—¡Sun

Al escuchar mi voz sale del trance en el que había entrado, mirándome con el ceño fruncido, como si estuviera enojado. Jungkook se adelantaba con los gemelos y entra lentamente, analizando el momento. Lo miro fijamente por segundos perdiéndome en sus ojos, pero me recupero rápidamente y me encamino a los chicos.

—¡Tae! -gritan ambos.

Corren a mí abrazándome por la cintura uno de cada lado, los aprieto fuerte, cerrando mis ojos, agachándome para quedar a su altura y besar sus frentes.

—Bueno, eso no lo esperaba -hablo Sun.

Me quedo de piedra al escuchar a Sun decir eso mientras mira fijamente a Jungkook, este a cambio me lanza una mirada de ayuda y eso es todo lo que necesito para actuar.

—Cariño ¿Qué dijiste?

Hace una cara aburrida y señala a Kook su pequeña mano.

—Este es mi papi alfa, puede sentirlo.

No respiro, simplemente olvidé como se hace. Miro desesperado a Jungkook quien me mira de igual manera. Solo hay una pregunta que hacer ¿Cómo? Mi hijo se pasea frente a nosotros y se va a la sala como si no estuviera pasando nada.

—¿Se lo dijiste? -susurra Jungkook.

—¡Claro que no!

—Entonces la pregunta acá es ¿Cómo demonios sabe?

Sin responderle, me encamino a la sala y me siento al lado de Sun quien está sentado muy tranquilo mirando al frente, como si estuviera pensando en algo.

—¿Bebé?

No responde, él simplemente se queda sumido en sus pensamientos sin decir nada, tengo unas ganas inmensas de llorar porque está pasando justo lo que no quería que sucediera.

—Papi es obvio... Ayer cuando lo vi pude sentirlo y mi lobito se sintió bien -me mira- ¿Es mi papi alfa, verdad?

—Si bebé, pero déjame que te explique por qué...

—No -dice Jungkook caminando hacia nosotros con el semblante en blanco- es mi turno para hablar, si me permites.

Veo como él se sienta en frente de nosotros y mira fijo a nuestro hijo, Sun está concentrado en mirarse las manos y sé que está nervioso, cada vez que hace eso sé que lo está.

Sin decir algo más beso a mi bebé en la frente y los debo para que hablen. Mientras me encamino a la cocina donde los gemelos están ya sentados en la mesa con esas caritas inocentes, pienso, en como será todo a partir de ahora. Por un lado, todo se está calmando y eso es justo para todos, en especial para Sun. Pero no puedo evitar esa punzada en el pecho de que después de todo esto mi hijo se sienta mal o de alguna manera excluido de todo. Sé que, por otro lado, todo esto puede que lo haga feliz, ya que tendrá a dos hermanos para jugar y que podrá cuidar y conocer, tendrá una familia.

—¿Dónde está papi Tae? -dice Jun Seo

Me siento en frente de ambos y los miro fijamente, los extrañé tanto en estos días que estuve lejos. Es increíble como las personas llegan a meterse en la piel y en el corazón con solo ser como son. Desde que los vi correteando por la casa de mi padre supe que no tenía que estar demasiado cerca de ellos porque tenía más que claro que perdería mi corazón.

Me cautivaron cuando sabía muy bien que no eran mis hijos. Eran los pequeños de Jungkook, el alfa que significó tanto para mí durante mucho tiempo y con el cual tenía algo en común. Nunca fui tan consiente de todo lo que paso hace tan solo un mes y medio atrás. Cuando fui a visitar a mi padre, lo hice con la intención de unos días de descanso para ver a mi padre y saber más de como le iba. Jamás pensé que volvería a ver a Kook o que tendría con él a estos dos hermosos muchachos. Pero si algo aprendí en esta vida es que las cosas suceden por algo. Quizás el destino quiso que todo esto fuera de la manera en la que está ahora, pero sea de la forma que sea, no puedo dejar de preguntarme si las cosas por fin estarán bien.

El primer amor de alguien siempre es difícil. Y algunas veces lo superas al encontrar a otra persona. Pero ese no fue mi caso, caí rendidamente enamorado de mi hermanastro, y eso no estaba en mis planes, pero... ¿Qué iba a hacer yo? Solo lo vi ahí y me cautivo por completo. Muchas veces cuando me encontraba a solas en la privacidad de mi habitación antes de enterarme de que estaba en cinta, me arrepentía de haber conocido a Jungkook, lo maldecía cada noche, pero seguía soñando con él.

Llegue a odiarlo tanto que estuve a punto de llamarlo muchas veces, solo parar recriminarle el haberme usado como lo hizo. Pero no pude hacerle eso a su prometido porque, él no sabía de mí, la culpa era solo de él por jugar conmigo y mis sentimientos. Pero después de que pasaran algunos años y de ver crecer a mi hijo, me di cuanta de que no me arrepiento de nada, ya que, sin Jungkook, no habría podido tener a mi bebé, la luz de mis ojos y mi salvación. Entendí que tenía que dejarlo ir, dejar atrás todo lo malo para poder estar bien con mi conciencia y con la vida que había creado.

Saliendo un poco de todos estos pensamientos veo que no le respondí a Jun Seo la pregunta que me hizo.

—Tu padre está hablando con... -pienso bien antes de nombrar a Sun. Los gemelos aún no lo conocen y no me corresponde a mí decirles que es su hermano- por teléfono, quiero decir, habla de trabajo. Y ahora... ustedes me dirán como han estado en estos días ¿Sí?

Sus caritas se iluminan y comienzan a hablar de como les ha ido en las semanas anteriores. Me cuentan que habían ido de visita a la casa de su abuelo. El padre de Kook supongo, y que él los llevó al parque toda la tarde. También me dijeron que su tía Somi estuvo llevándolos a la escuela y que ella pasaba mucho tiempo con los dos. Hago una pausa ahí y a mi mente vienen una serie de imágenes de los niños junto a Jungkook y esa arpía que tienen como tía. No puedo creer que esta mujer este atrás de Kook ¡Su difunto hermano era el esposo de Jungkook! ¿Estará detrás de él? ¿Él la querrá a ella? Ellos estarán...

—¡Aquí estamos!

Me sobresalto sacando mi mente de todos esos pensamientos horribles para mirar a Kook el cual está tomando a mi cachorro por los hombros. Miro a Sun para descifrar como esta y me sorprendo al encontrar su cara sonriente ¡Se encuentra feliz! Diosa luna, él realmente está contento. Mis ojos se humedecen sin aviso y quiero llorar de una manera descontrolada. Creí que se volvería loco, pero sea lo que sea que Jungkook haya dicho, hizo efecto en él. Mi bebé está radiante. Quiero traerlo a mí y apretarlo fuerte contra mi pecho.

—Ellos lo saben.

Susurra dándole una mirada a los niños quienes están... ¡Hablando con Sun! Oh no. No creo poder aguantar mi llanto, así que levantándome precipitado corro a mi habitación, o eso, intento antes de que dos brazos fuertes me atrapen.

—Shhh tranquilo cariño...

Lloro desconsolado por lo que acaba de suceder. Soy una catarata de emociones y no puedo evitarlo, lo dejo ir todo. Soy un desastre ahora mismo, pero no me importa.

—Yo... quiero... Yo...-sollozo sin parar

—Tranquilo Tae, estoy aquí.

Perdón por llegar a esta hora tuve un día bastante ocupado. Lamento que sea un poco corto pero el sueño me está consumiendo.

También quiero avisar que nos queda poco para el final.

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⋆Nos leemos el 18 ✨

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Les quiere

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𓆩Candy𓆪

8-2-24