6 de Noviembre, 2038 | 00:23:38

Salimos del baño y nos dirigimos a la cocina.

—Venga, suéltalo. Te escuchamos. —dice mi padre mientras mira a Connor.

—Todo empezó en la cocina, creo que la víctima atacó al androide con el bate. —explica el androide. —El androide apuñaló a la víctima.

—El androide intentaba defenderse. —dije. —Continúa, Connor.

—La víctima huyó hacia la sala de estar. —al terminar esa frase, vamos al lugar mencionado por el androide.

—Y él trató de escapar del androide. —dice mi padre observando a la víctima.

—El androide mató a la víctima con el cuchillo.

—Esta bien, tu teoría no es del todo ridícula pero no nos explica adónde fue el androide.

—El bate le causó algunos daños y perdió thirium. —dice el castaño.

—¿Que perdió qué? —pregunta mi padre extrañado.

—Sangre azul, es el fluido que sustenta los biocomponentes de los androides. —respondo.

—Correcto. —dice Connor. —El thirium se evapora al cabo de unas horas y se vuelve invisible.

—Ah, pero supongo que tú puedes verlo, ¿a que sí? —pregunta mi padre a Connor.

—Sí.

Connor sigue el rastro hasta el desván. Coge una silla y la coloca para poder subir. Después de unos minutos escuchamos su voz.

—¡Está aquí! —grita.

—No me jodas. Chris, Ben venid aquí echando leches. —dice mi padre mientras se acerca a ellos. ¡Deprisa!

Una vez que bajaron al androide, lo llevo al auto para que Chris y Ben se lo lleven al departamento de policía.

—¡Trozo de plástico, (T/N)! ¡Vamos! —grita mi padre para que nos montemos en su auto.

—Voy, teniente. —dice Connor.

Antes de que Connor llegue al auto, lo detengo.

—Connor. —lo llamo y se gira.

—Dígame Sargento.

—No me digas Sargento, sólo llámame (T/N).

—Está bien, (T/N).

—Buen trabajo. —digo.

—Gracias. —me mira y sonríe.

—¡Dejad de hablar! —nos interrumpe mi padre. —Tenemos que interrogar al otro trozo de plástico.

—Ya vamos, carcamal. —nos montamos en el auto y vamos al Departamento de policía.