Después de organizar todas mis cosas otra vez en su lugar, bajo las escaleras, corriendo cuando escucho a los niños gritar. Llego al último escalón y los veo tirado en el piso siendo víctimas de las cosquillas de su padre. Los dos se revuelven mientras Kook se carcajea viéndolos reírse. Siento un gran pesar al verlos y saber lo unidos que son los tres. No sé cómo eran con su padre omega, y no me interesa del todo saberlo, no quiero meterme en ese terreno, al menos no por ahora.

Una punzada de angustia crece en mí, al ver lo buen padre que es, no tenía idea de que los hijos cambian a las personas y tal vez tuvo razón al decirme que cambio. Y quizás haya cambiado por sus hijos. Si hubiese sabido esto antes, todo sería diferente, para ambos.

-¡Tae! -llama Jun Ki.

-¡Ayúdanos! -dice Jun Seo entre risas.

Dudo en ir en su rescate al ver la cara de diversión que tiene Kook y sé a qué se debe. Odio las cosquillas, y lo sabe perfectamente, así que no sería muy inteligente de mi parte meterme con él ahora.

-¡Por favor! -gritan los niños.

Jungkook se levanta con gracia divina dejando a los niños libres de sus garras y ellos aprovechan para correr al jardín donde, ahora que me doy cuenta, esta Somi sentada en una tumbona leyendo una revista, me había olvidado de su presencia en la casa. Miro a Kook acomodar los peluches de los niños que están tirados.

-Mi madre llamo.

-¿Sí? ¿Qué dicen?

-Que... en una semana regresan a casa.

Una semana. Cinco días. Eso lo cambia todo en lo absoluto, ya que le dije a mi padre que me quedaría hasta que ellos regresasen y eso implica irme este fin de semana, y estamos exactamente a una semana, puesto que hoy es lunes en la mañana.

-Bueno, supongo que deberás apresurar las cosas que tenías planeadas.

Frunce el ceño sacudiendo levemente la cabeza y me mira fijo mientras se acerca a mí.

-Por lo visto, ¿Te marchas el fin de semana? -pregunta.

Asiento seguro sin despegar los ojos de él, que ahora se encuentran entre confusos y curiosos. Guarda silencio por unos minutos mientras pienso en que voy a hacer ahora, esto es un gran cambio de planes tener solo esta semana, pero así se dieron las cosas y tendré que regresar a casa más tardar el lunes.

Reflexiono en mí haciendo nuevamente mi rutina diaria en casa. Despertar temprano, ir a dar clases, quedarme a suplantar a alguna profesora que no se presente, porque, eso me gusta, no me quejo de ello. Me encanta mi rutina y volver es algo que ansió. Pero eso no significa que no me sienta triste por Kook, tan solo tenemos cinco días para volvernos a conocer bien y llegar a tener una buena relación. Solo nos queda una semana para ya no volver a vernos en un largo tiempo.

Alejo esos pensamientos rápidamente al ver que los pequeños regresan corriendo del jardín y cada uno se cuelga de mis piernas riendo y tratando de esconderse de Kook quien, está muy ocupado viendo el reloj.

-Bueno, supongo que te comenté que tenía planes contigo, así que ¿niños? -les toma de la mano- ¿Por qué no van a por sus abrigos? Los esperaré justo aquí.

Ambos dan un salto de alegría y suben lo más rápido que pueden las escaleras. Mientras yo los observo con angustia, no me gustaría que cayeran por subir corriendo.

-Tú también.

-¿Qué? -le miro desconcertado.

-Ve por un abrigo, hace algo de frío afuera.

-Y ¿se puede saber a dónde nos llevas? -pregunto.

-Nop.

-¿Por qué?

-Porque es una sorpresa. Sé que te gustara, créeme.

-¡Papi!

Los niños gritan y con eso las palabras de Kook se cortan, quedando completamente en el aire. Si quiero distraerme por un rato, pero no saber que trama Kook con esa "sorpresa" me pone de los nervios, pero sea lo que sea lo sabré sobrellevar, lo haré si eso quiere decir que pronto escucharé toda la verdad sobre él. Sobre ese alfa que es ahora y sobre todos esos secretos que lo envuelven. Porque sé que hay muchas cosas que aún no sé, pero también sé que hay muchas otras que él no sabe de mí.

Espero sentado en el auto mientras Jungkook acomoda a los niños en sus sillas de seguridad. En casa solo queda Somi y la verdad no me siento cómodo con que se quede sola en casa. No la conozco del todo y no sé qué se le ocurra hacer. Pero al parecer Kook si confía en ella lo suficiente, así que eso me lleva a confiar también.

Jungkook sube al auto y me regala una sonrisa confiada. ¡Diosa luna! Me matará si sigue dándome esas hermosas sonrisas. Es un hombre hermoso y él lo sabe, como también sabe cómo me afecta a mí. Pero no dejaré que se me acerque de manera íntima, no hasta que sepa algo en concreto. Y digo esto porque necesito saber por qué se marchó de esa manera, o, mejor dicho, ¿Por qué se metió conmigo si se encontraba comprometido con otro omega?

Merezco una explicación y me la debe por dejarme de tal forma. Al fin y al cabo, después de que se largara fui yo el que se quedó aquí, yo fui el único que se quedó a hacerles frente a todos los que me miraban juzgándome por cómo estaba. Fui yo la única persona que se quedó para enfrentar a mi padre.

Y fue una jodida mierda tener que, enfrentarme a su madre también, Soehyung, cuando era su maldito problema hablar con ella, pero... ¿Cómo iba a saberlo él? Como contarle mi situación cuando él se había casado el mes anterior. No pude hacer más que callarme y seguir por mi cuenta, con la ayuda de mi padre quien, guardo silencio por mí, porque le rogué que no dijera nada, que todo era asunto mío.

Pero no iba a poder impedir nada si Soehyung decidía contarle todo a su hijo, al fin y al cabo, es su madre. Aun así, milagrosamente, mi padre pudo convencerle y los dos entendieron que era algo que yo debía arreglar, y jure a la luna que algún día diría la verdad. Pero pasaron los años y mis agallas se esfumaron. ¿Ahora? Ahora que lo tengo tan cerca, a Jungkook, no estoy tan seguro de poder seguir ocultando lo que sé, que pronto, más temprano que tarde, puede salir a la luz. No quiero que lo sepa por otra persona que no sea yo, pero no le diré ahora, ahora solo disfrutaré del momento y averiguaré más sobre él.

Todos mis pensamientos se esfuman cuando veo donde nos encontramos. Abro la boca para decir algo, pero no puedo, no sale nada de mí. No sé qué decir ni hacer. Esto es verdaderamente increíble. Miro a Jungkook quien se encuentra mirándome fijamente con una sonrisa ¡Lunas! De todos los lugares de la ciudad en serio, ¿tenía que traerme aquí? Este sitio representa toda mi adolescencia. Para ser más exactos, nos representa a ambos. A Kook y a mí, siempre veníamos aquí con demasiada frecuencia como para no recordar cada cosa que sucedió. Es nuestro sitio, o lo era antes, Nuestro prado secreto, al que veníamos cuando queríamos estar un rato a solas y al aire libre.

Este valle contiene todos nuestros secretos, no había pensado más en este sitio desde que me fui, no hasta ahora. Y al verlo, no puedo evitar sentir nostalgia, al recordar todo lo que yo era al tirarme por el pasto verde, fresco, con ese aroma tan natural del campo, flores por doquier, era un sitio perfecto, y lo sigue siendo.

-Sabía que te gustaría estar aquí -escucho susurrar a Kook.

-Sigue siendo igual de encantador -digo, mientras sigo embobado mirando el paisaje.

Los niños gritan al ser liberados para poder correr por el valle y los comprendo bien, porque también quiero salir del auto e inspeccionar todo este paraje. Bajo del auto y camino al prado, quizás esté un poco loco, pero ahora siento la misma frescura que sentía al estar aquí, y sé que Kook lo siente también al pararse a mi lado y suspirar con calma mientras su mirada vaga por todo el lugar.

Me adentro más, camino entre los grandes árboles, siguiendo a los niños, los cuales han descubierto lo mágico del sitio. El valle. Un pequeño valle de agua completamente cristalina cayendo en cascada. Recuerdo sentarme aquí por horas solo para observar el agua correr.

-Papi que bonito lugar -habla Jun Ki dando saltos.

-Lo es cariño.

Se sientan en el pasto sacando sus carritos de sus mochilas verdes y comienzan a jugar con ellos, completamente ajenos a nosotros dos.

-Sentémonos.

Ahora que lo miro veo que trajo una manta con él, junto a una canasta, lo que he de suponer que debe ser el almuerzo. Siempre está preparado para todo. Le sonrió mientras lo ayudo a colocar bien a la manta y tomamos asiento a un costado de los niños.

-Dime Tata, ¿logré sorprenderte?

¿Me sorprendió? Completamente. Lo hizo, no me esperaba esto para nada y eso lo hizo todavía más increíble.

-Sí, me sorprendiste Kook, es algo nuevo.

Frunce el ceño.

-¿Nuevo? -pregunta.

-No me sorprendo tan seguido últimamente.

-Te prometo que la pasaremos bien. Nada de peleas y ponernos sensibles, ¿sí?

-Claro

Digo lentamente mirándolo extrañado. Este Jungkook me asusta un poco, de la manera buena quiero decir. Todavía no sé qué es lo que piensa hacer ni decir y quiero estar muy informado de todo para cuando esté en casa al final de esta semana.

Le observo sacar refrescos de la canasta junto con algunos bocadillos, sí que estuvo preparando todo, me pregunto en qué momento lo habrá hecho. Sonrió contento por encontrarme en este lugar, por estar en mi sitio mágico, porque el este aquí, los niños que, aunque no entienden nada, son parte de todo esto. Ellos son hijos del hombre con el cual tuve una historia, una que no termino bien. En todo caso nos encontramos en la parte donde se merece ponerle un punto final, pretendo ponerle fin en estos días. Porque sé a ciencia cierta que, si no soy yo, será el quién decida terminarlo.

Cuando sepa la verdad.

Cuando todo se me venga cuesta abajo.

-Ahora ataca antes de que estos pequeños carnívoros devoren todo ¡Cachorros!

Los llama para que coman y ellos corren a donde nos encontramos. Jun Ki toma un bocadillo de jamón y se sienta cómodamente en mis piernas, se relaja y comienza a devorar su comida. Lo miro sorprendido por tal acto, pero no me incomoda, en lo absoluto. Me agrada mucho que se sienta en confianza conmigo. Miro a Jun Seo hacer lo mismo, pero en el regazo de Kook, él besa sus cabellos lacios y me lanza una intensa mirada. Nos miramos por minutos, y parpadeo cuando los cachorros comienzan a reír mientras hacen caras raras.

-Seo no hagas eso o te quedarás así para siempre.

-Papi, eso no es cierto, eres un mentirosito.

Ellos ríen sin parar y no puedo evitar acompañarlos en las risas al ver la cara petrificada de Kook. Él comienza hacer caras raras, ojos bizcos mientras saca la lengua y no puedo parar de reírme. En este instante esto se siente tan natural. El compartir momentos tan simples, pero tan hermosos a la vez. Risas que llenan el ambiente de este lugar. Y me siento satisfecho. En este instante sé que ocurra lo que ocurra, más allá de lo que me tenga que confesar, no cambiara la forma en la que lo veo. Sé ahora, viéndolo jugar con sus hijos, que este hombre cambio, y puedo llegar a asegurar que lo hizo desde que estos dos lindos hombrecitos llegaron a su vida. Recuerdo ahora que él mismo me dijo, en el parque aquella vez. Sé que ellos cambiaron su forma de ver el mundo, porque al tener a un cachorro uno ya no piensa en sí mismo, sino que comienza a pensar en lo mejor para sus hijos. Lo sé porque pase por eso mismo, hace casi cuatro años alguien vino a mi vida para cambiar mi visión, y no pensar solo en mí mismo.

Seguro de todo lo que suceda a partir de ahora, abierto a todas las palabras para escuchar tranquilamente, observo el valle con una amplia sonrisa dibujada en mi rostro, y luego miro a Kook, dándole un leve asentimiento, confiando en lo que diga, él sabe. Estoy preparado, ahora, para escuchar todo lo que no se dijo hace cuatro años.

Hola bellotas, no tenía ganas de nada chicxs. Lo siento por hacerles esperar más de un mes. Estuve pasando por crisis de ansiedad y me era imposible pensar en otra cosa.

Espero que se encuentren muy bien, y que el capítulo sea de su agrado.

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𓆩Candy𓆪

24-1-23