya... Con que es Vegeta, y respóndeme ¿por qué estas con la ropa destrozada y con sangre? Digo, no es que sea de mi incumbencia por reglas de un ángel, pero me da curiosidad.
–A eso iba... Verá, estas niñas empezaron todo... Querían asesinar a Gokū que estaba embarazado y casi lo matan a él y a los bebés, pero por suerte están a salvo.
–Umh, ya veo, déjame curarte y curar a Gokū...
–Claro, por a quí está Gokū.
Vegeta llevó a Vados a donde estaba Gokū para que lo curara.
–Bien, primero, déjame revisar a los pequeños...
–Haz lo que sea necesario —suplicó Vegeta.
–Bien —revisa a los bebés y a Gokū— Bien, Gokū esta estable, y los bebés también —cura las heridas de Gokū y Vegeta.
–Vados, por favor no entrenes a estas niñas.
–Eso será decisión mía, señor Vegeta.
–D- De acuerdo...
–¿Es en serio, Señorita Vados? ¿¡no nos vas a entrenar!?
–Pensaba entrenarlas, pero por la actitud que están tomando ahorita, me veo en la obligación de no entrenarlas.
–¡¿Qué?! ¿O sea que no? —preguntó muy furiosa Caulifla.
–¡Es correcto! Por su mal comportamiento, y más el como le contestan a un superior.
Caulifla y kale se disculpan y se retiran molestas.
–¿Qué pasó? —dijo Gokū.
–¡¡Kakaroto, que bueno que estas bien!! —va a abrazarlo.
–Je, tranquilo, ah por cierto ¿dónde están esas estúpidas?
–Umh, me temo que ya se fueron.
–Uff, que bueno.
–Son Gokū, te doy este objeto...
–¿Y para qué es?
–Oprimes este botón y responderé a tu llamada.
–Ok Gracias, señorita Vados.
–Bien, me retiro...
En el planeta Tierra...
–Ese miserable de Goku, Bulma y Vegeta, me las van a pagar bien caro.
–Te apoyo.
—Empacando sus cosas llevando consigo tres cápsulas que le dió Bulma hace años para una emergencia— A mí ni me vean —dijo Gohan.
–Voy contigo, hermano.
–Goten, tu nesecitas a tu madre.
–¡Yo no nesecito de nadie, más que de mi hermano!
–¡Tú te quedas a quí, Goten!
–Tú no me das ordenes, en primer lugar.
–Soy tu madre, desgraciado.
–Tú ya no lo eres... —llorando— si fueras mi madre jamás traicionaría a mi padre.
Goten, Gohan y Videl llaman a Whis para que venga, Milk empieza a buscar el radar del dragón en el laboratorio de Bulma la cual encontraría y esta empieza a buscar las esferas del dragón...
–Hola, hola, ¿qué se les ofrece? ¿Para qué me hablaron?
–Para que nos lleven al universo 6.
–Pero... ¿Por qué?
–Éstas personas ya no son nuestra familia ni amigos.
–De acuerdo, vengan conmigo.
Videl, Goten, Gohan y Pan fueron con Whis para que los lleve al universo 6 .
–Encontré la cuarta esfera del dragón.
Después.
–¡Ya reuní todas las esferas del dragón!, ¡sal de ahí, Shenlong, y cumple mi deseo!
–Te cumpliré cualquier deseo, ahora, habla.
–Quiero ser muchas más inteligente que la terrícola Bulma.
–Eso es bastante sencillo —le brillan los ojos— tu deseo se ha cumplido, ahora ¿cuál es tu último deseo?
–Quiero ser mas jóven, solo quítame 6 años, sí es posible.
–De acuerdo —le brillan los ojos— tus deseos se han cumplido ahora me retiro..
–Con la inteligencia que tiene Bulma podré saber hacer inventos que logren matar a esos imbéciles..
En el planeta Sadalá...
–Oye, Goku...
–¿Qué pasa, Bulma?
–¿Me perdonas por lo del otro día? —llorando.
–Si, Bulma, si te perdono.
–Vegeta...
–¿Qué pasa?
–Creo que se acerca...
Gohan, Goten, Videl y Pan van junto con Whis.
–¡Ah! Es cierto... A lo mejor vienen porque no aguantan a los seres del universo siete.
–Supongo...
Whis aterriza cerca de la casa de Goku y Vegeta.
–¿A quí es? —cuestionó Gohan.
–¡Es muy bonito! —afirmó Goten.
–Bueno, me retiro ¡suerte muchachos!
–Gracias Whis —exclamó Gohan y los demás.
–Siento el ki de mi papá muy cerca..
–Pues.. ¡Vamos!
–Se acercan... —dijo Gokū poniéndose en pose de combate.
–Si, ya lo noté —dijo Vegeta y haciendo lo mismo que Gokū.
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