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Capítulo VI

Desconocido 2...

La situación con mi hermano estaba cada vez peor. Queremos cosas distintas y yo no voy a dar mi mano a torcer jamás. No puedo desviar el plan de

-Señor...-La voz de mi secretaria me saca de mis pensamientos

-Adelante-me acomodo en la silla de mi escritorio.

-La hija del empresario ya esta aquí -Me informa

-Hazla pasar- Sonrio de medio lado mientras la secretaria se retira.

A los pocos segundos se oyen tres toquesitos en la puerta..

-Adelante-Me acomodo la corbata

Una chica peli roja entra a mi oficina con paso decidido y no hablar de lo perfecta que se ve...

Una figura hecha por los mismos dioses. Piernas largas y definidas al igual que sus caderas, su pelo le cae en los hombros y tan rojo como sus labios, viste un elegante vestido negro ajustado que marca más sus curvas.

-Buenos días- Me sacó del trance que me había dejado su cuerpo.

Me pongo de pie y le estrecho la mano y le indico que se siente.

-Mi padre me ordenó que hiciera las investigaciones de las cuentas y acciones que están ligadas entre las empresas, porque cree que se están cometiendo errores fundamentales...

Me perdí en lo que hablaba, mi mente no podía parar de imaginármela encima del escritorio y yo dentro de sus piernas haciendola...

-¿Señor, me está escuchando?

Su cara es de preocupación.

-Si señorita-la dejaría investigarme hasta el alma con tal de verla todos los días

-Haz las investigaciones pertinentes y cualquier cosa que necesite esta es mi oficina, ahora si me disculpa necesito salir.-Salgo de la oficina antes de que cometiera una locura y me acercara a ella y la hiciera mía.

Conduje casi media hora hasta casa de mi hermano a ver como habían acabado las cosas y si había cumplido con la tarea que le ordené..

Entro en su casa y voy directo a la cocina a ver si ahí se encuentra y pues si estaba preparándose un café

-¿Deseas?-Se gira hacia mi con su taza de café en la mano izquierda

-No, vamos al grano-Me siento en la silla del desayunador.

-Vuelvo y te repito que no todo puede ser como....

No sé en que momento dejo de escucharlo porque aún me viene a la mente esa chica de la oficina, no puedo sacar de mi cabeza lo hermosa que es, sin contar todos los malditos pensamientos pervertidos que me inundan y explotan mi imaginación, no desaparece la imagen que me creé de ella encima de mi escritorio de piernas abiertas y yo hundiéndome en su interior haciéndola mía...de tanto pensar en ello creo que hasta tengo una....

-Viniste a resolver asuntos o a estar ausente, porque yo tengo muchas cosas pendientes y no tengo todo el día-me alza la voz y me da la espalda para dejar la taza de café vacía

-Tienes razón-suspiro y me levanto de la silla para calmar mis pensamientos que van a mil

-Hablaremos en otro momento porque ahora tengo asuntos que resolver- Se aleja

-Quiero verla-él se detiene y se gira tan rápido que en una zancada ya está tan cerca mío porque pude sentir su aliento.

-¿¡Te estás volviendo loco!?-me agarra por la corbata-Vas ha echar todo por la borda porque quieres verla-Le quito la mano de un manotazo

-¿¡Por qué tu si y yo no!?, ¿¡qué tienes de especial!?-Lo empujo por el pecho y el retrocede dos pasos

-¿Quieres que nos maten a los dos?-Vuelve a darse la vuelta para retomar su camino-Adelante en el pasillo última puerta-Con eso se fue

Tiene razón no puedo ir a verla sino pondré en peligro todo lo demás

Aria

Pasé el día junto a Cristina, almorzamos y quería decirle todo pero tenía miedo de que Azriel pueda hacerle algo ya que el me ha vigilado todo el tiempo y se sabe todos mis gustos y no la puedo poner en riesgo porque es lo único que me queda junto a mis abuelos. Él no me ha hecho daño pero no se si a Cris le pueda pasar algo y yo mejor no me arriesgo.

Estamos sentadas al borde de la piscina con los pies en el agua y ya esta oscureciendo, tengo que irme para no llegar tarde y volver a ser una prisionera de ese psicópata.

-Tengo que decirte algo- Cristina me mira extrañada

-¿Al fin me vas a decir donde estuviste todo este tiempo?

-Algo así- suspiro-Tengo novio-Cris asustada me mira como bicho raro

Era una mentira, pero como Azriel me dijo que delante de las personas tenía que mostrarme como su novia empezaría por ahí para que sea creíble y pueda justificar en donde estuve metida todo este tiempo.

-¿Qué te ha pasado y donde se llevaron a mi amiga?- ella siempre de dramática.

-Es raro sí, pero el chico también- Ruedo los ojos y sonrio

Me había acostumbrado a ocultar la verdad y tenía que volver acudir a ello por el bien de mi única amiga.

-Aaaawww no me mo creo- Me abraza de repente.

-Loca para, que no es para tanto-Nos separamos-Ya me tengo que ir, pronto va a oscurecer y se me hace tarde

-¿Cómo? ¿Para qué?-Enarca una ceja

-Tengo una cita-Le resto importancia

-Wow ahora si lo he visto todo

-No seas tonta

-¿Nos volveremos a ver?-Nos levantamos de la orilla de la piscina

-Pues claro, yo no me pierdo más- me pongo los zapatos y me despido de Cris con un adiós moviendo la mano.

Al salir de la casa una suave brisa choca contra mi rostro y sonrío luego de mucho tiempo.

Estoy más tranquila luego de pasar tiempo con mi loca dramática y exagerada.

Comienzo el camino hacia ese lugar que por más que parece que ha salido de un cuento me pones los pelos de puntas, es que no me puedo sacar de la cabeza a ese chico de ojos grises ni lo que produce en mi.

El rostro de mi padre me vino a la mente y automáticamente mis ojos comienzan a empañarse , aún no logro recordarlo sin dejar de llorar.

Cuánto lo extraño. En mi mente está ese último abrazo grabado como un tattoo.

Seco mis lágrimas llegando a la esquina donde sería mi última parada.

Empujo la puerta de la casa de Azriel y este iba saliendo a la vez.

Me mira y su mirada se coló por los poros de mi piel estremeciendome el alma. Paso por su lado pensando que me iba a librar de él y olvidarme de lo que el provoca en mi cuando de pronto me toma del brazo deteniéndome antes de terminar de cruzar el umbral de la puerta.

-¿Cómo estuvo el día?

-A ti que más te da-tiro de mi brazo para liberarlo de su agarre porque el roce de nuestras pieles produce electricidad.

Es tan rápido que me aprisiona el brazo nuevamente y me acerca a él y su otra mano la envuelve en mi cintura y se va inclinando poco a poco hacia mis labios, mi conciencia no reacciona como normalmente sucede cada vez que a él se le ocurre haceme algo de esto. Cierro los ojos cuando el se acerca más pero el beso nunca llega solo siento su cálido aliente en mi oído

-Espero que no hayas dicho ni una palabra que me perjudique bonita-Al fin salgo del trance en el que estaba y lo empujo

Como no tengo tanta fuerza su cuerpo no se mueve ni un centímetro solo que ahora está lejos de mí oído y me mira a los ojos

-Tranquila fiera- me coloca detrás de la oreja un mechón de pelo que se me había escapado del moño.

Su mano izquierda aún está en mi cintura y un hormigueo sale de esa zona. Trato de concentrarme mirándolo fijamente pero sus ojos son tan claros y tan oscuros a la vez que me provoca escalosfrios.

Vuelve apretrarme por mis caderas y susurra cerca de mi boca

-La cena está servida

Con eso se alejaba completamente y me doy cuenta que estaba en un trance y que mi cuerpo se siente muy bien cerca de él hasta en ese momento que comienzo a sentir frío.

¿¡Pero qué diablos me pasa!?

Voy a seguirle el juego porque no me gusta estar en desventaja.

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