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—No quiero saber nada de ti y de tus estúpidos secretos —agarró su vaso.

—Por tu padre —solté de la nada.

—Qué tiene que ver mi padre? —me volteo a ver dejando el vaso —él no sabe nada de mi, no sabe si estoy muerta o viva —se cruzo de brazos.

—Te estoy agarrando cariño y no quiero perderte —me puse serio.

—Desde cuando sientes amor por mi? —me miro seria también.

—No quiero que te vayas de mi lado —y estaba volviendo a suplicar.

—Ya no se si es una orden o es que realmente quieres —se sirvió agua.

—Si te quedas a mi lado —me le acerque —sabrás dónde está tu padre y todo lo que quieras saber de él —me puse a su lado.

—Cómo se que no me estas mintiendo? —me volteo a ver completamente seria.

—Si te estuviera mintiendo te diría otra cosa —dije lo más obvio posible.

—Está bien —dejó lo que estaba haciendo —dime todo lo que sepas de mi padre —no había espacio personal entre nosotros dos.

—Ven —agarré su mano para dirigirnos a mi oficina.

Al llegar ella se sentó en el sofá mientras que yo fui a buscar una carpeta con la información del padre de Natalia; hago todo esto por que no quiero que se vaya de mi lado. Pero por otra parte tengo miedo de lo que su padre vaya ser capaz.

—Antes que nada —me senté a su lado con la carpeta en mis manos —lo que vayas a leer tómalo con calma —la mire.

—Depende —pude ver en sus ojos que estaba ansiosa —al fin sabré la verdad —suspiro triste.

—Y que no me vayas a golpear o insultar —le entregué la carpeta con algo de miedo; siendo sincero.

Pude ver que sus expresiones eran de tristeza, confusión y enojo. Cuando terminó de leer me miro.

—No puede ser que mi padre sea un narcotraficante —me entregó la carpeta —seguro que no te equivocaste de carpeta? —me miro con los ojos llenos de lágrimas.

—Estoy seguro —suspire —tú querías saber la verdad y sabes que estaremos a unos países cerca de él, no? —le pregunté con algo de miedo.

—Todo lo que me esta pasando es muy repentino —suspiro acostada sentándose mejor en el sofá.

—Leíste que decía que no tiene familia —ella asintió enojada —él tuvo un accidente y no recuerda nada —me miro confundida —le han estado mintiendo —no quería decirle que él la está buscando.

—Bueno al menos sé que esta con vida —se seco las mejillas.

—Disculpen —Erick entró a mi oficina —nos tenemos que ir a Argentina y ya es hora —abrió bien la puerta mostrando a Rebecca con unas maletas.

—Hicieron las pases? —Rebecca nos preguntó.

—Si —dijo Natalia mostrando una sonrisa algo forzosa.

—Vámonos —agarré la mano de Natalia para entrelazarla con la mia.

Salimos de la casa en silencio, nos montamos al jet privado y nos fuimos a Argentina. En el transcurso del vuelo Natalia se quedo dormida; y se preguntaran... y la chica con la que siempre te acostabas? Bueno... la despedí. Después de varias horas de viaje llegamos.

—Sigue dormida —dijo Rebecca señalando a Natalia con la mirada.

—Yo la bajo —agarré a Natalia entre mis brazos.

Nos bajamos del jet privado para luego montarnos a una limusina; más tarde llegamos a la mansión y justo se despertó Natalia.

—Qué rápido llegamos —se estiro un poco para luego acostarse en mi brazo.

—Te gustara mucho —Rebecca le guiño el ojo a Natalia.

—Lo veremos —viceversa.

—A veces pienso que me estas engañando con Natalia —Erick miró asustado a Rebecca.

—Llegamos —nos interrumpió el chófer.

Nosotros nos bajamos de la limusina, nos acercamos a la puerta con nuestro equipaje en mano, Erick abrió la puerta y entramos a la mansión.

—Me impresiona que en cada país que hemos estado —habló Natalia —tengan una mansión —nos miró.

—Una vez te acostumbras —Rebecca le sonrió —vamos a ver las habitaciones — se fueron corriendo hacia el segundo piso.

—Ellas a veces se pueden comportar cómo niñas pequeñas —Erick sonrió tiernamente.

—Le tuve que contar a Natalia sobre su padre —suspire pesado.

—Qué? —me preguntó asombrado —Qué te dijo? Su padre nos va a matar? No quiero morir —lo interrumpi por que se estaba comportando cómo un idiota con sus estúpidas preguntas.

—Cálmate —rodee los ojos —le tuve que decir para que ella se quedara con nosotros —me puse serio.

—Espera —se puso a pensar —quieres que ella se quede con nosotros o... contigo? —me preguntó con una sonrisa traviesa.

—Con nosotros —me puse nervioso —además no se por que me comporto extraño cuando estoy solo con ella —suspire enojado.

—Hermano —puso su mano sobre mi hombro derecho —te estas enamorando —afirmó con una sonrisa estúpida.

—No digas esa palabra —me separé enojado —tú sabes que a mi nunca me pasa eso —salí enojado de la casa.

Natalia's POV

Estaba con Rebecca en el segundo piso pero nos asustamos cuando escuchamos cuando alguien cerró la puerta de golpe; bajamos a ver que sucedía.

—Qué paso? —Rebecca le pregunto a Erick.

—Fue Alex —rodo los ojos.

—Sabes a dónde fue? —ahora le pregunte yo.

—Al bar a unas cinco cuadras de aquí —levantó los hombros.

—Ya regreso —estuve a punto de irme pero Rebecca me detuvo.

—Te acompaño —me separe de ella.

—Tranquila —salí de la casa lo más rápido que pude.

Iba de camino en busca de Alex porque? Bueno.... él me importa demasiado y no quiero que le pase algo malo. Cuando llegué al bar que me dijo Erick; busque con la mirada a Alex pero no lo encontré.

—Hola muñeca —un hombre se me puso enfrente.

—Adiós —me di la vuelta para irme pero... no fue buena idea.

—Quieres divertirte un rato —me pegó a su cuerpo y se me vino un apestoso olor a alcohol de parte de él.

—Sueltame —estaba intentado librarme de él; pero era en vano por que él era más fuerte que yo.

—Dijo que la sueltes —de inmediato reconocí esa voz.

—O si no que? —el hombre empezó a reír.

Yo enojada le pegué en sus partes intimas tan fuerte que eso provocó que me soltara; luego Alex hizo una seña a unos guardias para que se llevaran a ese hombre. Él agarro mi mano y rápido salimos de ese bar para luego montarnos a su auto.

—Qué mierda haces aquí? —Alex me preguntó enojado.

—Vine a buscarte —suspire enojada.

—Casi fuiste violada por un pendejo —él también suspiro enojado.

—Eso que importa —lo mire —yo vine aquí por ti —luego mire hacia al frente.

—No lo hubieras hecho —encendió el carro enojado.

—Sabes que... —suspire —estoy harta de que siempre estes enojado conmigo, siempre que voy a buscarte para que no te pase nada malo; te enojas conmigo —lo mire —que mierda te pasa por la mente para que siempre estes enojado conmigo? —le pregunté frustrada.

—Natalia —lo interrumpi.

—Yo quiero estar bien contigo pero tus enojos no sirven para nada —abrí la puerta —me importas y mucho... pero eso tú no lo entiendes —me bajé del carro.

Empecé a caminar a la dirección contraria directo a la mansion; yo creí que Alex me iba a detener... pero no fue así. Al abrir la puerta no había nadie.

—Rebecca —dije algo fuerte; pero no hubo respuesta —Erick? —pregunté pero tampoco hubo respuesta.

Me estaba asustando por que estaba sola en una gran mansión, no se a donde fueron ellos dos, Alex esta afuera. De inmediato un ruido llamó mi atención en el segundo piso; con algo de miedo empecé a subir las escaleras.

—Natalia —dijo alguien detrás de mi; y me espante cómo si no hubiera un mañana.

—Te odio —le dije a Alex mientras trataba de controlar mi respiración.

—Lo lamento —rasco su nuca y eso significa que esta nervioso.

—Cómo llegaste tan rápido? —le pregunté cuando ya estaba tranquila.

—Tú caminas lento —levantó los hombros —tengo que decirte algo —agarró mis manos.

—Mira si vas a decirme que no sirvo y que fue un error traerme... —él me interrumpió dándome un beso en mis labios; pero no duró mucho por que nos faltaba el aire.

—Deja de hablar mucho —dijo cerca de mis labios.

—Qué querías decirme? —le pregunté hipnotizada por su mirada.

—Tú igual me importas, mis enojos son provocados por que no quiero perderte —puso su manos en mi cintura.

—Tus enojos o tus celos? —le pregunté poniendo mis manos alrededor de su cuello.

—Las dos cosas —estábamos a punto de besarnos nuevamente; pero Erick y Rebecca nos interrumpieron; de inmediato nos separamos.

—Qué quieren? —Alex les preguntó algo enojado.

—El almuerzo esta listo —dijo Erick.

—Vamos —agarré la mano de Alex y los cuatro bajamos a la cocina.

Luego de almorzar nos fuimos a la sala para ver una pelicula; Rebecca estaba abrazada a Erick y yo estaba abrazada a Alex. Así estuvimos toda la tarde.

(....)

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