
Nueva entrada al diario
Querido diario:
Hubo un tiempo en que creía que podría sola contra el mundo, que lograría tras muchos muros derribados vencer mis miedos y salir a gritar que soy alguien fuerte, e intentar convencer a quien fuera de que aquello era cierto. Quizás así lograría también convencerme...
Necesito decirte que fallé.
No soy fuerte, no soy valiente, no me sale gritarle mis verdades en la cara a la gente. He intentado aparentar que mi corazón permanece entero, que su partida no me duele, y no es verdad: duele. Quema, duele mucho. Siento deseos de llorar, de gritar, de maldecir. ¿Qué gano ahora fingiendo que estoy entera cuando aquel que formó parte de mí ha desaparecido para siempre? Porque yo sentí su voz elogiándome cuando el chico que había roto mi corazón me hacía sentir un ser horrible, yo tomé su mano y lo invité a acompañarme y compartimos helados, risas, tirones de cabello y charlas de todo tipo. Cometí el error de no decirle antes lo mucho que me importaba, y me arrepiento.
Un peleador increíble, un maestro hecho a mi altura, un amante cariñoso y apasionado. No me llenó de ti tu lujuria descontrolada ni lo bien que nos acoplábamos en el sexo; lo que hizo que te enterraras realmente en mi memoria fueron esos deseos de cuidarme, de ayudarme con mis problemas, de levantar mi ego caído y repetirme como siempre solías hacer que era una princesa, y que si miraba hacia abajo se caería mi corona. Fuiste dulce, Trip, fuiste protector y valiente, y siempre cumpliste tus palabras aunque la promesa que llevabas conmigo no fuera de tu agrado. Fuiste hombre como ninguno, aunque también cometías errores... El mundo deberá aprender a perdonarte por eso tal como yo lo he hecho.
Quise ocultar mis emociones y te negué. Te reduje para no perderme a mí misma al saber que te habías ido. Confundí mi mente mencinándote como un simple juguete roto... Lo cierto es que aquí el único juguete roto son mis emociones y el deseo frustrado que tenía de ver hasta dónde eras capaz de llegar por conseguirme como algo más que un lujo carnal.
Me hiciste sentir deseada por primera vez en mi vida, no sólo como mujer sino también como compañera y yo te lo pagué de la manera más estúpida que jamás se me hubiera ocurrido. No me perdono nunca no haberte dicho antes lo mucho que me importabas.
Ahora quiero apretar tu mano, y los dedos se me congelan en el aire, la voz se me llena de cenizas, quiero llorar y ya no puedo: mis ojos se encuentran secos. Recorro en la oscuridad el contorno de tu cara sin poder alcanzarla. La imagino frente a mí y se me hace eterna, silente, imposible... ¿Por qué te fuiste? No lo acepto.
Por cumplir con nuestro trato de ser tu aprendiz en la cama y ganarme el corazón de Satoshi usando lo que me habías enseñado, me arrojé a él y descubrí que te habías equivocado: él no quería a Serena por ser la zorra que tú y yo creíamos, la quiere como yo te quise. Al final de cuentas voy a respetar eso. Ya no me importa, no me siento bien para seguir luchando en intentos vanos. No lo quiero, te quiero a ti... Si quisiera tener a alguien en mi ducha, quisiera que fueras tú.
Recorro las pistas que me podrían llevar a descubrir quién te hizo esto y descubro con terror que los gestos de James se petrifican cuando te menciono y busca evitar el tema cuanto le sea posible. Sé que sabe algo, algo hizo, con alguien se contactó. Quizás estar conmigo, la hija pequeña y preferida de mi madre fue lo que desencadenó en ti un final tan trágico e inmerecido. Me duele hacerme cargo de los hechos, pero no por eso dejaré de lado mi tenacidad al buscar tu justicia para que tu noble alma descanse. Me comprometo a hacerte feliz aún en este lejano encuentro que es el decir tu nombre sobre la cama en la que me hiciste tuya. Me comprometo a vengarte.
https://youtu.be/MJf9usvkhx8
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro