𖤣𖥧 Chapter 02
Bajo del taxi y automáticamente siento como mi garganta se cierra, al punto de dejarme sin oxígeno. Camino lento y pausado, mis manos y pies están temblando. La presión de haber venido es bastante fuerte, pero ya le había prometido a mi padre que vendría. Así que, me encuentro en el mismo lugar del cual salí corriendo años atrás. Lugar que está lleno de recuerdos rotos, vacíos; recuerdos que decidí dejar enterrados aquí, esos que un día me hicieron querer más, y ahora, están muertos para mí.
Doy varios pasos y llego hacia la puerta -respiro hondo- se siente raro estar de vuelta después de tanto tiempo. Pero en el fondo, sabía que este día llegaría en algún momento. Toco el timbre y el sonido de éste se extiende por todo el interior, sonrío con nostalgia, al recordar que cada vez que sonaba, era yo quien iba corriendo abrir la puerta.
—¡Taehyungie!
Una sonrisa muy artificial se extendió por toda mi cara al ver que del otro lado de la puerta se encuentra Seohyun. Se ve igual a como la recordaba, con su cabello lacio y largo, recogido en un moño algo desordenado, la calidez de su mirada no ha cambiado en lo absoluto. Y sin darme cuenta, esa sonrisa forzada ha sido cambiada por una de pura felicidad al ver a mi madrastra. Esa mujer que hizo que la felicidad volviera a la vida de mi padre.
—Hola, Seohyun -dije, mientras ella me tomaba del brazo para llevarme adentro.
—Mi niño, es tan bueno volver a verte...
En segundos, estoy envuelto en un cálido abrazo de su parte y se lo devuelvo con la misma ganas y fuerza. Me doy cuenta de lo mucho que extrañé a ésta mujer. Siento un leve picor en mis ojos y segundos después me encuentro llorando en sus hombros.
—Shh, no tienes porqué llorar cariño -dijo pasando su mano por mi espalda.
—¿Por qué razón mis dos omegas están llorando?
Sollozo más fuerte cuando escucho la voz de mi papá, eso me rompe en pedazos. Suelto a Seohyun y corro hasta mi amado padre, lloro con fuerza cuando me encuentro en su pecho. Siento sus brazos rodearme, y con eso puedo asegurar que me siento completamente felíz.
—No llores bebé.
—Te extrañé demasiado -mi voz sale entrecortada por el llanto.
—Lo sé, nosotros también lo hicimos.
Limpio mi cara y borro cualquier rastro de lágrimas en ella.
—Ahora -escucho decir a Seohyun mientras camina hacia la cocina- debes descansar corazón, debes estar realmente agotado por el viaje.
Asiento, e hice caso a lo que me dijo. Porque tiene toda la razón en ello, me encuentro totalmente agotado, además de que muero por darme una ducha para después dormir un poco. Mi padre toma mis maletas y las lleva escalera arriba.
—Tu habitación ya se encuentra lista, Seohyun limpió un poco y cambió las sabanas, pero tus cosas siguen en su lugar.
Me quedo observando como está tan igual a como la recordaba. Mi cama de dos plazas con ese edredón azul que tanto me gustaba. Camino hasta quedar cerca de una de las mesitas que se encuentran ahí y sonrió con nostalgia al ver una foto de mi madre. Recuerdo que era tan cariñosa, y esas veces que preparaba mi leche de banana antes de ir al colegio. Y mi padre no estuvo muy bien luego de su partida, estuvo meses perdido en si mismo, sin prestarme demasiada atención. Por eso le agradezco mucho a Seohyun. Porque rescató a mi padre de ese abismo en el cual estaba cayendo, dándome la oportunidad de no perderlo. Y dándole esa oportunidad a el de volver a ser feliz.
—Te extraño también -dije mientras acariciaba la fotografía de mi madre.
Doy un suspiro, y me siento al borde de la cama. Estar en ésta habitación me trae tantos recuerdos. De lo felíz que era estando en ella, y no porque fuera de esta no lo haya sido, sino porque en ella había sido feliz con el alfa que creía... -amar- Pensar en él me llena de enojo, porque a pesar de todo este tiempo nunca pude olvidar su rostro y lo hermoso que era, ese imbécil presumido hizo conmigo lo que quiso, y lo más jodido fué que lo logro. Dejándome hundido, y completamente solo. A mi mente llegaban recuerdos de ese día, el día en que todo terminó. El día en el cual Jungkook se reveló como era. El día donde mi lobo comprendió que él había estado jugando con nosotros.
—¡Basta! -me digo a mi mismo, al saber el rumbo que están tomando mis pensamientos.
Tiro la maleta encima de la cama y de ella saco algo cómodo para ponerme. Pensaba darme una buena ducha relajante, pero cambio radicalmente de idea cuando noto lo malditamente cansado que me encuentro. Después de ducharme lo más rápido que pude, salto a la cama para quedar profundamente dormido
⋆⋆⋆
Mi sueño se ve interrumpido por gritos y carcajadas que provienen de la planta baja ¿Quién diablos es, y porque razón grita tanto? Bufe molesto, mientras me levanto de la cama. Los gritos siguen presentes y hacen que quiera cometer un asesinato a esa persona, por haberme despertado tan rápido.
Tomo mi celular, el cual se encuentra en la mesita de luz del costado izquierdo. ¡Joder! Grite de asombro al ver la hora ¿diez y media de la mañana? ¿Realmente dormí tanto? Y sí, definitivamente lo hice. Me siento al borde de la cama y mi vista se queda fija observando el paisaje a través de mi ventana.
Hoy es lunes, y me quedaré dos semanas. Ellos creen que vine solo por el cumpleaños de Seohyun y para visitar rápidamente a mi papá, pero la verdad es que me quedaré un tiempo más de lo creído para pasar tiempo de calidad con él.
Me cambio de ropa, ya que el día se siente bastante cálido, cosa que es normal en esta temporada. Peino un poco mi cabello para posteriormente bajar y dirigirme hacia la cocina para tomar mi desayuno. Pero cada vez que me acerco, se sienten más fuerte esas risas graciosas que provocaron que despertara. Al entrar en ésta, veo a Seohyun preparando tostadas y a papá sentado en la mesa riendo con dos niños.
¡Espera! ¡¿Qué?! ¡¿Dos niños?!
—Tae bebé -me dice Seohyun en forma de saludo- ¿Descansaste bien?
—Sí, y de hecho creo que más de lo normal -dije entre risas.
—Te veías demasiado cansado, así que no quisimos llamarte para cenar -me entrega un plato con tostadas y un poco de leche de banana, e indicándome que me siente en una de las sillas que se encuentra frente a los dos niños que desconozco por completo.
—Hola -me saluda uno de ellos.
—Buen día -digo observándolo.
—Oh bebé, ellos son Jun Seo y Jun Ki son hermanos y su...
—¿Suho vas a tomar más café? -pregunta Seohyun, a lo que mi padre asiente.
Aprovecho para mirar detenidamente a los dos pequeños diablillos que me despertaron minutos antes. Y veo que son bastante parecidos, a decir verdad, son completamente idénticos. Cabello oscuro, ojos color miel, mejillas regordetas, definitivamente eran gemelos.
Pero la pregunta aquí es ¿De dónde salieron?
Tomo mi leche y un gemido de satisfacción sale de mi boca al probarla, había necesitado con urgencia esa preciada bebida para mí. Tomo una tostada del plato y le unto un poco de mantequilla. Mi atención se vuelve a desviar hacia los niños, cuando los escucho hablar con Seohyun. La curiosidad me carcome y sin poder aguantarlo otro segundo más pregunto.
—¿De dónde salieron? -los dos me miran y me asusto un poco al ver la gran similitud entre ellos.
—Salimos de la panza de mi papi, o algo así -dijo ésto último con algo de duda.
Me atraganto al escuchar la respuesta de ¿Jun Seo?, o ¿Jun Ki? Realmente no lo sé. Cuando le digo que son iguales es porque ni siquiera he podido diferenciarlos. Son como dos gotas de agua.
—Y vinimos a visitar a nuestra abuela por su cumple.
¿Abuela? Mi semblante cambió por completo, ya que mi papá se puso serio y Seohyun me dio una sonrisa forzada. ¿Ellos son?, ¡joder!, no me puedo creer esto. ¡Son sus hijos! Mi alfa ¡NO!, ya él no es mío, y nunca lo fué. Esto es un golpe muy bajo y siento mi corazón doler. Duele porque veo que él pudo seguir con su vida tan rápido, en cambio yo tarde años en olvidarlo. Porque ya lo olvidé ¿cierto?
—Ellos... son... son -carraspeo enojado por mi estúpido tartamudeo.
Y antes de que algo más llegue a salir de mi boca, la puerta de la cocina es abierta y por ella entra alguien. Me quedo paralizado al ver de quien se trata.
—Llegué, vieron que si fue rápido -se inclina hacia los niños y deposita un beso en sus cabezas- ahora si necesito mi banana-milk y...
Se corta al verme sentado en la mesa. Su cara se queda petrificada. Y su rostro se pone un poco pálido. ¡Dios!, y sigue tan guapo como cuando era adolescente. Su cabello negro está perfectamente peinado. Se ve espectacular, uno de sus brazos está cubierto por tatuajes, y eso me hace desfallecer. Su cuerpo está más trabajado que antes, y su pecho está siendo apresado por esa camisa blanca.
El oxígeno no llega a mí y él se me queda mirando con ¿enojo?, pero ¿qué carajos le pasa?
—Tae -su voz, no suena para nada amigable.
—Jungkook -susurré.
⋆Holis mis bellotas hermosas, pues el capítulo dos ya está listo. Me demoré un poco ya que los demás borradores no me convencían, pero al final salió este. Realmente espero que les guste este capítulo.
⋆Banana-milk del KookV en multimedia.
⋆Los errores ortográficos se corregirán más adelante.
⋆Si tienen alguna duda no olviden dejarla en los comentarios y con gusto les responderé.
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𓆩Candy𓆪
26-10-2021
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