El jueves de la mañana siguiente teníamos una nueva reunión del club feminista. Y aunque nadie se había unido al club sí que es cierto que venía muchísima gente a nuestras reuniones.

-Cuando hablamos de feminismo- empezó Ella- se nos viene la palabra igualdad a la cabeza. El feminismo es igualdad decimos pero dentro del mismo feminismo hay diversas que tienen una idea de la igualdad distinta y diferentes métodos para alcanzar esas metas.

-Hay dos grandes corrientes del feminismo- explicó Olivia- El feminismo de la libertad, que es el nuestro y el feminismo de género que suele ser el que se encarga de hacer los manifiestos. Las feministas de la libertad proponemos que los hombres y las mujeres tenemos que tener los mismos derechos y obligaciones.

-Sin embargo- continué – Las feministas hegemónicas no piensan que es suficiente, porque cómo las mujeres no podemos elegir con libertad ya que vivimos en un sistema patriarcal que nos oprime.

Liv puso una imagen de Christina Hoff Sommers.

-Como dice Christina Hoff Sumers-dijo Ella- "El feminismo de la libertad combate la discriminación sexual y otras formas de injusticia hacia las mujeres. El feminismo de género sostiene que las mujeres están esclavizadas por un sistema omnipresente de dominación del macho, el sistema de género, en el que los niños se convierten en las personalidades de macho y hembra, una destinada a mandar y otra a obedecer. Este feminismo se ha convertido en el credo de algunos programas de estudios sobre las mujeres, organizaciones feministas y portavoces del movimiento de las mujeres".

-Este tipo de feminismo es el que se ve en los medios y se encarga de hacer las marchas- expliqué- Y hoy os vamos a explicar porque este feminismo nos trata a las mujeres como si fuésemos menores de edad en tres pasos.

-La mujer no puede tomar sus propias decisiones- dijo Olivia- Simone de Beauvoir es un claro ejemplo de este tipo de feminismo, pero en seguida te das cuenta cuando la lees que tiene una actitud muy autoritaria. Se le planteó a Simone que una mujer libre de participar en el mundo laboral optase por criar a sus propios hijos. A lo que ella respondió que: Ninguna mujer debe ser AUTORIZADA a quedarse en casa para criar a sus hijos. Las mujeres no deberían de tener esa opción, precisamente porque si hay esa opción muchas mujeres la tomarán. Es una forma de FORZAR a las mujeres en cierta dirección. Mientras la familia y el mito de la familia y de la maternidad y el instinto materno sean DESTRUIDOS las mujeres seguirán siendo oprimidas. No debe ser muy liberador obligar a las mujeres a despojarse de un instinto de maternidad que sienten muchas mujeres. Y digo obligar porque ella dice que no hay que autorizar a las mujeres, autorizarlas por Simone porque ese es uno de los principales problemas con las feministas de género, ellas creen que las mujeres deben de dejar de someterse a los hombres y someterse a las feministas que claramente saben mejor que estas lo que les conviene.

-Un ejemplo de esto- propuse- Son las trabajadoras sexuales, estas trabajadoras se están manifestando por tener los mismos derechos que el resto de trabajadores como en Holanda, sin embargo las feministas hegemónicas dicen que ningunas mujer escogería este trabajo sino es obligada o por necesidad. A lo que yo me pregunto quién trabaja por gusto en vez de por necesidad. Eso sí, si el problema se aplica para un hombre, él ha conseguido vivir de satisfacer su alto vivido que le gusta.

-Pensar así es machista- afirmó Ella- Pensar que una mujer que disfruta de este tipo de trabajo es una víctima y que un hombre es un triunfador es un problema.

- El segundo punto es que las mujeres necesitan tratos especiales. Las feministas hegemónicas piensan que la discriminación positiva es algo bueno mientras que las feministas de la libertad pensamos que es humillante. Se nos ha llegado a comparar con minusválidos, porque según ellas venimos de una posición de inferioridad y necesitamos tratos especiales para igualar a los hombres. Aquí en EEUU un hombre y una mujer deben cobrar lo mismo por el mismo trabajo y si una mujer cree que esto no es así, la ley la ampara.- conté.

-Las mujeres nos metemos en el mundo laboral más tarde que los hombres- dijo Liv- Y teniéndolo muchísimo más difícil fuimos capaces de llegar a los puestos que queríamos y si antes no necesitábamos cuotas porque las íbamos a necesitar ahora. Las mujeres no necesitamos ayudas ni cuotas especiales. Como dijo Marie Curie: Nunca he creído que por ser mujer necesitase un trato especial a los hombres, de creerlo debería de pensar que soy inferior a los hombres y yo no soy inferior a ninguno de ellos." Hay campañas para que las mujeres estudien carreras que principalmente están ocupadas por hombres como por ejemplo ingeniería sin embargo no se anima a las mujeres a trabajar en la minería o en la construcción. La igualdad está bien cuando conviene.

-El tercer punto- empezó a finalizar Ella- Necesitamos leyes especiales. Actualmente está en rigor la ley de violencia de género, esta ley propone que cualquier acto violento que haga un hombre hacia una mujer tendrá una única motivación el machismo. Se ha llegado a afirmar que es violencia de género que un hombre se defienda violentamente de su mujer cuando ella ha empezado la agresión. Pensar que una mujer no puede dañar ni física ni psicológicamente a un hombre es machista y es por esto que si un hombre sufre de violencia doméstica es más difícil que denuncie y que se le crea. Se reirán de él y dudaran de su masculinidad. Además de que si la violencia pasa en una pareja homosexual tampoco le ampara la ley. No debemos diferenciar a las víctimas por su género, color de piel u orientación sexual.

-Tenemos que proteger a todas las víctimas y no victimizar a las mujeres- acabé- Muchísimas gracias por su atención.

Todo el mundo nos aplaudió y fui a abrazar a Ella y a Olivia, esto era lo que nosotras estábamos buscando. Que nadie fuera diferente.

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