A la mañana siguiente Vegeta sería el primero en despertar, cuando Vegeta ve a Goku todavía en la cama... Le da un besito corto en los labios. Para darle una sorpresa, baja a la cocina para prepararle un pastel de chocolate. Después de que prepraró el pastel Gokū se despertó por el olor tan rico que este emanaba, pero al pararse sintió un dolor horrible en las caderas y este se cayó... Vegeta fue a revisar que es lo que ocurría; al ver a Goku tirado en el suelo...

–Al parecer no puedes caminar, ¿te di tan duro? Ja, ja, ja. —rió.

–¡¿Que tal si te dejas de reír y me ayudas a levantarme?!

–Ya... Lo siento

Vegeta carga a Goku hasta el comedor dónde la pareja comían el pastel hasta que Goku empezó a tener náuseas, este fué al baño a vomitar; Vegeta sigue a Gokū al baño ya que se preocupó por su pareja... Llegando al baño...

–¿Estás bien?

–Sí, no te preocupes.

–No te creo, no es normal que los saiyajin vomiten de la nada... Vamos con Bulma para que te revise.

–¡Calma! a lo mejor es el pastel de chocolate por lo delisioso que estaba.

–¿Te gustó mi pastel?

–¡Claro!

–Que bueno ¡pero vamos con Bulma, insecto!

–Está bien... Que genio.

Vegeta lleva a Gokū al laboratorio de Bulma para saber lo que pasaba, ésta asintió con la cabeza para revisarlo, Bulma llevó al enfermo al laboratorio para hacerle unos exámenes aunque Bulma no dejaba de pensar que es la comida lo que le cayó mal... Pero al revisar los exámenes se sorprendió y fue a ver a Gokū para decirle lo que pasa con él.

–Ya tengo tus resultados y...

–Dime, ¡¿es algo grave?!

–Bueno para mí es una buena noticia aunque no sé como te lo tomes tú así que quiero que te calmes. ¿De acuerdo?

—Suspira— De acuerdo. ¿Qué es lo que tengo?

–Tú estás embarazado... —dijo tartamudeando.

–¿¡Qué!? ¿pero cómo es posible, Bulma?

–Bueno al parecer tú eres intersexual, aunque suelen ser estériles.

–¿Intersexual? ¿qué es eso?

–Que tú puedes tener hijos al igual que en una mujer para ser un poco más exacta tienes órganos de mujer dentro tuyo pero por afuera eres hombre... ¿Me explico?

–Sí, eso es muy lindo, no sabía que podía tener hijos de Vegeta.

–Bueno, hay que decirle a Vegeta la gran noticia.

–¡No!

–Y... ¿Por qué no?

–Tal vez no lo quiera o no me quiera, o peor aún... Que crea que soy un fenómeno...

–Bueno solo déjame decirte una cosa.

–¿Qué es?

–Vas a seguir teniendo vómitos, tendrás cambios de humor, tendrás varios antojos...y solo podrás entrenar 3 meses. ¡Ah! Y también te cansarás mucho.

–De acuerdo.

–¡Vienes al cuarto mes para que te revise!...

–Sí, está bien, ¡adiós, Bulma y gracias!

—Con voz suave y tranquila— Sí, adiós.

Goku sale del laboratorio de Bulma...

–¿Por qué tardaste tanto?

–¡Ah! este... Solo tendré algunos problemas por lo que comí, je.

–Ya veo, ¿seguro, insecto?

–Sí, por supuesto... Yo no te mentiría.

–Está bien...

Cuando Vegeta y Gokū se iban para su casa vieron que muy cerca de ahí hay un mercado... Así que la pareja fueron al mercado cuando Gokū vió una tienda de pastelería se le antojó otro pastel así que Vegeta accedió a comprarle como seis pasteles a Goku; Vegeta empezó a notar algo muy extraño en Gokū.

–Oye, insecto.... ¿Estás seguro de lo que me dijiste?

–Por supuesto que sí.

–Mhh, no sé si creerte.

–Por favor... ¿Sí?

–¡Agh! Está bien pero si me mientes te las vendrás conmigo.

–Sí, sí, lo que tu digas, corazón.

–¿Te parece si entrenamos los dos en este espacio?

–¡Yo jamás digo no a un enfrentamiento!

En el transcurso del entrenamiento Gokū lo detuvo ya que empezó a cansarse debido a su embarazo.

–¿Ahora qué te pasa, Kakarotto?

–¡Estoy agotado! —dijo jadeando.

—Mirando a Goku de manera sopechosa— Bueno, solo vamos a comer y te vas a descansar.

–¡Sí! es que ya me muero de hambre.

Vegeta empezó a notar que Gokū comía demasiado más que los saiyajin.

–¡No juegues conmigo, Kakarotto!

–¿Qué te pasa? —dijo desconcertado.

–¡Quiero la verdad, desde la mañana te has comportado muy extraño, así que quiero la verdad, y no me mientas, carajo!

–Pero si te digo la verdad tal vez tú ya no me quieras —empieza a llorar.

–He... Perdón, Kakarotto, no era mi intención hacerte llorar; lo lamento solo quiero la verdad —lo abraza mientras dice esto; cuando Goku comienza su parte, se aleja.

–Antes de que te diga ¿puedo cuestionarte algo?

–Sí, claro, adelante.

–¿Todo lo que yo haga... Lo amas?

–Sí, todo lo que venga de tí yo lo adoro, o mejor aún, lo amo.

–Esta bien, la verdad es que yo...

–¿Tú qué?

–Estoy embarazado...

–¿Hablas en serio, Kakarotto?

–Si...

Vegeta abraza a goku de la cintura y le planta un beso.

–¡Me has hecho el saiyajin más feliz del mundo!

–¿Tú lo quieres?

–Por supuesto —toca el vientre de goku— porque es nuestro hijo —le da un beso.

–¿Quieres ir a entrenar con la Ángel más fuerte que Whis mañana en celebramiento de nuestro hijo?

–Claro que sí..

–Entonces tú me vas vas decir que es lo que te dijo Bulma sobre el pequeño...

–Bueno... Me dijo que iba a tener vómitos, antojos, me iba a cansar rápido y que solo podía entrenar hasta el tercer mes y fuera con ella al cuarto mes para que me revise.

–Ok... Mientras tú no vas a volar.

–¿Por qué?

–Le puede hacer daño al bebé, torpe.

–¡Bien! —refunfuñó—  no importa tengo otro transporte...

–¿Cuál es?

–Mi nube voladora... Hace mucho que no la utilizo.

–¿Esta bien?

–Pero solo los de corazón justo y puro pueden subirse en ella... Así que tú no puedes.

–No te preocupes... Yo me puedo ir volando, algo que tú no puedes hacer.

–Esta bien, ya, vamos a dormir.