-¿Asi que la chica no te recuerda?- Me pregunta Howard dándole un mordisco a su McHamburguesa.
-Por milésima vez Howard, Carly no ne recuerda. No me hagas contarte todo otra vez. Es triste-. Respondo mirando hacia la ventana. A Carly le hubiera gustado venir a comer aquí. La vista, el ambiente y la comida son casi perfectos. Por que la perfección no existe.
-Lo siento mucho Cunningham. Tal vez Carly no era para ti después de todo-. Me responde y me quedo pensando en sus palabras. Después de todo, tal vez tenga razón. Después de todo, tal vez esta sea la forma del destino de decirme que ella no era esa chica. No era la indicada.
-El destino me odia-. Digo sin pensar y no me arriepiento. Es la verdad.
-Tal vez no te odia, posiblemente este guardando lo mejor para el final-. Sus palabras me sorprenden. ¿Desde cuando Howard es tan poético y brinda un buen apoyo?
-¿Por que tan poético tu huh?- Le pregunto con una sonrisa de lado y el se encoge de hombros.
-Es lo que te pasa al estar tanto tiempo con Debby Kang.
-Asi que... ¿tu y Debby eh?- Preguntó con una sonrisa picara en mi rostro y Howard me fulmina con su mirada. Es divertido molestarlo.
-Cunningham, no hay absolutamente nada entre Debby Kang y yo. Esa chica es rara, extraña y loca-. Responde fingiendo tener un escalofrío. Yo suelto una carcajada.
-¿Te das cuenta de que rara y loca son sinónimos?
-¿Sinoniqué?
-Sinónimos-. Al ver su cara de confusión busco una definición más clara-. Palabras que se escriben diferente pero que significan lo mismo.
-Oh... Ignora mi lenguaje Cunningham. Es demasiado avanzado para ti.
-Como tu digas-. Digo rodando los ojos.
Seguimos platicando de Carly y estupideces sin sentido hasta que nos dieron las cinco de la tarde. Recordé que tenía tarea y me fui a mi casa.
Es raro no haber tenido contacto con Carly en todo el día. Ni un mensaje, llamada o un fax, al menos. Aunque no creó que ella sepa utilizar el fax, yo tampoco así que ¿qué mas da?
Abro mi libro de historia para leer sobre no se que cosa pasada y descubro que no me puedo concentrar ni un poco. Mierda Carly, ¿que me has hecho?
Te ha enamorado, Cunningham.
Lo se.
Y eso es lo que mas duele.
Recuerdo cuando la conocí. Cuando me dijo su nombre, cuando dijo el mio por primera vez. La primera vez que la besé. En realidad fue El Ninja, pero el es yo. O yo soy el... Da igual, la besé. Sus labios sabían a fresa, seguramente por el brillo que llevaba puesto, y eran suaves y delgados. Sus verdes ojos estaban cerrados mientras yo abría un ojo de repente para mirarla. Por que ése es mi pasatiempo favorito.
Cuando durmió en mi casa, yo me quede hasta tarde despierto comiendo McFizzles que ella había traído y yo solo escuchaba su respiración. Llegue al punto de bajar de mi cama y ir a verla al sofá. La luz de la luna que entraba por la ventana me dejaba ver su rostro. Tan pacifico... Tan puro. No hay nada mejor, eso lo se desde que la conocí. No entiendo como es que el destino me odia tanto. Yo creía, sabia, y aun lo hago, o eso intento, que ella era la indicada. Siempre estuve seguro de ello, pero ahora que ella no sabe quien soy... Eso se ha vuelto complicado.
Mis padres regresaron de Cuba hoy en la madrugada y ahora están durmiendo. Mamá me estuvo mandando mensajes todo el día y agradecí que no se dieron cuenta que ya estoy en casa. No estoy de humor para contarle a la gente sobre Carly. Solo a Howard, y el ni siquiera es normal, es rarito y bueno... Yo también lo soy. Carly también. Es por eso que congeniábamos tan bien. ¿Esta es la forma del destino de decirme que Carly no es para mi? Pues no estoy de acuerdo. Como dice la gran Mabel Pines de mi caricatura favorita Gravity Falls, "El amor esta en todas partes. Si el destino no los quiere juntos, ¡fuerzenlo!"
Okay... Eso suena raro una vez que lo piensas bien. Tal vez Carly nunca jamás me recuerde y se enamore de alguien más.
Tal vez sólo tenga que olvidarla y olvidar todo lo que pasamos juntos. Pero me niego.
Me levanto y salgo de la casa. Carly vive a unas cuadras, así que llego rápidamente. Como se que toda su familia debe estar aquí y no me dejarán pasar, saco la máscara y me la pongo para convertirme en El Ninja y trepar hasta su ventana, pero me detengo. Si quiero enamorarla otra vez debo trepar como se debe. Como un chico normal. Uso ramas, piedras y no se que mas pero llego hasta su ventana. Toco y no responde nadie. Corro la cortina un poco ya que esta abierta y puedo ver que esta sentada en su cama escuchando música. Entro y ella se sobresalta ya que caí de cara al tropezar con una silla.
-¿Otra vez tu? - Exclama cabsada-. Creí que no volverías a acosarme después de la escenita del hospital acosador pervertido...
-No te iba a dejar ir tan fácilmente -. Digo con una sonrisa y al momento me doy una cachetada mental. Si quiero enamorarla tendré que empezar desde cero.
-Escucha, vine a disculparme por ello y a presentarme también.
Ella me mira con los ojos muy abiertos, pero luego se deja caer en la cama y palmea un lugar junto a ella y me sonríe. Le hago caso.
-De acuerdo. Adelante... -Responde mirándome fijamente y yo asiento.
-Pues lamento mucho, demasiado lo que paso esta mañana. Estaba frustrado... Y no pensé en tu salud, lo siento-. Hago una pausa-. Mi nombre es Randy Cunningham. Estudio el noveno grado en la secundaria Norrisville y tengo varias materias contigo, de hecho, aunque no lo recuerdes.
Ella sonríe y pone una mano en mi hombro derecho y la retira rápidamente y se sonroja. Me estrecha la mano.
-Mucho gusto Randy Cunningham, mi nombre es Carly Thompson. Aunque probablemente ya lo sabías. Y disculpa aceptada. Debo admitir que mi reacción no fue la mejor.
Sonrío y nos soltamos las manos.
-Entonces... ¿que haces?- Pregunto viendo los libros y papeles en su cama.
-Lo que es normal hacer cuando faltas a la escuela un día entero -. Sonríe.
-¿Descansar... Sobre papeles? Eso es incómodo pero si a ti te gusta...
-¡No seas estúpido Cunningham!- me da un golpe en el hombro -. Tareas y trabajos retrasados es una mejor descripción.
-Yo no he hecho nada.
-Oye, así no podrás pasar a una buena preparatoria.
-De todos modos, el mundo entero sabe que reprobaré.
-No lo creo...-Se queda pensativa un momento. -Podria ayudarte a estudiar... Digo, ¿que mejor manera de conocernos que estudiar juntos?-Dice sonrojada y desvía la mirada.
-Es una buena idea Carly.
-Entonces lo haremos señor Cunningham-. Levanto una ceja y su rostro se tiñe de rojo-. Digo, me refería a estudiar juntos... A hacer el trabajo, no, el estudio, la tarea juntos... Si, eso...
-¿Señor Cunningham? -Digo para aliviar la tensión y río.
-Seamos profesionales señor Cunningham.
-Señorito por favor.
Carly rueda los ojos-. De acuerdo, SEÑORITO Cunningham.
-De acuerdo señorita Thompson.
Sonreímos y nos miramos fijamente. Ella me mira con los ojos entrecerrados, estudiando cada parte de mi rostro... Como si tratara de recordarme.
Voy a decir algo para no causarle daño a su salud pero una voz que viene del pasillo interrumpe.
-¡Carly, cariño! ¿Podrias bajar?
-Mierda es mi mamá -. Susurra y la miro mal-¿Qué?
-Esa boquita Thompson-. Le digo reprobatoriamente.
-¡Oh callate y sal de aquí!
Se escuchaban los pasos de su madre.
-Pero...
-Vete rápido. Mi madre se enojara si me ve en mi habitación ¡con un extraño!
-Oye Carly...
-¡Fuera!
Asenti y le di un beso en la mejilla por impulso. Corrí hacia la ventana y salté para irme corriendo a mi casa con una gran sonrisa en mi rostro.

Carly
Mamá abre la puerta y yo sonrío inocentemente y confió en que el rubor haya abandonado mis mejillas.
-¿Con quién hablabas?
-¿Hablar? Yo estaba cantando.
-Bueno, te estamos esperando para cenar.
-Ya voy.
Ella sale de la habitación y yo me llevo instantáneamente la mano hacia mi mejilla. Me giro hacia la ventana y sonrío antes de salir de mi habitación.

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Se que debí haber publicado el domingo pero me enferme y tenia que hacer tarea porque este lunes que viene regreso a clases.
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Tal vez se pregunten porque todos los capítulos están escritos en itálicas y algunas partes normales y es porque todos los capítulos son recuerdos, en el epilogo (aun falta, no se asusten) ya verán todo el rollo.
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Besos❤
DivergentOnFire