Jungkook

Lo miro fijamente, lo hago largo y tendido y simplemente no se da cuenta de que le observo. Se detuvo hace media hora para admirar el valle y la cascada de agua cristalina que cae rebelde por el pequeño lago. Los niños siguen enfrascados en sus juegos de cochecitos, cosa que agradezco muchísimo. No quiero, de forma alguna, que permanezcan cerca cuando dispare lo que tengo dentro de mí. Le prometí a Tae que haría cualquier cosa con tal de poder lograr que recupere su confianza hacia mí. Aunque es algo egoísta de mi parte querer que, después de tanto tiempo, y con lo que le hice, todavía se quede. Pero lo hago, quiero que el este a mi lado ahora, y no porque sea un capricho, sino porque es esa persona que dejas ir en algún momento de tu vida sin que te des cuenta de lo que estás haciendo.

Fue así que lo perdí un día y fue completamente mi culpa, era un maldito afortunado por haberlo encontrado, y aunque en un inicio me pareció un omega pegajoso que no me dejaba ni respirar, ahora agradezco tal gesto, porque solo así pude ver más de ese joven que era y encontrar un hombre completamente hermoso.

Ahora, cuatro duros años después, no ha cambiado mi manera de verlo, él sigue siendo ese hermoso omega, un muñeco de porcelana el cual debe ser cuidado muy bien si no quieres que se rompa. Y ese es mi mayor temor, descubrir que está roto por dentro, y saber que fui un día el causante de tal dolor me desgarra el alma. Jamás fue mi intención lastimarlo, nunca quise que saliera herido. Pero yo sabía. Mi lobo supo al momento de verlo que nunca lo podríamos sacar de la mente, una vez que comencé a conocerlo, que logré ver como de alegre y hermoso era su espíritu, ya era demasiado tarde para correr lejos.

Sé que arruine todo aquello en lo que él creía, sé que no merezco volver a tenerlo conmigo. Pero al menos tengo que saber que si se va de aquí será confiando en mí. No mentiré al decir que si Taehyung me manda al infierno y se larga no estaré destrozado, pero lo entenderé perfectamente. Entenderé si no me quiere volver a ver después de esta semana, sí que lo haré, por él y por mí. Merece saber lo que sucedió después de todo, porque lo deje así, porque me largue como todo un cobarde dejándole solo después de la magnífica temporada que habíamos tenido juntos.

Vuelvo mi mirada otra vez a Tae para encontrarlo mirándome mientras sonríe. Con solo sonreír de esta forma logra que todo mi cuerpo se caliente, y que mi lobo comenzara a mover la cola emocionado. Le sonrió devuelta y larga una risita al verme levantar una ceja, para luego tumbarse en la manta, mirando al cielo despejado de nubes. Me acuesto a su lado y cierro los ojos. Por un momento, solo por uno, todo se detiene y nos queda el silencio tranquilo, ese silencio cómodo. Uno que dice mil palabras. Respiro hondo preparando las palabras para que comiencen a salir de mi sistema, para que de una vez alguien las escuche. Para que escuche la persona que más quiero que me oiga lo que tengo que decir.

-¿Por qué te fuiste Kook?

Me congelo.

Doblo mi cabeza para mirarlo y ver que tiene los ojos cerrados y respira tranquilamente, se prepara para mi respuesta. Sin dejarme acobardar me preparo para soltar todo.

Una respiración

-Cuando tenía quince años mis padres se separaron -carraspeo y respiro hondo- bueno cuando ellos decidieron separarse mi mundo se vino abajo, todo lo que construí era una completa mentira. Mis padres, las personas que más amaba en este mundo se estaban alejando y yo estaba mal, me enoje como el infierno cuando me dijeron que nos mudaríamos, yo y mi mamá, mi papá se quedaba en Busan, y eso me mato. No quería separarme de mi padre, pero tampoco quería dejar a mamá sola. Por eso los odié a ambos, pro hacerme elegir entre los dos...

-No fue culpa tuya Kook -su voz era suave, como una dulce melodía para mis oídos- esas cosas suceden, pero, no entiendo que tiene que ver esto con la pregunta que te hice.

-Aquí viene -lo miro fruncir el ceño- decidí quedarme con mi padre, mientras que mi mamá se mudó para acá. Fue horrible ver como se marchaba, pero yo había elegido quedarme. Hablábamos diariamente, cartas, llamadas, pero de igual forma me sentí solo en ese momento. Una semana después de que mi madre se marchara, en el colegio donde asistía entro un chico nuevo a mi salón, su nombre era Cha Eunwoo.

Hablar de Eunwoo siempre fue difícil y esto hace que mis palabras se traben en mi garganta.

-Tu esposo...

Lo escucho susurrar.

-Sí, él era lindo, ¿sabes? -no quiere escuchar eso, sé que Tae no quiere, pero no entenderá si no le cuento- coincidimos varias veces y decidimos probar con el tiempo, pasaron los meses y nosotros pasamos a la siguiente etapa, era mi omega al cumplir los dieciséis. Mamá vino cada mes de los siguientes dos años porque le dije que no dejaría a Eunwoo para irme con ella. No quise dejarlo y mi madre lo entendió -aclaro mi garganta y cierro los ojos- mamá en una de sus cartas menciono que había conocido a alguien.

-Papá

-Sí, tu padre. No te mentiré, lo odié al instante de saber que mi mamá estaba con alguien más y ese no era mi padre. Me concentré en pasar tiempo con el chico que tenía, él no me abandonaría jamás, nos hicimos esa promesa ¿sabes? Nos casaríamos algún día, y tendríamos una familia para nosotros, no quería terminar como mis padres y le jure frente a la diosa luna que de ningún modo le dejaría, y cuando doy mi palabra siempre lo cumplo.

-Tú siempre cumples... -dice a la par.

-Exacto, y no se lo dije a la ligera porque si lo quería y mucho. Su padre lo había abandonado cuando era pequeño, y de alguna manera él era la pieza que faltaba. Ambos teníamos algo en común. Su padre no estaba y mi madre estaba con otra familia. Mamá en una de las llamadas también mencionó que su pareja tenía un hijo, un dulce omega de ojos claros. Así te describió y te odié sin conocer.

Lo dije.

Lo solté.

Me quedo en silencio por varios segundos esperando alguna reacción de su parte, pero solo lo escucho respirar.

-No era culpa tuya, pero de alguna manera lo era para mí en ese momento. Los días pasaron y Eunwoo y yo estábamos más que felices, iríamos a la misma universidad, viviríamos juntos. Al tiempo él fue capaz de convencerme de venir con mi madre por las vacaciones, recién cumplía los dieciocho años era ya un adulto, y entendí un poco más a mis padres, simplemente no eran tal para cual, ellos no eran felices juntos y lo entendí al hablarlo con papá. No quería dejar a Eunwoo, pero me convenció de ir con mi madre, no me era suficiente verla solo una vez por mes y llamarla todos los días, así que me fui. Pero antes de eso le propuse matrimonio a Eunwoo.

Me acomodo más cerca de Tae y lo miro. Él me devuelve la mirada al percatarse de mi silencio y ausente, quiere que siga con el relato. Tomo su pequeña mano en la mía y miro a los niños que siguen jugando ajenos a nosotros. Entrelazo nuestras manos y las mantengo así. Taehyung no protesto para nada.

-Cuando la vi en el aeropuerto llore como una magdalena al verla nuevamente -lo escucho reír suavemente- nos pusimos al día mientras me llevaba a o que era su nuevo hogar y mío por aquel verano. Me hablo de lo maravilloso que me caería Suho y su hijo. Volví a sentir la furia crecer al escuchar que un chico que no conocía disfrutaba más de mi madre que yo, su propio hijo.

-Yo no sabía... -susurra.

-Lo sé cariño, ahora sí. Créeme que te odiaba sin conocerte y tanto yo como mi lobo te amamos, apenas te vimos.

Su cabeza se mueve para mirarme con esos ojos brillantes.

-Pero tú estabas...

-No tata... Poco a poco, mientras te conocía, supe que no lo amaba, no a él, no de la manera en la que me enamoraste tú. Con esa belleza juvenil e inocente que tenías me hiciste saber que en ese momento lo que sentía por Eunwoo no era amor. Eunwoo entro a mi vida cuando me encontraba en plena crisis, mi madre se había marchado, mis padres, con aquellos que crecí de pequeño de pronto no estaban juntos y él fue como mi flotador, el amigo que necesitaba en ese instante, que el haya sido hermoso no ayudo y termino por confundirme. Nos confundimos los dos porque él estaba en la misma situación, solo que no nos dimos cuenta de que necesitábamos ser escuchados, y nuestras historias encajaban. Lo quería no diere que no lo quise. Pero no de la manera tan loca en la que yo te amaba a ti Tae.

Veo como parpadea ligeramente al escucharme y sé que llorara, siempre fue muy sentimental. Y me matan, esas ganas tremendas que tengo de abrazarlo y llorar por horas en su hombro por todos estos años sin tenerlo a mi lado. Llorar por estar solo sin saber si algún día sentirá de nuevo lo que sentí una vez por él. Jamás pensé que lo vería de nuevo. La luna me concedió otra oportunidad con él y quiero aprovecharla, ya no soy un muchacho de dieciocho sin tener nada claro. Ahora soy un hombre y tengo muy claro lo que quiero. Y eso se llama Kim Taehyung

-Tuve claro lo que tenía que hacer, ¿sabes? No era un plan enamorarme del chiquillo que llegue a odiar sin conocer, pero así sucedió. Y quise, con todas mis fuerzas, no hacerlo, pero no me ayudaste, siempre estabas ahí para mí, eras eso que jamás había tenido y creí tener con Eunwoo, eras mi ancla y mi luz cuando estaba lleno de oscuridad contenida dentro de mí. Confundí cariño con amor al ver a Eunwoo, un chico tan frágil y tan necesitado de cariño que caí de lleno, se creó una linda amistad, pero ninguno de los dos supo a tiempo como terminar. Y cuando quise quedarme contigo para siempre, todo se vino abajo.

Aquí viene.

Tengo miedo.

No quiero perderlo jamás

Quiero que me entienda.

-Al día siguiente de hacer el amor los dos ¿lo recuerdas? -mi voz tiembla, ya que es un recuerdo muy valioso.

-Como no recordarlo...

Sus hermosos ojos se encontraban inundados de lágrimas y sé que recuerda esa noche. La noche en la que fuimos uno por primera vez, la noche en la que me entrego lo más preciado para un omega. Lo hice porque lo amaba con toda mi alma y quería hacer las cosas bien con Tae. Pero no contaba con que todo se arruinase.

-Al día siguiente recibí una llamada de Eunwoo. Estaba en espera, se encontraba llorando porque éramos demasiado jóvenes y porque ese no era el momento. Y definitivamente no era el momento para mí, no con él. No cuando quería un mundo contigo a mi lado.

El dolor que crece en mi interior es inmenso al mirar su cara llorosa.

-El honor fue más grande que todo, como bien dijiste antes, yo cumplo lo que prometo y le prometí seguridad, una vida, y ahora no sería solo él, había un cachorro y no pude dejarlos solos, no después de lo que el paso sin su padre. Si tendría un hijo, yo sería parte de su vida, y ahí viene la parte más difícil de todo esto. Dejarte ir...

Esto último lo dije en un susurro porque de repente ya no encuentro mi voz para seguir adelante, es tan cruel todo. Y más para Tae que escucha lo que nunca supo, y el porqué de todo.

-Esa tarde fue cuando te dije que me tenía que marchar.

Cierra sus ojos y llevo nuestras manos entrelazadas a mis labios, depositando un beso en sus nudillos.

-Me rompiste en mil pedazos -susurra.

-Yo ya me encontraba roto por dentro. Todas las palabras que salieron de mi boca fueron crueles, tanto para ti como para mí, porque era verdad, no fue mi plan enamorarme de ti cuando yo tenía lo que pensaba que era amor. Pero paso, la vida me hizo volver a elegir. Había un bebé de por medio -llevo nuestras manos a mi pecho y aprieto la suya, me aferro a ella como si me estuviera muriendo- quiero que sepas que no elegí a Eunwoo por encima de ti, no fue así... elegí darle una vida de amor a ese hijo mío. Te dejé ir y fue lo más horrible que pude experimentar en mi vida.

Tae estira su mano y limpia mi mejilla y es ahí donde caigo en cuenta de que estoy llorando. Tomando esa otra mano la dejo en mi mejilla y cierro los ojos. Se siente tan bien su toque después de todo.

-Estuve deprimido caso todo ese año, recuerdo que tuve pesadillas constantes con ese día, se repetía una y otra vez tú dejándome. Despertaba llorando en medio de la noche mientras pedía que regresaras a mí.

-Lo siento, lo siento tanto.

No aguanto el impulso descontrolado de tomarlo entre mis brazos. Me siento y lo pongo en mi regazo abrazándolo fuerte contra mi pecho. No puedo seguir hablando de esto. No cuando lo único que hace es llorar en mi pecho. Lo abrazo más fuerte, mientas respiro el aroma de su cabello. Le escucho decir algo, pero no le oigo bien.

-¿Qué?

Se separa y me mira todo lloroso y aun así se ve lindo, hermoso. Limpio sus lágrimas y beso sus párpados, Tae toma mis manos en las suyas y me mira con esos ojos azueles brillantes.

-Yo también... debo contarte algo -dice temblando.

-Está bien cariño, deja de temblar, estoy aquí.

Froto sus brazos mientras se queda en silencio unos segundos.

-Te diré, pero no hoy... No ahora.

No me dirá nada. Correcto. No puedo juzgarlo.

Pero no puedo evitar querer saber qué es eso que tiene que decirme, sea lo que sea, me lo dirá a su tiempo.

-Está bien, no hay presiones, cariño, ya no más.

Sonríe y mira detrás de nosotros donde se encuentra Jun Ki y Jun Seo, los niños nos observan escondiendo sus sonrisas detrás de los cochecitos ¡diablillos! Los miro a ambos y les apunto con un dedo, ellos rompen a reír a carcajadas al escuchar a Tae hacerlo. Me siento tan bien, realmente bien. Y haré lo que sea para que se mantenga así.

-¿Kook? ¿Puedo pedirte algo?

-Claro, lo que sea cariño, dime.

Tae me mira indeciso mientras frunce los labios.

-Necesito que me prometas que, pase lo que pase... No me odiarás.

¡Qué!

Me congelo mirándolo fijamente ¿Qué no lo odie? Si mal no recuerdo eso fue justamente lo que yo... ¡Maldición!

-Tae...

-Sé que es injusto pedirte esto, pero... Tú lo hiciste hace tiempo y yo...

-¿Me odiaste? -pregunto.

Él no parpadea mientras me habla muy seguro.

-En un comienzo admito que te aborrecí, quería encontrarte y luego descuartizarte pedazo por pedazo, pero... -largo una carcajada al escuchar eso- mentiría si dijera que te odio, o que lo hice por un largo tiempo porque, jamás podría hacerlo.

No me odia, nunca lo hizo.

-Lo prometo -lo hago realmente, nunca podría odiar a este hombre.

-¿En serio?

Tomo su rostro entre mis manos y le doy un beso lento, paso mi lengua por su labio inferior y a cambio recibo un pequeño gemido de él. Sonrió y lo miro directamente a los ojos.

-Tae, digas lo que digas, jamás voy a odiarte.

No dice nada por un momento.

-Espero no te arrepientas de eso...

Susurra, pero llego a escucharlo, ¿arrepentirme? Antes de que pueda preguntarle algo, los niños corren hacia nosotros y se me tiran encima.

-¡Oigan!

Pasamos el resto de la tarde corriendo por el bosque con los cachorros, jugando con ellos, y puedo decir que, por una vez en estos años, puedo respirar tranquilo. Tengo lo que quiero justo ahora, aunque eso sea solo por unas cuantas horas o días, tuve lo que desde hace mucho vengo buscando. Vea a Taehyung hablar y reír con Ki y Seo, tan fresco y natural. Mi lobo golpea fuerte en mi pecho y sé que está contento de verlos juntos. Yo también lo estoy.

Taehyung es el hombre que recuperaré sea como sea lo haré, no me dejaré llevar por lo que pasara al terminar esta semana, porque lo que más deseo es disfrutar con ellos, mis hijos y el omega que amo. No se lo dije aún, pero jamás dudé, siempre supe que lo amaba, es solo... Que cada vez que quiero decirle algo ocurre, paso hace cuatro años, y me da terror que ahora, estando juntos nuevamente, algo suceda y no pueda decirle cuanto lo amo.

Hola bellotas, un capítulo bastante largo. Disculpen la demora, si nada malo ocurre estaré actualizando seguido.

Espero que el capítulo sea de su agrado.

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𓆩Candy𓆪

17-4-23