Ya estaba harta de la actitud de Azriel y yo tenía que sacarle información de alguna forma.

Ya estábamos cenando aunque en realidad no tenía hambre. Desde que estaba ahí solo comía dos o tres cucharadas de comida y me notaba más delgada.

Había apartado el plato cuando la voz ronca de Azriel hizo presencia.

–Si sigues sin comer te vas a enfermar–se expresó sin ningún rastro de preocupación en su voz

–¿Y a ti que más te dá?–me exalté

–Si no quieres comer no lo hagas, así de simple–levantó una copa de vino con su mano derecha y se la llevó a los labios  –Total la que va a enfermar eres tu

Agggrr me desespera su aptitud

–Que lindo lugar–dije admirando el lugar y cambiando de tema para ver si podía hayar algunas respuestas a las preguntas que tenía rondandome en la cabeza desde que llegué

–Si, lo se–aaaahhh en serio me desespera. Estoy que lo ahorco. Pero aguanta callada

–¿Dónde estamos?–indagué

–¿Eres ciega?–me mordí la lengua para no soltarle una palabrota y que mi plan se fuera al garete–Cerca de la cosa

–Si lo sé, no soy ciega–Suspiro–Solo quería saber en que parte

–Bueno, te quedarás con la duda–me sonrió como si estuvieramos teniendo una conversación súper amistosa

–¿De verdad tienes que ser tan desesperante?–me doy un trago de vino que hasta ahora no había probado y lo necesitaba para seguir soportando a Azriel –¿Podemos mantener una conversación inteligente y civilizada por primera vez?–me tomé de una sola toda la copa de vino

–Claro que podemos–dejó de comer y se levantó de la silla y se acercó a mi

–¿Pero cómo?–pregunte y Azriel frunció el ceño–Si cada vez que intento o me cortas o no respondes lo que deberías

–Porque tu solo sabes hacer preguntas de las cuales no te responderé.

–Entonces hablemos de cosas triviales– me hice como la que pensaba–Aunque si más no recuerdo cuando te pregunté tu nombre no me quisiste responder

–Aaahh esooo–y de pronto estalló en una carcajada–Era que te quería molestar–dijo entre risas

–Muy maduro

–Y después dices que yo no tengo sentido del humor

El se sentó en la esquina de la mesa que quedaba en frente de mi. Desde ahí la luna se reflejaba en la mitad de su rostro y le deba un toque de misterio, más del que ya tenía.

¿En serio que no fue esculpido por los Dioses?

Es una tentación andante. Ahora más que nunca le encuentro sentido al proverbio: "Recuerda que el diablo fue un ángel"

Quiero saber que hago aquí pero con su presencia me es imposible concentarme y eso me molesta porque yo no soy de fijarse en el primer chico bonito que ve, pero el es diferente. Todo en él me atrae, me llama, me enciende muchas emociones que yo no había sentido jamás.

Una mano me toca el mentón y me hace abandonar mis pensamientos. En cuanto lo miro mi corazón comienza a latir a mil por hora. No se que tiene que hace que mi corazón palpite como todo un loco. Miles de sensaciones se mezclan en mi interior y solo me pregunto:

¿Por qué con él?

¿No pudo se otro y en otras circunstancias?

¿Qué me esta pasando?

–¡Sueltame!–logré decir después de tener una lucha interna de emociones encontradas

–¿Y si no quiero?–sonrió con esa sonrisa sexy propia de él–¿qué piensas hacer al respecto?

Suspiré sin encontrar una respuesta lógica

–La chica de las palabras no tiene nada que decir

–Podemos entrar, tengo frío–no quería seguir ahí, le quité la mano de mi barbilla y me puse de pie. Cuando pensé que me había salido con la mía una mano me tomó de mi brazo derecho para que no pudiera irme.

–¿Yo te dije que te fueras?–me miró con un gesto arrogante–que yo sepa eso de mi boca no ha salido. Así que toma asiento–me dió un leve tirón y quedé sentada de una. La rabia me invadió el cuerpo y estalle:

–¡Eres un imbécil!. Me encierras y ahora quieres que me comporte como si nada–di un golpe en la mesa con las manos abierta–¡Maldito psicópata!

–Vuelves a levantar la voz y no respondo–rodeó la silla en la que estaba sentada, se inclinó hacia delante y puso su mano izquierda al lado mi cabeza para intimidarme.

Claro que a mi no me intimidaba ¿Por qué? Porque el me tenía un mes encerrada y no se ha atrevido hacerme nada

–¿O sino qué?–lo reté

–Aria no sabes con quien estas jugando–me susurró al oído y por más molesta no pude evitar sentir un escalofrío recorriendo todo mi cuerpo al escuchar en la manera q susurró mi nombre

Ay por favor Aria controla tus hormonas

–¡Apártate!–lo empujé por el pecho pero fue inútil.

Al no poderlo apartar y sentirme acorralada me vino el recuerdo de cuando el mostro aquel me tocaba en la habitación de mis padres y todo mi sistema nervioso se puso en acción. No respiraba bien me sentía mariada y todo se me empezó a poner oscuro pero una voz dulce ronca y sexy me hizo prestarle atención

–Aria, mírame–lo miré a los ojos –respira conmigo–comencé hacer lo que el me decía–Inhala, exhala

–No puedo, no puedo–las lágrimas me corrían y solo podía escuchar la voz de él

–Aria si puedes mirame–me levantó la barbilla para que lo mirara pero me era imposible no podía abrir los ojos–¡Carajo Aria mirame! Inala, Exala

Pasaron unos minutos y me cuerpo iba entrando en control. Cuando ya estaba recuperada del ataqué de pánico solté

–¡¿Por qué te comportas así?!–lo alejé de mí y esta vez si retrocedió–No quiero tu ayuda, si no me hubieras traído no estaría pasando por nada de esto–le grité poniéndome de pie–Dime que quieres de una buena vez y ya–me crucé de brazos para esperar alguna respuesta.

Al ver que Azriel no decía nada lo miré fijamente tratando de deducir lo que pensaba pero su rostro era totalmente inexpresivo. Como si él no tuviera alma

–¡Respóndeme!–solté porque me estaba irritando que el no dijera nada.

Se fue acercar a mi y retrocedí

–No te acerques–lo señalé con mi dedo índice–Ni te atrevas a volver a tocarme. Ya basta de dejar pasar las cosas. ¡Ya no más! Me respondes o me respondes

Estaba irritadisima, ya en mi crecía la llama de la ira y de querer saber todo de una puta vez

–¿O sino?–fue lo único que salió de su boca y en su rostro tenía una expresión de estar disfrutando la situación y eso me colmó toda la chispita de paciencia que me quedaba

–O sino te vas a tragar todo lo que hay aquí–señalé a la mesa–Me vas a decir o debo recurrir a otros medios que no te van a gustar nada

Me miró y no tenía para nada una cara de asombro o de preocupación. Si no más bien de diversión

–¿Te divierte esto?–le pregunté y me le acerqué

–Aria recuerda que el que esta al mando de la situación soy yo

–Me importa un pepino. ¡Responde!–di otro paso retandolo con la mirada

–Ya me aburrí. Entra–me ordenó

–No, no me pienso mover de aquí hasta que no me digas lo que quiero saber

No me respondió y me tomó del brazo yo trate de librarme del agarre pero fue inútil

–¿¡Pero que haces!?, ¡Sueltame!

–Entrarte porque tienes que calmarte

–No me voy a mov....–me tomó y comencé a ver el piso. Estaba de cabeza porque el muy imbécil me llevaba como si yo fuera un saco de papas

–¡Bajame!–trate de darle un golpe pero ni se inmutó–¡Bajame de una vez!–suspiré–psicópataaaa

–¿Quieres callarte?–habló tran tranquilo que quise darle una paliza

Hice silencio porque el no tenía remedio y no me iba a bajar por más que gritara. Ya se me estaba yendo la sangre para la cabeza y me comenzaba a doler

Pero cuando iba protestar me bajó y me dió un leve mareito y me aferré a la pared.

–¿Qué coño te pasa?

–Entra ya de una vez–me hizo un gesto con la mano par que entrara a mis cuatro paredes y volver a encerrarme

–¡Ohh nooo!. No pienso entrar ahí de nuevo y mucho menos si no me explicas que es todo esto–parecía disco rayado repitiendo lo mismo y lo mismo pero tenía que encontrar respuestas

–Ya es muy tarde, mañana hablamos con calma

Mejor le sigo la corriente he ingenio un plan para sacarle información

–Ok . Pero de mi no te vas a librar tan fácilmente–dije entornado los ojos

–Hasta mañana Aria–me guiñó el ojo izquierdo y me sonrió

–Pues ya vete–le saqué el dedo corazón y este me devolvió una sonrisa tan sexy y arrogante

–No seas mal educada o te encadeno y eso no te va a gustar

¿Será imbécil?

Por supuesto que no quería que me volviera a poner la cadena

–Hasta mañana–solté. Cerré la puerta a mis espaldas y escuché como el imbécil la
cerrba del otro lado con llave.

Me quité los zapatos y cuando apoyé los pies en el suelo frío sentí un alivio.. Irónico, sintir alvio de quitarme los zapatos cuando tengo cosas peores por las que debería preocuparme que en vez de que unos absurdos tacones me molesten

Luego de desvestirme me puse el pijama que me había inventado ahí. Consistía en un pulover ancho y un mini short. Me gusta dormir cómoda.

Me tiré en la cama y comencé a recordar todo lo que había pasado esta noche en la cena con él. y no paraban de venirme preguntas a la mente y cada vez estaba  más perdida. Una pregunta hizo eco en mi cabeza

¿Por qué me siento así con él?

No debería, pero me pasa

Soy rara lo sé pero no me voy a rendir ni dejar que me afecte más de lo que lo está haciendo porque tengo que ver la manera de sacarle información a este idiota.

Si estuviera en las caricaturas de Bugs Bonny saldría enseguida el bombillo encendido encima de mi cabeza por la idea que acabo de tener y la voy a poner en marcha

Los ojos se me cerraban y me dejé vencer por el sueño

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Nota de la autora: Holaaaa

Quiero saber si les está gustando hasta ahora la historia y si es así agradecería que me dejaran su voto y un comentario con su opinión...

Este es el primer libro que escribo y todo esto es nuevo para mi pero quiero agradecerles por darme una oportunidad a mi y a mi historia. Ha sido bien recibida y estoy muy contenta.

Les deseo lo mejor del mundo.....

<3 Besoss..

P/D: Si tiene algunos errores perdonenme jj es que como ya les he dicho estoy ciega jaj. Pero prometo arreglarlo. Si ven que le sale que he actualizado algunos de los capítulos anteriores no se alarmen, es solo que estoy corriendo errores, no voy a cambiar nada de la historia..

Ahora si adios......