La Lista
Era la época más festiva del año y todo el mundo parecía feliz por cualquier pendejada que sucediera. La navidad era bonita y me gustaba, pero no era para tanto yo no era una santa así que no esperaba nada de Santa Claus y para mi su existencia era pura fantasía hasta lo conocí a él.
Durante la última semana había sentido cierta presencia en mi casa y una sombra que me seguía, pero como estoy loca lo pasaba por alto. Sin embargo, un día decidí prestarle atención, me acosté temprano y me hice la dormida para ver que sucedía, la puerta de mi armario comenzó a abrirse poco a poco y comencé a escuchar unos pasos, sinceramente me cague encima y me asuste; con el control de mi abanico en mi mano prendí la luz y rápido me levante sorprendiendo a esa presencia.
Para mi sorpresa me encontré a una criatura de tez blanca con orejas puntiagudas - ¿QUÉ CARAJO ERES? - le pregunté al haber sido descubierto no tuvo más opción que contestarme, con una voz cortada me dijo:
-Me llamo Geoby y soy tu duende de navidad – me contesta de forma elegante.
- ¿Mi duende de navidad? - pregunté desconcertada y algo escéptica
-Si, durante esta semana fui enviado para verificar tu comportamiento y ver si merecías algún presente por parte de Santa, te he seguido y observado esta semana y mis apuntes ya están casi listo- contesto orgulloso.
-Entonces Santa Claus si existe, ¿los renos, el polo norte, toda esa fantasía para niños? - vuelvo a preguntar aún esperando que todo sea un sueño.
-La navidad, Santa Claus no es solo para niños, es real y es para todos- reafirma como si fuera boba.
Me senté sobre la cama haciendo memoria si me había drogado o algo, pero no era así tenía frente a un duende, ¡mi duende! y solo comencé a reír. Si es verdad que lleva observándome toda la semana un pedazo de carbón, sería mucho para mí.
Yo solo cuento con mis amistades del trabajo y mi tía, ya que mi madre me abandono al declararse bisexual y se fue con otra mujer dejándome con mi padre abusivo al cual mi rostro solo le traía recuerdos de ella y eso hizo que viera la vida con un tono oscuro.
- ¿Ahora que va a pasar? - le dije a Geoby y el me contesto que se marcharía con sus apuntes hacia el polo norte. Lo agarre fuerte y puse sacar un pequeño papel en todo lo que había anotado sobre mí y como era de esperarse estaba en la lista negra, me le quede mirando y le digo :
- ¿Que tengo que hacer para salir de la lista?
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