Capítulo 11
Maratón 2/3
—¿Recuerdas a mi prima Darla? ¿La chiquita castaña de lentes que, por cierto, te adora?
—Sí, claro que sí.
—Me pidió que te invitara a su fiesta de cumpleaños.
—Ow, ¿En serio?—cuestiono mirando a Alex con una sonrisa.
—Sí, tiene mucha ilusión de verte ahí. —afirma pasando un brazo por mis hombros.
—Me gustaría mucho ir, seguramente ya está más grande y bella.
—Ni te imaginas. —me regresa la sonrisa.
—¿Qué día es?
—La próxima semana, el miércoles.
Hago una mueca.
—¿Qué sucede?
—No voy a poder ese día, Alex. —murmuro picando mi helado con la cuchara.
—¿Qué? ¿Por qué no?—se detiene abruptamente para mirarme—. Si el problema es tú mamá, yo puedo ir a hablar con ella.
Ja, como si mi mamá permitiera que fueras a hablarle.
—No es eso, si no que ya tengo otros planes.
Su ceño se frunce tanto que incluso siento que sus cejas se tocan la una con la otra.
—¿Qué planes tienes?
—Voy a salir de la ciudad y... del país. —digo con rapidez y vuelo a emprender mi camino.
—¿A dónde es que vas?—cuestiona, caminando con rapidez para llegar a mi lado.
—Voy a ver a Jayden.
Suelta un bufido.
—¿Sigues con tú estúpida obsesión por él?
—No es obsesión, Alex.
Solo es un fanatismo muy intenso.
Eso.
—Claro que lo es. Estás obsesionada con él desde que tienes 15, Paris.
—Sea obsesión o no, iré a verlo, Alex.
—Quiero que lo canceles. —tira de mi brazo con fuerza, haciendo que me detenga.
—¿Qué?
—Cancélalo —repite— vende el boleto o no lo sé resuélvelo, porque vas a ir a la fiesta de mi prima conmigo, Paris. —menciona, remarcando la palabra «conmigo».
—No lo voy a hacer, Alex.
—¿Y por qué no? ¿Es más grande tu estúpida obsesión por un pendejo artista que las ganas de ir conmigo al cumpleaños de mi prima?
—¿Qué?—lo miro con los ojos abiertos de par en par, atónita por la estupidez que está diciendo—. Alex, no es eso.
—¿Entonces qué es?—brama con brusquedad.
—Es solo que ya tengo el boleto de avión y mi entrada para el concierto. Y no se me hace justo no ir, cuando ya tengo esas dos cosas, Alex.
Suelta un bufido, inconforme.
—No entiendo por qué lo quieres ir a ver de nuevo si ya lo fuiste a ver hace un mes. —me mira furioso.
—Quiero ir a disfrutar del concierto, Alex. La vez pasada no lo pude hacer porque fue cuando me golpeé.
—Ah, sí claro —dice con burla y enarco una ceja ante su tono—. Lo del accidente que tú inventaste.
Lo miro sorprendida.
—¿Qué yo inventé? ¿De verdad piensas que yo lo invente?
—Claro que sí, Paris. Al igual que te haya cargado y te haya llevado al hospital, eso también lo inventaste.
Aunque de cierta manera ya esperaba su reacción, no puedo evitar sentirme sorprendida por lo que dice.
—¿Por qué crees que yo lo invente?
—Para tener un poco de mí atención, Paris —aprieta mi brazo con más fuerza y me pega a él—. Para ponerme celoso.
Me quedo en silencio, atónita y procesando lo que acaba de decirme. ¿En verdad él cree que sigo enamorada de él? ¿Qué quiero darle celos? ¿Qué busco algo más allá de una amistad con él?
Paso saliva con fuerzas.
—Alex —tomo su muñeca con la que me está agarrando el brazo tratando de hacer que me suelte—. No busco nada más que una amistad contigo. Yo dejé de amarte como una pareja hace mucho, ahora lo hago, pero solo como un amigo.
Una risa sarcástica sale de su garganta.
—Sigue mintiéndote, Paris —me suelta con brusquedad y en seguida llevo mi mano a la zona afectada—. Entonces, si quieres conservar esta «amistad», espero que me acompañes al cumpleaños de mi prima y no vayas a ese estúpido concierto.
Sin decir más, se marcha, dejándome atrás. Y, conforme más lo veo caminar lejos de mí, el miedo de que se enoje conmigo y me deje de hablar, de buscar, simplemente que me deje, empieza a asentarse en la boca de mi estómago.
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—Hola, mamá —la saludo apenas entro a la casa.
—Hola, Iris. —se asoma por encima del sillón, poniéndole pausa a su película, pero apenas me ve, su ceño se frunce—. ¿Todo en orden?
—Si, es solo que —lanzo mi bolsa a uno de los sillones y me siento con ella—. Me peleé con Alex.
Su ojos chispean de coraje cuando pronuncia ese nombre.
—Otra vez. —me cubre con las sábanas y pasa un brazo por mis hombros.
Hago una mueca.
—Sí, otra vez. —murmuro y recargo mi cabeza en su pecho.
—¿Ahora por qué fue?
—Me pidió que fuera al cumpleaños de su prima.
—¿Y...?
—Y su cumpleaños es el mismo día del concierto de Jayden en México.
—Ya veo —pasa sus dedos por las hebras de mi cabello—. Supongo que se enojó cuando le dijiste que no irías por el concierto, ¿o me equivoco?
—No, fue justamente por eso. —suspiro.
—Espero que no estés pensando en ya no ir al concierto, porque aunque no vayas, no tienes permiso para ir con Alex, hija.
—No es eso, claro que iré a ver a Jayden, pero... —juego con mis dedos debajo de la cobija—, me dijo que si no iba al cumpleaños de su prima con él, dejaría de ser mi amigo.
Siento a mi madre tensarse a mi lado y luego suelta un suspiro.
—Hija, ¿Te puedo hacer una pregunta?
—Si.
—Se que ya te la he hecho varias veces pero, ¿por qué sigues hablándole luego de la manera en la que te trató cuando eran pareja y de que siga hablando así?
Esa pregunta otra vez...
Me quedo en silencio y a pesar de que le doy vueltas y vueltas, sigo llegando a la misma.
—Por qué es mi amigo.
Enarca una ceja.
—¿Estás segura, Paris?
Siento algo dentro de mi moverse, como si esa pregunta agitara algo muy dentro de mi interior.
—Si. —respondo, pero está vez no tan segura.
Mi madre me escanea con la mirada como si estuviera buscando la mentira o como si ya la hubiera encontrado, pero a pesar de eso, no dice nada y asiente con la cabeza.
—No me agrada ese muchacho, Paris y tú lo sabes perfectamente —suelta y acaricia mi mejilla—. No voy a impedir que sigas hablando con él porque es tu decisión y tú ya estás grande para saber identificar si una persona, basándose en sus actitudes, es buena o no, pero solo quiero que pienses en esto —se vuelve hacía mí completamente y pasa la mano de mi mejilla a mis mano—. ¿Crees que un «amigo» o un «novio» o simplemente alguien que te quiera, te trataría como él lo hace?
Me quedo en silencio, sintiéndome un poco juzgada por mis decisiones a causa de su pregunta.
—Voy a tomar una siesta antes de irme a trabajar—mi madre se levanta del sillón—, mientras tanto tú piensa y analiza esa pregunta, Paris.
Me quedo sentada, con la mirada clavada en la nada con esa pregunta plasmada en mi mente.
Pego un brinco y toda mi concentración desaparece cuando la canción de «Some of you» de Jayden Blackwood comienza a sonar por las bocinas del teléfono.
Con rapidez me dirijo hacia el sillón en donde aventé mi bolsa con mi teléfono y lo saco.
—Checa lo que te acabo de mandar. —pide Aby desde el otro lado del teléfono sin ni siquiera saludar.
—Hola a ti también.
—¡Corre a checar lo que te envié!
—Está bien, ya voy. —pongo mi teléfono en altavoz y entro a los mensajes.
Cuando veo sus mensajes noto que hay un link que me redirecciona a Instagram, así que sin darle más vueltas, lo clickeo.
Mi corazón se para por un milisegundo al ver las fotos a las que me mandó.
—¿Pero...?
—¡Amiga eres la chica misteriosa con la que están emparejando a Jayden!
Paso saliva con dificultad y a pesar de mis nervios e incredulidad ante el post, la emoción me recorre al ver qué me están uniéndome a mi cantante favorito.
Incrédula ante lo que estoy viendo, vuelvo a leer el pie de foto otra vez de la cuenta de fans que subió tal «noticia».
¿Jayden Blackwood y su nueva novia?
Se ha visto al reconocido cantante de pop, Jayden Blackwood, a lado de una chica misteriosa en un bar, en el cual se rumora que estaba festejando con la hermana del cantante, Bonnie, al igual que fuentes confiables afirman que se les vio recorriendo Central Park durante el lanzamiento de la nueva línea de ropa de «Louisa Smith» y no solo eso, sino que también se les vio comiendo en el restaurante «Duke's», ubicado en Malibú, California.
¿Quién es esta chica misteriosa? ¿Una nueva novia? ¿Una nueva conquista? ¿Y qué busca con nuestro Jayden?
Deslizo mi dedo por la pantalla, pasando las fotos. En tres de ellas esta Jayden posando con una fan y yo a lado de ellos tomando la mano de su hermana, pero mi rostro está oculto gracias a mi cabello, en la otra está una foto del restaurante «Duke's» y en la última esta Jayden en la terraza del evento, charlando con una chica, que claramente soy yo, pero tampoco se me ve mi cabello.
—¡Amiga eres como una celebridad!
Parpadeo sin aún poder creerme la situación del todo.
—Y mira los comentarios.
Hago caso de lo que me pide.
—Muchas piensan que eres Sarah Williams porque tienen el mismo tono de cabello.
Tiene razón, hay algunos comentarios que dicen que soy Sarah Williams, sin embargo, hay otros que lo niegan totalmente, diciendo que Sarah es más alta que yo y que Sarah en ese momento estaba en otro lugar. También hay algunas chicas que estuvieron en el mismo bar y que afirman que no soy Sarah, sino otra persona.
Viajo por los comentarios encontrándome algunos buenos, curiosos e inclusos hay uno que otro que apoyan la idea de que Jayden tenga una nueva conquista, pero así como hay de ese tipo, hay algunos muy crueles —básicamente gran parte de ellos son así— que provocan que haga muecas y que sienta una pequeña presión en mi pecho al leerlos.
—Hay muchos malos comentarios, ¿No lo crees, Aby?—murmuro sin quitar la vista de ellos sintiendo la presión aumentar.
—¡Pero también hay muy buenos!
—Como cinco, solamente.
—Es mentira, yo he contado como diez.
Sonrío un poco divertida.
—Eso no me hace sentir mejor, Aby. —me sincero.
—Bien, entonces mejor vamos a salirnos de los comentarios.
Me salgo de la aplicación por completo y quitando el altavoz, me llevo el teléfono de nuevo a la oreja.
—Ignora los comentarios, Paris, nosotras también llegamos a ser fanáticas celosas y tóxicas cuando veíamos fotos de Jayden con alguien.
Otra mueca vuelve a aparecer en mi rostro al recordar mi etapa de fan super celosa cuando de Jayden se trataba.
—Si, tienes razón.
—Mejor hablemos de otra cosa. ¿Ya sabes que te vas a poner para en concierto?
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¡Aquí el final!
Los veo mañana con la última parte.
Los quiere, Hanna.
ig:hannasvelez
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