- Dudo que haya sido Diana-dijo con voz calmada el señor Weasley mirando a los Aurores- Pensarlo un poco, es solo una niña de 13 años y pronto cumplirá los catorce ,¿como va a matar? 

-Jamás mataría a nadie a sangre fría ,señor Weasley lo juro 

-Tranquila, te creo .Pásame la varita - le pide ,luego mira con severidad ,algo poco visto en el padre de Ron , a los Aurores - ¡Soltarla , dejar que me de su varita! .Trabajo en el Ministerio por lo tanto tengo el permiso para emplear el hechizo que demostrará que Diana no ha cometido ningún crimen.

-Dudo que demuestre nada pero adelante. Tú mismo Arthur -dijo encogiéndose de hombros y voz fría el señor Crouch 

Los trabajadores del Ministerio soltaron a Diana a regañadientes, ella se sobó algo los brazos por la fuerza empleada por ambos hombres. Se metió la mano en su manga del pijama y le paso la varita al señor Weasley. Arthur susurro unas palabras apuntando con su varita hacia la de Diana en la que se ve como el último hechizo empleado por ella fue un simple Aguamenti. El Señor Weasley sonríe y más al ver que como la prueba era algo visible para todos comprobaron que la Heredera de Artemisa no había hecho nada. 

-Bueno vale - admite Crouch -Tenías razón , la señorita Grey es inocente 

-¡Bien! - los gemelos se chocan las palmas entre ellos sonriendo -Lo sabíamos desde el principio 

-Sabía que eras inocente - dijo sonriendo Hermione abrazando a su amiga 

-Jamás pensé que hubieras sido tú - dijo Ron - Yo confío en ti 

-Y yo - afirma Harry 

-Gracias chicos- sonríe Diana a todos sus amigos , ellos le devuelven la sonrisa. 

Se escuchó como Amos Diggory se ponía en marcha corriendo después de decir que había lanzado junto a algunos compañeros rayos aturdidores en una determinada dirección. Un minuto después le escucharon gritar: 

—¡Sí! ¡Los hemos capturado! ¡Aquí hay alguien! ¡Está inconsciente! Es... Pero... ¡caray!

—¿Has atrapado a alguien? —le gritó el señor Crouch, con tono de incredulidad —. ¿A quién? ¿Quién es? 

Oyeron chasquear ramas, crujir hojas y luego unos pasos sonoros hasta que el señor Diggory salió de entre los árboles. Llevaba en los brazos a un ser pequeño, desmayado. 

-¿Winky la elfina? - pregunto sorprendida Diana -¡Imposible! 

 El señor Crouch no se movió ni dijo nada mientras el señor Diggory depositaba a la elfina en el suelo, a sus pies. Los otros magos del Ministerio miraban al señor Crouch, que se quedó paralizado durante unos segundos, muy pálido, con los ojos fijos en Winky. Luego pareció despertar.

—Esto... es... imposible —balbuceó—. No...

Rodeó al señor Diggory y se dirigió a zancadas al lugar en que éste había

encontrado a Winky.

—¡Es inútil, señor Crouch! —dijo el señor Diggory—. No hay nadie más.

Pero el señor Crouch no parecía dispuesto a creerle. Lo oyeron moverse por allí, rebuscando entre los arbustos.

—Es un poco embarazoso —declaró con gravedad el señor Diggory, bajando la vista hacia la inconsciente Winky—. La elfina doméstica de Barty Crouch... Lo que quiero decir

-¿No estará pensando en serio que quien ha invocado la Marca Tenebrosa ha sido la elfina? - el señor Diggory se gira a mirarla con expresión seria -Es imposible. 

-La Marca Tenebrosa es una señal de mago. Se necesita una varita- dijo el señor Weasley 

¿Qué? —exclamó el señor Weasley.

—Aquí, mira. —El señor Diggory cogió una varita y se la mostró—. La tenía en la mano. De forma que, para empezar, se ha quebrantado la cláusula tercera del Código de Usó de la Varita Mágica: «El uso de la varita mágica no está permitido a ninguna criatura no humana.» 

-¿Por que no ? 

El Señor Diggory la miro como si a la chica le acabará de salir una segunda cabeza al pronunciar eso - Porque no es un humano. No es un mago o bruja.

--¿Y ? - se cruza de brazos como lo haría Severus Snape con expresión seria 

-¡Eso es discriminación racial! -dijo enfadada Hermione - ¡No es justo! 

-Así ha sido desde hace siglos y no va a cambiar solo porque dos niñas lo digan -dijo frío el señor Diggory 

Diana iba a replicar por haberla llamado niña cuando se escucho el sonido de otra aparición y vio a Ludo Bagman , este camino aceleradamente y jadeo dando saltos señalando y diciendo varias veces con voz incluso algo infantil ''La Marca Tenebrosa '''que hizo a la muchacha rodar los ojos por la inmadurez del hombre. 

-¡Barty! ¿Qué sucede?

El señor Crouch había vuelto con las manos vacías. Su cara seguía estando espectralmente pálida, y se le había erizado el bigote de cepillo.

—¿Dónde has estado, Barty? —le preguntó Bagman—. ¿Por qué no estuviste en el partido? Tu elfina te estaba guardando una butaca... ¡Gárgolas tragonas! —Bagman acababa de ver a Winky, tendida a sus pies—. ¿Qué le ha pasado?

—He estado ocupado, Ludo —respondió el señor Crouch, hablando aún como a trompicones y sin apenas mover los labios—. Hemos dejado sin sentido a mi elfina.

—¿Sin sentido? ¿Vosotros? ¿Qué quieres decir? Pero ¿por qué...? 

De repente, Bagman comprendió lo que sucedía. Levantó la vista hacia la calavera, luego la bajó hacia Winky y terminó dirigiéndola al señor Crouch.

—¡No! —dijo—. ¿Winky? ¿Winky invocando la Marca Tenebrosa? ¡Ni siquiera sabría cómo hacerlo! ¡Para empezar, necesitaría una varita mágica!

—Y tenía una —explicó el señor Diggory—. La encontré con una varita en la mano, Ludo. Si le parece bien, señor Crouch, creó que deberíamos oír lo que ella tenga que decir.

-Dudo que haya sido ella ,por favor-murmura Diana a sus amigos, estos asienten y luego todos dirigen la vista hacia la elfina que fue despertada con un Enervate del parte del señor Diggory. 

La elfina abrió sus grandes ojos de color castaño y parpadeó varias veces, como aturdida. Ante la mirada de los magos, que guardaban silencio, se incorporó con movimientos vacilantes y se quedó sentada en el suelo. Winky miro al cielo donde aún se podía apreciar la Marca Tenebrosa y al momento soltó un grito de horror , empezó a sollozar y se abrazó las rodillas. 

¡Elfina! —dijo severamente el señor Diggory—. ¿Sabes quién soy? ¡Soy miembro del Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas! 

-¡No hace falta ser tan duro con ella, así solo la va a asustar, señor! 

-Tú silencio que eres una niña, ahora están hablando los adultos - le dijo severo el señor Diggory -Estoy trabajando así que te ruego que te calles 

Diana murmuro algo por lo bajo y Harry creyó escuchar llamar idiota al señor Diggory. 

Como ves, elfina, la Marca Tenebrosa ha sido conjurada en este lugar hace tan sólo un instante —explicó el señor Diggory—. ¡Y a ti te hemos descubierto un poco después, justo debajo! ¡Si eres tan amable de darnos una explicación...!

—¡Yo... yo... yo no lo he hecho, señor! —repuso Winky jadeando—. ¡Ni siquiera hubiera sabido cómo hacerlo, señor!

—¡Te hemos encontrado con una varita en la mano! —gritó el señor Diggory, blandiéndola ante ella.

-Eso no quiere decir nada, eso no es prueba de haya sido ella-dijo con calma Diana dirigiendo una pequeña sonrisa a la elfina que la tranquilizo un poco pero seguía asustada. 

-Arthur, dile que se calle -dice empezando a perder la paciencia el señor Diggory 

-Pero ha dicho una verdad Amos -dijo con calma el señor Weasley - Y además....-

-¿Ahora una niña de 13 años va a saber más que un trabajador del Ministerio?-le corta Barty Crouch - Ja, eso en la vida. No tienen la madurez suficiente para analizar datos tan complejos. 

-¡Diana es la mejor de su casa y para nada es inmadura!-la defiende Ron al momento 

-¡Eso, Diana será muchas cosas pero no inmadura o tonta!-lo secundan Ginny y los gemelos 

-La prueba de que la edad no tiene que ver con la madurez la tengo presente -murmuro la chica por lo bajo, George lo escucho y le aprieta el hombro en señal de apoyo. Ginny alza el pulgar.

El Señor Diggory optó por ignorar a Diana y siguió con el interrogatorio hasta que -

-Esa varita es mía - se escucho decir a Harry 

—¿Cómo has dicho? —preguntó el señor Diggory, sin dar crédito a sus oídos.

—¡Que es mi varita! —dijo Harry—. ¡Se me cayó!

—¿Que se te cayó? —repitió el señor Diggory, extrañado—. ¿Es eso una confesión? ¿La tiraste después de haber invocado la Marca?

''Y se suponen que son adultos especializados, pues anda que si estos van a ser los que nos protegerán si es que regresa Voldemort, apañado vamos ''-pensó irónica Diana 

¡Amos, recuerda con quién hablas! —intervino el señor Weasley, muy enojado —. ¿Te parece posible que Harry Potter invocara la Marca Tenebrosa?

—Eh... no, por supuesto —farfulló el señor Diggory—. Lo siento... Me he dejado llevar.

-Las neuronas volvieron a su sitio, menos mal - Ginny que la escucho soltó una pequeña carcajada bajita

—De todas formas, no fue ahí donde se me cayó —añadió Harry, señalando con el pulgar hacia los árboles que había justo debajo de la calavera—. La eché en falta nada más internarnos en el bosque.

—Así que —dijo el señor Diggory, mirando con severidad a Winky, que se había encogido de miedo— la encontraste tú, ¿eh, elfina? Y la cogiste y quisiste divertirte un rato con ella, ¿eh?

—¡Yo no he hecho magia con ella, señor! —chilló Winky, mientras las lágrimas le resbalaban por ambos lados de su nariz, aplastada y bulbosa—.¡Yo... yo... yo sólo la cogí, señor! ¡Yo no he conjurado la Marca Tenebrosa, señor, ni siquiera sabría cómo hacerlo! 

- No fue Winky -interviene Hermione defendiendo a la elfina , todos los trabajadores del Ministerio se giraron a mirarla lo que según le pareció a Diana puso nerviosa a su amiga leona pero la castaña siguió hablando con determinación lo que la hizo sonreír- ¡Winky tiene una vocecita chillona, y la voz que oímos pronunciar el conjuro era mucho más grave!-,miro a los demás para que la ayudaran en su defensa. 

-No ,esa voz no era de un elfo -asegura Harry 

-De hecho, a mi me pareció humana - dice Ron 

-A mi parecer esa voz me parecía la de un hombre - añade Diana 

-¡A mi también!-afirman el Trío Dorado 

-Bueno, pronto lo veremos —gruñó el señor Diggory, sin darles mucho crédito —. Hay una manera muy sencilla de averiguar cuál ha sido el último conjuro efectuado con una varita mágica. ¿Sabías eso, elfina?

'-Tiene nombre, se llama Winky -dijo algo enfadada Diana con el señor Diggory por el tratamiento que estaba recibiendo de su parte la elfina, esta le miro sorprendida pero sin dejar de temblar. 

-Me da igual -dijo cortante este -Es una elfina y punto 

Winky temblaba y negaba frenéticamente con la cabeza, batiendo las orejas, mientras el señor Diggory volvía a levantar su varita y juntaba la punta con el extremo de la varita de Harry.

—¡Prior Incantato! —dijo con voz potente el señor Diggory.

Todos observaron como una calavera con lengua en forma de serpiente surgió del punto en que las dos varitas hacían contacto. Era, sin embargo, un simple reflejo de la calavera verde que se alzaba sobre ellos, y parecía hecha de un humo gris espeso: el fantasma de un conjuro.

—¡Deletrius! —gritó el señor Diggory, y la calavera se desvaneció en una voluta de humo—. ¡Bien! —exclamó con una expresión incontenible de triunfo, bajando la vista hacia Winky, que seguía agitándose convulsivamente. 

  —¡Yo no lo he hecho! —chilló la elfina, moviendo los ojos aterrorizada—. ¡Nohe sido, no he sido, yo ni siquiera sabría cómo hacerlo! ¡Soy una elfina buena, no usovarita, no sé cómo se hace!  

-No creo que haya sido ella - dijo segura de sí misma una vez más Diana 

-¿No te acabo de decir hace un momento que te calles? - dice exasperado y con frialdad el señor Diggory 

-No quie... 

-Por favor Diana -pide con calma el señor Weasley -Déjale hacer su trabajo, sé que no te gusta las injusticias pero esta investigación es trabajo de adultos no de una adolescente de trece años,¿lo entiendes?

Diana se calló solo por el cariño y respeto que tenía al padre de Ron. 

 —¡Te hemos atrapado con las manos en la masa, elfina! —gritó el señor Diggory—. ¡Te hemos cogido con la varita que ha obrado el conjuro!

—Amos —dijo en voz alta el señor Weasley—, piensa en lo que dices. Son poquísimos los magos que saben llevar a cabo ese conjuro... ¿Quién se lo podría haber enseñado?

—Quizá Amos quiere sugerir que yo tengo por costumbre enseñar a mis sirvientes a invocar la Marca Tenebrosa- dijo con frialdad y cólera el señor Crouch. Diana contuvo una sonrisa siniestra al ver como el señor Diggory se asusto y se puso algo pálido como un fantasma. 

—No... no... señor Crouch, en absoluto...

—Te ha faltado muy poco para acusar a las dos personas de entre los presentes

que son menos sospechosas de invocar la Marca Tenebrosa: a Harry Potter... ¡y a mí mismo! Supongo que conoces la historia del niño, Amos.

—Por supuesto... Todo el mundo la conoce... —musitó el señor Diggory, desconcertado

¡Y yo espero que recuerdes las muchas pruebas que he dado, a lo largo de mi prolongada trayectoria profesional, de que desprecio y detesto las Artes Oscuras y a cuantos las practican! —gritó el señor Crouch, con los ojos de nuevo desorbitados.

''Este hombre oculta algo y pienso averiguarlo , preguntaré a mi padrino o a Severus que saben de Barty Crouch Jr''. 

—Señor Crouch, yo... ¡yo nunca sugeriría que usted tuviera la más remota relación con este incidente! —farfulló Amos Diggory. 

—¡Si acusas a mi elfina me acusas a mí, Diggory! —vociferó el señor Crouch—. ¿Dónde podría haber aprendido la invocación?

—Po... podría haberla aprendido... en cualquier sitio...

—Eso es, Amos... —repuso el señor Weasley—. En cualquier sitio. Winky —añadió en tono amable, dirigiéndose a la elfina, pero ella se estremeció como si él también le estuviera gritando—, ¿dónde exactamente encontraste la varita mágica?

Winky retorcía el dobladillo del paño de cocina tan violentamente que se le deshilachaba entre los dedos.

—Yo... yo la he encontrado... la he encontrado ahí, señor... —susurró— Ahí... entre los árboles, señor

—¿Te das cuenta, Amos? —dijo el señor Weasley—. Quienesquiera que invocaran la Marca podrían haberse desaparecido justo después de haberlo hecho, dejando tras ellos la varita de Harry. Una buena idea, no usar su propia varita, que luego podría delatarlos. Y Winky tuvo la desgracia de encontrársela un poco después y de haberla cogido. 

-Además - añade Diana - Cuando he visto a la elfina se movía de una forma muy rara - el señor Diggory se gira a mirarla. 

-¿COmo dices, señorita Grey? ¡Explícate!-le ordena el señor Crouch ,aunque parecía algo nervioso pero se mantenía frío 

-Si señor, que cuando junto a mis amigos, he visto a la elfina Winky salir de unos arbustos se movía de una forma muy rara la verdad. 

-¿A que se refiere con rara? 

Diana se queda pensativa mientras intenta recordar ese momento antes de responder - No caminaba con normalidad lo hacía como si algo la tirara hacia atrás , como si no quisiera hacer algo -hace una pausa -Tal vez sea lo que acaba de pasar relacionado con la Marca y el porque ella tenía la varita de Harry - 

-¿Está insinuando que a mi elfina la controlaba alguien desde otro sitio?-empieza con frialdad y algo furioso Crouch - ¿Y que mi elfina es una incompetente por dejarse controlar según usted?

-Pero ¿Que dice? Yo no he dicho nada de que sea un incompetente.Eso lo acaba de decir usted ahora mismo

-Encima ahora me toma por idiota -

-¡Que no he dicho nada !- dijo harta - No tergiverse mis palabras - se estaba empezando a alterar, Ron y Hermione la tomaron cada uno de una mano y la apretaron para transmitirle calma. Lo lograron poco a poco, la Heredera agradecería tener siempre unos amigos como ellos. 

¡Pero entonces ella tuvo que estar muy cerca del verdadero culpable! — exclamó el señor Diggory, impaciente—. ¿Viste a alguien, elfina?

Winky comenzó a temblar más que antes. Sus enormes ojos pasaron vacilantes del señor Diggory a Ludo Bagman, y luego al señor Crouch. Tragó saliva y dijo:

—No he visto a nadie, señor... A nadie.

—Amos —dijo secamente el señor Crouch—, soy plenamente consciente de que lo normal, en este caso, sería que te llevaras a Winky a tu departamento para interrogarla. Sin embargo, te ruego que dejes que sea yo quien trate con ella.

-Espero que no le pegue - susurra la Slytherin a sus amigos, Hermione asiente con la misma mirada mientras Ron se medio encoge de hombros. Harry miro preocupado a la elfina.

—Puedes estar seguro de que será castigada —agregó el señor Crouch fríamente.

—A... a... amo... —tartamudeó Winky, mirando al señor Crouch con los ojos bañados en lágrimas—. A... a... amo, se lo ruego...

El señor Crouch bajó la mirada, con el rostro tan tenso que todas sus arrugas se le marcaban profundamente. No había ni un asomo de piedad en su mirada.

—Winky se ha portado esta noche de una manera que yo nunca hubiera creído posible —dijo despacio—. Le mandé que permaneciera en la tienda. Le mandé permanecer allí mientras yo solucionaba el problema. Y me ha desobedecido. Esto merece la prenda.

—¡No! —gritó Winky, postrándose a los pies del señor Crouch—. ¡No, amo! ¡La prenda no, la prenda no!

-¡Pero estaba aterrorizada! —saltó Hermione indignada, mirando al señor Crouch—. ¡Su elfina siente terror a las alturas, y los magos enmascarados estaban haciendo levitar a la gente! ¡Usted no le puede reprochar que huyera!

El señor Crouch dio un paso atrás para librarse del contacto de su elfina, a la que miraba como si fuera algo sucio y podrido que le podía echar a perder los lustrosos zapatos.

—Una elfina que me desobedece no me sirve para nada —declaró con frialdad, mirando a Hermione—. No me sirve para nada un sirviente que olvida lo que le debe  a su amo y a la reputación de su amo -le dio una prenda a Winky y ella se pone a llorar a todo volumen. Hermione y Diana se sintieron indignadas.

-¿Sirvienta? ¡ Es un ser con sentimientos y usted es cruel y mezquino!- dice Diana sin importarle que la reprocharán - 

-¡Maldita mocosa, ¿acaso no sabes quien soy yo? 

-Si lo sé de sobra y me da igual. Yo respeto a quien no tiene que usar el terror o la manipulación para que la gente le haga caso , por algo el director Dumbledore es más querido que usted.

Los gemelos la aplaudieron y silbaron , se callaron cuando Arthur Weasley les dirigió una mirada y más al ver al señor Crouch ponerse rojo de la furia , saco su varita y la apunto con ella. 

-Adelante, hágame daño y me aseguraré que su reputación quede por los suelos - dijo sin ápice de duda y frialdad - No le tengo miedo , hombre cruel , mezquino, avaricioso, hipócrita estúpido- todos la escucharon asombrados , Fred, George ,Ginny y Ron solo pudieron sentir orgullo. 

-¿Me estás amenazando?-dijo con firmeza todavía sosteniendo la varita -

-No , solo es un aviso - dijo Diana con calma - Ahora si me permite - hizo algo que dejo a todos en shock , le aparto de un empujón que lo tiro al suelo. Los gemelos ,Ginny y Ron contuvieron una risa mientras la chica se acercaba a WInky , se arrodillo delante de ella - ¿Quieres venir conmigo Winky ?

-¿Que ? ¿Que? - dijo esta tartamudeando asustada y con restos de lágrimas - WInky no le ha oído, ¿puede repetirlo?

-¿Que si te quieres venir conmigo?- Hermione sonrió un poco, sabía que su amiga no la trataría mal - Si te vienes conmigo prometo que jamás te haré daño y te tratare como a un igual ,¿que me dices?-le da una cálida sonrisa. 

-¡Ni se te ocurra irte con esa mocosa! -escupe frío Barty Crouch 

-'¡Usted ya no es el dueño , así que cállese!-le dicen serios Fred y George 

-Arthur , deberías criar mejor a tus hijos. Que respeten a los mayores y se callen la boca , mira haz lo que quieras. Tengo suficientes sirvientes y me da igual perder a una escoria -Winky le miro sollozando , Diana la abrazo para intentar consolarla y fulmino a Crouch quien se dio la vuelta sin ni siquiera mirar a la elfina. 

-¿Que hace , señorita? ¡ Winky se siente querida y protegida !-

-Porque te quiero y tú y yo seremos muy buenas amigas. Ahora que eres mi amiga, lo primero no me digas ama me haces sentir como si yo fuera superior a ti y eso es mentira , así que dime señorita o Diana por favor 

Winky aún tenía lágrimas en los ojos pero ahora sonreía un poco como no lo había hecho en mucho tiempo , quizá nunca - Acepto, me iré contigo ,señorita Diana - y la abraza con fuerza sintiendo protección. 

Diana se sintió mejor, había ayudado y consolado a una pobre criatura acusada injustamente. No podía esperar a contárselo a su padrino y preguntarle muchas cosas sobre Barty Crouch. 

Hola amigos, ¿os ha gustado que Diana se haya quedado con Winky? En serio Barty Crouch no le soporto, es aggg le importaba más su posición en el MInisterio que su propia familia.