Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17

—Debes levantarte, Paris. No puedes seguir en cama.

—Por supuesto que puedo y lo haré. —respondo con las sábanas cubriéndome hasta la cabeza.

—Levántate, Paris.

—Que no.

—Que sí, ¿qué dirá tu mamá si te ve así? Me dijo que le prometiste que hoy no estarías en cama.

—Por suerte no está para decirme algo.—respondo, sintiéndome agradecida que mamá esté trabajando esta semana en el día y no en la noche.

Escucho a Aby suspirar con fuerza, claramente estresada, sin embargo no hace nada para sacarme de mi escondite hecho de cobijas.

Tres días han pasado luego de ese caótico día en Cancún, el cual así como se convirtió en uno de los más felices de mi vida, también se convirtió en uno de los más tristes. Días en los que luego de que me encontrara a Sarah en la playa preocupada, lista para darme el abrazo más reconfortante del mundo, me llevara a mi habitación, en la cual me encerré y no salí hasta la mañana siguiente, cuando Clarise llamó a mi puerta para llevarme al aeropuerto y subirme a un avión para regresar a mi casa, logrando llegar a mi destino sin ningún inconveniente o persona dispuesta a parar mis vuelos para impedir que me fuera.

Cuando arribe a California, lo primero que hice fue mandarle un enorme y aburrido mensaje a Jayden en el cual me disculpaba por haber malinterpretado la situación y le agradecí por los maravillosos días que me hizo pasar a su lado. Luego de eso, simplemente tomé un autobús a Malibú, dolida, entristecida y desesperada por llegar a la calidez de mi casa.

—¿Al menos puedes contarme qué fue lo que pasó para que no quieras salir de la cama?

Cayendo ante sus insistencias y sintiéndome mal porque Aby está aquí desde el día en que le informé que estaba de regreso en Malibú, persistiendo para que hablara con ella, me descubro la mitad de cuerpo y me siento en la cama.

Sus ojos se abren en sorpresa y me mira con preocupación.

—¿Qué te pasó? ¿Estás bien?

—No. —suelto, sintiendo mis ojos arder.

Algo que tal vez olvidé mencionar es que desde que me encontré con Sarah en la playa, un día antes de marcharme, no he podido detener mis lágrimas cada vez que el recuerdo de Jayden diciéndome esas cosas llega a mi mente —que es casi todo el tiempo—, así que seguramente para el día de hoy, mis ojos ya están rojos e hinchados.

—¿Qué fue lo que te pasó, Iris?—se desliza más cerca de mí y toma mis manos entre las suyas, acariciándolas—. ¿No estaba yendo bien?

—Si.

—¿Entonces qué ocurrió? Porque hasta donde me quede, estabas haciendo compras con Sarah Williams y todo parecía ir de maravilla.

—Todo iba de maravilla —afirmo—, pero entonces antes Jayden se enojo conmigo pero luego se disculpó y fuimos a una fiesta los tres en donde Jayden me besó y después me dijo cosas hirientes luego de que me había pedido perdón por otra cosa y Sarah me encontró en la playa y...

—Paris, Paris —lleva sus manos a mis hombros, interrumpiendo mi rápida explicación—. Relájate. Inhala, exhala y cuéntame las cosas bien, que no estoy entendiendo nada.

—Si, lo siento.

—No te disculpes, amiga. Solo inhala —tomo aire al tiempo en que me da la orden— y exhala —suelto el aire por mis labios—. Bien, ahora explícame correctamente qué fue lo que pasó.

Asiento con la cabeza y tomo otra respiración antes de empezar.

—Es que ese día, antes de que te dijera que Sarah y yo andábamos de compras, Jayden se enojó conmigo.

—¿Qué? ¿Por qué?—me mira con extrañeza.

—Porque Alex me marcó para disculparse conmigo por sus actitudes y...

—Ese estúpido bueno para nada arruinando siempre las cosas. —suelta, enfurecida.

—Abby. —le lanzo una mirada severa.

—Es la verdad, Iris. Al menos dime que esta vez no lo perdonaste.

—No, no lo hice.

Hace un movimiento de brazos de victoria, el cual me hace rodar los ojos.

—Bueno, eso no es lo importante —hago un gesto desdeñoso con la mano—, si no que luego de que hable con él y de que le dije que esta vez no iba a poder perdonarlo, me acerque de nuevos Jayden y a Sarah, pero cuando llegué con ellos, Sarah empezó a interrogarme, diciéndome que con quien hablaba. Ella insistía en que había estado hablando con mi pareja y Jayden le decía que no tenía novio, pero cuando se lo decía parecía... molesto.

—¿Molesto?

—Si, molesto.

—Interesante —acaricia su barbilla con los dedos—. Prosigue, por favor.

—Entonces ella me presionó tanto para decirle con quien hablaba, que terminé diciéndole que no era mi novio, si no mi ex pareja.

—¡¿Qué hiciste qué?!—grita, alarmada.

—¡Ella me presionó! ¡Yo no quise!

Hace un sonido de sorpresa.

—Que arpía —le vuelvo a lanzar una mala mirada que ella ignora totalmente—. Continua.

—Entonces cuando dije eso, Jayden se enfureció, pero yo trate de solucionarlo y le dije que solo éramos amigos, pero eso no hizo que disminuyera su enojo, si no que luego empezó a preguntarme cosas como «que si no se suponía que éramos amigos» «porque hablaba con mi ex»y cosas así.

—¿Y luego qué pasó?—me mira con entusiasmo.

—Pues hubo un momento en que en verdad lo vi frustrado, porque al parecer él no comprendía que Alex no era mi mejor amigo, yo le dije que no se enojara, que él, Jayden, era mi mejor amigo y no Alex.

—¿Y el que te dijo?—me observa con los ojos extremadamente abiertos y con la emoción notoria en su voz.

—Él me dijo: «No es eso, Paris. Es el hecho de que él sí puede ser tu pareja. Tú novio.»

Un sonido sorpresivo abandona sus labios al igual que una sonrisa, casi terrorífica, comienza aparecer en ellos.

—¡¿Y qué más?! ¡¿Qué otra cosa dijo?!

—Nada, no me dijo nada. Simplemente se fue enojado y después Sarah me explicó que había hecho esas preguntas para averiguar algo. Y luego me llamó ciega.

—¡No puedo estar más de acuerdo con ella! —me toma nuevamente de los hombros y me acerca a ella hasta el punto en que nuestras narices casi se rozan—. ¿Es que no te has dado cuenta?—interroga sin esconder su tono emocionado.

—¿De qué? —arqueo mis cejas.

Grita levemente, frustrada y me agita por los hombros..

—A veces eres tan ciega, Paris —me observa sonriente—. Él. Estaba. Celoso.—me suelta con lentitud, antes de chillar de emoción y aplaudir como foca.

Parpadeo un par de veces.

«¿Celoso?»—repito sin poder creérmelo.

—Si, Paris, celoso.

Y entonces, como un relámpago, el recuerdo de Jayden diciéndome que le gustaría que usáramos otro término en nosotros invade mi cabeza. Si él no se refería a «amigos», entonces hablaba de...

La mera palabra hace que mi corazón golpee con fuerza mi caja torácica y que aquellas maripositas que aparecieron hace poco, las cuales se encontraban un poquito tristes, comiencen a revolotear en mi interior emocionadas.

—Pero entonces no entiendo.

—¿Qué parte no entiendes, Paris? Si todo está más que claro —aprieta mis manos entre las suyas—. Parece que has logrado conquistar el corazón del amor de nuestras vidas.

—Pero si eso es verdad... ¿Por qué entonces me dijo lo que me dijo?

—¿De qué hablas?—me mira con extrañeza, borrando su sonrisa.

—Luego de que Jayden se enojó conmigo, no hablamos hasta después de la comida, cuando nos fuimos los tres a una pequeña fiesta que estaba en la playa —continúo con mi historia—, ahí, luego de haber ordenado nuestras bebidas y todo eso, él se disculpó conmigo por haber sido un idiota conmigo y por haberse dejado llevar de sus sentimientos.

»Luego de eso y de que yo aceptara sus disculpas, él y yo nos fuimos a la playa, en donde... —una sonrisita se apodera de mi— nos besamos.

—¡¿Qué tú qué?!—grita con sus ojos abiertos de par en par por la emoción.

—Lo bese.

Aby suelta un fuerte grito de emoción, al que me es imposible no unirme cuando el recuerdo de sus labios sobre los míos y sus brazos rodeando mi cintura, comienzan a hacer eco en mi cabeza.

—Cuéntame como fue, Paris — suplica—. ¿Sus besos son tan asombrosos como se dice que son?

Sonrío y asiento varias veces con la cabeza, sin borrar mi sonrisa emocionada.

—No tienes idea, amiga. Sus labios definitivamente son cosa de otro planeta. —admito sin importar que suene exagerada.

—Ahora te tengo más envidia —hace un mohín, el cual borra casi a los segundos para fruncir el ceño—. ¿Entonces qué fue lo que pasó? ¿Qué fue lo que te dijo para que te pusieras... así?— cuestiona, señalándome con la mano.

Toda sonrisa y rastro de felicidad, se borra ante su pregunta.

—Luego de que nos besáramos, Jayden comenzó a actuar extraño. Todo rastro de emoción y sentimiento que tenía antes del beso desapareció y empezó a afligirse.

—¿Afligirse?

—Si, afligirse.

Hace una mueca.

—Que extraño.

—Y entonces yo le pregunté que si estaba todo en orden y me dijo que sí, pero que solo había sido un beso y que eso no significaba que íbamos a volver andando de la mano al hotel y... —paso saliva con dificultad y bajo la mirada a mis ojos tratando de ignorar el dolor que vuelve a asentarse en mi pecho— luego dijo que jamás estaría con alguien como yo, con alguien que no fuera de su nivel, porque yo era solo una fanática y él era una super estrella.

—¿Eso fue lo que te dijo?—murmura, viéndose igual de dolida que yo.

Muevo mi cabeza en modo de respuesta.

—¿Pero por qué?

—No lo sé —llevo mis manos a mi rostro, frotándolo con exasperación—. Incluso ya le mandé disculpas por haber confundido la situación.

—¿Y por qué hiciste eso?—me regaña.

—¡Porque realmente pensé que me había confundido! ¡Pero ahora veo que no! O bueno... —rasco mi nuca—, tal vez si me equivoqué...

—No, no te equivocaste y de eso estoy segura. —murmura poniéndose de pie.

—¿Entonces por qué reaccionó así?—pregunto, afligida.

—No lo sé —comienza a caminar de un lado a otro en mi habitación, tocando su barbilla—. Aquí hay muchos espacios en blanco —se detiene para mirarme—. ¿Notaste otro comportamiento raro antes de que pasara eso?

—No —niego de inmediato, pero entonces el recuerdo de Jayden hablando con alguien de mi, viene a mi mente—. O creo que si...

—¿Y qué fue?

—El día del concierto, en la noche, luego de que Jayden llegara al hotel, quise ir a felicitarlo por su show, pero cuando llegue a su cuarto, Jayden estaba hablando por videollamada con alguien.

—¿Alguien?

—Si, era la voz de un hombre.

—¿Y qué le decía?

—El hombre parecía que quería sacarle información de algo.

—¿De algo?

—Si. Le preguntó porque había sacado tanto dinero de su cuenta bancaria, porque había comprado las aerolíneas y cosas así.

Sus ojos se abren.

—¿Le preguntó por ti?

—Si. Le preguntó que porque la misma chica con la que había ido al planetario Hayden, estaba hospedándose en el mismo hotel que él y otras cosas extrañas.

—Definitivamente aquí hay gato encerrado —asiente, reanudando su caminata—. Es algo raro que un día antes de decirte esas cosas, haya estado hablando de ti con un sujeto desconocido.

—¿Tú crees?—la miro con la esperanza en los ojos.

—Por supuesto amiga y nosotras debemos llegar al fondo de esto. —dice con firmeza, golpeando la palma de su mano con un puño.

Asiento con la misma firmeza que ella y voy a preguntarle que como lo descubriremos, cuando el timbre comienza a sonar.

Arrugo mi nariz.

—¿Quién podrá ser?

—Ojalá que Jayden. —dice Aby y yo sonrío divertida antes de levantarme de la cama.

—Espérame, iré a ver.

Asiente con la cabeza y en seguida de ponerme mis pantuflas, salgo de la habitación y me encamino hacía abajo.

Me acerco corriendo al escuchar que los ruidos del timbre siguen sonando uno tras otro.

—¡Ya voy! ¡Ya voy!—tomo el poco de la puerta, abriéndolo—. Que gente tan insiste... Alex.

Mis ojos se abren con sorpresa cuando veo a mi ex pareja frente a mi puerta.

—¿Puedes explicarme qué carajo es esto?

Lleva su teléfono a mi cara, dejándolo tan cerca mío que debo dar dos pasos hacía atrás para ver lo que me está mostrando.

Es una fotografía de Instagram en donde está Jayden saliendo de un bar en la playa, tomado de la mano de una chica rubia, pero la situación aquí es que aquella chica si se le ve un poco la cara y si miran con atención, cualquiera que me conozca sabría que soy yo.

Siento que el color abandona mi cara y una batalla de emoción y nerviosismo se abre paso en mi interior.

—Pues es Jayden.

—No te hagas la payasa —suelta con irritación—. Sabes muy bien lo que te estoy mostrando. ¿Qué haces ahí con ese idiota?

Niego con la cabeza.

—No soy yo, Alex.

Me toma del brazo con su mano libre pegándome a él repentinamente.

Suelto un jadeo sorpresivo.

—Deja de mentirme, Paris —dice con los dientes tan apretados que creo que va a romperlos—. ¿Qué. Hacías. Con. Él?

Ahogo un chillido cuando comienza a ejercer presión en mi brazo, mientras me mira con desesperación.

—Suéltame, Alex, estás lastimándome. —murmuro tomando su muñeca y tirando de él para hacer que me suelte.

—No me interesa, Paris. Ahora respóndeme. ¿Qué hacías con...?

Una fuerza casi sobrehumana empuja a Alex lejos de mi, haciendo que me suelte y que me tambalee peligrosamente hacia atrás.

—Te dijo que la soltaras, imbécil. —la voz y el cuerpo de Aby se hacen presentes, poniéndose frente a mi.

—La situación no es contigo, maldita ramera, así que lárgate. —escupe con deseen y la rabia me recorre al escuchar como llama a Aby.

Mi mejor amiga sonríe de lado y se acerca a mí ex novio.

—La situación empieza a ser conmigo cuando te metes con Paris, Alex —dice furiosa y golpeando su pecho con su dedo índice—. Ahora lárgate antes de que te patee las bolas.

Se da media vuelta empujándome con suavidad a la casa.

—Y a la próxima, llámale «ramera» a tú abuela, haber si ella le parece que le llames así a las mujeres.

Y sin más, le cierra la puerta en la cara.

—¿Estás bien?—voltea a verme con preocupación.

—Si. —respondo en seguida masajeando mi brazo.

—¿Qué es lo que quería?

—Me mostró una foto.

Ladea la cabeza.

—¿Una foto?

—Si, mía y de Jayden. Estaba en Instagram.

Aby me lanza una mirada asombrada y con rapidez, saca su teléfono de su bolsillo. La veo teclear en su teléfono antes de mover sus dedos por la pantalla y abrir sus ojos de par en par.

—¿Qué?

No dice nada, simplemente me da el teléfono y yo lo tomo, viendo que la publicación es de la misma página de fans que habló de mí y Jayden hace unas semanas.

¿Jayden Blackwood de vacaciones con su nueva novia y su ex?

Él famoso cantante de pop, durante su gira en Latinoamérica, se ha visto con una jovén en México, la cuál se rumora que es la misma con la que estuvo en Los Ángeles y en Malibú, pero no solo eso, si no que su ex pareja, la famosa actriz de Hollywood, Sarah Williams también estuvo acompañándolos durante su travesía en México, incluso se les vió compartiendo momentos a ambas durante su primer concierto en Ciudad de México y en una plaza en Cancún.

Pero la primer pregunta sigue siendo la misma, ¿Quién es esta chica misteriosa que parece haber flechado el corazón de nuestro cantante? ¿Y qué hacía ahí su ex? ¿Es que acaso ambas se convirtieron en mejores amigas? ¿O los tres están en una relación muy feliz?

—¿Los tres en una relación?—cuestiono incrédula, pasando las fotos con mi dedo—¿A quien se le ocurrió eso?

—No tengo idea.

Suelto un bufido y deslizo a la siguiente publicación de otra página que, por desgracia, sigue hablando de nosotros, pero esta vez no es una pagina de fans, si no de una revista.

¿Jayden obsesionado con Sarah?

Durante las últimas semanas se ha visto al cantante Jayden Blackwood compartir varios momentos con una chica misteriosa de la cuál no tenemos mucha información, solo que comparte rasgos similares con la actriz Sarah Williams; mismo color de cabellos, complexión y altura. Muchas personas comentan que él artista está conquistando a esta nueva chica por el gran parecido que tiene con su ex, Sarah. Pero eso no es todo, si no que durante sus primeros conciertos en México, se le vio a la actriz junto la nueva conquista de Jayden, antes de que está última desapareciera.

¿Jayden sigue enamorado de Sarah y busca a alguien igual a ella? ¿Sarah viajo a México para recuperar a su ex pareja? ¿La chica misteriosa regresó a su país al darse cuenta que no tendría oportunidad con Sarah a un lado?

Mis labios se encuentran entre abiertos y mis ojos miran la información, incrédulos.

Paso las fotos con mi dedo en las cuales se muestran a mi y a Sarah en el concierto de Jayden, a Jayden y a mí en la fiesta en la playa de Cancún y por último a Sarah y a Jayden caminando juntos por el aeropuerto y a juzgar por la foto, está fue tomada hace poco.

—¿Qué ocurre?

—Hay una publicación que dice que Jayden solo coqueteaba conmigo por mi parecido a Sarah.

—¿Qué?

Me quita el teléfono y comienza a deslizar sus ojos con velocidad por la pantalla mientras yo muerdo mis uñas sintiéndome inquieta.

—¿Y si es verdad, Aby?—la miro con inseguridad.

—¿El qué?

—Que Jayden estaba coqueteando conmigo por mi parecido a Sarah.

—¿Qué?—me mira como si me hubiera salido un tercer ojo—¿Por qué dices eso?

—Porque la publicación tiene razón, si nos parecemos un poco.

—Solo se parecen en el color de cabello, Paris —dice con obviedad y continuo mordiendo mi labio sin sentirme segura. Suspira—. No les hagas caso a la publicación, ¿okey? Solo en una página amarillista con un montón de gente estúpida inventando cosas porque no saben qué hacer con su vida, así que tranquila, ¿si? Estoy segura que Jayden no se fijó en ti porque tú color de cabello se parece al de Sarah.

Sonrío un poco divertida y me devuelve el gesto, antes de llevar su vista al teléfono de nuevo.

—Tienes tú cuenta privada, ¿Cierto?

—Si, ¿por qué?

—Es mejor que la mantengas así mientras pasa está crisis y así no den con la cuenta de la «misteriosa chica a la que Jayden llevó de vacaciones».

Hago una mueca.

—Tu y yo sabemos cómo funcionan las fans, así la tenga en privado para siempre, van a dar con ella.

No dice nada porque sabe que es verdad. Nosotras incluso llegamos a buscar las cuentas de las chicas con las que se rumoreaba que Jayden andaba y siempre dábamos con ellas.

—Bueno, aunque den con ella mantenla así.

Asiento con la cabeza sin quitar los ojos de mi mejor amiga, que ahora tiene el ceño fruncido.

—¿Qué es eso?

La miro con extrañeza.

—¿Qué es qué?

—Eso que se escucha.

Me quedo en silencio, tratando de oír aquello que dice Aby y solo es cuestión de segundos para que una suave melodía de una canción de Jayden llegué a mis oídos.

—¡Mi teléfono!

Corro deprisa hacía arriba con mi corazón acelerado, ante el pensamiento de que puede tratarse de él. Cuando llego a mi cuarto, me lanzo a mi cama tomando mi teléfono y contestando en seguida.

—¿Si?

—Hola, Paris.

Toda sonrisa y emoción se borra cuando escucho la correcta y estirada voz de mi tía Louisa.

—Oh, hola tía Louisa.

—¿Estás ocupada?

—No, ¿por qué?

Me incorporo, sentándome en la orilla de mi cama, quedando frente a Aby.

—Quería hablar contigo.

—¿De qué?

—Me hicieron llegar una invitación para una fiesta, pero había un requisito.

—¿Cuál?

—Que fueras tú.

—¿Yo?

—Si, Paris.

Parpadeo confusa.

—¿Y de quién es la fiesta?

—Del cantante Jayden Blackwood.

—¿Estás segura de que quieres ir, Iris?—cuestiona mi mamá a lado de Aby, mientras me ve lanzar mi ropa a la maleta.

—Muy segura.

—¿Incluso después de lo que pasó?

Asiento con la cabeza sin dejar de lanzar ropa.

—Yo no estoy muy segura de que vayas. —murmura mi mamá y volteo a verla.

Puedo comprender su preocupación e inseguridad con respecto a la dichosa fiesta de Jayden, después de todo ella fue la me abrazó cuando lloré, luego de contarle lo que ocurrió con él.

—Debo ir mamá, Aby y yo llegamos a la conclusión de que aquí hay gato encerrado.

—¿Gato encerrado?—intercambia su mirada entre Aby y yo.

La primera está moviendo su cabeza, dándome la razón mientras que yo miro firmemente a mi madre.

—Es que mire, señora —mi mejor amiga se levanta para pararse junto a mi—. Paris y yo hemos llegado a la conclusión que... Bueno, solamente yo, Paris no —se corrige y la miro mal—, de que es muy extraño que luego de que Jayden haya hecho todas esas cosas por su hija, se comporte como un imbécil de la nada. ¿No cree que es raro?

—Sinceramente, Aby, después de que Paris me contó lo que le hizo, ahora simplemente no puedo pensar en lo bueno que hizo por ella, ahora solo creo que es un chiquillo tarado.

Ambas al mismo tiempo soltamos un sonido de indignación.

—No le digas así a nuestro novio, mamá, por favor.

Mi madre alza ambas de sus cejas, mirándonos como si estuviéramos locas.

—El punto aquí es, señora Smith, que creo fielmente en qué hay algo o alguien que lo impulsó a decir esas cosas.

—Por eso es que necesito ir a averiguar.

—¿Entonces ahora son detectives?—mirándonos con una ceja arqueada.

—Algo por el estilo, si.

Mi mamá continúa mirándonos igual, sin decir nada.

—Mamá es importante. Voy por métodos informativos.

«¿Métodos informativos?»—repite con una sonrisa incrédula apareciendo en sus labios.

—Así es.

—¿Entonces me dirás qué no vas a verlo a él y solo vas a recabar información?

—No, o sea también voy a verlo a él, pero voy más por la información.

—Aja, ya veo —se cruza de brazos—. Y si no hubiera nada que recabar y hubiera llegado la invitación, habrías ido, ¿O no?

—O sea si, pero ese no es el punto, mamá.

—En realidad sí lo es, Iris, porque tú no vas por una investigación, si no que vas a verlo a él. No te mientas

Siento mis mejillas ponerse rosas ante su exacta respuesta que descubre mis intenciones. Es verdad que si, voy mayormente a ver a Jayden, tal vez un 90% de mi solo vaya a verlo, pero también quiero entender lo que pasó ese día en la playa, por eso también quiero ir, para averiguarlo.

Mi madre suspira.

—Puedes ir, Paris.

—¿En serio?

Sonrío emocionada.

—Si, Paris. Sabes que tienes mi apoyo en todo siempre, pero no me gustaría verte sufrir otra vez por un hombre que tal vez no valga la pena.

Su comentario me hace tensar, al darme cuenta que de cierta forma, con ese comentario está tratando de recordarme lo que pasó con Alex.

—Él no es igual a Alex, mamá.

—Pues después de esta última situación... estoy empezando a dudar de él.

—No tienes porque. —insisto.

—¿No? Bueno, entonces que pruebe que es digno de ti.


¡Aquí el final!

Espero que les haya gustado mucho el capítulo de hoy y quería agradecerles porque hemos llegado a ¡50k! En verdad les agradezco de todo corazón por el amor dado a la historia. '

Los quiero y nos vemos en el próximo capítulo.

ig:hannasvelez

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro