Eran las 5 de la tarde y mi familia acababa de llegar. Me ponía muy feliz verlos a todos juntos otra vez, pues nunca me había gustado estar lejos de ellos.

Este era el momento cuando yo decía que mi secuestrador vendría a cenar.

-Familia, tengo algo que decirles- dije en voz alta y segura.

-¿Estas embaraza?- preguntó mi hermano

-¿Te vas de la casa?- siguió mi papá

-¿Te vas a casar?- terminó mi mamá.

Sus reacciones me sorprendieron mucho, ellos pensaban que era capaz de hacer todo eso. Negué con la cabeza y con una sonrisa en mi cara.

-No, solo quería decirles que hoy vendrá Antony a cenar, así que pónganse guapos- dije corriendo a mi habitación para que nadie dijera nada.

-¡¿QUEEE?!- gritó mi hermano desde abajo. Reí ante su reacción.

-Recuerda sonreír- grité de vuelta.

Entré a mi habitación para arreglarme y pensar como saldrían las cosas esta noche.

El pensar en como había cambiado mi vida a raíz de una tragedia y que ahora me sentía en mi mejor momento, amaba a Antony y él me amaba a mi. 

No habíamos tenido un buen inicio, pero las cosas estaban bien ahora. Él era todo lo que necesitaba para estar bien y feliz. El era mi mundo.

POV. ANTONY

Salí corriendo de la casa de Paola, porque tenia cosas que arreglar, u una de ellas era Karla. Entré al hospital y supe que Diego no estaba ahí, se había regresado a mi casa.

-Señor Duran- llamó mi atención el doctor.

-Si doctor, dígame-

-Las pruebas están hechas, solo hay que esperar a mañana para saber el resultado-

-Muchísimas gracias doctor-dije - Mañana estaré aquí a primera hora para saber los resultados- 

Caminé hacia la sección donde se encontraba ella, y pensaba en los dichosos resultados. Estaba 99% seguro de lo que decía Paola, pero, ¿qué pasaba si las pruebas decían lo contrario?

Entré al cuarto donde estaba Karla, ella miraba su teléfono y al instante que me vio entrar, su miraba se concentró en mi. Dejo su teléfono a un lado.

-Cariño- exclamó feliz -Que bueno que ya estas aquí, te he esperado toda la mañana- 

-Tuve que salir a arreglar unos asuntos, pero ya estoy aquí- respondí cansado.

La miré bien y me di cuenta de cuanta maldad o interés puede haber en una persona, y me molestaba bastante que usaran a un bebé para obtener lo que querían, y lo peor era que manipulaban a las personas. Jamás me hubiera enamorado de alguien como ella, a pesar de ser hermosa y de tener un buen cuerpo, ella era arrogante, orgullosa y narcisista.

 En cambio Paola, ella era la perfección hecha persona: inteligente, amable, tierna y muchísimo mas guapa que cualquier otra mujer; y esas eran algunas razones por las que me había enamorado de ella y esperaba con gran emoción el día en que ella y yo pudiéramos ser felices, tener una familia y estar bien, sin nadie ni nada que nos separara. 

-Antony ¿En que piensas?- interrumpió mis pensamientos.

Carajo, le gustaba arruinar todo.

-En nada ¿por qué?- respondí inocente.

-De repente te quedaste callado y sonreías como idiota, pensé que tal vez pensabas en cosas que te hicieran feliz, y quiero creer que yo soy una de ella-

-Claro que si- dije con una sonrisa falsa.

Ella tenia una sonrisa arrogante pero se esfumó, cambiando a un semblante serio.

-¿Que pasa?- pregunte incrédulo.

-Nada- respondió -Solo que me quiero ir ya de aquí, no me gustan los hospitales. Además tengo el presentimiento de que mañana será diferente-

-Tienes razón, a partir de mañana todo cambiara- dije serio

Por fin sería feliz, sin mentiras ni preocupaciones...