6 de Noviembre, 2038 | 15:32:48

Después de una larga persecución el divergente se topa con mi padre, el divergente lo empuja para tirarlo del tejado pero mi padre consigue agarrarse   al borde.

—¡Papá! —digo corriendo hacia él, intento ayudarlo pero pesa demasiado. —¡Connor, ayúdame! —el androide asiente, tiramos los dos de mi padre y logramos que suba.

—¡Joder! ¡Joder! ¡Lo teníamos! ¡Mierda! —el mayor gruñe.

—Es culpa mía. —dice el castaño. —Debí ser más rápido.

—Lo habríais cogido de no ser por mí. No pasa nada. Ya sabemos cómo es. Lo pillaremos. —dice mi padre y se dirige a una puerta cercana. —Oye, Connor... —el androide lo mira. —Nada. —una vez dice eso se marcha escaleras abajo.

—Eso ha querido decir “gracias” —digo y sonrío.

—¿Tú crees? —pregunta el androide.

—Claro, sólo que le cuesta decirlo. —el androide sonríe y nos vamos con mi padre.

4 horas más tarde

Tengo que ir a buscar a mi padre, otra vez. He mirado en todos los bares de la ciudad y no está en ninguno, el único lugar que me queda es su casa. Aparco el auto en frente de la casa, saco las llaves y abro la puerta; Sumo se acerca a mí y le acaricio la cabeza.

—¿Dónde está papá, Sumo? —le pregunto y el animal se dirige a la sala de estar.

Me dirijo al mismo sitio donde ha ido Sumo y veo a Connor intentando levantar a mi padre.

—¡Eh! ¡Déjame en paz, puto androide! —dice mi padre enfadado. —¡Sal de mi casa, joder!

—Lo siento, teniente, pero los necesito a usted y a (T/N).

—¿Otra vez has bebido? —digo y los dos me miran.

—¡(T/N)! Dile a este androide que se vaya de mi puta casa. —el mayor gruñe y Connor lo levanta.

—Lo llevaré al baño. —me dice el androide e intenta llevarlo al baño.

—Vale, yo recogeré todo este desastre.

Mientras recojo las cajas de pizza y las latas de refresco, puedo oír a mi padre decirle cosas no muy agradables a Connor.

—¡Aghh! ¡Ciérrala! ¡Ciérrala! ¡Está helada! —oigo gritar a mi padre causando una risa por mi parte.

Coloco la silla en su sitio y dirijo mi mirada a un revólver que hay en el suelo.

—¿Qué hacía mi padre con su revólver? —digo para mí misma. Me levanto y voy al baño.

—Hace 43 minutos denunciaron un homicidio. —dice el androide mirando a mi padre.

—Dios, seguro que soy el único poli del mundo al que le asalta en su propia casa su puta androide. —mi padre gruñe. —¿No puedes dejarme tranquilo?

—Sólo quiere ayudarte. —digo acercándome a ellos. —Connor, ¿podrías traer ropa seca a mi padre?  —el androide asiente y se va.

—¿Se puede saber que estabas haciendo con esto? —pregunto mostrándole el revólver.

—Estaba jugando a la ruleta rusa. —responde.

—¿Estás bromeando, cierto? —el mayor niega. —Ya perdí a una madre y a un hermano, no quiero perderte a tí, eres lo único que me queda.

—Lo siento, es que... Todavía no asimilo lo que le pasó a Cole.

—Aquí tienes (T/N) —dice el androide entrando por la puerta.

—Gracias. —agarro la ropa y se la entrego a mi padre. —Te esperamos fuera. —el androide y yo salimos del baño.

Observo a Connor agarrar una foto.

—Así que este era Cole. —dice mientras me mira.

—Sí. —respondo y suspiro.

—Ya podemos irnos. —dice mi padre saliendo del baño. —Pórtate bien, Sumo.

Salimos de la casa y nos montamos en el auto para ir al lugar del homicidio.