—¡En verdad pensé que ibas a dejar tú estúpida obsesión e ibas a venir conmigo el día de ayer, Paris! —grita Alex, iracundo.

Muerdo mi labio y me pego más al asiento, intentando escapar de las miradas furtivas de Clarise.

—¡Pero no! ¡En lugar de eso te fuiste a ver al idiota ese y me dejaste plantado como un pendejo!

Paso salvia, sintiéndome repentinamente mal.

—Alex, yo te dije que no iría. —murmuro en voz baja.

—¡Pero pensé que no iba en serio! ¡Toda mi maldita familia te estuvo esperando!

—Alex, lo siento en verdad, pero no iba a dejar pasar esta oportunidad.

—¡Vete al carajo, Paris! —mi pecho se oprime ante sus crueles palabras—. No quiero volver a saber de ti.

—Alex...—siento un nudo en mi garganta el cual se hace más grande cuando los sonidos que indican que me ha colgado se hacen presentes.

Me quedo unos segundos así, con el teléfono en la mano y con una fuerte opresión en mi antes de que lo baje a mi regazo.

—¿Todo bien, Paris?

Llevo mi vista a Clarise, quien me ve preocupada y asiento con la cabeza con rapidez.

—Si, un problema con un amigo. —carraspeo, al notar que mi voz sale entrecortada.

Me mira sin estar del todo convencida.

—¿Segura?

—Si, pero gracias por tu preocupación.

Mueve su cabeza en afirmación y a pesar de que sus ojos indican que no me cree nada, no sigue con el tema.

—Esta bien, pero debes de saber que puedes contar conmigo para lo que sea, Paris

—Gracias, Clarise.

Jugueteo con mis dedos un rato, antes de volverme hacia ella.

—Clarise.

—¿Si dime?

—¿Por qué nosotras vamos en una camioneta diferente de la que va Jayden?

Por la mirada que me da, se que se esperaba que hablara algo respecto a Alex, sin embargo no dice nada y se limita a responderme.

—Porque él se baja en la entrada a saludar a sus fans y luego ya entra. Es muy atento con su público.

Esbozo una pequeña sonrisa y asiento.

—¿Por eso es que ayer su camioneta se detuvo frente de la entrada del hotel y la nuestra siguió hasta detenerse en una entrada trasera?

—Así es, Paris.

Vuelvo a asentir con la cabeza y observo como hay un montón de fanáticas afuera del lugar, las cuales gritan cuando ven las camionetas llegar; la de Jayden se detiene en la entrada, custodiada de varios oficiales los cuales se ponen un poco a la defensiva cuando ven a las chicas acercarse a toda velocidad, mientras que nuestra camioneta se sigue derecho, metiéndose a lo que creo que es un estacionamiento subterráneo y, apenas se estaciona, Clarise sale del vehículo conmigo detrás de ella.

Ella avanza por el lugar, velozmente, y yo me limito a seguirla mientras entra por una puerta, subiendo unas cuantas escaleras y luego de varios pasillos, salimos a dónde se estará llevando a cabo el show.

—Wow...

Mi boca se abre de impresión al ver el enorme lugar en el que estamos.

—Bienvenida a uno de los estadios más grandes de México. Es el lugar en donde los artistas con más impacto se presentan.

—En enorme... —murmuro sin esconder mi asombro mientras me paseo por el lugar con lentitud—. ¿Él de verdad va a llenar todo este lugar?

—Si —sonríe con orgullo viendo todo—. Acabó todos los boletos en menos de una semana.

Impresionada, doy una vuelta sobre mis pies cuando llego unos metros a lado de la tarima.

—Sabía que era muy reconocido fuera de Estados Unidos, pero jamás pensé que tanto —la miro con una sonrisa—. Es fabuloso que pueda llenar todo esto, teniendo en cuenta que es la primera vez que toca aquí.

—Sí, lo es.

El sonido de una guitarra interrumpe nuestro pequeño momento y ambas llevamos nuestra vista hacia el escenario, donde Jayden ya esta parado, con su guitarra colgando de su cuello y un micrófono enfrente suyo.

—¿A qué hora entraste?—pregunto, curiosa acercándome al escenario.

—Cuando tú y Clarise estaban conversando —me lanza un guiño que pone mi corazón a palpitar con fuerza—. ¿Entonces —ve por encima de sus hombros a los músicos que están acomodándose en sus lugares—, empezamos con los ensayos?

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Recargo mis antebrazos en el escenario y sobre ellos mi barbilla, dejando mi vista puesta sobre Jayden, quién está de cuclillas mientras bebe agua de una botella y, mientras lo recorro con mi mirada, me es raro reconocer que jamás pensé encontrar tan atractivo a un hombre sudado hasta que lo conocí a él.

No fue difícil darme cuenta de mi raro gusto, porque cuando enseguida note que aquellos videos que las fanáticas grababan y subían a las redes social con Jayden cantando y el sudor recorriendo su piel en lugar de causarme asco me causaban todo lo contrario, supe que algo mal andaba conmigo.

Ni que lo digas; que asco.

Aunque igual, si soy sincera, estoy muy segura de que puede estar en sus peores condiciones y yo lo seguiré viendo atractivo.

Exacto.

—Entonces, rubia, ¿Qué tal te pareció?—cuestiona, dejando la botella a un lado e inclinándose hacia enfrente.

—Espectacular. Y seguro que se verá mejor en la noche.

—Espero que sí.

Se queda en silencio y pasea su vista sobre el lugar.

—¿Estás nervioso?

—Como no tienes idea —admite en seguida—. Es mi primer concierto en América latina, debe ser perfecto.

—Lo harás bien —le regalo una sonrisa tranquilizadora—. Verás que enamorarás a todos con tú show.

—Eso espero.

Se me queda viendo un par de segundos, en donde yo hago todo lo posible por sostenerle la mirada, hasta que se levanta repentinamente.

—Ven, sube. —acompaña sus palabras haciendo una seña con la cabeza para que me acerque.

Parpadeo un par de veces y me incorporo.

—¿Yo?

—Sí, rubia, tú.

Me quedo totalmente quieta sin saber como proceder.

—Anda, sube.

Por fin mi cuerpo parece reaccionar y me encamino hacia la parte en donde se encuentran las escaleras, subiendo de prisa.

—Ya sé porqué estás tan nervioso. —es lo primero que digo cuando llego arriba y veo lo intimidante que se ve el lugar desde esta posición.

Me mira con diversión y estira su mano hacia mí, la cuál tomo con gusto.

Nuestras manos unidas causan un intenso tamborileo en mi corazón del cual ya me he acostumbrado a que pase cada que estoy cerca de él.

—¿Te gustaría tocar algo?

—¿A mí?

Por favor deja de estar repitiendo preguntas que claramente van para ti.

—Si, rubia, a ti.

Se aleja de mí para ir por su guitarra que descansa en una de las bocinas.

—Mmmm, no lo sé... —dudo, insegura.

¿Qué tal y le rompo una de sus cuerdas?

Con la suerte que tienes seguro si.

Vuelve a acercarse a mí y no me deja pensar demasiado antes de pasarme la guitarra por el cuello, acomodándola correctamente.

—Bien, ¿Cuál quieres tocar?

Toma mi mano, guiándome a unas escaleritas que unen al escenario principal con una pasarela que esta en el centro del lugar.

—¿Puedo elegir cualquier canción de cualquier artista?

—Si, pero preferiblemente que sea mía.

Sonrío y bajo mis ojos a la guitarra, pasando mentalmente todas mis canciones favoritas de Jayden.

—Complicated Love.

Silva.

—Te gustan las dolorosas, ¿Eh?

—Solo un poquito.

Sonríe y se pega más a mí hasta que quedan nuestras piernas sin ningún espacio entre sí.

—¿Está canción la escribiste para alguien?—cuestiono mientras lo veo ajustar algo en su guitarra.

—¿Por qué lo dices?

—Por su letra.

Se me queda viendo, esperando a que siga.

—Complicated Love, habla de dos personas que se aman, pero al ser de mundos diferentes no pueden estar juntos, y en tu vídeo musical la protagonista es una cantante muy reconocida y él coprotagonista es un granjero. Según el mensaje que nos da el video y la canción, tal parece que la cantante es una forma de referirse a ti y el granjero una forma de referirse a algún amor tuyo.

Parpadea unas cuantas veces y su cara se distorsiona en una de confusión y asombro.

—Cuanta creatividad. Las fans siempre me impresionan con sus ideas. —vuelve a lo que estaba haciendo.

Hago mala cara.

—¿Entonces no es verdad?—pregunto solo para confirmar.

—Pues no.

—¿Entonces?

—¿Entonces qué?

—¿Por qué la hiciste? Siempre hay una historia detrás.

Se detiene y lleva sus ojos nuevamente hacía mí.

—Lo hice para una amiga.

Mi ceño se hunde.

—Pensé que no tenías amigos.

—Dije que solo tengo unos cuantos, más no que no tuviera.

Resoplo.

—Bueno, ¿entonces es para una de tus amigas?

—Si.

—Vaya, entonces, según la canción, le tuvo que haber pasado algo muy doloroso en el tema del romántico.

Me mira con una chispa de tristeza en sus ojos.

—No te imaginas.

Las ganas de hacer más preguntas respecto al tema se acumulan en mi interior, pero decido que, al menos por ahora, es mejor callármelas.

—Bueno, si están resueltas todas tus dudas, empecemos.

Se levanta y se posiciona en la escalera de arriba, sentándose detrás mío.

Siento los nervios recorrer con rapidez mis venas y mi corazón golpear con fuerza mi pecho al sentir la calidez de su pecho sobre mi espalda.

—¿Puedo?—pregunta cerca de mí oído, con su voz grave, erizándome la piel al instante.

Asiento con la cabeza incapaz de hablar.

Desliza sus rasposas manos por mis brazos hasta llegar a las mías, descansándolas ahí.

Empieza a mover mis dedos con firmeza, pero con suavidad sobre las cuerdas, comenzando a tocar las primeras notas de «Complicated Love».

Apenas puedo ser capaz de distinguir la melodía lenta de la canción, porque las respiraciones de Jayden en mi oído y su pecho subiendo y bajando sobre mi espalda, empiezan a desconcentrarme y si no fuera por el ardor que se acumula en las puntas de mis dedos al pasarlos por la guitarra, pensaría que estoy en un sueño.

Cierro los ojos sintiendo la música sonar por las bocinas y con la valentía que me provoca sentir su cuerpo con el mío, hecho mi cabeza hacia atrás, recargándola sobre su hombro.

Suelta un suspiro entrecortado y siento como pasa su nariz por el costado de mi cabeza, olfateando mi cabello.

Por impulso, copio sus movimientos y giro mi cabeza un poco hacía la derecha, guiando mi nariz hacía el contorno de su mandíbula, rozándola un par de segundos e inhalando con ligereza, provocando un suspiro entrecortado se escape de Jayden. Vuelvo mi vista hacia la guitarra, luego de ese pequeño impulso, pero a penas choco mis ojos la cuerdas, noto como los dedos de Jayden se han detenido.

Mi corazón comienza a retumbar con más fuerza, al grado en el que siento las palpitaciones recorrer todo mi cuerpo, cuando siento como después de alrededor de un minuto, deja mi mano derecha libre para llevar la suya hacía mi mejilla y moverla lentamente en su dirección.

Mi mirada choca con la suya, impactándose con aquellos ojos grises que ahora son dominados por sus enormes pupilas; mi respiración comienza a acelerarse ante su cercanía y mis nervios aumentan cuando su pulgar pasa por debajo de mi labio inferior. Tratando de hacer que entre más aire por mis pulmones, entreabro los labios inhalando y exhalando con fuerza, pero no sirve de nada, porque cuando Jayden empieza a inclinarse hacía enfrente, en dirección a mi boca, dejo de respirar.

Sintiéndome impulsada por mi valentía, la cuál no sé de donde salió, rodeo su cuello con mi brazo derecho por la parte de enfrente y lo acerco más hacía a mi con suavidad, mientras que él desliza su mano derecha que descansaba sobre el mástil de la guitarra, hasta que se detiene en mi cintura.

—¡Hola! ¡Hola!

De un jalón me separo de él, inclinándome hacia enfrente con rapidez, clavándome un lado de la guitarra gracias a mi acción, al escuchar la voz.

Un jadeo de dolor sale de mis labios.

Si que eres tonta.

—¿Estás bien?—cuestiona con preocupación.

Pone sus manos en mis hombros e inclina su cuerpo hacía mi.

—Sí, solo me golpeé un poco.

—¡Vaya, pero qué bonito lugar!

Llevo mi vista hacía enfrente y mi cuerpo se tensa y se emociona al mismo tiempo, al ver a Sarah Williams caminar hacia nosotros con Clarise de un lado y un joven casi de la misma edad que ella —quién creo yo es su manager—, del otro.

—Hola, Jayden. —saluda con una sonrisa cuando ya está más cerca del escenario y se quita sus gafas de sol, poniéndolas encima de su cabeza, sacando a relucir sus preciosos ojos marrones.

Me levanto de un salto.

—¿Qué estás haciendo tú aquí?—pregunta Jayden con brusquedad y veo por el rabillo del ojo que ya está de pie frente a mi.

—Vine a visitarte.

—¿Por qué razón?

Se encoge de hombros.

—No hay razón, solamente es una simple y rápida visita.

Un silencio tenso se forma en el ambiente que abarcamos los que estamos aquí. Con disimulo, llevo mi vista hacía Jayden quién parece estar teniendo una batalla campal con Sarah, quién a pesar de que tiene una sonrisa en el rostro, parece que trata de comunicarle algo al cantante. Y al parecer, lo consigue, porque deja de mirar a Sarah para lanzarle una mirada flameante a su manager.

—Clarise, ¿Te parece si hablamos?—pide Jayden, en voz extremadamente baja.

Si yo fuera ella, ya me hubiera hecho pis encima, pero por suerte Clarise no, porque simplemente asiente firmemente con la cabeza y se marcha hacía la parte trasera del escenario con Jayden siguiéndola.

—Hola —llevo mi vista hacía enfrente—. Soy Sarah Williams, un gusto. —me regala una enorme sonrisa y me estrecha su mano por sobre el escenario.

Me saco la guitarra y con cuidado, la coloco sobre la bocina en la que estaba sentado Jayden, antes de acercarme al borde e hincarme ahí.

—Soy Paris Smith. —tomo su mano con una sonrisa nerviosa.

—Paris —sus ojos brillan—. Que bonito nombre tienes.

—Gracias. —me emociono.

¡Sarah me dijo que mi nombre es bonito!

—También tú nombre es lindo.

Sonríe y lanza su cabello hacía atrás.

—Gracias.

—Así que tú eres la fanática que recibió el golpe en California. —recarga su codo sobre la tarima y pone su mejilla encima de su mano.

Mis mejillas se sonrojan.

—Si. ¿Te contó Jayden o...?

—No, salió en TikTok.

—Ah.

—Pero Clarise comentó algo sobre que estaría aquí la chica a la que golpeó Jayden, entonces deduje que se trataba de aquella chica que golpeó en uno de sus conciertos.

Asiento con la cabeza, sintiéndome abochornada y avergonzada por la situación.

¿Cómo que el vídeo de mi caída salió en TikTok?

Ya eres toda una celebridad.

—Debió dolerte mucho.

—¿El que?

—El golpe, en el vídeo se ve fatal; muy doloroso.

—Sí, dolió mucho, pero no hay nada que una pomada no pueda curar. —respondo con una sonrisita.

Me devuelve la sonrisa.

—Y, ¿Hace cuánto que estás...?

—Paris... —la voz de Jayden interrumpe la pregunta de Sarah y volteo sobre mi hombro para verlo caminar hacia mí con paso firme.

—¿Qué ocurre?

Me tiende una de sus manos la cuál yo acepto y dejo que me levante.

—Van a llevarte de regreso al hotel.

—¿Qué? ¿Por qué?—mi tono de voz delata la tristeza que eso me ocasiona.

No quiero irme, quiero estar más tiempo con él.

—Voy a tener un par de entrevistas, rubia —lleva una mano a mi mejilla, acariciándola con su pulgar— y vamos a estar de un lado para otro y no voy a poder estar contigo.

Hago una mueca.

—Voy a pedir que te traigan una hora antes de que inicié el concierto, ¿Si? Para poder estar juntos un rato.

—Está bien.

Me volteo hacía Sarah, quién nos ve con atención y los ojos entrecerrados.

No puede ser. La ex del amor de mi vida me vio derretirme ante los encantos de su ex, que horror.

Siento mi cuerpo calentarse de vergüenza, pero hago de lado el sentimiento y me inclino hacia ella dándole mi mano.

—Fue un gusto conocerte, Sarah, soy muy fan de tus películas.

Sonríe y toma mi mano sin dejar de verme como si me estuviera evaluando.

—Me agrada que te gusten. Nos vemos luego, Paris.

—Adiós. —sin borrar mi sonrisa amistosa, suelto su mano y me incorporo.

Jayden automáticamente lleva su mano a mi cintura y tira de mí hacía su cuerpo.

—Luego hablaré contigo, Sarah. —murmura Jayden entre dientes en su dirección.

—Aquí te espero. —responde sin flaquear ante su tono de voz.

Jayden no le contesta, simplemente con su mano en mi cintura, se da la vuelta encaminándose conmigo hacia las escaleras.

—Cuídate, Paris y cualquier cosa me mandas un mensaje. —pide cuando llegamos a los escalones.

Asiento y con la mano con la que estaba en mi cintura, la sube hasta mi cabello, tomando un mechón y tira de él, para plantar un beso en mi mejilla.

—Te veo en un rato, ¿Sí?

—Si.

Me alejo de él a pesar de no querer hacerlo bajo las escaleras con rapidez hasta llegar con Clarise.

—Te llevaré a la camioneta, Paris.

Agito mi cabeza en forma de afirmación y con Clarise a lado, nos encaminamos fuera del lugar.

€

¡Aquí el final!

Nos vemos en el siguiente capítulo.

Los quiere, Hanna.

ig:hannasvelez