-Respóndeme- grite molesta al ver que no respondía y solo sonreía.

Seguía atada a esa cutre silla y no me daban solución o respuesta alguna.

-Tranquilízate- dijo tranquilo -Primero vamos por partes. Me presento, me llamo Antony y se también cual es tu nombre-

-No me importa saber tu maldito nombre, responde mi pregunta-

Un momento...  Antony, ese nombre era familiar. Estaba segura de que lo había escuchado antes.

-Pues estas aquí por 2 simples razones, Paola- dijo mi nombre con una lentitud, que me puso la piel de gallina -La primera es por que me gustaste desde el primer momento en que te vi y segundo por que sabia que por tu voluntad no vendrías a mi- contesto tranquilo, la paciencia de este hombre me asombraba.

-¿Y donde diablos me viste para que te gustara tanto?- Pregunte sarcástica. 

La verdad es que yo no lo recordaba verlo en ningún lugar, jamas se acerco a hablar conmigo y por su aspecto tan encantador jamas hubiera olvidado su cara. Probablemente si no fuera un psicópata secuestrador, tendría una oportunidad.

-¿Recuerdas aquella fiesta de tu amigo Marco? Pues te vi en uno de los sillones. Parecías borracha y me decidí a hablarte y cuando me acerqué a ti tu solo me dijiste "lárgate" y no me dejaste otra opción cariño- eso acababa de resolver algunas dudas, pero no todas.

¿De verdad estaba "algo" borracha para rechazarlo?

Mala idea.

Además ¿quien se creía ese tipo "Antony" para secuestrarme?

-¿Y por eso te crees capaz de secuestrarme? Pudiste haber tomado otra alternativa- dije molesta.

Solo pensaba en escapar. Ser libre e irme de aquí.

-Me buscaran y cuando me encuentren te mataran-amenacé. Estaba segura de me buscarían y que alguna vez saldría de aquí.

-NADIE TE BUSCARA- gritó Antony molesto. Por primera vez lo veía alterado.

-¿Como lo sabes?-

-Por que yo me encargare de eso- respondió seguro.

-¿Y como?- pregunté incrédula

-Solo les dije unas cuantas mentiras a tu familia y eso basto para que creyeran- dijo Antony sonriente, como si fuera tan fácil.

-¿Que diablos le dijiste a mi familia?-

-Pues... Que tienes una beca por Europa y que de urgencia te fuiste. También les mande una carta con tu letra diciendo que estabas bien, que no se preocuparan. Son muy incrédulos. Ademas, conozco cuando están o no en tu casa, lo que me hace más fácil y creíble la mentira- dijo relajado.

-¿Como escribiste la carta?-

-Te lo dije, te investigue bien, se todo de ti, hasta de lo que no sabes tu misma-

-¿Y que propones que haga? Vivir aquí toda mi vida como una rata en una trampa- dije molesta. Me enojaba que este hombre pensara que podía manejar tan fácil mi vida.

-Ese es el plan, preciosa-

Y era oficial; él podía manejar mi vida...