Pov' Krystel

La noche cayó y como era de esperarse la fiesta había comenzado solté un suspiro pesado, salí de mi habitación mientras baje las escaleras entre a la cocina donde estaba Sebastián leyendo

—Veo que no te gusta las fiestas —comente mientras abría el refrigerador buscando algo de beber.

—No y mucho menos limpiar, por más que soy un mayordomo

—Pues así es la rutina de ellos, ¿porque no lees en tu habitación? —pregunte curiosa mientras no entendía porque no leía en la habitación, donde podía leer tranquilo.

—Digamos que mi habitación esta al lado de la del mapache.

Hice una mueca ya que de seguro Jeff debe estar teniendo sexo con alguna y se que no debe ser lindo escucharlos, así que lo entiendo comencé a beber de la lata de cerveza me senté junto a Sebastián mientras empezamos hablar, y digamos que una cerveza llevo a la otra y admitió que lleve al mayordomo al camino de las latas de cerveza.

Los dos empezamos a beber aunque por más que nuestros alientos tenían tremendo olor a cerveza, seguimos cuerdos.....solo un poco ambos comentamos miradas, y la cocina parecía estar achicando ya que nos empezamos a acercar, y de repente nos empezamos a besar y la verdad aunque quisiera negar.....sentí el calor en el pecho y las mariposas que crei muertas.

El beso fue subiendo de nivel y ni siquiera me di cuenta en que momento estábamos subiendo las escaleras, entrando a la habitación de Sebastián mientras yo cerraba con seguro, el beso era delicado y sin darme cuenta caímos a la cama.

Pov' Narrador

El beso se había vuelto lento y apasionado, pero luego se había vuelto un poco salvaje, las manos de Sebastián acariciaban la espalda de Krystel mientras ella acariciaba debajo de la polera de Sebastián su abdomen.

En un movimiento ambos se separaron por falta de aire dejando un hilo se saliva que unía ambas bocas, ambos se miraron sonrojados y con la respiración agitada

—¿Estas segura?.

Krystel solo asintió mientras sus mejillas se torna ban de un color rojo por la pregunta que le había echo.

Sebastián acostó a Krystel en la cama pero sin antes de sacarle la polera de ella haciendo que se apenada y se pusiera roja,Sebastian se acercó al cuello de ella y le empezo a dar pequeñas mordidas en el cuello de ella mientras bajaba de a poco haciendo que se le escaparan pequeños gemidos a ella,cosa que se apeno y se tapo la boca

—Dejame escucharte my Lady.

El comentario de el hizo que ella se pusiera mas roja de lo que estaba pero sin pensarlo dos veces se destapo la boca sonrojada,el sonrió por dentro y siguió hasta los pechos de ella.

Su boca empezó a besar los pechos de ella hasta que el brasier de Krystel desapareció.
Sebastián empezó a lamer y a chupar los pechos de ella haciendo que varios gemidos salieran de los labios de ella, para Sebastián era música para sus oidos pero poco a poco la ropa de Krystel tanto como la de Sebastián fue desapareciendo hasta que ambos estuvieran desnudos,Sebastián miraba tierno a Krystel,sus mejillas estaban sonrojadas por lo avergonzada que estaba pero para Sébastian solo hacia que mas tierna se viera ella.El no le aviso y entro con tan sola una estancada en ella

—S-Sebas d-duele —comentó entré lágrimas.

—L-Lo siento P-Pero te prometo que el dolor se te ira —Comentó Sebastián mientras le quitaba el rastro de lágrimas, delicadamente de su rostro.

Krystel solo se límite a asistir,estuvieron un rato así hasta que ella se acostumbro y Sebastián se había empezado a mover,la sensación de dolor se había transformado en una sensación de placer, poco a poco los gemidos de placer de Krystel se volvieron presentes haciendo que Sebastián se exitara mas y las embestidas fueran mas rápidas haciendo que los gemidos de Krystel se volvieran gritos que solo se podían escuchar en la habitación, poco a poco las embestidas se volvieron mas rápidas y un poco mas fuerte haciendo que Krystel mas placer sintiera

—M-Me corro-Dijo Sebastián entre jadeos mientras daba sus últimas embestidas.

Al decir eso ambos se corrieron al mismo tiempo, solo que Sebastián había salido de Krystel para correrse ambos tenían la respiración agitada, Sebastián se recosto a su lado y ambos por las cervezas y acción, cayeron dormidos en los brazos del otro.