10
Pero los chicos obviamente se dieron cuenta que nos fuimos, Cuando llegamos todos empezaron a bromear y preguntarnos qué hacíamos durante todo el tiempo que no fuimos, Yo estaba toda roja y avergonzada por eso, ellos pensaban en otra cosa, baje la cabeza mirándome las punta de los pies. Thomas enseguida hablo con ellos chicos y le dijo que sólo quería enseñarme un lugar al cual ellos iban desde pequeños me imaginé que los chicos también lo conocían era muy hermoso ese lugar tranquilizante, armonioso, silencioso, tenía muchas cosas que me gustan y que por supuesto regresaría alguna vez, corrí hacia los chicos pues ya habían terminado de jugar al fútbol y yo como no era una muy buena deportista por eso me había apartado.
Ellos estaban comiéndole las galletas a Stefan, y el corría con la bolsa, aferrada a su pecho, Lucas que ya estaba cansado de tanto corre detrás de Stefan, se encorvo un poco, puso sus manos en las rodillas y exhalo un poco agitado.
—Oye, ¿Por qué no jugamos algo y así se decide quién se queda con la bolsa? — opino.
—No, estas son mis galletas — le aclara Stefan — Pero ya que mencionaste juego me parece bien — admitió.
—Sí, sabía que aceptarías —deja salir una sonrisa ingenua — Entonces ¿qué tal vemos quien es capaz de hacer rebotar una roca en el lago más veces? — propone.
—Acepto el reto — hace un gesto imponente — prepárense para perder por qué no pienso darles mis galletas — hace una sonrisa un poco malvada.
—Creo que aquí el perdedor será otro — Thomas entra a la conversación.
— Ya veremos — le contesta Hide.
Los chicos se dirigieron al lago, para poner el juego en marcha, yo los sigo para observar lo que harán, me siento en un tronco, que estaba algo cerca del lago. Stefan sería el primero en lanzar, se inclinar para tomar una roca, la toma en su mano, retrocedió tomando un poco de impulso, y arrojo la roca con mucha fuerza.
—Allá va — dice mientras observa la roca alejarse, rebota 3 veces en el lago y se hunde — A rebotado 3 veces, traten de superarlo — le da espacio a los chicos para que hagan sus tiros.
—Miren y aprende como de verdad se lanza una roca — Hide alardea, toma una roca, retrocede, solo un poco más de lo que lo había hecho Stefan, corre y lanza la roca con todas sus fuerzas, mira muy atento esperando que rebote, baja la roca y rebota 3 veces — bueno creo que empatamos — admitió.
—Sigo yo — dice Thomas mientras toma impulso para lanzar, mueve su brazo un poco hacia atrás y lanza, la roca rebota 3 veces — Vaya, creo que es un triple empate.
—Yo seré el que salga victorioso — dice Lucas presumiendo, se agacha y comienza a elegir entre algunas rocas, tratando de escoger la mejor, toma la más pequeña, lleva su brazo hacia atrás y la lanza, la roca rebota la primera vez y deja un largo espacio antes de volver a rebotar, lo hace una 2 vez y se hunde — Creo, que estoy muy cansado, por eso no pude tirar con fuerza — empieza a decir excusas, para no quedar mal.
—Bueno, ya sabemos quién de nosotros no le gusta perder — dice Stefan de forma sarcástica — parece que nosotros 3 somos los que comeremos — excluyendo a Lucas.
—Creo que ninguno de nosotros debería comerlas, ya que ninguno gano — dice Hide — creo que sería mejor dárselas a Emma — sonrió mientras volteo a verme.
—Si tienes razón, vamos a llevárselas — dice Stefan mientras trae la bolsa y camina junto a los chicos hacia mí.
—¿Ya han terminado? — pregunto con curiosidad.
—Si ya hemos acabado — responde Lucas.
—¿Quién ha ganado? — lo digo mientras me levanto del tronco.
—La verdad, tu ganaste — Stefan estira sus manos y me entrega la bolsa.
—¿Yo? ¿Cómo pudo ser eso posible si yo no participe? — respondo algo sorprendida.
—Bueno en realidad ninguno de nosotros gano, así que como ninguno gano ninguno la debe tener — me explica Thomas — acéptalas por favor.
—Por supuesto que las voy a aceptar — las tomo —muchas gracias — sonrió.
Había atardecido los chicos tenían hambre no voy a mentir yo también pero no iba a decir nada, estábamos esperando que llegaran Robert y mi madre, ya que ellos también querían venir a la salida pero por alguna razón no habían llegado, creo que hoy tenían mucho trabajo así que le mandamos un mensaje y le dijimos que iríamos a comer a un restaurante cerca de allí.
Nos montamos en el coche y conducimos hasta el restaurante, los chicos no paraba de hablar sobre el fútbol en el auto, Thomas y yo solo nos reímos de todo lo que los chicos decían y por alguna razón el no paraba de mirarme.
En el restaurante los chicos solo pidieron un a sopado y una parrilla, creo que eso era mucho para mí, así que pedí algo más ligero yo elegí una ensalada con un sándwich y jugó naranja aunque quería comer parrilla pero no sé si me podría caer mal.
—Oye, quieres un poco de carne — dice Hide poniendo un tenedor con carne cerca de mi boca — abre la boquita.
—A... — abro la boca — me tratas como a una niña.
—Eres nuestra pequeña niña — me sonríe.
—¿Qué tal? ¿Estuvo el día del parque? — Me pregunta Lucas — ¿te divertiste? — me mira con una sonrisa.
—Si mucho, hoy fue un día muy divertido — le sonreí.
—Claro por que estabas con nosotros — dice Stefan soltando una carcajada.
—Eso no lo niego — lo mire con una mirada picara luego de una carcajada.
Nosotros hablamos como alrededor de una hora, nuestros padres nada que llegaban. Decidimos pagar la cuenta he irnos a casa, seguro hoy Tuvieron mucho trabajo pero ellos tienen celular porque no nos avisaron antes, bueno seguro tiene una muy buena excusa para eso, después de un largo camino hacia la casa por fin ya estaba en mi habitación decidí darme una ducha para acostarme a dormir más cómoda.
Mi mamá no había llegado, ya hablaría con ella en la mañana cuando me levantara para ir a la preparatoria. Recuerdo que tenía tarea que hacer, y se me había olvidado hacerla, ojalá Thomas la haya hecho para que me la preste, aunque me daría mucha pena pedírsela, pero siempre nosotros nos ayudamos así que no sería nada raro, me voy a acostar antes que sea muy tarde y después no me quiera levantar temprano mañana para ir a la prepa, veo mi celular y está a punto de apagarse, Si eso llegara a pasar mi alarma no sonaría y yo me quedaría dormida, lo puse a cargar menos mal que lo había visto. Porque si no estaría perdida, no tarde mucho en quedarme dormida.
De pronto escucho una canción que me hace abrir los ojos era mi alarma ya había amanecido, más rápido de lo que canta un gallo, tendría que pararme muy rápido para arreglarme y llegar a tiempo para poder copiar la tarea, en menos de media hora, ya estaba lista, bajé a la cocina a desayunar y mi madre estaba preparando el desayuno me senté cerca de ella.
—Buenos días mama — le sonrió.
—Buenos días hija — se acerca y me da un beso en la frente.
—¿Por qué no pudieron ir ayer? — la miro.
—Lo siento hija teníamos mucho trabajo — me sonríe — prometo compensártelo.
—Entiendo mama — bajo la cabeza.
—¿Qué tienes hija? ¿Te pasa algo? — pregunta algo preocupada.
—No, solo pensaba que últimamente ya casi no te veo — la miro un poco desconsolada.
—Tienes razón hija y lo siento mucho, prometo tratar de hacer mi trabajo mucho más rápido — me abraza.
—Tranquila mama, no te exijas demasiado — no puedo negar que la extraño, pero debo entenderla.
—Gracias por entender hija, oye se me había olvidado darte esto — mete la mano en su bolso y saca una cajita — ten ábrela.
—¿Para mí? Gracias — abro la cajita y era un collar con un dije de corazón — es hermoso gracias mamá — la abrazo muy fuerte como forma de agradecimiento.
— Sabía que te gustaría — me vuelve abraza.
Cuando estoy hablando con mi mamá los chicos entran a la cocina a desayunar.
—Buenos días — dicen los chicos.
— Buenos días — respondemos.
Se sientan y comienzan a desayunar, mi mama había preparado waffles, nos sentamos junto a ellos y continuamos comiendo, luego de terminar mi desayuno me levantó de la mesa.
—Thomas, nos podemos ir — pregunto algo apresurada.
— Si vamos — se levanta.
Nos despedimos de mi madre, los chicos y nos fuimos, al salir de la casa le dije a Thomas.
—Oye, ¿te puedo pedir un favor? —le pregunto entre murmureos bajo la cabeza.
—Claro ¿que necesitas? — me mira sonriendo.
—Me da mucha pena decirlo, pero olvide hacer mi tarea ¿me prestas la tuya? —lo miró apenada.
—Te digo un secreto — se acerca a mi oído y me susurra — yo tampoco la hice.
—Entonces estamos perdidos, el profesor nos matara — lo miro.
—No, si no vamos ¿cómo podrá hacerlo? — sonríe de una forma picara.
—¿Qué dices? — lo miro sorprendida.
—¡¡Vamos!! Luego inventaremos una excusa — me tomada de la mano — al menos que seas una miedosa y no te atrevas hacerlo.
—Pero, nos atrasaremos en nuestras clases—me detengo.
—Sabía que eras una miedosa — me suelta la mano — esperaba más de ti, bueno aquí nos despedimos, espero que el profesor no te mate — se da la vuelta y camina en sentido contrario.
Tiene razón, si voy a la preparatoria sin la tarea hecha el profesor me matara, además no soy ninguna miedosa, no puedo negar que quiero ir con él, la prepa me sería aburrida sin el hoy.
—Espera iré contigo — lo alcanzó.
—Sabía que no podías dejarme ir solo — me vuelve a tomar de la mano — ven te mostraré algo.
—Claro que no te puedo dejar ir solo si te pasa algo que le digo a tu papa — le sonrió — ¿a dónde iremos?
—¿De ahora en adelanté me cuidarás? — Se acerca a mí — ¿te pondrías triste sí algo me pasará? — hace un puchero.
—Si eres tonto, claro que me preocuparía ahora eres mi hermano — me río — deja de actuar como un niño.
—¿No te gusta? — Pone la voz aguda y se va acercando a mí — ¿te pongo nerviosa?
—¿Qué cosas dices Thomas?— me alejo de él.
— Estas rojita — me mira — solo bromeo, no te enojes — me toma de la mano.
No sé a dónde me llevara, pero estoy intrigada de saber, de Thomas espero cualquier cosa loca, pues solo me queda esperar y averiguarlo, intentare dejar de pensar en la prepa.
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